Overlord v7 Intermedio

Traductor: Erb
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Volumen 7 - Intermedio

Hubo un ligero cambió en el movimiento del aire frente a su nariz que despertó de un sueño ligero al dragón conocido como el Lord Dragón de Platino, Tsaindorcus Vaision.

Lo que llenó su consciencia despierta fue una emoción de sorpresa. Incluso no sería exagerado llamarlo conmoción.

Las agudas habilidades sensoriales de los Dragones excedían por mucho a las de la humanidad. Incluso si sus enemigos se ocultaban o intentaban engañarlos con ilusiones, los Dragones podían sentir instantáneamente y desde muy lejos a sus oponentes, inclusive cuando se encontraban profundamente dormidos.

Como Lord Dragón, sus sentidos eran incluso más agudos que los de los Dragones promedio. Siendo así, cualquiera que fuera capaz de acercase tanto a él debía poseer habilidades increíbles.

Incluso un ser tan longevo como él solamente conocía a unos pocos seres con tales habilidades. Los primeros eran los otros Lores Dragón. Luego, uno de los Trece Héroes que ya había dejado este mundo, el asesino Ijaniya. Y después, estaba...

Sintiendo la presencia de la persona que le acababa de venir a la mente, Tsaindorcus Vaision, Tsa, para abreviar, torció hacia arriba las comisuras de su boca y lentamente abrió los ojos.

Para los ojos de un Dragón, la noche más oscura era como el día más brillante.

Frente a la presencia que había sentido se encontraba una mujer humana orgullosamente erguida, con una espada ostentosa en la cintura. Había logrado llegar a este punto sin ser descubierta por sus agudos sentidos; con la amplia sonrisa de un bromista en su arrugado rostro.

—Ah pasado mucho tiempo.

Tsa no respondió, simplemente observó a la anciana.

Su cabellera blanca era testamento de su avanzada edad. Sin embargo, su cara tenía la vitalidad de una niña traviesa, lo cual no coincidía con su edad. Se había vuelto más delgada y frágil al envejecer, pero su corazón seguía siendo el mismo.

Mientras Tsa comparaba su apariencia actual con la de sus recuerdos, las cejas de la anciana se contrajeron en un ángulo peligroso.

—¿Qué es esto? ¿No te puedes dar la molestia de saludar a una vieja amiga? Oh cielos, y pensar que incluso los Dragones podían volverse seniles con la edad.

Tsa mostró los colmillos y rió amigablemente.

—Perdóname. Ver a una vieja amiga me ha conmovido tanto que me estremecí, así que por un momento fui incapaz de hablar.

Era difícil de creer que una voz tan amable pudiera provenir de un cuerpo así de gigantesco. Por el contrario, la respuesta de la anciana fue exactamente como Tsa había esperado, llena de sarcasmo.

—¿Viejo amigo? Mi viejo amigo es esa armadura vacía de allá... a pesar de lo golpeada que pueda estar.

En el pasado, Tsa había viajado con la anciana y su grupo controlando una armadura vacía como substituto para sí mismo. Por lo tanto, cuando su identidad se reveló, sus compañeros habían estado furiosos por el engaño. El resentimiento de ese entonces aún no había desaparecido, y ella seguía echándoselo en cara hasta ahora.

Por una parte, él deseaba que le diera un respiro. Por otra, sentía que poder bromear de esta forma con una vieja amiga lo llenaba de alegría.

Su conversación habitual hizo que Tsa sonriera, y luego se percató del dedo de la anciana.

—¿Mm? Parece que el anillo ha desaparecido. ¿Dónde lo pusiste? Recuerdo que nadie debería ser capaz de quitarte nada... pero ése ES un poderoso objeto mágico que sobrepasa el ámbito de la humanidad. Espero que no haya caído en manos de elementos peligrosos; en particular, la Escritura Negra de la Teocracia Slane.

—Intentas cambiar de tema, ¿no? Sin embargo, tus ojos son agudos; ¿se trata acaso del olfato dracónico para los tesoros...? Oh bueno, está bien. Se lo di a un joven. No te preocupes por eso.

Ese objeto no era algo que simplemente se pudiera dar.

Era un objeto mágico creado a través del uso de Magia Salvaje.  El poder de la magia de hoy estaba contaminado y retorcido, así que crear otro objeto como ése era muy difícil. Siendo él uno de los pocos que aún podían usar Magia Salvaje, deseaba preguntarle fuertemente a dónde exactamente había ido a parar el anillo.

Sin embargo, confiaba implícitamente en sus amigos.

—Ya veo. Bueno, ya que decidiste entregárselo a alguien, dudo que hayas cometido un error... Es verdad, escuché que alguna vez fuiste una aventurera, ¿estoy en lo cierto? ¿Es por negocios que vienes aquí?

—Por supuesto que no. Vine a buscar a un amigo para divertirme. Ya me retiré y dejé de ser aventurera. No le pidas a una pequeña anciana como yo que trabaje tan duro; le he encargado mis tareas a esa llorona.

—¿Esa llorona? —Tsa lo pensó un poco y luego lo golpeó un destello de inspiración—. ...¿Hablas de ella?

—Sí, la pequeña señorita Inberun.

—Ah... —Tsa sonaba aturdido—. Probablemente eres la única que puede llamarla pequeña.

—¿Oh, de veras? Tú estás incluso más calificado para llamarla así. Mi edad es casi la misma que la de esa muchacha, pero tú debes ser mayor ¿no es así?

—Es cierto... sin embargo, no puedo creer que esa chica estuviera dispuesta a ser una aventurera. ¿Qué tipo de treta usaste?

—Hmph. Esa llorona seguía y seguía quejándose y no paraba, así que le dije, “Si puedo derrotarte, entonces tendrás que hacerme caso”, ¡y entonces le di una paliza!

La anciana rió. Su risa parecía venirle de lo profundo del corazón.

—... Creo que eres la única humana capaz de derrotar a esa chica.

Tsa sonaba como si hubiera comenzado a sudar frío, y agitó la cabeza. Al mismo tiempo, recordó a otro de sus antiguos amigos, alguien que había luchado contra los Dioses Demonio a su lado, y que había realizado grandes hazañas en la batalla contra el Dios Demonio Insecto.

—Bueno, tuve amigas ayudándome. Además, si conoces a los no-muertos, entonces ya sabes cómo derrotarlos. Si no puedes vencer el poder de la Tierra, de todas maneras puedes aprovecharte de las afinidades y compatibilidades elementales para darle la vuelta a las cosas y ponerlas a tu favor. La llorona es muy fuerte, pero hay otros más fuertes que ella. Por ejemplo, tú podrías derrotar fácilmente a esa chica. Si no te autoimpusieras límites, serías el ser más poderoso de este mundo.

La mirada de la anciana se movió hacia la armadura de platino. Imaginó que recibiría una respuesta casual, pero la voz de Tsa fue seria.

—No estoy seguro de eso. El poder que contamina al mundo podría haber comenzado a moverse una vez más.

Había un agujero en la hombrera derecha de la armadura, como si hubiera sido perforada por una lanza.

—... ¿Han llegado las réplicas de hace cien años?  ¿No están del lado de este mundo como lo estuvo el Líder?

—... Podría haber sido sólo un encuentro desafortunado, pero siento que esa Vampiro era de naturaleza malvada. Hablando de ello, aunque ya me parecía que había llegado la hora, no sé si fue buena o mala suerte lo que me llevó a entrar en contacto con alguien del otro lado que pudiera verificarlo.

—Escoge cualquier lado de la moneda que prefieras. Ah, es cierto, ya he mencionado esto antes, pero, ¿por qué no pedir la ayuda de los otros Lores Dragón?

—La respuesta es la misma; es muy difícil. Después de todo, ninguno de ellos luchó en la guerra contra los Ocho Reyes de la Codicia. Por ejemplo, siento que ni el Lord Dragón Celestial, que lo único que sabe hacer es volar por el cielo, ni el Lord Dragón de la Oscuridad Profunda, que quién sabe qué esté haciendo escondido en esa cueva subterránea gigante, puedan sernos de ayuda.

—Ya veo. Pero, ¿no hay otros como el Lord Dragón de la Brillantez que han tenido hijos con la humanidad? Intenta hablar con ellos; quien sabe, las cosas podrían salir bien, ¿no crees?

—... Tal vez. Pero personalmente siento que sería mejor despertarla a ella, que duerme en los niveles más profundos de la ciudad que flota sobre el mar y pedir su ayuda. Nuestras posibilidades de éxito serían mayores.

—Ella “está esperando en el mundo de los sueños”, ¿eh? Si tan solo hubiéramos preservado todos los conocimientos del Líder, las cosas no serían tan molestas. Murió demasiado joven.

—No se pudo hacer nada. Él... mató a un camarada (Jugador) con el que había compartido su viaje, y le afectó. Puedo entender por qué rechazó la resurrección. Rigrit, tú también estuviste conmocionada, ¿cierto?

La anciana miró a la distancia, y asintió lentamente con una expresión de dolor en el rostro.

—Sí, sí... es verdad... estás en lo cierto.

—Rigrit, me disculpo por pedirte esto a pesar de que ya no eres una aventurera, pero ¿podría suplicarte que me hagas un favor?

—¿De qué se trata? Creo que ya lo sé, pero quiero oírlo de ti.

Los ojos de Tsa se movieron hacia una espada. La espada no parecía adecuada para cortar, pero su filo estaba más allá de toda comparación. Era de una calidad imposible de recrear con magia moderna.

Esta espada, una de las ocho grandes armas que los Ocho Reyes de la Codicia dejaron atrás, era el porqué Tsa no podía abandonar este lugar.

—Esto es lo que he estado haciendo hasta ahora, y espero que me puedas dar una mano. Me gustaría que reunieras información sobre objetos mágicos capaces de rivalizar con esa espada de allá... objetos capaces de rivalizar con Armas de Gremio. O tal vez, objetos especiales de Yggdrasil como la armadura reforzada que Gota Roja, aventureros de rango adamantita del Reino, posee.

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