Había una estatua en lo que parecía ser el corazón de la mazmorra. Había brillantes círculos mágicos ante la estatua, y parecía que ingresar en ellos lo transportaría a uno con el jefe.
Luego de atravesar la puerta más a la derecha de entre las cinco puertas frente a las estatuas, vieron que un cementerio ordinario se extendía ante ellos.