martes, 1 de diciembre de 2015

Overlord-BR1-3

http://overlord-es.blogspot.com/
Traductor: Erb
____________________ 

  Emisario del Rey
Parte 3

El Caballero de la Muerte corrió.

Corrió a toda velocidad a través del 9no piso de la Gran Tumba de Nazarick.

A fin de cumplir rápidamente las ordenes de su amo, corrió con una concentración inquebrantable.

Por la forma en que corría una criatura como él, de más de dos metros de altura y cubierta de los pies a la cabeza de una armadura completa de metal negro, recordaba al movimiento de una roca al rodar. Y entonces, el objeto aparentemente imparable fue detenido con un solo grito.

“---¡Oye!”

La voz de una mujer vino de un lado.

Mientras se preguntaba si el grito estaba dirigido a él, el Caballero de la Muerte continuó moviéndose otros diez metros.

“¡Oye! ¿Qué haces? ¿Por qué corres tan rápido? ¡Me voy a enfadar, sabes!”

Mirando hacia atrás, vio que la que le hablaba era una sirvienta.

Él sabía que era una de las sirvientas normales por el conocimiento que su amo había compartido con él.

 “¡Éste es el 9no piso, la residencia de los Seres Supremos! Por qué estás corriendo aquí--- no, no sólo corriendo--- ¡corriendo desbocado por todo el lugar!”

El Caballero de la Muerte meditó lo que le decía, y se dio cuenta que era cierto. Aunque su amo gobernaba este lugar y le había dado una orden directa, hacer tanto ruido era grosero.

La sirvienta asintió con satisfacción al ver al Caballero de la Muerte agachar la cabeza a modo de disculpa.

“Muy bien. Tienes que recordar, que puedes correr en ciertos lugares y en otros no. Ya que te has disculpado. Lo mantendré en secreto de tu amo. Tienes suerte de haberte topado conmigo. Si hubiera sido alguien más estricto, podría haber sido problemático para tu amo. ¡Ten más cuidado en el futuro!”

La sirvienta tocó suavemente su mentón con el dedo índice, e inclinó la cabeza a un lado.

“Aunque… nunca antes te había vito… si eres un no-muerto, ¿entonces eres uno de los subordinados de Shalltear-sama?”

El Caballero de la Muerte negó con la cabeza, y la expresión de la sirvienta se congeló. Su rostro se puso pálido, y el sudor empezó a acumularse en su frente.

“Entonces… ¿de quién eres subordinado?…”

Luego de que el Caballero de la Muerte le dijera el nombre de su dueño, el rostro de la sirvienta se volvió de un blanco fantasmal.

“Yo… yo… ¿acabo de decir algo malo? …Um… entonces… ¿la orden de Ainz-sama era urgente?”

No es de extrañar, pensó el Caballero de la Muerte. Para su amo, que gobernaba este lugar, todas y cada una de las reglas eran simplemente sugerencias que podría alterar a su antojo. En otras palabras, su amo hacía las reglas. Si el Caballero de la Muerte realmente estuviera llevando a cabo un asunto urgente, las irrespetuosas acciones de la sirvienta habrían sido castigadas por lo menos con la muerte.

Mientras ella se daba cuenta de esto, su rostro comenzó a mostrar signos de miedo.

Aún así, ¿era ése realmente el caso?

Él pudo sentir las intenciones que su amo albergaba en su corazón. Sin embargo, ya que su amo en realidad no había dicho esas palabras, no contaban como una orden.

Lo más importante era… El Caballero de la Muerte miró a la temblorosa sirvienta por el rabillo del ojo y pensó.

No era sólo esta sirvienta. El Caballero de la Muerte podía sentir que su amo era venerado por todos y cada uno de los seres en este lugar. Sólo con mirar a su amo, incluso una humilde criatura invocada como él mismo era de un rango superior a todos ellos.

El Caballero de la Muerte le explicó a la sirvienta que no había recibido órdenes, y simplemente corría con el objetivo de cumplir rápidamente los deseos de su amo.

La sirvienta parpadeó, y suspiró aliviada. El color comenzó a regresarle al rostro.

“Haaa---”

Se había hundido visiblemente bajo su peso, como una marioneta cuyas cuerdas habían sido cortadas.

“Bueno, eso es genial. Simplemente genial…”

La sirvienta tosió.

“Perdón por eso. No puedo creer que fui tan grosera con uno de los subordinados de Ainz-sama. Mis más sinceras disculpas.”

El Caballero de la Muerte agitó la mano para indicar que no tenía importancia. Hablando sinceramente, había sido su propia culpa por irrumpir a través de este santuario. Sin embargo dadas las circunstancias, la sirvienta probablemente no sería capaz de aceptar su disculpa.

Claramente todo estaba bien, pero la sirvienta no tenía intención de apartar la vista. Era natural que los que estaban en una posición inferior quisiera observar a sus superiores mientras estos se marchaban. Sin embargo, el Caballero de la Muerte se sentía aún más inferior que ella, y el peso de su mirada era difícil de soportar.

Ambos esperaron a que el otro hiciera el primer movimiento, mirándose con cautela el uno al otro, como un duelo entre dos maestros espadachines.

Las cosas serían incómodas si se quedaban mirándose el uno al otro en ese lugar.

Ya que él había sido el que había provocado que los dos se miraran en primer lugar, probablemente él debería hacer el primer movimiento.

El Caballero de la Muerte gimió y sintió la mirada de la sirvienta quemándole en la espalda mientras se alejaba caminando. Estaba caminando porque las cosas serían molestas si otra sirvienta lo detenía por correr en los pasillos. El Caballero de la Muerte era al menos capaz de aprender eso.

Sin más incidentes, llegó a la puerta de teletransportación que conducía a los pisos superiores.

Desde aquí, pasaría a través del 7mo, 6to, 5to, y el 4to piso, y su destino final sería el cuarto de Shalltear Bloodfallen en el segundo piso. Llegar hasta allá a pie tomaría mucho tiempo, pero no había otra forma.

La razón por la que no pasaría por el 8vo piso era porque la entrada a ese lugar estaba prohibida. Debido a eso, un camino había sido creado para saltarse ese piso.

Algunas personas podrían querer saltarse todos los pisos e ir directamente al 2do piso, pero sólo una persona en Nazarick podía hacer eso. Esta persona era el creador del Caballero de la Muerte, Ainz Ooal Gown, el líder del gremio. O mejor dicho, ni siquiera su amo podía hacerlo sin el Anillo de Ainz Ooal Gown. Sería imposible para un simple Caballero de la Muerte como él.

El Caballero de la Muerte avanzó hacia las brillantes luces de la puerta de teletransportación. Debido a que era raro ver a un no-muerto usando la puerta de teletransportación por sí mismo, la Guardiana del Santuario de los Cerezos ---que estaba a cargo de las puestas de teletransportación--- volvió su mirada hacia él, pero no lo envió a ese lugar especial, y el Caballero de la Muerte completó con éxito la teletransportación.

Pasó el mundo infernal del 7mo piso.

Pasó el Coliseo en el 6to piso.

Pasó el páramo congelado del 5to piso.

Pasó el lago subterráneo del 4to piso.

Y al fin, llegó al lugar que merecía el nombre de “tumba”.

El Caballero de la Muerte salió de la puerta de teletransportación, hacia una capilla subterránea sin ventanas. Tal vez había sido alguna vez una habitación que brillaba de riquezas, pero ahora todo lo que quedaba eran huesos pudriéndose. La única cosa que seguía estando limpia era un altar donde debería haber estado la estatua de un dios. En su lugar se encontraba una bandera de Ainz Ooal Gown.

La capilla tenía aproximadamente cien metros de longitud y estaba completamente a oscuras. Si el Caballero de la Muerte no hubiese sido capaz de ver en la oscuridad, se hubiera visto envuelto en una oscuridad tan completa que no hubiera podido distinguir su propia mano frente a su cara.

Varias docenas de no-muertos deambulaban en la oscuridad. Ya que no sentían ningún calor corporal, no mostraron hostilidad.

El Caballero de la Muerte dejó la capilla a través de la única puerta y se dirigió al exterior.

Frente a la capilla se encontraba un viejo puente colgante en ruinas que estaba sostenido por cuerdas que parecían estar a punto de romperse. Las tablas bajo sus pies estaban completamente podridas, algunos nudos se habían desatado, y los tablones se habían caído, dejando nada más que el espacio donde deberían de haber estado. El puente se mecía suavemente en el aire incluso sin viento, crujiendo lastimosamente.

Debajo del puente se veían las siluetas de incontables cuerpos. Estos gemían y levantaban los brazos.

Para un ser humano, ésta sería una visión tan terrible que se congelarían donde se encontraban. Sin embargo, para una criatura no-muerta como él, esto no era nada a lo que temer. El exterior desgastado no era más que una fachada --- en realidad, el puente era muy resistente. A menos que uno pisara deliberadamente sobre las porciones faltantes, incluso una criatura no-muerta con su inmenso peso podría cruzar el puente fácilmente.

Sin darle importancia a los gemidos de la madera podrida bajo sus pies, el Caballero de la Muerte avanzó.

Luego del puente, llegaría a su objetivo.

El camino terminaba en una modesta puerta de piedra.

Aunque era difícil de ver desde el exterior, esta puerta era la entrada a los aposentos privados de Shalltear Bloodfallen.

El Caballero de la Muerte tocó la puerta. El sonido que hizo no fue el que haría la piedra, sino el que haría el metal. Era una puerta de metal hecha para parecerse a una puerta de piedra.

Unos momentos después, tocó de nuevo.

La puerta se abrió, y una de las sirvientas de Shalltear, una novia vampiro, asomó la cabeza.

“Ara, ¿tú eres…?”

Ya que había venido a través de la puerta de teletransportación que iba hacia los pisos inferiores, ella podía estar razonablemente segura de que no se trataba de un enemigo. Aún así, jadeó al ver a este ser no-muerto poco familiar, ya que los Caballeros de la Muerte no existían normalmente en Nazarick.

El sistema de generación automática sólo produciría monstruos cuyos niveles eran 30 como máximo. Los Caballeros de la Muerte, que eran de nivel 35, no eran generados automáticamente por ese sistema. Adicionalmente, el sistema de mercenarios que invocaba criaturas a cambio de dinero de Yggdrasil no permitía invocar Caballeros de la Muerte. Era entendible que estuviera confundida.

El Caballero de la Muerte se presentó para evitar una situación como la de la sirvienta de hace un momento, donde ambos terminaron mirándose el uno al otro con sorpresa o vergüenza.

Los ojos de la novia vampiro se agrandaron al mismo tiempo que él le decía que su amo ---el gobernante absoluto de estos dominios--- lo había enviado para hablar con la gobernante de este piso.

“¡¿Es, es ése el caso?! ¡E-entonces me disculpo por retrasarlo! En este momento Shalltear-sama se está bañando, ahora termi--- no, sería de mala educación hacerle esperar aquí. ¡Por favor entre! ”

El Caballero de la Muerte hubiera estado de acuerdo con esperar afuera, pero rechazar una invitación como ésta sería una falta de respeto.

Con eso, el Caballero de la Muerte asintió ligeramente, e ingresó a la habitación.

Una espesa, fragancia dulce flotaba en el aire. A pesar de que no tenía efecto en un no-muerto, él podía imaginar que si un ser vivo fallaba en resistir el efecto, recibiría algún tipo de estado negativo. Olores espesos como éste, eran trampas comunes usadas en las guaridas de no-muertos.

Velos rosas semitransparentes y sedosos colgaban del techo, oscureciendo la visión. El sonido de mujeres riendo y gimiendo lascivamente se oía en la distancia. Era completamente diferente al resto de la tumba, y él sentía como si hubiese sido arrastrado a otro mundo. Luchar una batalla en equipo en este lugar sería muy difícil por lo decir lo menos.

La atmósfera erótica de la habitación fue hecha pedazos por las novias vampiros corriendo frenéticamente por todos lados. Parecían estar ayudando a Shalltear ---que acababa de terminar su baño--- a vestirse.

“Ropa---”

“Secar el cabello de Shalltear-sama---”

“El enviado de Ainz-sama está esperando---”

“Aunque se trata de un no-muerto, debemos ofrecerle refrescos como cortesía---”

“Primero hay que preparar un asiento para él---”

Todas estas palabras flotaron hacia el Caballero de la Muerte, acompañadas del sonido de acciones apresuradas.

“P-por favor, acérquese por acá.”

En poco tiempo, una diferente novia vampiro apareció ante él, y lo llevó a un cuarto con una pequeña mesa blanca, preparada para dos personas.

Cada sitio tenía tazas de té de porcelana colocado en frente, llenas con un líquido rojo brillante, el aroma del té llenaba el aire.

“Shalltear-sama estará aquí en breve; por favor espere un momento.”

Luego de hacer una reverencia, la novia vampiro se marchó.

El Caballero de la Muerte se sentó, preocupado por si las delicadas patas de la silla serían capaces de resistir su poderoso peso. Aunque el té había sido recién hecho para él, dejó la taza de té sin tocar y esperó. No sufriría ningún efecto negativo si bebía el té, pero si lo hacía, podría derramarse de su cuerpo y caer al suelo. No quería ensuciar la habitación de alguien más.

Luego de varios minutos, Shalltear apareció, con las dos novias vampiros al cada lado. Parecía que incluso esta entrada precipitada había sido hecha con bastante prisa, dado el hecho que su largo cabello no se había secado completamente y colgaba detrás de ella, en lugar de estar sujeto arriba.

El Caballero de la Muerte se puso de pie para dar la bienvenida a Shalltear. Pero los ojos de ella se abrieron como platos, y luego, en silencio cayó sobre una rodilla.

“La Guardián de Piso Shalltear Bloodfallen se presenta. Me disculpo por demorar en presentarme, oh mensajero de Ainz-sama.”

Mientras Shalltear le daba la bienvenida sin tomar en cuenta su puesto en Nazarick, el Caballero de la Muerte expresó su esperanza de que ella no adoptara esa actitud. Era él el que debería estar arrodillándose ante ella.

“Pero, de ningún modo podría mostrar tal falta de respeto a un enviado de Ainz-sama.”

Al oír la negación de Shalltear, el Caballero de la Muerte le rogó que dejara las formalidades. Sin embargo, Shalltear pareció no ser capaz de aceptar ese hecho. Como él supuso, probablemente ella pensaba que cualquier descortesía hacia el mensajero de Ainz sería una descortesía hacia Ainz mismo.

Luego de varias rondas de idas y vueltas de lo mismo, los dos llegaron finalmente a un acuerdo. En muestra de respeto mutuo, ellos se hablarían de manera casual el uno al otro.

Podía verse una sonrisa en ambos rostros ya que habían llegado a un acuerdo.

“Entonces, ¿Puedes decirme qué necesitas? Desde que Albedo nos ordenó reunirnos en el Coliseo, no he recibido mensajes a través de enviados sino más bien sólo usando magia. Debe ser un asunto importante, así que espero me dejes oírlo aún dentro de esta pobre habitación.”

Shalltear miró a las novias vampiro que había traído consigo.

Parecía que éste era un asunto confidencial.

Cuando el Caballero de la Muerte confirmó que esto debía mantenerse en secreto, Shalltear hizo un gesto con la barbilla en dirección de la puerta. Las novias vampiro asintieron en silencio y dejaron el cuarto.

“Entonces… sentémonos y hablemos.”

Aunque ambos eran no-muertos y no tenían que preocuparse por fatigarse, parecía bastante tonto que ambos estuvieran de pie, especialmente cuando había bebidas preparadas.

Ambos estimaron el tiempo con cuidado y se sentaron al unísono.

Sus miradas se cruzaron por un momento, y Shalltear habló en voz baja.

“Entonces, ¿puedes decírmelo?”

Su voz se oía es oía llena de emoción y anticipación. Shalltear debía haber sentido que el Caballero de la Muerte iba a confiarle alguna misión clandestina que sólo podría ser llevada a cabo por la Guardián de Piso Shalltear Bloodfallen. La acumulación de calor por la anticipación que sentía era como una presión física --- o no.

De acuerdo a su amo, lo primero que debía preguntarle a los Guardianes era, “¿Te estás sintiendo bien?”

Luego de eso, Shalltear parpadeó por la sorpresa, luego inclinó la cabeza de lado a lado mientras pensaba sobre la pregunta. Finalmente, como si estuviera admitiendo su derrota, habló.

“¿Hay alguna razón en particular para esa pregunta? ¿Ha sucedido algo inusual?”

Cuidar de la salud de uno era importante, así que su amo sintió que preguntar primero por su salud aligeraría el ambiente. Después de todo, al hacer negocios, luego de despejar el aire uno tendría que buscar lograr un acuerdo.

A pesar de que había hecho la pregunta con esa intención, el resultado había sido el opuesto a lo que había predicho. Los ojos de Shalltear se abrieron como platos ante la inesperada pregunta.

“Como Ainz-sama seguramente sabe, siendo no-muerta, soy inmune a la mayoría de efectos de estado y por tanto estoy bien de salud. Aún así, sé que algunos efectos de estado pueden afectar a los no-muertos. ¿Ha aparecido uno de esos efectos?”

Los no-muertos eran completamente inmunes al sueño, envenenamiento, enfermedad y otros efectos que afectaban el metabolismo de los seres vivos. Sin embargo, algunos ataques enemigos podían saltarse esas resistencias.

Ese tipo de ataques usualmente pertenecían a enemigos de Clase Mundial.

Por ejemplo, los ‘Las Cinco Agonías de Muerte Celestial’ de los Cinco Budas Arcoíris, el ‘Aliento Venenoso de Cadáver’ exhalado por uno de los Ocho Dragones, o los ‘Siete Pecados Capitales’ de los Lores de los Siete Pecados.

Incluso si treinta jugadores de nivel 100, completamente equipados y con conocimiento de la batalla por venir, se enfrentaban a uno de estos enemigos de Clase Mundial, el resultado de esa batalla estaría en duda. Si uno de aquellos enemigos había aparecido ante ellos, sería una amenaza para todo Nazarick.

El Caballero de la Muerte negó con la cabeza. Nada como eso había ocurrido, y además, si algo así hubiese pasado, no había forma de que Shalltear no hubiese sido informada.

“… Entonces no es eso… Aunque es una pregunta de Ainz-sama… es absolutamente inesperada.”

Luego de eso, el Caballero de la Muerte dijo que les preguntaría lo mismo a todos los otros Guardianes.

“Ya veo, ahora lo entiendo. Aunque no creo que los otros Guardianes harían algo que tenga un impacto negativo en su salud, ¿realmente existe algo así? …No, eso no es correcto.”

Shalltear negó su propia opinión al mismo tiempo que la decía.

“No hay forma de que Ainz-sama no se hubiese dado cuenta de algo así. Ya a que asumió que haríamos preparativos minuciosos, simplemente preguntó eso para que no bajáramos la guardia. Era de esperarse de Ainz-sama, muestro señor que jamás sería asociado con la palabra ‘descuidado’.”

Aunque no estaba seguro si eso era realmente lo que su amo quería decir, el Caballero de la Muerte estuvo de acuerdo con que ésa era la verdad.

“Entonces… la razón por la que viniste primero a mí, ¿fue porque soy la que está más alejada de Ainz-sama? ¿Fue puramente una cuestión de distancias?”

No era así.

El Caballero de la Muerte le dijo lo que su amo había dicho, que “Shalltear era una persona muy importante.”

La atmósfera cambió en un instante.

Algo que se sentía como aire caliente se agitaba frente a él.

No había ningún cambio en Shalltear --- no. Sus pupilas carmesí brillaban como lava.

“---- Perdóname. Creo que ensordecí por un momento, así que no oí lo que acabas de decir. Perdóname. ¿Podrías por favor decirme nuevamente lo que dijo Ainz-sama?”

Era difícil de creer que un no-muerto, con su inmunidad biológica a cambios de estado, pudiera quedarse sordo. Pero él no tenía ninguna razón para negar el pedido de Shalltear.

Así que, repitió lo que había dicho.

Las esquinas de la boca de Shalltear se movieron hacia arriba.

“----¡Ja! ¡Jajaja! Ahhh, ¡si tan sólo Albedo pudiera estar oyendo esto! ¡Jajaja!”

Luego de una buena carcajada, Shalltear continuó preguntándole otras cosas al Caballero de la Muerte.

“¿Ainz-sama dijo alguna cosa sobre Albedo?”

Luego de oír que Ainz no había mencionado nada, Shalltear era toda sonrisas.

“Entonces es así, entonces es así. Eso es realmente… Adelante, mensajero-dono, ¿puedes decirme cuál es su siguiente pregunta?”

La siguiente pregunta era, “¿Hay algo molestándote?”

“Sobre eso…”

Shalltear frunció el ceño y colocó un dedo en sus labios mientras miraba al techo.

Varios segundos después, miró nuevamente al Caballero de la Muerte.

“Realmente no hay nada molestándome.”

Mientras veía al Caballero de la Muerte asintiendo, una sospecha hizo que Shalltear hablara.

“¿Respondí mal? ¿Entendí mal las verdaderas intenciones de Ainz-sama?”

Una conversación es como hacer un pase en el baloncesto. Si el intercambio termina luego de unas cuantas rondas, algo iba mal.

El Caballero de la Muerte había captado los pensamientos de su amo cuando había sido creado, pero incluso así, sólo era un cálculo aproximado de sus intenciones y no una comprensión completa. Por tanto no tenía nada que decir que pudiera tranquilizar a Shalltear.

Viendo que Shalltear estaba incómoda, el Caballero de la Muerte hizo la pregunta final, “¿Qué es lo que quisieras?”

La sonrisa de Shalltear era cautivadoramente hermosa mientras respondía.

“Quiero el amor de Ainz-sama. No quiero decir que tenga que ser sólo para mí. Después de todo, es normal que un gran hombre obtenga muchas mujeres para sí mismo. Sería sorprendente si cualquier mujer pudiera resistirse a un hombre absolutamente increíble como Ainz-sama. Sin embargo, quiero ser la primera en su corazón.”

♦ ♦ ♦

El Caballero de la Muerte dejó la habitación y se dirigió a la puerta de teletransportación con el objetivo de regresar al 9no piso. Desde su perspectiva, tendría que pasar por cada uno de los pisos para regresar al lado de su amo, pero ya que era un no-muerto, no sentiría fatiga en su cuerpo o mente, así que esta larga caminata no sería un problema.

De repente, las órdenes de su amo resonaron a través de su mente. Una criatura invocada tenía un enlace mental con su amo, así que incluso sin usar ‘Mensaje’ ellos podía recibir órdenes y transmitir pensamientos en general.

Obedeció sus órdenes, y se detuvo.

Claramente no había nadie más frente a él, y sin embargo pudo ver la forma de su amo materializándose en medio del aire. Él debía de haber usado magia de tipo invisibilidad para estar secretamente cerca.

“Aunque te dije que regresaras, probablemente eso sería una pérdida de tiempo. Aunque no importa cuántas veces vayas y vengas, debería hacer un mejor uso de mi tiempo, 「Repeler No-Muerto」 (Repel Undead).”

Ainz lanzó un hechizo que creaba una barrera para mantener a raya a los no-muertos de bajo nivel. Normalmente el Caballero de la Muerte también se habría visto afectado, pero ya que estaba bajo el control directo de su amo, no rehuyó a Ainz.

“Eso bastará. Ahora, dime lo que dijo Shalltear.”

El Caballero de la Muerte asintió y rápidamente comenzó a hacer su reporte. Comenzó con la pregunta sobre la salud.

Luego de escuchar, Ainz miró hacia arriba.

“Bueno, es cierto. Preguntarle sobre la salud de Shalltear no tiene sentido ya que es no-muerta. No…debería ser lo mismo para los otros Guardianes. Ninguno de ellos fallaría en protegerse a sí mismos contra enfermedades o venenos. Qué pregunta tan inútil. Bueno, tenía el objetivo de aligerar el ambiente de todos modos, así que no importa. Ahora, háblame sobre la siguiente pregunta.”

Mientras oía su respuesta, Ainz frunció su ceño inexistente.

“¿Eso es todo? ¿No será que ella únicamente estaba siendo cortés?”

El Caballero de la Muerte agitó la cabeza.

“¿No? No… ¿significa eso que se equivocó al entender el sentido de la pregunta? Sólo hemos estado aquí por poco tiempo, así que lo más probable es que ellos no hayan descubierto ningún problema aún. Preguntaré otra cosa.”

Ainz lo pensó un momento, y luego le habló al Caballero de la Muerte.

“Corrijamos la segunda pregunta… La próxima vez… hm, ¿qué debería preguntar? ¿Tienes alguna idea?”

El Caballero de la Muerte emitió un gruñido de confusión. No podía darle ninguna buena idea incluso si se lo pedía.

“Ah, sí, es cierto. Lo siento. Creo que buscaré en la biblia entonces.”

Ainz tomó un libro de en medio del aire y comenzó a revisarlo, deteniéndose en una página en particular.

“… Ya veo. Lo tengo, eso es lo que haré. ‘Relaciones interpersonales. A quién eres más cercano y quién es el menos cercano a ti’. ¿Existe una pregunta más importante que ésta?”

Las luces carmesí en los ojos de su amo brillaron con más fuerza.

“Las relaciones interpersonales son importantes. Aún en compañías poco éticas, si las relaciones entre los trabajadores son buenas, ellos serán capaces de sobrevivir de todos modos. Y en compañías éticas, las relaciones interpersonales pobres son causa de muchas renuncias. Lo mismo es aplicable a Ainz Ooal Gown.”

No parecía que estuviera dirigiéndose al Caballero de la Muerte. Parecía que estaba hablando para su propio beneficio.

La voz de Ainz se hacía cada vez más suave, hasta el punto en que no podía oírse. El fuego en sus ojos cambió, como si estuviera mirando a la distancia.

“Correcto, relaciones interpersonales. Las relaciones entre los Guardianes de Piso son muy importantes. ¿Puedes hacer eso, Caballero de la Muerte? A partir de la segunda ronda, pregunta eso en lugar de lo otro. … Muy bien. Entonces déjame oír la respuesta a la última pregunta.”

Al oír la respuesta de Shalltear, Ainz quedó colgando como una marioneta cuyas cuerdas habían sido cortadas.

Ainz se dirigió al Caballero de la Muerte.

“… ‘Además de Ainz’. Agrega eso a la última pregunta la próxima vez que la hagas. ¿Entendido?”



7 comentarios :

  1. hahaha un fiel mensajero, buena suerte Caballero de la muerte xD que pensarian al ver a tal monstruo funcionar como un mero mensajero.

    ResponderBorrar
  2. Este mensajera es buena onda a pesar de ser un no-muerto, ademas es cortes con los demás NPCs, que bonito. Tantos problemas se dan por respondera tres simples preguntas jajaja XD.

    ResponderBorrar
  3. Gracias por la traducción, de veras
    Y soy el ultimo comentario...................por que ya estoy harto de "primer comentario"

    ResponderBorrar
  4. que bien que revise la pagina pense que no subirias nada de overlord xD ahora tuve 4 partes para leer gracias :D

    ResponderBorrar
  5. Esa sirvienta se llevo un susto de muerte . xd

    ResponderBorrar
  6. jajajaja muy bueno el cap deberian hacer un ova de esto

    ResponderBorrar