Traductor: Erb
http://overlord-es.blogspot.com/
____________________
http://overlord-es.blogspot.com/
____________________
Volumen 11 - Capítulo 1
Preparativos para un Viaje a Tierras Desconocidas
Parte 1
Luego de regresar del Imperio, Ainz se sentó en su escritorio en E-Rantel y se apoyó pesadamente sobre el respaldo de su silla.
Aunque ya había comenzado el reclutamiento en el recientemente fundado Gremio de Aventureros del Reino Hechicero, tomaría bastante tiempo antes de poder ver los resultados. Hasta entonces, tendría que prepararse ampliamente.
La prioridad principal era la escuela para entrenar aventureros, pero a juzgar por las circunstancias, tal vez podría usar al Gremio de Aventureros mismo. Probablemente sería una muestra de hospitalidad preparar un alojamiento para aquellos voluntarios que habían viajado una larga distancia para buscarlo. Sus tutores serían aquellos aventureros que habían escogido quedarse en el Reino Hechicero.
(Probablemente debería preguntarle a Albedo sobre la delegación de tareas... pero antes de eso... ¿Por qué mencionó el asunto del vasallaje...? Causará problemas para Albedo y Demiurgo, ¿cierto? Eso no es bueno, ¿no...?)
Ainz no tenía idea de lo que Jircniv estaba pensando. Tampoco sabía cómo explicarles la situación a esos dos individuos sagaces. ¿Qué había motivado a Jircniv a hacer un tipo de propuesta como ésa? Por lo que sabía, quizá habría algún tipo de artimaña de Demiurgo y los otros en juego aquí.
(Debí de haber discutido todo esto previamente con Demiurgo. Ah, pero se fue a un lugar lejano, y ahora todo lo que puedo hacer es pensar en cómo solucionarlo con sólo nosotros dos... como pensaba, es imposible, eh...)
Ainz suspiró interiormente. La preocupación y confusión hicieron que le doliera su estómago inexistente. Y entonces, cuando pensó en lo que pasaría cuando ellos regresaran, el dolor se intensificó.
Ainz agitó la cabeza, y entonces examinó la información que había obtenido del Imperio, como para evitar tener que pensar en lo que se avecinaba ante él.
"...Runas, eh."
Pedacitos y pedazos de conocimiento de Yggdrasil estaban esparcidos a través de este misterioso nuevo mundo, como estrellas resplandeciendo en la noche. Había rastros de otros jugadores, y también estaba la existencia de los Objetos de Clase Mundial.
A aquellos se podría añadir la existencia de runas, caracteres del mundo de Satoru Suzuki.
La razón por la que la gente de la Teocracia podía invocar ángeles de las religiones del mundo de Satoru Suzuki era probablemente debido a la magia de Yggdrasil.
Entonces, ¿qué ocurría con estas runas? ¿Por qué existían en este mundo? ¿Eran las mismas que en el mundo de Satoru Suzuki? ¿O sencillamente eran una forma de escritura mágica que se asemejaba a runas, y que por lo tanto eran automáticamente traducidas como tales?
(El Reino Enano está localizado en la Cordillera de Montañas Azellisia, que está cercana. Necesito investigarlo a profundidad. Supongo... que tendré que ir en persona, eh.)
Naturalmente, Ainz le había preguntado a Fluder sobre las runas antes de regresar a E-Rantel.
Sin embargo, todo lo que él sabía era que el Rey Enano, que una vez había visitado el Imperio, era un herrero rúnico, y que el Imperio compraba armas y armaduras del Reino Enano. Sin embargo, alrededor de cien años atrás, todo rastro de objetos mágicos grabados con runas se había perdido.
Aunque ésta era información muy valiosa para Ainz, realmente no era lo que buscaba conocer.
(En Yggdrasil no existía la clase de profesión de herrero rúnico. Si ésa es una profesión única a este mundo, entonces existe la posibilidad de que la tecnología de ambos mundos pueda ser combinada en una. Por consiguiente, tendré que prestarle especial atención a esto. Sin embargo, ¿a quién debo enviar?)
Todo lo que él quería era visitar el Reino Enano y preguntar sobre runas y cosas así. En cuanto a la profesión de herrero rúnico — bueno, ya que era un asunto tecnológico, incluso si ellos reaccionaban mal a eso, él probablemente podría librarse fanfarroneando si decía que estaba interesado en ese tipo de magia.
Si sólo fuera un asunto de usar magia de fascinación o dominación, o de secuestrar personas con magia de teletransportación, entonces casi todos podrían hacerlo. Pero, ¿y si había un jugador detrás de estas runas? Por lo que sabía, la persona que le había lavado el cerebro a Shalltear podría estar oculta allí.
(Quiero aprender más antes de ir, pero no será fácil averiguar cosas que ni siquiera Fluder sabe.)
Ainz se levantó lentamente de su sitio.
En un instante, la mujer a su lado entró en acción. Tenía una mirada muy animada y energética en el rostro, y su corte de pelo juvenil hacia que se viera bastante masculina. Ella era Decrement, la sirvienta de turno de Ainz para el día.
Ainz extendió una mano para detener a Decrement, y luego comenzó a caminar lentamente por su oficina.
Mientras Ainz calculaba las ganancias y pérdidas con aritmética y lógica, viejos recuerdos le vinieron espontáneamente a la mente por entre los espacios de los números. Recordó los peligros que había encontrado en regiones inexploradas, la alegría de descubrir cosas nuevas, la tristeza de fallar una misión, y las expresiones y palabras de sus camaradas con quienes había compartido estas experiencias. Eran simples recuerdos, pero aun aquellos en los que había muerto todo su equipo fueron transmutados en un resplandor brillante que iluminó el cráneo vacío de Ainz.
Luego de guardar lentamente estos dolorosos recuerdos en su corazón, los pensamientos de Ainz finalmente adquirieron forma.
(...Quien no se arriesga nada gana, supongo.)
Para comenzar, el gremio llamado Ainz Ooal Gown había sido una organización de ese tipo.
Naturalmente, algunas personas podrían burlarse de la idea de comparar juegos —que no representaban peligros para los jugadores— con la realidad. Pero, la indecisión podía costar la oportunidad de obtener conocimientos nuevos, y eso era un motivo para darlo todo. Se podría decir que se aplicaba igualmente a ambos, tanto en el juego como en la vida real.
Luego de decidir investigar las runas del Reino Enano, una pregunta se formó en la mente de Ainz.
Se trataba de la elección de personal.
¿Quién sería el mejor candidato para enviar allá?
(¿Debería pedir la opinión de Demiurgo? No, si hago eso, no podré enviar a la persona más capaz de todas en el combate.)
Dicha persona se refería a Ainz mismo.
Con toda honestidad, Ainz confiaba mucho en que su habilidad para adaptarse a situaciones y monstruos desconocidos no tenía igual al interior de la Gran Tumba Subterránea de Nazarick. Dicho llanamente, la acción más sensata sería que Ainz fuese por sí mismo. Sin embargo, si realmente hubiera un jugador enemigo allá, también sería el movimiento más insensato que podría hacer.
(...Con la ventaja de los números, al menos puedo intentar huir. Eso significa que debo escoger guardaespaldas que puedan ganar tiempo mientras yo me preparo para escapar.)
Los primeros que le vinieron a la mente fueron los Guardianes de Piso.
Siendo NPCs de nivel 100, ellos podrían ser capaces de ganar tiempo para el escape de Ainz, incluso contra otros jugadores. Ahora bien, ¿realmente podía usar a los NPCs, los amados hijos de sus antiguos amigos, de tal forma?
(¿Qué tal si uso a vasallos de alto nivel liderados por un teniente no-muerto? No, su flexibilidad es demasiado baja, comparados a los NPCs que fueron creados desde cero.)
Los vasallos podían ser descartados con mucha mayor facilidad, a comparación de los NPCs. Pero al mismo tiempo, sus habilidades carecían de amplitud y por ende su falta de adaptabilidad era una debilidad.
Cuando los tenía en cuenta desde un punto de vista meramente lógico, los NPCs eran la elección ideal. Ainz el jugador, no había llevado a cabo experimentos a ese respecto, y por lo tanto no podía estar seguro si él podía ser resucitado. Sin embargo, no había duda de que los NPCs sí podían, de la misma forma en que él había hecho con Shalltear.
Ainz se sentó en su silla una vez más.
"Hmm..."
Juntó los dedos frente a su cara, y reflexionó sobre la mejor decisión a tomar.
Pero al final, seguía sin poder llegar a una conclusión.
(¿Podría ser que los idiotas no pueden obtener una respuesta sin importar cuanto lo piensen?)
Con una sonrisa autocrítica, Ainz miró a Decrement.
"¿Estarías dispuesta a morir por mí?"
"Por supuesto, Ainz-sama. Sólo tiene que dar la orden y me quitaré la vida por usted," respondió Decrement, sin un solo momento de duda.
"¿Los otros piensan igual? ¿Podrían pensar que soy un amo cruel?"
"Creo que todos los demás aceptarían morir gustosos sin dudarlo ni un segundo. Nadie pensaría siquiera en negarse. Fuimos creados por los Seres Supremos, y por lo tanto existimos sólo para los Seres Supremos. No hay mayor alegría para nosotros que llevar a cabo cualquier orden que ellos nos den."
"En serio... Por cierto, sólo lo preguntaba por curiosidad. No hay un significado más profundo en mi pregunta. Olvídate de ello."
Mientras Decrement asentía con la cabeza, Ainz tomó una decisión.
—Iba a usar a los NPCs.
Ainz sacó un mapa de las áreas circundantes.
Este mapa había sido compilado gracias a los descubrimientos de las exploraciones de Aura. En particular, Ainz estaba seguro de que no había otro mapa que cubriera con mayor detalle el interior del Gran Bosque de Tob. Por desgracia, no podía estar seguro de la exactitud de la escala, y por lo tanto no podía afirmar que fuera un mapa perfecto. Sin embargo, con esto en su mano, las posibilidades que tenía de perderse disminuyeron grandemente.
Ainz colocó un dedo en E-Rantel, y luego lo deslizó lentamente hacia el norte, pasando a través del Gran Bosque. No había problemas hasta este punto. La mayoría del Bosque se encontraba ahora dentro del área de control de Nazarick. Luego de eliminar a monstruos y bestias de poca inteligencia, habían tomado el control de diversos asentamientos de semihumanos y heteromorfos y eso había sido el final de todo. Había una gran cueva subterránea, pero no tenía intenciones de molestarse con ella por el momento. Por supuesto, la pondría bajo su control si hacerlo le era rentable.
Su dedo alcanzó el lago con forma de calabaza en el extremo norte del bosque.
Más al norte estaba la Cordillera de Montañas Azellisia. Era territorio inexplorado.
"Una región desconocida, eh..."
Hmph, Ainz sonrió.
Acababa de recalcarles a los aventureros sobre la importancia de explorar lo desconocido. Poner en práctica lo que predicaba seguramente se vería bien ante su audiencia.
"Vengan a explorar el Reino Enano de la Cordillera de Montañas Azellisia."
Sonaba como un eslogan que podría oírse en un show de televisión.
Hizo a un lado la sonrisa que le vino con naturalidad, y comenzó a meditarlo con seriedad.
Examinó las ventajas que traería el ir personalmente a un lugar en el que podría haber otros jugadores.
Obviamente, que el Rey Hechicero fuera en persona era una muestra clara de su sinceridad.
Era como si un jefe de compañía fuese personalmente a otra firma para llevar a cabo negociaciones. Los efectos de aquello eran de inmediato evidentes, en la experiencia de Satoru Suzuki.
Además, su perspectiva era diferente a la de sus subordinados, que tendían a ver a aquellos fuera de Nazarick como formas inferiores de vida. Ainz calificaba de moderado entre los miembros de Nazarick. Como resultado, sentía que él no sería una mala alternativa para las negociaciones con el Reino Enano — o la elección menos valiente, si era honesto consigo mismo.
Además de él mismo, siempre podía enviar a Pandora's Actor.
Ésa era la elección ideal, ya sea en términos de inteligencia, adaptabilidad y otras áreas.
Sin embargo—
(¿Quién administrará este país mientras tanto?)
Se requería a otra persona para responder a esa pregunta.
Naturalmente, esa persona era Ainz Ooal Gown.
No podía hacerlo.
Ainz gritó interiormente, una y otra vez.
Si tenía que escoger entre las dos alternativas, preferiría ir al Reino Enano.
Más concretamente, todo lo que necesitaba hacer era visitarlos una vez y sería capaz de teletransportarse allí en el futuro. Si se presentaba algún problema, todo lo que tenía que hacer era jugar su carta del triunfo diciendo, "Reflexionaré sobre esto con mayor detalle una vez que regrese a casa". Aun si la otra parte respondía con "Confiamos en que lo decidirá de inmediato", sencillamente podía inventar otra excusa en el momento.
Había una gran cantidad de formas en las que Ainz podía fanfarronear para superar esa situación.
(La última vez tuve a Ainzach a mi lado, pero ahora seré yo quien juegue el papel de vendedor de puerta en puerta para mi mercancía. Tampoco es que necesito regresar habiendo concretado una venta, así que debería ser fácil.)
Ainz sonrió mientras asumía la expresión de Satoru Suzuki el vendedor. Entonces, el sentido de su mirada cambió.
(Además... a medida que pasa el tiempo, es posible que sea capaz de encargarle el vasallaje del Imperio a Demiurgo y a Albedo, y dejar que tracen los planes para ello. ¡Sí! No hay remedio. ¡No es como si quisiera huir de mi trabajo ni nada!)
Mientras inventaba excusas fervientemente para su comportamiento, Ainz comenzó a pensar en el siguiente problema:
¿A quién llevaría consigo?
Ainz se cruzó de brazos con una expresión de desconcierto en la cara.
Aunque no le hubiera gustado nada más que tener a Albedo o a Demiurgo al lado, ellos tenían cosas más importantes que hacer y también eran las personas a cargo de sus respectivos departamentos. Si llevaba consigo a cualquiera de ellos, entonces podrían surgir problemas en sus asuntos.
Aura y Mare eran muy buenas elecciones, especialmente porque eran humanoides como los Enanos. Por lo tanto, sus contrapartes no desconfiarían mucho de ellos.
Sería difícil llevar a Cocytus. Claro que, él era una buena elección para visitar una región fría y montañosa, pero ahora estaba a cargo del Gran Bosque de Tob, lo que lo convertía en una especie de jefe de departamento. Ainz esperaba que pudiera concentrar todas sus energías a esa tarea. Además, su apariencia inusual —combinada con la de Ainz— probablemente pondría nerviosa a la otra parte de forma innecesaria.
Sebas también era una buena elección.
Actualmente se encontraba llevando a cabo tareas gerenciales en E-Rantel, asistido por Tsuareninya. Debería estar bien llevarlo consigo con Pandora's Actor ahí, pero el asunto de su poder de pelea hacía que Ainz se preocupara un poco.
Gargantua y Victim estaban fuera de discusión. Las imágenes de varios otros NPCs aparecieron en la mente de Ainz, pero la mayoría de ellos no eran adecuados para seguir a Ainz por ahí como guardaespaldas.
(Si ése es el caso, entonces tendrán que ser — Aura y Shalltear.)
Aura —y los monstruos a los que dirigía— podía ser considerada como una elección ideal. En el peor escenario, él podía sacrificar a sus bestias y escapar con Aura. Y luego estaba Shalltear, la mejor luchadora uno contra uno. Ella podía servir como carta del triunfo contra de un enemigo poderoso. Además, había otra razón por la que quería usar a Shalltear.
En su lugar debería de llevar a Mare consigo, teniendo en cuenta que podrían enfrentar a un ejército. Sin embargo, si descubrían a un jugador, su prioridad sería retirarse en lugar de exterminar al enemigo. Por lo tanto, esta vez dejaría atrás a Mare.
"Si es así..."
Justo cuando Ainz estaba por moverse, el sonido de un [Mensaje] resonó en su cabeza.
[Ainz-sama.]
"Oh, es Entoma."
[Sí. Ahora mismo estoy viajando con Shalltear-sama y hemos llegado al pueblo de los Hombres Lagarto. Cocytus-sama desea enviarle a un Hombre Lagarto con un informe concerniente a la situación del pueblo, y solicita su permiso para abrir un [Portal]. ¿Qué debe hacerse, Ainz-sama?]
De vez en cuando Cocytus enviaba informes sobre el pueblo que él le había ordenado dirigir.
Ainz realmente no sabía qué tan bien lo había hecho Cocytus, así que típicamente les daba una mirada rápida a los informes y respondía con un "Buen trabajo." Había ocasiones en las que quería decir, "Ya no tienes que seguir haciendo esto", pero informar a tus superiores era la actitud correcta que uno debería tener, y a su vez, él tenía que cumplir con sus responsabilidades como el superior de Cocytus.
"Entonces abre el [Portal] en el lugar habitual... ah, no, el hechizo defensivo debería seguir estando activo. Espera una hora antes..."
Ainz sacó un horario y se aseguró de la hora.
"Lanza el hechizo a las 13:46. Bajaré las defensas por unos dos minutos en ese momento. "
Aunque este edificio no era Nazarick, de todas formas estaba rodeado de campos mágicos que impedían la teletransportación y similares, alimentados por el MP de vasallos de alto nivel. Estos campos eran lo suficientemente fuertes como para detener hechizos de muy alto nivel, pero agotaban a los vasallos hasta tal punto que Ainz tenía que rotarlos varias veces al día, y también impedía la teletransportación de aliados.
Esto se debía al efecto de fuego amigo, que no existía en Yggdrasil.
Por lo tanto, había ocasiones en las que Ainz necesitaba desactivar la red de defensa momentáneamente para permitir la teletransportación directa a este lugar. Por supuesto, bajar las defensas significaba que los enemigos también podían teletransportarse allí. Para evitar ser golpeado por una "explosión" —como lo llamaban en Yggdrasil— Ainz decidió limitar estas breves aperturas a periodos predeterminados.
[Entendido. Transmitiré su mensaje a Shalltear-sama.]
Ainz respondió, "Bien" antes de detener el [Mensaje] y ponerse de pie.
"...Te dejaré la elección de mi ropa a ti. Un Hombre Lagarto está en camino como emisario de Cocytus. Escoge algo que no me avergonzará."
"¡Sí, señor!"
En los ojos de Decrement ardió fuego.
¿Ella también? Pensó Ainz, pero no pronunció esas palabras. Un hombre que no confiaba en su sentido del estilo no podía decir tales cosas.
Con Decrement a cuentas, Ainz caminó mientras daba órdenes a los seres no-muertos que había creado en el momento. Dichas órdenes eran informar a los guardias no-muertos que custodiaban el gran salón de su mansión sobre la llegada de un Hombre Lagarto usando un [Portal].
Mientras observaba a los seres no-muertos desvanecerse en la distancia, Ainz reflexionó sobre el uso eficaz de los no-muertos que había creado.
Si los no-muertos de Ainz pudieran presentarle informes, entonces podría emplazarlos por todo el mundo y crear una red de inteligencia de no-muertos. Desafortunadamente, eso sería muy difícil de lograr. Incluso si Ainz les daba una orden, los no-muertos sólo podían dar respuestas imprecisas. Además, le era muy difícil controlar el incremento masivo de la cantidad de no-muertos que había creado. El riesgo de equivocarse y darle una orden a un no-muerto completamente distinto por accidente siempre estaba presente.
Era posible que en el futuro él pudiera ser capaz de implementar algún tipo de sistema para resolver ese problema, pero dadas las actuales circunstancias, era imposible.
(Tal vez podría dejar que Pandora's Actor se encargue de ese tipo de cosas en mi lugar. Pero en ese caso tendría que enfrentar el problema de que todos los no-muertos que él cree se paralizarán si deja de asumir mi forma.)
Ainz tendría que reflexionar sobre ese asunto en serio luego de buscar las opiniones de Albedo y Demiurgo. Mientras meditaba este problema, Ainz llegó a su vestidor.
Como era usual, las dos filas de sirvientas lo saludaron con ojos brillantes. En particular, los ojos de Decrement —siento la sirvienta a cargo— prácticamente estaban inyectados de sangre.
Ainz permitió que las sirvientas le ayudaran a cambiarse mientras preguntaba sobre la ubicación de Aura.
Hoy, iba a vestir algo de blanco puro.
Se veía demasiado ostentoso para alguien como Ainz, que estaba acostumbrado a usar marrones oscuros.
Además de eso, las sirvientas lo adornaron con un collar gigantesco hecho de oro y otros metales. Eso hizo que se preocupara porque las urracas podrían intentar robárselo debido a su brillo.
Pero la parte del atuendo a la que le veía menos sentido eran las plumas que sobresalían de su espalda.
¿Es que soy un pavorreal o algo? Era lo que Ainz quería decir, pero cuando miró alrededor, vio la mirada de orgullo y satisfacción que todas las sirvientas compartían en el rostro. Ninguna se veía preocupada, ni tenían expresiones que pudieran ser consideradas negativas en lo más mínimo. Todas tenían la misma mirada de fascinación nerviosa en la cara y las mejillas sonrojadas.
Era como un grupo de admiradoras paradas frente a su amado ídolo.
(¿Esto realmente está bien? ¿Realmente es atractivo para las damas? ...Parece que no tengo ningún sentido de la moda, después de todo.)
Mientras Ainz incrementaba la melancolía al interior de su alma, las sirvientas terminaron de vestirlo.
Por el espejo, se dio cuenta que había plumas saliéndole por debajo del brazo, lo que le hizo pensar en un monstruo de Yggdrasil.
(Era Archaeopteryx o algo... Creo que eran mascotas dinosaurio para druidas.)
Se alborotaban cuando se cruzaba de brazos, lo que era bastante molesto.
Pero, ¿qué dirían ellas si les dijera, "este atuendo no servirá"? Responderían con algo parecido a "¿En qué sentido no es adecuado? Por favor díganos qué ropas deberíamos escoger en el futuro. "
"¡Muy bien!"
Al final, Ainz decidió hacer a un lado estas molestas cosas.
"¡Vamos!"
***
Cuando llegó la hora acordada, Ainz sintió una puerta mágica —un [Portal]— abriéndose en el gran salón.
Aunque ya había disipado el campo mágico que rodeaba el edificio, la persona atravesando el [Portal] no apareció de inmediato, gracias al hechizo de [Retrasar Teletransportación] que él había lanzado. El efecto fue idéntico a como había sido cuando lo usó en la batalla con Shalltear.
[Retrasar Teletransportación] obstaculizaba brevemente los efectos de teletransportación cuyos destinos estaban cerca al lanzador, ganando varios segundos de tiempo, que el lanzador típicamente usaría para escapar o para preparar un ataque. Adicionalmente, el hechizo también le informaba al lanzador sobre el número de seres que se teletransportarían cerca a él.
En consecuencia, Ainz sabía que sólo una persona se había teletransportado al lugar.
Entoma podría no haber venido con Shalltear, pero probablemente llegaría pronto.
Lo único que [Retrasar Teletransportación] hacía era retrasar la teletransportación. No podía cancelarla por completo. Por lo tanto, algún tiempo después, apareció la mitad de una esfera negra dentro del área del hechizo de [Retrasar Teletransportación].
Poco después de eso, un Hombre Lagarto asomó la cabeza con temor desde adentro.
Mientras él —era un él, ¿verdad?— miraba alrededor, su línea visual encontró a la de Ainz, que estaba sentado en el sencillo trono en medio del gran salón.
"Su, Su Majestad, Ainz Ooal Gown-heika. Perdone la descortesía de su sirviente ante usted."
Ainz no pudo ocultar por completo su estupefacción ante las elocuentes palabras del Hombre Lagarto. Aunque Zaryusu y sus amigos estaban por encima del resto, la dicción de este Hombre Lagarto sonaba refinada y natural.
¿Es éste el resultado del entrenamiento de Cocytus?
La pregunta le surgió en la mente, pero había algo que debía hacer antes de eso.
El hechizo de [Retrasar Teletransportación] de Ainz ya le había hecho saber que sólo una persona vendría. Una vez que estuvo seguro de que nadie más llegaría, le ordenó a un Caballero de la Muerte, que estaba esperando a un lado, que reactivara su objeto mágico. El Caballero de la Muerte asintió con la cabeza estando de acuerdo y se marchó. Entonces, Ainz volvió su mirada hacia el Hombre Lagarto arrodillado.
Al mismo tiempo, Decrement —que estaba de pie al lado de Ainz— intervino en el momento exacto.
"Hombre Lagarto, se te concede una audiencia."
Esto fue completamente diferente a como se había comportado cuando escogía la ropa para Ainz.
Irradiaba los aires de una fría princesa.
Bajo circunstancias normales, la mayoría de las personas se molestarían si la sirvienta de un palacio —o un lugar similar— se permitiera usar ese tono con ellos. Los suplicantes muy bien podrían sonreír con superioridad al percatarse que el gobernante que permitiera eso estaba únicamente acompañado por una sola sirvienta. Alternativamente, podrían sentir lástima del Reino Hechicero porque por tener a tan pocos hombres disponibles tenían que usar a una sirvienta para llevar a cabo tales tareas.
Sin embargo, estos Hombres Lagarto habían sido entrenados por Cocytus, y comprendían por completo que cualquiera de los NPCs era inmensamente superior a ellos. Por lo tanto, ellos no cuestionarían la actitud de Decrement.
(Ah, que molestia. ¿Por qué no puedes prescindir de este absurdo y hablar con normalidad? Bueno, eso es lo que pienso, pero como dice el dicho, cuando vayas a Roma, haz como los romanos.)
Los vestigios del espíritu que le pertenecía a Satoru Suziki el asalariado molestaron brevemente a Ainz Ooal Gown, pero no había remedio para eso.
El Hombre Lagarto se puso de pie, ignorando el conflicto interno de Ainz. En verdad, Ainz no podía distinguir la diferencia entre un Hombre Lagarto y otro. Si sus escamas fueran de un color diferente, o si tuvieran características físicas obviamente distintivas —marcas o un brazo anormalmente grande, por ejemplo— podría haber sido posible, pero Ainz no podía decir qué diferenciaba al Hombre Lagarto ante él de los otros.
En todo caso, Ainz hizo que Decrement le dé la orden de identificarse al Hombre Lagarto.
"Ainz-sama amablemente te permite que digas tu nombre."
"¡Entendido! ¡Agradezco su magnanimidad! ¡Su sirviente es Chuku Zuzu, antiguo líder de la tribu Cola de Navaja!"
Ainz nunca antes había oído ese nombre.
¿Debería demostrar su ignorancia abiertamente, o debía pretender que lo sabía? Ainz no escogió ninguna de estas alternativas, seleccionó una tercera —en otras palabras, asintió con la cabeza para continuar el flujo de la conversación. Después de todo, era probable que Cocytus ya hubiera mencionado esto en un informe anterior.
Después de eso, Ainz le ordenó a Decrement que haga que el Hombre Lagarto le diga por qué había venido aquí.
(¡Qué fastidio!)
Básicamente, las cosas eran de esta forma cuando se reunía con un vasallo — un sirviente.
(Si no estuviera preocupado porque la gente menosprecie al Reino Hechicero, ya habría sugerido acabar con este asunto molesto...)
Justo cuando Ainz suspiraba interiormente, Decrement le dio la orden al Hombre Lagarto.
"En su misericordia, Ainz-sama te permite declarar la razón por la que buscaste una audiencia con él."
"¡Entendido! Cotytus-sama, el gobernante de nuestros pueblos y el amo del lago, desea presentarle algo a Su Majestad, el Rey Hechicero Ainz Ooal Gown, Overlord Supremo y gobernante de la Gran Tumba Subterránea de Nazarick, así como también el señor de Cocytus-sama."
Ainz estaba sorprendido por la cantidad de títulos que el Hombre Lagarto había logrado juntar, pero no lo mostró en el rostro. En su lugar, inclinó la cabeza hacia Decrement, que caminó al frente y recibió un pergamino del Hombre Lagarto. Luego, Ainz tuvo que esperar a que Decrement regresara y se lo presentara a él antes de poder leerlo finalmente.
Estaba cubierto de la letra de Cocytus. Había tantos números registrados dentro que tomaría bastante tiempo leerlo por completo aquí.
Por lo tanto, Ainz enrolló el pergamino de vuelta y se lo entregó a un Caballero de la Muerte que se encontraba parado cerca. Sólo entonces pudo finalmente dirigirse directamente al Hombre Lagarto.
"Buen trabajo."
"¡Su Majestad es demasiado amable!"
Aunque eso era todo lo que Ainz podía decir, no tenía la intención de terminar la conversación allí.
Ainz se levantó de su trono, y le habló al Hombre Lagarto.
"Ahora te haré una pregunta, no en mi calidad de Rey Hechicero, sino como el amo de Cocytus. Después de todo, dicen que hablarles a los vasallos de uno profundiza directamente el entendimiento mutuo."
El Hombre Lagarto se veía confundido. Eso se debía a que no tenía idea de cómo comportarse al ser interrogado directamente. Por lo menos, eso era lo que Ainz pensaba que estaba pasando, a pesar de la dificultad para leer el rostro de un Hombre Lagarto.
"Tranquilo. Ésta no es una entrevista formal. Una vez que te marches de este lugar, no quedarán rastros de los eventos que transcurrieron ni en los pensamientos ni en los recuerdos de nadie. Tampoco te censuraré por cualquier falta de respeto en tu comportamiento."
Esas palabras estaban dirigidas a Decrement y a los Caballeros de la Muerte alrededor, tanto como lo estaban para el Hombre Lagarto ante él.
"Ahora entonces, ¿cómo está Zaryusu? ¿Entiendo que últimamente ha permanecido al interior de la Gran Tumba Subterránea de Nazarick?"
"¡Ciertamente! Por la gracia de Su Majestad, le va muy bien. Es padre de un niño saludable, y su relación con su esposa es igualmente excelente."
"¡Oh, ya veo! Le permití regresar porque iba a nacer su hijo, y ahora ya lo ha hecho. Ya veo, ya veo. Bueno, está muy bien que la feliz pareja se esté llevando bien."
Había gente casada en el gremio de Ainz Ooal Gown. Ainz no pudo evitar recordarlos. "Mi esposa es algo malhumorada" se convirtió en una especie de juramento que expresaba la insatisfacción que no podían demostrar fuera del juego.
Sonriendo debido a las memorias del pasado —aunque su expresión no cambió— Ainz continuó haciendo preguntas.
"¿El niño también fue blanco?"
La esposa de Zaryusu era la Mujer Lagarto blanca. Ya que ella era una raza poco común de Hombre Lagarto, había despertado el espíritu de coleccionista de Ainz, y dejado una profunda impresión en él.
"Sí, Su Majestad. Es como lo ha inferido Su Majestad. Aunque con toda seguridad el niño será un individuo superior sin importar cuál de los linajes haya heredado, parece que se ha orientado hacia los ancestros de su madre, ya que sus escamas son blancas como la nieve."
"Oh, entonces sólo hay un—"
Ainz cerró la boca antes de dejar escapar "una cría". Probablemente era más prudente referirse a ellos como personas. Aunque en realidad ninguno de ellos expresaría descontento ante aquello, eso no significaba que Ainz podía cometer errores con indiferencia. Si sus palabras pobremente escogidas creaban problemas para el gobierno de Cocytus, Ainz no sabría por dónde comenzar a pedir disculpas.
"—Sólo un niño, ¿entonces?"
"Sí, Su Majestad. Sólo uno."
"Oh... ya veo. Sólo un niño, entonces."
Parecía que eran diferentes a los reptiles, que tenían grandes nidos. Sin embargo, siempre y cuando la pareja mantenga una buena relación, podrían tener más niños en el futuro.
Ainz sintió que su sangre de coleccionista se agitaba en su interior. Como que quería saber si podía conseguir a uno de ellos para jugar, pero separar a la fuerza a un niño de sus padres era algo muy malo.
Sin embargo, había oído que los Hombres Lagarto tenían la tradición de marcarse a sí mismos antes de emprender largos viajes. Si el hijo de Zaryusu escogía ese camino, entonces él podría ser capaz de entrenarlo como aventurero.
El Gremio de Aventureros que Ainz imaginaba era una organización compuesta por muchas especies. Si podía hacer que se uniera un Hombre Lagarto poco común, podría terminar siendo buena publicidad, como cuando un ídolo se inscribe en una escuela.
"¿Cómo están la madre y el niño? ¿Se están alimentando bien?"
"Sí, Su Majestad. Muchas gracias por su amable preocupación. La madre y el niño se encuentran bien de salud, y el niño parece que será excepcionalmente enérgico al crecer."
"En serio, ya veo. Esto ciertamente es motivo de celebración. Entonces, para conmemorar el nacimiento de un niño con un futuro glorioso por delante, permíteme presentarle un regalo. Sin embargo, no estoy completamente al tanto de los pormenores de los regalos de nacimiento dentro la cultura de los Hombres Lagarto. Comparte tu opinión conmigo, entonces; ¿cuál podría ser un buen obsequio?"
Sería terriblemente aburrido regalar pescado o algo en parecido a un pastel de cumpleaños. En lugar de eso prefería darles algo tangible y permanente.
"Lo entiendo. Aunque mi tribu no acostumbra entregar regalos para celebrar los nacimientos... siento que Zaryusu estaría complacido de recibir armamento y armadura."
"Equipo de guerra, entonces... umu."
Si fuese posible, le hubiera gustado darles algo que pudiera complacer a la esposa también, pero ya que una armadura protegería la vida de su esposo, se podría decir que la haría feliz indirectamente.
Justo entonces, Chuku habló con temor.
"—¿Podría su sirviente atreverse a hacerle una pregunta, Su Majestad?"
"¿De qué se trata?"
"¿Por qué Zaryusu es digno de tales elogios?"
El hecho era que Ainz no tenía ninguna intención de elogiar a Zaryusu. Simplemente pensaba en él como en el esposo de una Mujer Lagarto poco común. Sin embargo, realmente no podía decir eso, así que se devanó el cerebro buscando una excusa.
"... Es un hombre sobresaliente. En realidad, he oído que su entrenamiento en Nazarick ha mostrado resultados admirables. Como tal, recompensaré la lealtad y la excelencia con la generosidad correspondiente."
"Estoy eternamente agradecido por sus amables palabras, Su Majestad. Procuraremos demostrarle una mayor lealtad y devoción en el futuro."
"Mm. Conserva esa determinación tuya."
Luego de asentir con la cabeza de manera exagerada, Ainz meditó si había algo más que quería preguntar. Un gobernante verdaderamente excepcional probablemente querría oír sobre la situación de los pueblos de los Hombres Lagarto y compararlos con los informes de Cocytus, y por lo tanto tendría de inmediato más preguntas profundas que hacer. Sin embargo, Ainz no podía hacer eso.
Justo cuando Ainz estaba por dejar que se marche, algo le vino a la mente.
"Esto podría no concernirle a tu pueblo, pero ¿qué sabes sobre los Enanos de la Cordillera de Montañas Azellisia?"
El pueblo de los Hombres Lagarto estaba localizado en la base de la Cordillera de Montañas Azellisia.
"Su Majestad, conozco algunas cosas sobre ellos."
Ainz no había esperado una respuesta a la pregunta que había hecho a la ligera. Le ordenó al Hombre Lagarto que le contara sobre los Enanos mientras se regocijaba en su corazón.
"Con el mayor respeto, su sirviente declara que lo siguiente fue sencillamente lo que oyó de un amigo. Los Enanos son una especie que construye ciudades en las minas productivas, y usan los minerales allí extraídos para producir todo tipo de equipos de guerra. Entre estos hay armas y armaduras creadas a partir de metales ultra raros."
"Metales ultra raros, ¿dices?"
Por un momento, Ainz pensó que había tragado saliva por la sorpresa.
Aquellas palabras eran extremadamente tentadoras para un jugador que amaba coleccionar objetos poco comunes.
"¿Conoces el nombre de esos metales?"
"Lamentablemente, su sirviente no lo sabe, Su Majestad. Mi entendimiento no llega tan lejos."
La decepción surgió en Ainz, y se reprendió a sí mismo por sus tontas expectativas.
Cuando iba en aventuras como Momon, había aprendido sobre metales, pero no había habido noticias de nada más duro que la adamantita. En este mundo, incluso el orichalcum y la adamantina calificaban de metales ultra raros. Era difícil imaginar que los metales exóticos de los que había hablado el Hombre Lagarto fueran más que eso.
Incluso así, Ainz no podía suprimir la creciente anticipación en su interior.
Si ellos eran una raza que vivía al interior de la tierra, ¿era posible que tuvieran acceso a metales que serían poco comunes incluso para los estándares de Ainz?
(Que tal si... sí, sólo posiblemente. ¿Qué tal si este mundo posee los minerales prismáticos de Yggdrasil, y los Enanos los están extrayendo? Por supuesto, eso asumiendo que hay minerales prismáticos en este mundo, pero si realmente es así, ¿podría ser posible hacer que produzcan una [Piedra Calórica] — uno de los objetos ocultos de Yggdrasil?)
La [Piedra Calórica] era un Objeto de Clase Mundial. Sólo se podía obtener al reunir vastas cantidades de minerales prismáticos y luego gastarlos. Usualmente, eso supondría un proceso extremadamente difícil, pero el gremio de Ainz Ooal Gown ya lo había hecho una vez.
Habían encontrado una mina no descubierta hasta el momento de Uranio Celestial, uno de los siete minerales prismáticos, y un elemento crítico para la [Piedra Calórica].
Bajo circunstancias normales, un gremio que encontraba una nueva mina la explotaba completamente antes de vender en el mercado lo que ésta producía. Eso se debía a que las minas agotadas en Yggdrasil se recuperaban lentamente y quedaban listas para explotarlas nuevamente. Ainz Ooal Gown había planeado hacer eso.
Dicho esto, la razón por la que habían conseguido obtener ese objeto de Clase Mundial se debía enteramente a un golpe de suerte extraordinario.
Al comienzo, habían introducido cantidades mínimas de mineral prismático en los mercados, con la esperanza de que los precios se elevaran debido a su rareza. Y entonces, las grandes reservas de mineral prismático en la Gran Tumba Subterránea de Nazarick sufrieron una reacción espontánea.
Ainz podía recordar vívidamente el extraño estado de ánimo en el aire, provocado por todos cuando se percataron de que casi todo el mineral prismático había desaparecido, y en su lugar se encontraba un objeto que había caído rodando al suelo. ¿Deberíamos sentirnos felices por esto?, se preguntaron al mismo tiempo que se miraban los unos a los otros, con una vaga expresión vacía en los rostros.
Después de eso, habían usado la [Piedra Calórica] al enterarse de que podían obtenerla de la misma forma que antes ya que era un Objeto de Clase Mundial prescindible. Luego, habían intentado producirla otra vez, pero lamentablemente, la mina de Uranio Celestial les había sido robada, y ese sueño se desvaneció hecho humo.
Mientras Ainz y los otros veían cómo vendían el Uranio Celestial a un alto precio, estaban felices y disgustados en partes iguales. Ya que por la forma en la que los otros lo usaban, no había forma de que pudieran producir un Objeto de Clase Mundial.
Una sonrisa perversa se formó en el rostro de Ainz mientras disfrutaba de sus recuerdos, y se burló de ellos en su corazón.
(Idiotas. Tienen que monopolizarlo para acumular la cantidad necesaria. No hay forma de que puedan producirla si ponen los minerales a la venta. A menos que—)
Ainz recordó las palabras de Punitto Moe.
"Debe de haber otras fuentes de Uranio Celestial además de la que Ainz Ooal Gown (nosotros) descubrió. Por lo que sabemos, ellos en realidad podrían tener otras minas de ese mineral, y tomaron la nuestra para mantener eso oculto de los extraños," había dicho.
Sin embargo, rápidamente había refutado su propia deducción. Eso debido a que se enteró de que el gremio en cuestión había usado el Objeto de Clase Mundial [οὐροβόρος]* para mantener a Ainz Ooal Gown fuera de esa mina. "Aun si querían la capacidad para producir la [Piedra Calórica] con seguridad, ¿realmente valía la pena usar uno de los Objetos de Clase Mundial conocidos como Los Veinte?" se había preguntado.
(*Ouroboros)
Ainz agitó la cabeza, apartando los recuerdos del pasado de su mente. Incluso así, no pudo eliminar por completo la idea que había tenido.
(...Aun si no hay minerales prismáticos allá, los Enanos podrían conocer otros metales. ¿Qué tal si hubiera algún conocimiento allá desconocido para el mundo exterior? Si uso un hechizo de fascinación o algo parecido — oh, me estoy precipitando. No debería dejar que mi imaginación se desborde. De cualquier forma, esto también tiene que ver con las runas. Como pensé, esto tiene prioridad máxima y debe ser resuelto de inmediato.)
Justo entonces, Ainz se percató del Hombre Lagarto mirándolo a hurtadillas. Aparentemente había estado perdido en su propio mundo.
"...Parece ser que me perdí en mis reflexiones. Dime, ¿quién te contó sobre los Enanos?"
"Su Majestad, fue Zenberu, un camarada líder de tribu como yo."
"¡Oh! Ese Zenberu, ¿eh? ...Umu. ¿Estás diciendo que Frost Pain fue también una creación de los Enanos? ¿Fue un regalo que Zenberu le hizo a Zaryusu como muestra de su amistad?"
Él había oído de Zaryusu sobre los orígenes de la espada. Sin embargo, sería prudente preguntarles a otros sobre ello también.
"Ésa fue una reliquia de días pasados, y no vino de Zenberu."
"Entonces es así..."
Era exactamente lo que había oído. Sin embargo, allí podría haber algo que los Hombres Lagarto desconocían.
(Hay una gran cantidad de armas en este mundo que no podrían ser creadas en Yggdrasil. Por ejemplo, esa arma con la habilidad pasiva de atravesar defensas...)
Las armas mágicas en este mundo eran creadas al hacer que un lanzador de magia encantara un arma producida por un herrero. En otras palabras, cuando se trataba de crear un arma mágica poderosa, era más importante un lanzador de magia hábil que un herrero hábil.
Sin embargo, había excepciones a esa regla. Fluder podía crear los estiletes que Clementine llevaba con sus conocimientos mágicos, pero lo mismo no podía decirse sobre la espada de Gazef.
"Tal vez," comenzó diciendo Fluder, "la espada de Gazef fue creada espontáneamente a través de la absorción natural del mana, o tal vez a través de la magia de los dragones."
(Aun así, no puedo estar seguro de que él esté en lo correcto. Hay muchas cosas que el mismo Fluder no entiende. ¿Los Enanos podrían crear un arma como ésa también? Aunque sé que tal vez estoy un poco demasiado entusiasmado con esto...)
Las armas de Yggdrasil —salvo algunas Armas de Gremio— poseían una capacidad de datos determinada por el valor de los materiales usados en su construcción y por la habilidad de su creador. Esta capacidad de datos limitaba el número de cristales de datos que podían añadirse a ella. Por lo tanto, los materiales de mayor rareza permitían la creación de armas proporcionalmente más poderosas.
El herrero también era una parte fundamental de la ecuación. Aunque así también lo era en este mundo, los humanoides llamados Enanos en Yggdrasil tenían un desarrollo más rápido de las clases de tipo artesanas. Por lo tanto, los Enanos eran muy populares entre aquellas personas que querían jugar a ser personajes herreros de armas o armaduras.
Siendo ése el caso, ¿podría ser que ellos poseyeran conocimientos sobre la creación de armas que Fluder desconocía?
(¿Eso significa que las runas son parte de ello? Mm. Tomar control de los Enanos... No está mal. El Bibliotecario en Jefe y Demiurgo están llevando a cabo experimentos con pergaminos. Nfirea está trabajando en pociones. Fluder se está ocupando de los objetos mágicos. Entonces dejaré que los Enanos se hagan cargo de la manufactura de armas.)
Actualmente se estaban llevando a cabo todo tipo de experimentos para el reforzamiento de Nazarick. Ainz sonrió satisfecho mientras pensaba en ellos. Y entonces, se dio cuenta de que si los Seis Grandes Dioses realmente eran jugadores, entonces Ainz muy bien podría estar 600 años detrás de ellos.
(Es posible que tengamos que utilizar los próximos años, no, las próximas décadas para desarrollar nuestras tecnologías. No podemos ser descuidados con esto. )
Por lo que sabía, otros podrían haberse dado cuenta de aquellas cosas de las que incluso él se había percatado. Como líder, tenía que eliminar la idea infundada de que él era especial o único.
(Si alguien estaba pensado siguiendo el mismo orden de ideas que yo, entonces podría haber una mayor oportunidad de descubrir algo útil entre los Enanos. Otros jugadores podrían haberles pedido ayuda para desarrollar tecnologías o podrían haberles encargado armas, y en el proceso habrían aprendido sobre la aplicación de runas. ...¿Debería buscar la opinión de Albedo y Demiurgo sobre esto, y preparar nuestras fuerzas para una operación a gran escala?)
Hace una hora, todavía había estado pensando en visitar el Reino Enano con tan sólo él mismo y Aura de compañía. Sin embargo, en vista de que el Reino Enano acababa de subir de prioridad, el plan para esa excursión tenía que rehacerse.
Tenía que aprender sobre el Reino Enano y asegurarse de que su espía pudiera recoger información de manera clandestina. Al mismo tiempo, evitar la vigilancia mágica era muy importante.
El problema ahora era el tiempo que todo esto tomaría.
Si el jugador que le había lavado el cerebro a Shalltear estaba ocultándose allí, sería extremadamente peligroso darle demasiado tiempo a la oposición. Si asumían una postura pasiva, el enemigo bien podría escoger el momento adecuado para lanzar un ataque. Con el fin de evitar esto, tenían que tomar la iniciativa y dar el primer paso.
(...Así que ésta va a ser una apuesta, después de todo. Un equipo de embajadores, entonces. Entablaremos relaciones diplomáticas con el Reino Enano. Si algún jugador lanza un ataque, será casus belli para que lancemos una invasión. En ese caso podremos desenterrar la información necesaria de los escombros.)
Ainz enumeró las coas que tenía que hacer luego de reunirse con los Enanos.
Uno: Verificar la presencia o ausencia de jugadores.
Dos: Investigar las runas y sus orígenes.
Tres: Obtener información y muestras de su metalurgia y minerales.
Algo como eso.
Sin embargo, sería muy difícil que le digan todo eso a Ainz de buenas a primeras. Era natural ocultar la capacidad tecnológica propia. La información era más valiosa mientras más oculta estaba.
Si hubiera jugadores de Yggdrasil que dejaran que sus conocimientos se filtraran por todos lados, Punitto Moe seguramente les habría dado una feroz reprimenda.
(...Además, ¿qué tal si puedo hacer que exporten armas al Reino Hechicero para que nuestros aventureros puedan adquirirlas a un precio reducido? Bastante atractivo, ¿no? Pero para poder lograr que eso tenga lugar, tendré que estar en buenos términos con los Enanos. Aunque siempre es posible tomarlos como esclavos al interior de Nazarick, eso será el último recurso. Me gustaría hacer que las palabras que tuve con Ainzach sean así de convincentes.)
Sin embargo, todo esto en última instancia no era más que conjeturas.
"...Hombre Lagarto. ¿Zenberu conoce la ciudad Enana?"
"Sí. Me dijo que había vivido en la ciudad Enana por algún tiempo."
"Entonces es así. ¿Crees que Zenberu me llevaría allá?"
El Hombre Lagarto lo pensó, y luego inclinó la cabeza a un lado.
"Mi más sinceras disculpas, pero su sirviente no puede responder esa pregunta. Por supuesto, estoy seguro que si Su Majestad ordena algo, Zenberu se esforzará entusiastamente para lograrlo. Sin embargo, han pasado varios inviernos desde que él regresó de la Ciudad Enana, así que no estoy seguro de si aún lo recuerda..."
"Vaya, en serio... Bueno, si ése es el caso, puedo encargarme de eso con magia. Todo estará bien."
[Controlar Amnesia] muy bien podría aclarar las cosas.
Después de rezar por que Ainzach o Fluder supieran más sobre esto, Ainz le permitió marcharse al Hombre Lagarto.
Parte 2
Dos horas después de reunirse con el Hombre Lagarto, Ainz suspiró en silencio al interior de su habitación.
Eso se debía a que acababa de comunicarse con Fluder y Ainzach utilizando [Mensaje].
(¿Por qué tengo que teletransportarme personalmente allá para probar que soy yo? Especialmente con Fluder. Se podría pensar que ya debería estar acostumbrado a ello. Supongo que pensé mal.)
Cuando usaba [Mensaje], ninguno de ellos podía creer que se trataba de Ainz, así que no tenía otra alternativa que [Teletransportarse] al lugar en el que se encontraban para hablar con ellos en persona.
Eso hacía que sintiera que ya lo habían planeado de antemano, teniendo en cuenta que la forma en que se disculpaban por el inconveniente era la misma y que le pedían a Ainz sólo usar [Mensaje] en situaciones de emergencia.
(Dejando de lado a Ainzach, se podría pensar que Fluder no quiere perder tiempo en otros asuntos, teniendo en cuenta el libro que le di.)
Por supuesto, Ainz era lo suficiente prudente como para no decir nada.
Hablando de ello, aunque había oído de las tragedias provocadas por el uso de [Mensaje] en el pasado, seguía encontrando difícil entender por qué ellos hasta ahora no habían podido confiar en el hechizo. Dicho esto, probablemente no era algo que pudieran aceptar tan fácilmente. Además, sería muy perjudicial si ellos, como colaboradores suyos, eran engañados de tal manera. En ese caso, todo lo que él podía hacer era aguantarse y aceptar que el costo en MP del hechizo de teletransportación era un gasto necesario.
Su estado de baja energía también estaba relacionado a los resultados de su conversación con los dos. El uso de la teletransportación habría valido la pena si hubiera obtenido buena información. Desafortunadamente, ése no era el caso.
Ainzach sabía que había un Reino Enano en la Cordillera de Montañas Azellisia, pero no estaba seguro de su ubicación. El Reino tampoco había intentado forjar ningún lazo a nivel nacional con los Enanos. Incluso si los tuviera, probablemente estarían limitados a pequeños acuerdos al interior de la ciudad minera de Re-Blumlashul. Lazos como esos estarían cercanamente relacionados a los ingresos de la ciudad, en cualquier caso, y por lo tanto sería difícil tratar de inmiscuirse en eso.
Fluder también sentía lo mismo.
Aunque había oído sobre la cultura y gobierno de los Enanos, el hecho era que casi no sabía nada sobre ellos. Algo había oído sobre cómo cierta ciudad Enana había sufrido un desastre en la forma de un poderoso dragón, pero no tenía idea del nombre de la ciudad, o del nombre de las habilidades del dragón.
Parecería que Fluder no había investigado el asunto porque no le interesaba. Sin embargo, después de esto probablemente podían comenzar a investigarlo usando los canales imperiales. Al menos eso fue lo que Fluder sugirió, pero Ainz rechazó la sugerencia. Tomaría demasiado tiempo, y hacer que un traidor descubierto como él llevara a cabo tal investigación podría traer problemas.
Al final, la única persona en la que podía contar era Zenberu el Hombre Lagarto.
(Casi es hora de mandarles un [Mensaje] a esas dos y contarles sobre los Enanos.)
"Primero contactaré a Shalltear. Hm... ¿la persona indicada para el trabajo?"
Ése era un gran cumplido y una crítica cruel al mismo tiempo.
Ainz cerró los ojos —aunque no tenía globos oculares— y pensó sobre el asunto por un minuto o más. Luego, los abrió y lanzó el hechizo de [Mensaje].
"—Shalltear Bloodfallen."
[¿Es, es usted, Ainz-sama? ¿Dónde requiere que abra un [Portal] esta vez?]
Shalltear era la más fuerte de los Guardianes de Piso, y la única encargada de múltiples pisos. El hecho de que la primera cosa que preguntara era en dónde abrir un [Portal] era terriblemente triste. Al mismo tiempo, Ainz sintió algo de culpa por haberle asignado esa tarea.
"No. Esta vez, te confiaré una tarea importante."
[¿Una, una tarea importante?]
"Umu. Camina conmigo, y garantiza mi seguridad."
El silencio duró varios segundos.
No me digas que no oyó eso. ¿Qué sucede? Justo cuando Ainz comenzaba a preguntarse si algo iba mal, la voz de Shalltear —desentonada, probablemente por la gran emoción— resonó a través de su cabeza.
[!!!Su sirviente llevará a cabo esta tarea, aun si debe terminar convertida en polvo en el proceso!!!]
"U-umu. Entonces te lo explicaré en mayor detalle. Ven a mis aposentos en E-Rantel."
Si no especificaba eso, era muy probable que ella se teletransportaría a la habitación de Ainz en Nazarick. Sin embargo, eso sólo había ocurrido una vez. Le había mandado un [Mensaje] a Narberal diciéndole que viniera a su habitación, y luego de esperar y esperar por mucho tiempo ella no había llegado. Fue sólo luego de enviarle otro [Mensaje] que descubrió que ella había estado esperando en su habitación en Nazarick.
Ainz reflexionó sobre ello, y se dio cuenta de que la culpa yacía en la orden que él había dado. En consecuencia, decidió nunca volver a cometer aquel error.
[¡Entendido! ¡¡¡Su sirviente llegará inmediatamente!!!]
"También, entrégale a Mare tu tarea de mantener la vigilancia en la Gran Tumba Subterránea de Nazarick. Infórmale de cualquier cosa que requiera saber cuando le hagas entrega de tus deberes. Teniendo en cuenta el tiempo para eso... Ven cuando hayas resuelto tus asuntos allá. No tengo ninguna cita que me aleje de mis aposentos, así que esperaré hasta que llegues."
[¡¡Sí!! ¡¡Yo, Shalltear Bloodfallen, llevaré a cabo sus órdenes fielmente y de inmediato!!]
"La entrega y asunción de tus tareas es muy importante. No te precipites y hagas un lío sólo porque estoy esperando, ¿entiendes? Ordenaré que Mare proceda a tu habitación, la Cámara de Adipocira."
[¡¡Entendido!! ¡¡Entonces pondré en papel las tareas que le daré!!]
"Asimismo, confío en que no requiero decir esto, pero debes entregarle tu anillo a Mare."
[¡¡Por supuesto!! ¡¡Entiendo que sólo estará a su cuidado por un tiempo!!]
Era demasiado peligroso llevar ese anillo fuera de Nazarick. En otras palabras, siempre y cuando ni los anillos ni el Báculo de Ainz Ooal Gown fueran tomados, habría suficiente tiempo para que todos los Guardianes se reunieran. Por lo tanto, los anillos estaban ocultos dentro de las montañas de oro al interior de la Tesorería, aparte del que Ainz usaba y los que había repartido a ciertas personas en Nazarick.
La razón por la que Ainz usaba el anillo a pesar de los peligros era porque sería imposible ingresar a Nazarick si nadie llevaba uno y el enemigo había bloqueado la entrada a Nazarick.
"Muy bien. Inicia los preparativos, entonces."
[¡¡Sí!! Entonces, ¿hay alguna otra cosa que deba llevar a su habitación, Ainz-sama?]
"Una pregunta razonable, pero no hay nada que debas traer. Te explicaré mi plan cuando llegue el momento, y entonces te daré tiempo para que te prepares."
[¡¡Entendido!!]
La apasionada respuesta de Shalltear se desvaneció al mismo tiempo que el hechizo terminaba.
Luego, le envió un [Mensaje] a Mare. Hubo poca diferencia en los contenidos de su conversación, excepto que le dijo que tomara el lugar de Shalltear como protector de la Gran Tumba Subterránea de Nazarick.
Luego de oír la voz tranquila, baja y sin embargo clara de Mare, Ainz dio por terminado el [Mensaje].
Finalmente, le envió un [Mensaje] a Aura.
"Aura, soy yo."
[¡Sí, Ainz-sama! ¿Qué necesita que haga?]
"Umu. Me gustaría que me acompañaras al Reino Enano."
[¡Entendido!]
"Primero, espero que te reúnas conmigo en mis aposentos en E-Rantel. Espera a Shalltear conmigo."
[¡¿Shalltear?!]
El subsiguiente grito de incredulidad hizo que Ainz diera las gracias por poder oírlo sin tímpanos.
"Aura, baja la voz."
[¡Lo, lo siento mucho, Ainz-sama!]
Como dije, baja la voz... fue lo que pensó Ainz, pero no lo dijo.
[Eh, entonces, ¿iremos a destruir el Reino Enano?]
"No, ¿Cómo llegaste a ese peligroso malentendido? Sólo quiero llevar a cabo algunas negociaciones amigables."
[¡Ah, ya veo! ¿Así que ya ha previsto que las negociaciones fallarán, no?]
"Aura, tú—"
[¡Ainz-sama, estoy aquí!]
"¿Qué? ¿Quieres decir que ya llegaste a mi habitación?"
[¡Sí, exactamente!]
Un golpe vino de la puerta justo cuando dijo eso.
Ainz sonrió con amargura mientras veía a Decrement ir a responder.
"Ainz-sama, Aura-sama solicita su permiso para ingresar."
Ainz hizo un gesto de aprobación, y Decrement se alejó un paso de la puerta.
["¡Perdón por molestarlo, Ainz-sama!"]
La voz de Aura se superpuso con la del hechizo [Mensaje] al mismo tiempo que la niña Elfa Oscura lo saludaba.
"Muy bien, entonces. Toma asiento y hablaremos."
Ainz le hizo un gesto hacia un par de sofás orientados el uno frente al otro, y luego se volvió hacia Decrement.
"Prepara bebidas para Aura."
"Sí, Ainz-sama. Por el momento tenemos disponibles, jugo de manzana, jugo de naranja, limonada con gas, té y café."
Decrement colocó el jugo de manzana que Aura pidió en la pequeña mesa en medio de ambos sofás. Mientras Aura comenzaba a beberlo, Ainz comenzó su explicación.
"Primeramente, deja que te explique la pregunta que hiciste concerniente a la destrucción del Reino Enano. Es verdad que traer a Shalltear cumple el requerimiento de poder de combate, pero hay otra razón para hacerlo."
"¡¿Eh?!"
Los ojos de Aura se abrieron como platos. Teniendo en cuenta su actitud, estaba claro que consideraba que Shalltear tenía usos bastante limitados. Sin embargo — Ainz encontró difícil contener la creciente calidez en su corazón.
Le recordaba a la relación entre Bukubukuchagama y Peroroncino.
De cuando en cuando, Bukubukuchagama preguntaba, "¿Mi tonto hermano menor te ha causado algún problema?"
Cuando las personas le respondían con un, "Eh, ¿no lo creo?" ella respondía de inmediato como lo había hecho Aura, con un "¡¿De verdad?!"
A Ainz le resultó difícil contenerse cuando se dio cuenta de que Aura y Shalltear continuaban esa misma relación. Los recuerdos caían como nieve en polvo, llenando su corazón de dicha. Su alegría se acumuló, y justo cuando estaba a punto de reír— la emoción fue suprimida.
"...Maldición."
Ainz maldijo en voz baja cuando su momento de alegría fue interrumpido por su supresión emocional. Le había ayudado en el pasado, pero la encontraba tediosa cuando le estorbaba. Ainz sabía que estaba siendo egoísta e hipócrita, pero seguía encontrando difícil aceptar estas interrupciones a los recuerdos de sus antiguos amigos.
"Ah, eh... ¿Ainz-sama? ¿Sucede algo?"
Sin embargo, su descontento se esfumó como humo en el viento cuando oyó la trémula voz de la niña. No podía permitirse expresar estas emociones negativas que incluso un niño podía ver. Ainz respiró hondo, y le sonrió a Aura.
"No, me disculpo. No es nada. Como estaba diciendo antes, esta vez llevaré a Shalltear conmigo para explorar su flexibilidad. Ella fue creada para ser la Guardiana más fuerte. En aquel momento, si ella hubiera luchado correctamente, es posible que incluso yo habría sido incapaz de derrotarla."
"Bueno, si es para algo así—"
"—No, no se trata de eso. Si yo fuera Shalltear, habría invocado a mi Einherjar de inmediato, entonces me habría preparado para la batalla mientras el Einherjar se enfrentaba a mi enemigo y habría atacado con magia hasta donde lo permitiera mi MP y habilidades. Luego, habría usado mi Frenesí de Sangre y habría atacado cuerpo a cuerpo con la Lanza Spuit mientras mi poder de ataque estuviera reforzado."
Ainz sonrió, un poco incómodo.
"Si eso hubiera ocurrido, yo habría escapado sin pensarlo dos veces."
Al margen de sus habilidades como jugador, el personaje de Ainz sólo podía ser considerado como perteneciente a la porción superior del rango intermedio de todos los jugadores. La construcción y equipo del personaje de Shalltear la colocaban en la porción inferior del rango superior. Si ella estuviera completamente equipada —con objetos de clase divina—, se encontraría en la porción intermedia del rango superior. Y si pudiera cambiar su equipo de acuerdo a su oponente, podría incluso ser capaz de alcanzar los niveles más altos del rango superior.
"Sin embargo, su reputación como la Guardiana más fuerte, en cambio, ha obstaculizado el crecimiento de Shalltear."
"¿Eh?"
"El uso más efectivo para Shalltear es usarla para reducir el poder de batalla del enemigo, así que tiene que ser empleada como una flecha. Una vez que es desplegada, se la tiene que dejar perder el control y causar estragos entre las filas enemigas. Sin embargo— ¿es eso realmente lo correcto? Puede que sea la mejor forma de utilizar la fuerza de Shalltear, pero, ¿realmente podemos decir que es el método más adecuado a usar?
"No lo entiendo del todo... pero si usted cree que es lo correcto, entonces debe ser así, Ainz-sama."
Ese tipo de respuestas en verdad hacían difícil continuar una conversación. Lo que Ainz realmente quería oír ahora era una respuesta negativa, que era lo que un adulto habría dicho. Aun así, era de esperarse que los niños fueran francos, después de todo.
"Ya, ya veo. Sin embargo, no creo que ése sea el caso. Cuando dije que era la mejor forma, sólo lo decía en términos de utilizar por completo su fuerza. Sin embargo, podría no ser la mejor forma una vez que Shalltear comience a acumular experiencia."
Ainz estaba haciendo progresos como guerrero. No, sería mejor decir que había aprendido a hacer uso completo de todas sus habilidades. Aunque su cuerpo podría ser incapaz de mejorar, otras partes de él se estaban desarrollando.
A diferencia de la manera en que habían sido cuando sólo eran datos, ahora los NPCs tenían mentes y la capacidad para pensar de manera independiente. Lo mismo se aplicaba a Shalltear. La Shalltear de mañana sería diferente a la Shalltear de hoy.
"Hacer que realice diferente cosas en lugar de repetir las mismas viejas tareas podría ayudarla a desarrollarse... Por supuesto, podría fallar, aunque no deseo eso. De cualquier forma, incluso si se equivoca, todo lo que debemos hacer es tener a alguien a su lado para hacerse cargo. Es precisamente por esa razón que te he llamado, Aura."
Aura tenía una mejor relación con Shalltear que Mare. Ainz había seleccionado a la hermana mayor de los gemelos porque ella podía mantener a raya a Shalltear.
Luego de escuchar atentamente todo esto, Aura asintió enérgicamente con la cabeza como respuesta.
"...Sin embargo, aunque dije querer que acumule diversas experiencias, eso podría romper los convenios sociales, y podría causar problemas para la compañía — para el grupo."
"¿Eh? ¿Qué significa eso?"
"...Piensa en ello de esta forma. No estaría bien forzar a Shalltear a hacer cosas que no quiera hacer."
"¡Obedecer es lo que nosotros debemos hacer, Ainz-sama!"
"...¿No crees que estaría mal obligarla a hacer algo que vaya en contra de los deseos de Peroroncino? Si mis órdenes entraran en conflicto con los deseos de Bukubukuchagama, ¿qué pensarías sobre obedecerlas, Aura?"
"¡Ng! Bueno, yo, ah, yo lo..."
Aura agachó la cabeza con nerviosismo, y murmuró algo parecido a, "Es difícil de decir."
"Muy bien, no te preocupes por eso. Sólo era una comparación. Mi razón para escoger a Shalltear esta vez, es para hacer que lo intente todo y luego ver si se ha desarrollado."
"¡Ya veo! ¡Ése es Ainz-sama para ustedes, sus reflexiones son tan profundas!"
Un superior tenía que dejar que sus subordinaron experimentaran retos para poder crecer.
Éste era uno de los secretos que él había obtenido de un libro que había leído poco después de llegar a este mundo.
La razón de que no le hubiera dado a Shalltear una oportunidad como ésta hasta ahora se debía a que la situación había sido muy peligrosa, y también porque no había habido tiempo para tales cosas. Ahora, sin embargo... no, no iba a haber una mejor oportunidad que ésta...
"Te diré el resto una vez que llegue Shalltear. De esa forma, no tendré que explicarlo dos veces."
Justo cuando Ainz dijo eso, un golpe vino de la puerta, seguido de Decrement acercándose a recibir al visitante.
"Es Shalltear-sama."
La persona que estaba esperando había llegado. Ainz indicó que Decrement debía dejarla entrar.
Cuando la puerta se abrió, pudo ver a alguien en la entrada.
"¡¡Shalltear Bloodfallen está lista para partir!!"
Ainz —que se había preparado para agradecerle por venir hasta aquí— se congeló por un momento, y le tomó algo de tiempo el poder pensar con claridad para hablar.
"Por qué... ¿Por qué estás usando todo tu equipo de combate?"
No sólo vestía su armadura completa, sino que incluso había preparado su Lanza Spuit.
"¡¡¡Sí!!! ¡¡¡¡Estoy plenamente preparada para protegerlo, Ainz-sama!!!! ¡¡¡¡Exterminaré a cualquiera que se atreva a oponerse a usted, Ainz-sama!!!!!"
Ainz observó a la jadeante Shalltear, tenía los ojos muy abiertos. Luego, observó a Aura, como diciendo, ¿qué debería hacer sobre esto? No era como si pudiera decir que Shalltear se había equivocado.
"Ahhh~ te estás precipitando demasiado. ¿Qué tal si pasas a la acción luego de que Ainz-sama termine de hablar?"
Shalltear hizo un puchero mientras Aura le asestaba un golpe. Antes de que ambas comenzaran a pelear, Ainz levantó la mano para llamar su atención.
"Shalltear. Puede que estés en lo correcto, pero las cosas son diferentes esta vez. Perdóname por no haberte explicado las cosas."
Ainz le explicó apresuradamente los objetivos de esta operación a Shalltear — y sus planes sobre forjar relaciones amistosas con el Reino Enano.
Una mirada de incredulidad se formó en el rostro de Shalltear luego de que oyera todo.
"Si, si eso es lo que desea, ¿realmente estará bien que me llevé con usted?"
"...Tengo mis razones para haberte escogido. Que me protejas es una de ellas. Pero motivo principal es porque quiero que ganes experiencia. Es mi opinión unilateral que tú te consideras inadecuada para esta misión debido a tu Frenesí de Sangre. Tal vez luego de que lo intentes, puedas descubrir que eres sorprendentemente adecuada para este tipo de cosas."
Los ojos de Shalltear se abrieron.
"¡¡Lo entiendo, Ainz-sama!! ¡¡Me aseguraré de que no se arrepienta de su decisión!!"
"...Umu. Entonces, Shalltear, te pondré bajo las órdenes de Aura para este viaje. Ya que Aura estará a cargo de ti, espero que la obedezcas."
"¡¡Entendido!!"
Shalltear hizo una reverencia ante él.
Ainz se preguntó si esa respuesta había sido demasiado tensa, pero era mejor que una respuesta desanimada. Aun así, sería molesto si todo terminaba siendo para nada.
"Aprecio tu entusiasmo, pero deberías calmarte, Shalltear. ...Entonces, examinemos el asunto de los seguidores. ¿Sería mejor si vamos con alguien más?"
"Ainz-sama — ¿podría permitirme hablar?"
Ainz se sorprendió un poco porque la respuesta vino de un rincón inesperado, pero se dio la vuelta con tranquilidad para mirar a Decrement.
"¿De qué se trata? ¿Hay algún problema?"
"Ah, me estaba preguntando qué le parecería llevar a algunas de las sirvientas para que le sirvan de asistentes. Tradicionalmente hablando, quienes están en el poder siempre llevan seguidores consigo para que se encarguen de tareas diversas por ellos. Siento que el Reino Enano pensará menos de usted si no lleva a sus sirvientas consigo, Ainz-sama."
"Ya veo. ...Tienes algo de razón en eso."
Cuando espiaba a Jircniv, Ainz se había percatado de que el hombre salía escoltado por muchos carruajes, y algunos de ellos contenían damas bien vestidas. Ellos debían ser las personas que esperaban por él. Si Jircniv se hubiera quedado en Nazarick en ese entonces, Ainz habría podido observarlo con mayor detenimiento, pero lamentablemente no lo había hecho, lo cual había sido una pena.
No, el hecho era que Jircniv había viajado una gran distancia para visitar a Ainz, y Ainz había sido terriblemente descortés con él por no insistir en que pasara la noche allí. Por supuesto, el hombre había rechazado firmemente todas las ofertas de alojamiento que Ainz le había hecho, pero tal vez lo correcto habría sido hacerle cambiar de opinión. Tal vez si hubiera establecido buenas relaciones desde ese momento en adelante, el asunto del vasallaje no habría surgido en la arena.
(Vaya, me estoy saliendo por la tangente... Decrement tiene algo de razón, pero—)
Ainz tomó en cuenta sus características. Las 41 sirvientas regulares podrían verse diferentes, pero todos sus equipos y estadísticas era idénticas.
La especie heteromórfica conocida como Homúnculo no era particularmente excepcional, y ellas eran muy débiles, ya que sólo eran de nivel 1. Aunque seguían siendo superiores en términos de características a los seres humanos de nivel 1, si todo se reducía a una pelea, un Homúnculo sólo tendría una oportunidad de ganar del 60%.
Los uniformes que usaban en realidad sí les proveían con cierto grado de fuerza defensiva, pero eso sólo era al nivel de objetos de clase alta. Para los habitantes de este mundo podrían parecer increíblemente resistentes, pero para los jugadores de Yggdrasil no eran más que trozos de papel.
Hablando con franqueza, no había forma de que pudiera llevarlas al Reino Enano, ya que no sabía casi nada sobre ellos. Existía la posibilidad de que un jugador pudiera estar aguardando con sus fuerzas desplegadas y listas para la batalla.
"Aun así... Desafortunadamente, no puedo hacer eso. Si debemos llevar seguidores — Shalltear, ¿puedes traer a tus Novias Vampiro con nosotros?"
"No hay necesidad de preguntar. Todos en Nazarick son sus servidores. Sólo tiene que dar la orden."
"Ya veo. —Decrement, tu propuesta es muy razonable. Sin embargo, hay un problema, y es que estoy preocupado por tu seguridad si viajamos a tierras desconocidas."
"¡Todas estamos preparadas para enfrentar cualquier forma de peligro!"
Ainz levantó una mano para calmar a Decrement.
"Estoy complacido por la intensa lealtad que tú — que todas ustedes demuestran. En consecuencia, una vez que me cerciore de que el Reino Enano es seguro, enviaré por ustedes usando teletransportación. Hasta entonces, ¿qué te parece dejarles el asunto a las Novias Vampiro?"
La boca de Decrement se movió varias veces, pero no salieron palabras. Eventualmente, ella agachó la cabeza. Ainz esperó que no estuviera aceptándolo sólo porque se lo había ordenado, pero lo más probable es que ése no era el caso.
Ya que no tenía nada más con qué persuadirla, y ya que no iba a cambiar de opinión sin importar lo que ella le dijera, Ainz apartó la mirada de Decrement.
Resucitar NPCs de nivel 1 era barato, pero ése no era el problema aquí.
Nadie llevaría a los hijos de sus amigos a un lugar peligroso.
"Entonces, Shalltear, trae a —déjame ver— seis de las Novias Vampiro. Luego añade a 30 seguidores más además de eso. Cinco de ellos serán los Hanzos invocados recientemente."
No había un significado particular detrás del número 30. Simplemente se debía a que sentía que ese número podría ser suficiente. ¿Tal vez se debía a que ése era el número de jugadores permitidos en una banda?
"Me comunicaré con Cocytus mientras espero que todos se reúnan. Correcto, yo debería acabar primero. Una vez que todos se hayan reunido, ustedes viajarán al pueblo de los Hombres Lagarto usando un [Portal] de Shalltear. Luego de eso, nos dirigiremos al norte a buscar el Reino Enano. ¿Qué les parece?"
"¡Entendido!"
"Sí, hagamos eso."
Las dos Guardianas respondieron afirmativamente. No sugirieron una mejor idea, que era lo que Ainz había esperado. Aunque las dos difícilmente eran mujeres sumisas, el hecho de que hubieran dicho exactamente lo que habían dicho en respuesta a su sugerencia hizo que Ainz se sintiera un poco inquieto. Esto se debía a que Ainz no tenía mucha confianza en su propia idea.
"Entonces, ¿tienen alguna sugerencia sobre quiénes deberían ser los demás seguidores?"
"Mis bestias mágicas—"
"Mis no-muertos—"
Las dos hablaron al mismo tiempo, y luego se miraron ferozmente la una a lo otra. Justo cuando él pensaba que comenzarían a discutir, Shalltear apartó la mirada primero.
"Después de ti."
"...¿Qué? ¿Es que comiste algo extraño?"
"Es sólo que se me ordenó hacerte caso."
"...Sólo que se siente asqueroso."
La ceja de Shalltear comenzó a temblar, pero no dijo nada.
"En ese caso, ¿qué tal si hacemos que 25 de tus no-muertos cabalguen a mis bestias mágicas?"
"No me importa —" Shalltear miró a Ainz "—¿Pero eso no sería más que el número que mencionó, Ainz-sama? ¿Eso estaría bien?"
"No pasa nada."
"Haremos eso, entonces."
Ya que ambas parecieron llegar a un acuerdo, Ainz continuó hablando.
"Entonces, pongámonos manos a la obra por cuenta propia. Les daré dos horas para seleccionar a los miembros. Tengan en mente que podrían no poder regresar de vuelta luego de partir, y no crean que podrán teletransportarse a Nazarick con magia de teletransportación. Aura, tú tienes que ser particularmente cuidadosa sobre esto ya que eres parte de los vivos. Si eso es todo, separémonos. Tengo mucho que discutir con Pandora's Actor."
Al mismo tiempo, hizo una nota mental para contactar a Albedo sobre esto con un [Mensaje].
***
"¡Por fin, ha llegado el momento!"
Luego de encontrarse lo suficientemente lejos de la habitación del Ser Supremo como para que su voz no se oyera, Shalltear apretó los puños y gritó de alegría.
"¡Ah pasado tanto tiempo... pero por fin, puedo compensar mi equivocación pasada y hacerles saber a todos que Shalltear Bloodfallen puede serles de utilidad!"
Shalltear miró a la distancia.
Aura estaba muy al tanto de los sentimientos contenidos en el tono de voz de Shalltear, lo que era algo inusual para ella. Aunque Shalltear ya había sido castigada por sus errores y Ainz-sama le había dicho personalmente que no era su culpa, Shalltear seguía queriendo borrar las equivocaciones que había cometido. Como colega Guardián de Piso, Aura podía entender muy bien sus sentimientos. Sin embargo... estaba un poco preocupada.
"Ha tardado tanto en llegar... Todo el trabajo que se me encargado hasta ahora ha sido tan fácil que cualquiera habría podido hacerlo. Sin embargo... Sin embargo..."
"Ah~ yo creo que el trabajo que Ainz-sama te dio fue muy importante, Shalltear."
"Bueno, es como dices, en cierta medida. Sin embargo, ¿ese trabajo realmente fue importante?"
"Proteger Nazarick es muy importante, ¿no? Después de todo, ser la primera línea de defensa contra cualquier invasor es una tarea que se la tendrías que encargar a un Guardián confiable, ¿no?"
"¡Nngg!"
Shalltear no podía negar eso.
Entonces, juntó la punta de los dedos nerviosamente y las separó de nuevo.
"¿Ainz-sama realmente cree eso?"
"Mm~ probablemente. Ainz-sama dijo que eras muy fuerte, Shalltear."
Shalltear era toda sonrisas. Esa respuesta permitió que Aura suspirara aliviada. Si las cosas hubieran sido diferentes, Shalltear seguramente estaría metiéndose en un montón de líos por nada y luego causaría problemas para Ainz-sama. Si eso sucedía, ella no tenía idea de cómo se disculparía con Ainz-sama por ello. Además, se compadecía de Shalltear, que se agobiaba a sí misma con preocupaciones.
"Pero cuando estuve en la ciudad humana, Demiurgo me marginó. Debe de haber sentido que era una inútil. Si fue eso lo que Demiurgo —el poseedor del mayor intelecto en Nazarick— pensó sobre mí, entonces los otros, especialmente Ainz-sama —cuya sabiduría sobrepasa a la de Demiurgo— ¿no sentirían lo mismo?"
"Hm, en realidad no puedes asegurar eso. Tal vez es debido a que Ainz-sama es más listo que Demiurgo que se pensó de esa forma sobre ti."
En ese momento, Shalltear gimió húmedamente con un "Oh..."
"Era de esperarse de Ainz-sama..."
"...Ah."
Aura comenzaba a sentirse un poco cansada. Sin embargo, tenía la impresión de que ser directa con Shalltear no funcionaría, así que tal vez un método indirecto sería efectivo.
"Aun así, eso significa que los otros siente lo mismo que Demiurgo."
"...No puedo negar eso."
O en otras palabras, definitivamente era así. Aura habló antes de que la sorprendida Shalltear pudiera continuar.
"Ainz-sama quería poner a prueba tu flexibilidad al exponerte a varias situaciones, así que creo que encontrar dificultades no es algo malo. Hasta entonces, si tomas nota y aprendes de tus alrededores, serás capaz de impresionar a Ainz-sama y a los otros."
"¿Entonces debería estudiar antes de eso?"
"Así es. Piénsalo, estarás viajando con persona más importante de todo Nazarick, ¿cierto? ¿No significa eso que puedes aprender algo de Ainz-sama?"
"¡Ya veo! ...Pero, ¿qué debería hacer?"
"Shalltear, es ahí donde empieza tu aprendizaje."
"¡E - es cierto!"
Sin saber qué decir, Aura simplemente le había devuelto la pregunta.
Eso tendría que estar bien... ¿cierto?
Una chispa de inquietud atravesó el corazón de Aura. Aun así, ahora era el turno de Shalltear de mover ficha, y no había nada más que Aura pudiera hacer.
(¿Hará algo decente...?)
Aura le ofreció una plegaría a Bukubukuchagama, el Ser Supremo que también era su Diosa:
(¡Bukubukuchagama-sama, por favor cuide de Shalltear, quien fue creada por su hermano menor Peroroncino-sama!)
Parte 3
Ainz viajó al pueblo de los Hombres Lagarto usando un [Portal].
Para su protección estaba escoltado por Hanzos. De los cinco Hanzos, uno tenía una tela roja atada a su brazo derecho. No tenía ningún encantamiento; simplemente indicaba que él era el líder.
Al principio, Ainz sencillamente había pensado que hacer eso haría más fácil controlarlos. Sin embargo, el líder recientemente nombrado estuvo contentísimo de haber sido escogido, y Ainz podía darse cuenta de que era todo sonrisas debajo de su máscara.
Siendo sinceros, Ainz se sentía un poco culpable. Después de todo, simplemente le había dado un pedazo de tela.
Protegido por sus vasallos, ahora Ainz podía ver la estatua de sí mismo.
Ainz había estado aquí muchas veces antes, ya que era un destino de teletransportación preestablecido. Aun así, lo avergonzaba profundamente.
Había estatuas de figuras históricas y cosas así en el mundo de Satoru Suzuki, pero seguramente cualquiera se sentiría avergonzado al presenciar un monumento de uno mismo mientras siguiera con vida.
Lo que realmente lo perturbaba era el hecho de que los huesos faciales eran ligeramente diferentes de los suyos. Parecía que habían intentado embellecerlo.
¿Los pómulos se ven elegantes de esa forma? No lo entiendo. ¿Qué tipo de sentido estético podría haber producido esto?
Mientras Ainz contemplaba el asunto, se volvió y se percató de que Cocytus y sus Hombres Lagarto estaban arrodillándose ante él.
Ya estaba acostumbrado a tales demostraciones ahora que tenía más experiencia en jugar el papel de un ser superior. Aun así, a Satoru Suzuki el trabajador de oficina, no le gustaba. Dicho esto, él entendía que era una demostración de su lealtad, así que no les pidió que se detengan.
"—Levanten la cabeza."
Luego de que el permiso —entregado con sentimientos encontrados— les fue concedido, los Hombres Lagarto miraron hacia arriba, como si hubieran estado aturdidos.
"Gracias. Por. Venir. Desde. Tan. Lejos, Ainz-Sama."
Ainz le indicó al aún arrodillado Cocytus que debía ponerse de pie.
"Umu. Gracias por tu arduo trabajo. He recibido tu informe sobre el pueblo. Aunque sólo le di un vistazo, no me percaté de ningún problema, lo cual es bueno. Tus logros aquí son dignos de elogio."
"Muchas. Gracias. Todo. Esto. Se. Logró. Gracias. A. Su. Gloria, Ainz-Sama."
Yo no hice nada, quería decir Ainz. En lugar de eso, aceptó los leales elogios de Cocytus con elegancia solemne. Después de todo, si hubiera dicho cualquier otra cosa, habrían terminado en un círculo vicioso e infinito de "Nono," "Nonono", "Nononono" y así sucesivamente. Ainz estaba muy seguro de eso.
"...Dicho eso, los excelentes resultados que has mostrado merecen ser recompensados."
Recordando, Albedo y Mare ya habían recibido cada uno un Anillo de Ainz Ooal Gown, Aura había recibido un reloj con la voz de Bukubukuchagama grabada en él, a Shalltear le había dado el bestiario de Peroroncino, y Demiurgo — a él le había entregado la estatua demoníaca creada por Ulbert.
Su regalo para Cocytus eran las vidas de estos Hombres Lagarto, pero probablemente era momento para otra recompensa.
"Tal vez podrías decir que no hace falta, pero es natural repartir regalos y castigos cuando se estima necesario. ...Dime, Cocytus, ¿qué es lo que quieres?"
"No, Ainz-Sama, No. Deseo. Ninguna. Recompensa. Aparte. De. Servirle. Con. Lealtad."
Aunque la petición de Solution de "humanos inocentes" había sido bastante perturbadora, un pedido como el de Cocytus también era muy difícil de conceder.
Uno de los miembros del gremio se había quejado sobre cierto tipo de mujer molesta, las del tipo que decían, "A cualquier lugar está bien" cuando les preguntabas "¿Adónde quieres salir a almorzar?", y luego añadían, "Debimos haber ido a un restaurante italiano después de todo". Ainz sentía lo mismo. Era cien veces más fácil llevarse bien con alguien que expresaba claramente lo que quería.
"...Cocytus. La falta de ambiciones algunas veces puede ser más molesta que la codicia. Ahora te lo ordeno — dime lo que quieres en el plazo de una semana, limítate a objetos materiales. ¿Lo entiendes?"
Una mirada de angustia surgió en el rostro de Cocytus. Ainz no le prestó atención.
"¿Lo entiendes?" repitió.
"Si. Ésa. Es. Su. Voluntad, Ainz-Sama."
"Umu. Ésa es mi voluntad. Muy bien, entonces. Cocytus, es momento de pasar a los motivos de mi visita a este pueblo. Deseo hablar con Zenberu."
"¡Entendido! Ya. Lo. He. Traído. Por. Aquí, Por. Favor, Venga. Por. Aquí, Ainz-Sama."
Cocytus se movió detrás y al lado de Ainz, y luego se dirigió a los Hombres Lagarto arrodillados.
"Zenberu, Responde. A. Las. Preguntas. De. Ainz-Sama. Tienes. Permitido. Dirigirte. A. Él. Directamente."
Zenberu levantó la cabeza con un "Sí", pero su voz sonaba confundida.
"Entonces, iré directo al grano. Deseo visitar el Reino Enano. Por lo tanto, deseo emplearte como guía. ¿Puedes llevarme allí?"
Daba la impresión de que el Hombre Lagarto había entrecerrado los ojos.
Ainz no entendía las expresiones de los Hombres Lagarto, así que no podía decir qué tipo de mirada tenía en el rostro, pero no parecía ser buena.
"Mis más sinceras disculpas, Su Majestad, pero podría preguntar ¿cuáles son sus intenciones al dirigirse al Reino Enano?"
Cuando terminó de pronunciar esas palabras, un chasquido de mandíbulas vino desde atrás de Ainz.
"...Zenberu, Buscar. Conocer. Las. Intenciones. Detrás. De. Las. Decisiones. De. Ainz-Sama. Es. Una. Insolencia. Del. Orden. Más. Alto. Todo. Lo. Que. Tienes. Que. Hacer. Es. Responder. La. Pregunta. Con. Sinceridad."
Cocytus estaba usando el mismo tono que siempre usaba, pero había un descontento claro en sus palabras.
Ainz quería huir de la voz claramente descontenta que veía de detrás de él.
Aun así, aunque Ainz estaba en este estado a pesar de no ser el objetivo de la agresión de Cocytus, Zenberu permanecía en silencio. Estaba observando la reacción de Ainz, con la mirada imperturbable.
La tensión llenaba el aire en medio de un silencio temible, que solamente era roto por los sonidos amenazantes de Cocytus. No debía haber pasado mucho tiempo, pensó Ainz, cuando de pronto se dio cuenta de que Cocytus estaba por actuar y se movió para bloquearlo. No hacerlo sería peligroso.
"Está bien, Cocytus. Zenberu no me ha mostrado ninguna falta de respeto."
"Pero. Ainz-sama—"
"Está bien. Entonces, voy a mostrar un poco de piedad por ti, Zenberu. ¿Qué desencadenó la idea errónea que tienes ahora?"
La reacción de Zenberu era natural teniendo en cuenta lo que él le había hecho a este pueblo. Sin embargo, Ainz no quería que esos pensamientos se mostraran en su cara. Si Ainz se esforzaba por hacerlo, entonces ninguna culpa se les podría atribuir a los sirvientes de Nazarick por sus acciones. Actuar de otra forma en frente de sus subordinados podría provocar que dudaran de sí mismos y afectar sus actividades futuras.
"Zenberu. No tengo la intención de dañar a los Enanos. He venido en persona porque deseo formar una relación amistosa con ellos."
"¿Eso realmente es cierto?"
"Tú—"
Ainz se volvió hacia Cocytus.
"Cocytus. Tu lealtad me complace. Pero ya te he dicho que está bien. No hagas caso de lo que Zenberu diga aquí y olvídalo."
"¡Entendido!"
¿Era esto lo que querían decir con "di lo que piensas con honestidad"? Si el jefe te pedía que "dijeras lo que pensabas honestamente", claramente era una trampa.
Ainz se volvió de vuelta hacia Zenberu.
"Ciertamente, es así, Zenberu. Si es necesario lo juraré por mi nombre. Deseo forjar una relación de amistad con los Enanos. Sin embargo, también es posible que requiera usar la fuerza si es justificado por su respuesta. ¿Puedes entender que dichas medidas podrían ser inevitables?"
"Naturalmente. Es perfectamente lógico. En este mundo, el poder impone el derecho. Aun así, cómo decir esto... no deseo pagar amabilidad con malicia."
Zenberu hizo una pausa para tomar un respiro tranquilo. A Ainz le recordó a la forma en que los guerreros respiraban antes de lanzar un ataque.
"Adicionalmente, si se desata un exterminio inmediatamente después de que lo lleve allá, ruego que me perdonará por levantarme en armas contra usted."
Un silencioso chasquido vino de detrás de él, y Ainz le dijo, "Está bien" a Cocytus.
Incluso sin comprobarlo, ya sabía que era el sonido de Cocytus apretando las empuñaduras de sus armas.
Qué hacer contigo, pensó Ainz al mismo tiempo que miró a Zenberu con arrogancia. Parecía que sus repetidas prácticas habían valido la pena, porque el cuerpo de Zenberu se congeló de miedo.
"Bueno, si eso sucede, simplemente te destruiré a ti también. No es que me importe... Pero es muy valiente. ¿Has considerado el hecho de que tu traición podría terminar destruyendo a todos los Hombres Lagarto en el pueblo también?"
"...¿Confío en que usted realmente no haría eso, Su Majestad?"
Mientras Zenberu lo miraba fijamente, Ainz tomó su barbilla entre su pulgar y su dedo índice. Luego, hizo un anuncio.
"Parece ser que estás equivocado. Yo analizo las cosas en términos de beneficios e inconvenientes. Aunque probablemente no destruya a todo un grupo por la traición de un solo hombre, si resulta que en el futuro podrían darse traiciones similares, y que las desventajas son mayores que los beneficios de mantenerlos con vida, ¿no te parece que los exterminaré a todos sin demora? ¿O piensas que soy un ser descerebrado y lleno de amor?"
La expresión de Zenberu cambió.
Sin embargo, Ainz no sabía qué tipo de expresión era esa.
Se sentía un poco extraño decir esto siendo él mismo un ser no-muerto, pero sentía que los Hombres Lagarto eran astutos.
No era necesario entender las expresiones de otras razas. Después de todo, él era un simple ser no-muerto con las memorias y experiencias del ser humano llamado Satoru Suzuki.
Ya que Zenberu no parecía que iba a seguir hablando, Ainz continuó:
"Ah, no te preocupes. No destruiré este pueblo incluso si me traicionas. Después de todo, no sería una revuelta organizada, y tu reacción sería muy entendible teniendo en cuenta tu personalidad e historia. Ellos son tus antiguos amigos — ¿tus benefactores? Entiendo por qué te pondrías de su lado. Sin embargo, permite que lo repita: No destruiré sin motivo al Reino Enano."
Ya sea que otros jugadores estuvieran presentes o no, Ainz no quería pasar directamente a las hostilidades sin tener un diálogo antes.
Después de todo, las cosas no estaban progresando muy bien con los países vecinos.
Ahora que tenían que llevar a cabo el vasallaje del país con el que tenían las mejores relaciones, su nombre viviría en la infamia si terminaban entrando en guerra con los Enanos también.
Por lo tanto, tenían que dar lo mejor de sí mismos para firmar un tratado de amistad con los Enanos. De esta forma, podrían demostrarles a los países vecinos que el Reino Hechicero era una entidad que podía atenerse a pactos y acuerdos. Esto también les daría la superioridad moral y les permitiría limitar las acciones que los jugadores ocultos por ahí pudieran tomar.
¿Qué haría los jugadores si sintieran recelo del Reino Hechicero?
El resultado más probable era que considerarían al Reino Hechicero como un imperio malvado, y usarían eso como grito de guerra para proclamar una yihad en su contra.
Por otro lado, ¿qué harían si oían que el Reino Hechicero había firmado un tratado de amistad con el Reino Enano, como una nación correcta y respetable?
Algunas personas podrían pensar que había sido firmado bajo presión o que era una diplomacia de cañonero. Sin embargo, por fuera parecería ser un tratado normal y justo.
Hablando hipotéticamente, si un jugador decidía ir a la guerra con el Reino Hechicero, ese jugador seguramente invitaría a entidades de su mismo nivel —a otros jugadores con toda seguridad— para unirse a él en su cruzada. No obstante, algunas de esas personas podrían pensar que el Reino Hechicero era una nación decente. Estas personas opuestas a la guerra podrían citar el tratado Enano como una razón para mantenerse fuera del conflicto.
Claro, ésta era una conjetura atrevida, pero él incluso podría ser capaz de atacar al enemigo mientras estaba desunido y ser capaz de derrotarlo, tras lo cual estallaría la bomba del "Es por eso que no quería luchar" y haría pedazos al enemigo.
Ésta era la razón por la que quería obtener la superioridad moral.
Después de todo, lo único que Ainz temía era a un grupo de jugadores, no sólo a uno o a dos.
Era verdad que los jugadores con Objetos de Clase Mundial eran temibles, y lo mismo los que tenían poderosas clases, como Campeón del Mundo. Sin embargo, si se encontraban solos, no podrían ser capaces de derrotar a Nazarick sin usar uno de los Veinte.
"Así que puedes estar tranquilo."
"—Ahora entiendo eso."
"Umu. Eso es lo mejor. ¿Entonces puedo confiarte esa tarea, Zenberu?"
"Lo entiendo, Su Majestad. Lo llevaré a esa ciudad cavernosa de los Enanos en la que alguna vez residí brevemente."
Ainz asintió con satisfacción, y se volvió hacia Zaryusu.
"Bien, ahora me dirigiré a Zaryusu. Por favor acepta mis felicitaciones por el nacimiento en la familia. ¿Están bien tanto la madre como el niño?"
Zaryusu respondió con nerviosismo (?).
"Sí, Su Majestad. Están bien. Parece que mi hijo está casi listo para comenzar a caminar."
"¡Qué rápido!"
Dicho esto, sus investigaciones habían revelado que los niños humanos en este mundo se desarrollaban más rápido en todos los aspectos que los del mundo de Satoru, ya sea en términos del desarrollo de los dientes, hablar o caminar por sí mismos. Por supuesto, eso era algo que había descubierto luego de comparar sus observaciones a los recuerdos de lo que Touch Me había dicho en el pasado.
"¿Es así? Yo pienso que es bastante normal..."
"Ah, ya veo. Parece que lo he tenido en cuenta desde el punto de vista de un humano. Niños... hm. En este momento, estoy en el proceso de construir una nación compuesta de seres de varias especies trabajando juntos. Si te pidiera que vivas en una nación de humanos bajo mi gobierno con el propósito de impulsar ese programa, ¿aceptarías?"
"No puedo rechazar las órdenes de Su Majestad."
"Oh, no seas así."
Aunque Zaryusu podría no haber tenido la intención de hacerlo, había sonado como burla.
Lo mismo sucedió con Ainzach antes, meditó Ainz antes de continuar hablando.
"Deseo oír tu opinión sobre el asunto. Ya que dejaste a los Hombres Lagarto como Viajero, deberías tener experiencia en este tipo de cosas, ¿estoy equivocado? En otras palabras, deberías poder pensar de formas diferentes a los Hombres Lagarto regulares. Debido a eso, me gustaría oír lo que piensas y sientes sobre el mundo en constante cambio que yace ante ti."
"Me convertí en Viajero porque sentí que las cosas no podían continuar como estaban. Fui forzado ello por mis circunstancias."
"Incluso siendo así, tu perspectiva debería de haberse expandido al ver el mundo. Si fuera posible, por qué no te sustituyes con un Hombre Lagarto común para así evaluar los méritos de hacer que un Hombre Lagarto viaje a una nación humana."
"Sí..."
Luego de pensarlo brevemente, Zaryusu habló una vez más.
"Personalmente, no me gustaría viajar a una ciudad humana. Se sentiría demasiado angustioso hacerlo con una esposa e hijo a cuestas. Incluso si fuera un país gobernado por Su Majestad... sería bastante difícil."
Tener que abandonar tu entorno social y viajar a otro completamente diferente era profundamente angustiante. Era natural querer preservar el entorno al que se estaba acostumbrado. Esto era especialmente cierto para Zaryusu, que era un hombre que tenía que soportar la carga de una familia.
Podría haber algunas personas a las que les desagradaba ser protegidas toda su vida. Pero Ainz sentía que esas personas que no podían aceptar ser protegidas cuando las circunstancias lo requerían eran débiles, ya sean PKs o PKKs.
"Ya veo. Entonces... ¿Es posible que los niños logren acostumbrarse a ese tipo de cosas?"
"¿Eso significa que sólo pretende llevar a los niños, Su Majestad?"
Ainz sintió una ligera crítica en esas palabras.
Zaryusu debía de haber pensado que Ainz separaría a la fuerza a los niños de sus padres.
"No dejes que tu imaginación vuele libremente. Tengo la intención de construir una nación en la que diferentes razas puedan coexistir en armonía. El primer paso para eso es crear un lugar donde los niños de Hombres Lagarto, humanos, Goblins y demás puedan reunirse y jugar felices. Eso es todo. ...Sin embargo, confío en que ustedes no pretenden vivir y morir en este pequeño mundo del lago, ¿y que en lugar de eso planean salir al mundo?"
Expresiones complicadas cubrieron las caras de los Hombres Lagarto.
"Quiere decir que... ¿Quiere que más personas se conviertan en Viajeros?"
"Imagino que el trabajo de Viajero no es muy glamoroso entre los Hombres Lagarto, ¿o me equivoco? Simplemente estoy diciendo que deberían ampliar sus mentes. ...Esto no me queda del todo claro, pero, ¿podría ser que tú y tu esposa no piensan concederle a su hijo una visión más amplia del mundo?"
Una mirada extraña surgió en el rostro de Zaryusu.
"Eso... es difícil de decir. Me gustaría hacer que nuestros niños vivan en un pueblo seguro y que no les falte comida, pero los tiempos han cambiado."
Él debía de estar hablando en su calidad de padre. Esto no era muy diferente de cómo Ainz quería que los NPCs vivan felices. Mientras reflexionaba sobre eso, Ainz comenzó a sentir cierta similitud con Zaryusu.
"Entiendo cómo te sientes. No se puede esperar cambios de aquellos que se están aferrados a sus costumbres. Mientras más rápido el cambio, mayores serán las quejas y el rechazo de la antigua generación."
Ainz se encogió de hombros mientras Zaryusu y Zenberu sonreían.
"Es como dice Su Majestad," respondió Zaryusu. "Los ancianos siguen quejándose de vez en cuando."
"Entonces, ¿no significa eso que ahora eres unos de los viejos, Zaryusu?"
Zaryusu miró desconcertado a Zenberu, pero incluso Ainz se había dado cuenta.
"¿Padres con hijos, entonces? —Sí. Exactamente."
Ainz miró cariñosamente a Cocytus, que estaba parado a su lado.
"Bueno, parece que tendré que dejar en claro este asunto. Cocytus, ahora te daré una orden."
"¡Entendido!"
"Incluso si Zenberu escoge oponerse a mí, tienes prohibido hacerles daño a sus amigos en este pueblo."
"¡Oigo. Y. Obedezco, Oh. Supremo!"
Ainz asintió satisfecho hacia un Cocytus profundamente arrodillado, y luego miró de vuelta a Zenberu.
"Entonces, Zenberu. Me gustaría saber todo lo que sabes. Dime en dónde encontraste a los Enanos, qué tipo de vida tuviste con ellos, qué tipo de regalos les complace, y todo eso. Cuéntamelo todo."
"No hay problema, Su Majestad."
"Qué. Falta. De. Respeto—"
"Está bien, Cocytus. Bajo circunstancias oficiales perdería la cabeza por algo como eso—"
Ainz miró alrededor.
"Sin embargo, esto es difícilmente un entorno oficial. Permitiré que esto quede en la impunidad. Creo que soy capaz de eso."
Ainz rió, y Cocytus habló de nuevo, confundido.
"A-Ainz-sama..."
Ainz se apresuró a interrumpir a Cocytus, y luego miró fríamente a Zenberu. Entonces, usó un movimiento que había practicado incontables veces ante el espejo.
"Sin embargo, Zenberu, hay una cosa que no deberías olvidar. Cocytus se sentirá culpable por el tono que uses conmigo."
El cuerpo de Zenberu tembló, posiblemente de miedo.
¿Son estos los temblores antes de una batalla?
"...Mis sinceras disculpas, Su Majestad. Su sirviente se ha extralimitado."
"—Está bien, deberías estar agradecido con Cocytus, el administrador de este pueblo. Debido a él, no te castigaré directamente... hm, pare que he dicho algo inútil. ¿Podemos comenzar a discutir sobre el Reino Enano?"
"Antes. De. Eso. ¿No. Tomará. Asiento, Ainz-Sama?"
A Ainz le incomodó un poco al sugerencia de Cocytus.
Ainz no sentía fatiga, así que no necesitaba sentarse. Sin embargo, no podía simplemente ignorar una valiosa sugerencia.
"Es cierto. Hagámoslo. Cocytus, no uses nada demasiado decadente. Cualquier cosa sobre la que me pueda sentar estará bien."
"¡Entendido! Entonces, por favor con permiso."
Cocytus se apoyó sobre sus manos y rodillas, postrándose en el suelo.
La imagen de Shalltear en los recuerdos de Ainz se superpuso sobre la de Cocytus.
"...Creo que sé qué está pasando, pero podría ser mejor preguntar, sólo por si acaso. ¿Qué estás haciendo?"
"Escuché. Que. Shalltear. Hizo. Esto. Una. Vez. También. Por. Lo. Tanto, Intenté. Imitarla."
"Ése fue un castigo que le di. No es necesario que tú lo hagas."
"Pero. El. Hombre. Lagarto. Bajo. Mi. Mando. Le. Habló. Irrespetuosamente, Ainz-Sama—"
"No es necesario recordar el pasado. Ya dije que no me importaba. ¿No me oíste?"
"Eso. Es. Verdad, Pero—"
Ahhh—
Ainz intentó hablar con él, pero Cocytus estaba siendo inesperadamente obstinado. A pesar de que los no-muertos no se cansaban, el alma de Ainz se llenó de fatiga. Sintiendo que las dificultades lo rodeaban por todos lados, Ainz decidió dejar de resistirse e hizo un pronunciamiento.
"—Ah, es suficiente. Entonces, tomaré asiento, Cocytus."
"¡Entendido!"
Su respuesta fue bastante enérgica.
Sentarse de esta forma frente a otros era muy— bueno, en cierta medida, era vergonzoso.
Sin embargo, los demás podrían encontrar extraño si vacilaba aquí. Lo que debía hacer era adoptar los aires de un gobernante absoluto y sentarse con toda naturalidad sobre el cuerpo de su vasallo.
Ainz dobló la cintura. En verdad, era muy incómodo. En verdad, era muy irregular. Y en verdad, era muy frío.
Encima de eso, Cocytus parecía estar jadeando y resoplando por la emoción, dejando escapar una niebla blanca que se hacía cada vez más espesa, así que se veía como si alguien hubiera arrojado agua sobre hielo seco y los vapores estuvieran escapando por entre las piernas de Ainz. Parecía como algún efecto especial barato usado para hacer ver más impresionante a alguien, y le hacía sentir como si estuviera sentado en una cama de clavos.
"¿Es. De. Su. Agrado, Ainz-Sama?"
Mierda. No podía ser honesto aquí.
Una parte extrañamente curiosa de sí mismo quería saber qué sucedería si decía lo que pensaba realmente, pero era demasiado aterrador imaginar la reacción de Cocytus.
"Mm, no está mal..."
¿Pareceré un pervertido si digo eso?, pensaba Ainz frenéticamente. Sin embargo, no se le ocurría nada más que decir.
"Entonces, ¿Podría. Saber. Si. Me. Prefiere. A. Mí O. A. Shalltear?"
"..."
Ainz se quedó mudo. ¿Cómo debía responder?
"Eh... Por qué, ¿Por qué quieres saber eso?"
"¡Sí! Siento. Que. Debo. Practicar, Para. Cuando. Algún. Día. Deba. Cargar. A. Mi. Amo. En. La. Espalda."
"...¡¿Eh?!"
¿De qué demonios estaba hablando?
¿La especie de Cocytus era de las que permitían que la hembra se montara en ellos durante la reproducción? ¿O solamente era un masoquista?
¡Takemikazuchi-san!
No, él debía de ser más decente que eso. Podría haber amado el combate, pero había sido un buen hombre que raramente les daba problemas a los demás.
¿Pero por qué Cocytus había terminado de esta manera? Ainz estaba profundamente perturbado, como si hubiera descubierto el fetiche secreto de otra persona.
"Es, es así entonces. Eso está bien."
Aunque, Ainz no sabía si era algo bueno en absoluto.
"¡Sí! Entonces, Podría. Preguntarle, ¿Cuál. Es. Su. Respuesta, Ainz-Sama?"
"Es ligeramente irregular, pero no al extremo de no poder sentarme. En ese sentido, Shalltear es ligeramente mejor."
"Es. Así. Entonces..."
"¡No! No, quiero decir que, tú también tienes tus ventajas. Ah, cómo decir esto, frío... sí, esta sensación fresca sería mejor en los días de verano."
Ainz no podía sino preguntarse por qué estaba tan desesperado por reconfortar a Cocytus.
"¡Ya. Veo! Sin. Embargo... Mm."
Mientras se regocijaba en silencio de que Cocytus se hubiera quedado callado para pensarlo, Ainz se dirigió al Hombre Lagarto.
"¡E-entonces! No le prestes atención a lo que está pasando por aquí. Vamos, Zenberu, dime."
"Ah, sí."
De acuerdo a Zenberu, él había subido y bajado pendientes y picos para encontrar a los Enanos, pasando un mes en una búsqueda infructuosa. Sólo fue cuando estaba por darse por vencido que encontró a un Enano que había salido a explorar la superficie. Después de eso, sucedieron varias cosas, y se ganó la confianza de los Enanos y fue llevado a su ciudad.
Al principio su apariencia no le había sido demasiado favorable, pero aparentemente se había ganado su confianza luego de desnudar su corazón ante ellos.
Después de eso, había aprendido artes marciales en la Ciudad Enana. Se marchó una vez que había ganado la suficiente confianza en sí mismo y regresó al pueblo de los Hombres Lagarto.
Lo más importante de todas estas cosas era si Zenberu era capaz o no de guiar a Ainz y a su grupo hacia la ciudad Enana.
Zenberu se veía algo incómodo, pero al final respondió que probablemente sí podía hacerlo.
La ciudad Enana era subterránea, en las profundidades de una caverna, así que debería poder ser capaz de guiarlos hasta allá siempre y cuando el terreno de la montaña no hubiera cambiado. Cuando oyó esto, Ainz recordó las ciudades subterráneas de Yggdrasil, y no pudo evitar emocionarse.
Lo último que preguntó fue la distancia a la ciudad Enana.
Zenberu respondió que el viaje de vuelta del Reino Enano le había tomado alrededor de una semana por entre los senderos de montaña. Eso lo había dejado en el extremo más al norte del lago.
Teniendo en cuenta que los Hombres Lagarto no estaban acostumbrados a caminar en tierra, un viaje de una semana a pie se traducía más o menos a unos 100 kilómetros.
Desafortunadamente tenían que depender de los recuerdos de Zenberu, así que no podía trazar la ruta más corta en un mapa.
Debo prepararme para desviarme del camino repetidamente.
Esto le hizo pensar en sus aventuras en Yggdrasil, y Ainz era todo sonrisas.
"...¿Esta información le es útil, Su Majestad?"
"Por supuesto. Me complacen las expediciones en la oscuridad con sólo una débil lámpara alumbrando el camino. Eso a lo que llaman emoción, ¿no?"
Tal vez pensaban que Ainz estaba bromeando, pero de entre los rangos de los Hombres Lagarto se oyeron risas en voz baja.
Ainz no tenía la intención de corregir su error. Las personas que no conocían Yggdrasil lo encontrarían difícil de entender.
"Entonces, nombraré a Zenberu como mi guía, y nos prepararemos para partir de acuerdo a lo que me ha dicho. Aura y Shalltear llegarán pronto con sus seguidores, así que deberías prepararte tú también."
"Oigo y obedezco, Su Majestad."
Ainz asintió elegantemente con la cabeza hacia él, y luego se levantó del cuerpo de Cocytus.
No le prestó atención al ligero y triste sonido viniendo de debajo de él.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario