Traductor: Erb
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Capítulo 1
Encuentro en el país perdido
Parte 2
Detrás de sus párpados profundamente cerrados —a través de la doble barrera de cortinas y de las delgadas cedas que servían como dosel de su cama—podía sentir los rayos del sol brillando sobre ella." Buenos días, es hora de levantarte". "Déjame dormir un poco más". —Estas dos partes de ella gritaban de acá para allá en su lucha por el control de su cuerpo.
Justo cuando estaba entrando y saliendo del sueño, la puerta de la habitación se abrió silenciosamente y alguien entró. Aunque la gruesa alfombra amortiguaba sus pasos, ella podía sentir a alguien moviéndose por la habitación.
Esta persona caminó hacia un lado de su cama, y se detuvo.
—Buenos días, Keno-sama. El clima de hoy también es bueno.
—Uuu, mmm, mhm…
Sus ojos se abrieron de mala gana, y pudo ver la sonrisa familiar de la criada Nastasha.
El hecho de que tuviera permitido dirigirse a Keno, la princesa de este país, usando su nombre de pila, era porque se trataba de su criada personal.
Nastasha era una de las criadas de alta jerarquía en el castillo, y en su juventud había habido rumores de que se convertiría en la siguiente criada principal. Sus habilidades eran excepcionales e incluso tenía un exhaustivo entrenamiento mágico; se podría decir que había sido coser y cantar hasta alcanzar su presente posición.
Se debía precisamente a que Keno era la hija única de su padre que ella tenía permitido estar a su lado —era una señal del privilegio que había recibido. Sin embargo, Keno pensaba que ella probablemente no terminaría siendo la sirvienta principal, ya que probablemente terminaría convirtiéndose en la esposa de algún noble y renunciaría a su posición.
Al ver que Keno ya se había levantado, Nastasha fue hacia la ventana y la abrió con fuerza. Justo como había descrito antes, la habitación se llenó de la segadora luz del sol.
Habiendo dejado hace poco la dulce tierra de los sueños, sus ojos fueron dolorosamente golpeados por la luz y no pudo evitar cerrarlos de nuevo. Sólo después de que sus ojos se hubieran acostumbrado a la luz del sol a través de sus párpados volvió a abrirlos lentamente una vez más.
La cálida luz del sol bañaba la habitación, como para decirle que hoy sería un día pacífico y maravilloso lleno de calidez.
—Muy bien, Keno-sama. Prepararé su agua de inmediato.
Había un cuenco de plata vacío en la pequeña mesa redonda. Después de que Nastasha usará un hechizo en él, el cuenco se llenó rápidamente con agua limpia.
Nastasha acababa de usar un hechizo de primer nivel de Estilo de Vida —también conocido como Tradición de Estilo de Vida— conocido como Crear Agua. Aunque los hechizos de nivel cero también podían crear agua potable, el agua creada por este hechizo era más dulce.
Ya que ambos usaban la misma cantidad de mana, la opinión popular sostenía que el agua que sabía mejor era mejor, a pesar de no haber sido creada con el propósito de ser bebida. Al parecer Nastasha pensaba lo mismo.
Como hechizo de primer nivel, el agua generada por Crear Agua no estaba limitada a llenar solamente un solo cuenco. Aunque había un tiempo límite para ello, el volumen total del agua creada —que podía incrementarse en consonancia con las habilidades del hechicero— se podía dividir en múltiples ocasiones. Por lo tanto, no habría derrames ni desperdicios, incluso si ella usaba el hechizo en el cuenco.
Por cierto, Nastasha era una hechicera que podía usar cuando menos hechizos de segundo nivel. En días fríos, podía usar el hechizo de segundo nivel Cambio de Temperatura para alterar la temperatura del agua hasta que estuviese a gusto, o directamente calentar la habitación.
Keno había leído en un libro que había un hechizo de tercer nivel de Estilo de Vida llamado Aguas Termales. Aparentemente era una imitación del hechizo Druídico Geiser. El autor del libro había escrito "se siente realmente bien" así que Keno quería intentarlo personalmente alguna vez. Desafortunadamente ninguna de las criadas del castillo podía usar un hechizo de tan alto nivel. Por lo tanto Keno sólo podía leer sobre los efectos de Aguas Termales de sus libros.
Aunque había hechiceros en el castillo que podían usar hechizos de tercer nivel, esas personas típicamente estudiaban hechizos de batalla y no tenían tiempo de aprender magia de Estilo de Vida además de eso.
—¡En ese caso, lo aprenderé yo misma! —Había dicho Keno una vez a las personas a su alrededor. —Específicamente a sus instructores de magia. En ese entonces, Keno había sido más joven de lo que era ahora, de una edad en la que apenas podía usar hechizos de primer nivel. No sería inusual que alguien que oyera que ella quería usar un hechizo de tercer nivel —que típicamente eran el terreno de los naturalmente dotados— lo considerasen como las ingenuas declaraciones de una niña.
Excepto si esa niña fuera Keno.
Los padres de Keno —su padre podía usar hechizos de cuarto nivel mientras que su madre podía ir incluso más allá y lanzar hechizos de quinto nivel— eran hechiceros genios extremadamente talentosos. Por lo tanto, siendo la heredera de ambos linajes, todos creían que era muy probable que ella pudiera cumplir sus palabras.
Por lo tanto, dos horas después de hacer tales declaraciones, fue convocada ante su padre y fue severamente reprendida. Había un límite al número de hechizos que todos podían aprender, y siendo de la realeza, ella debía aprender hechizos más útiles.
La joven Keno había replicado que era precisamente porque era de la realeza que no debía aprender hechizos ofensivos, defensivos o adivinatorios, y en su lugar aprender hechizos que harían felices a todos. Pero su padre había dicho esto:
—Nuestro país no es pacífico. No hay forma de saber cuándo terminarán estos días tranquilos y de paz ni cuándo un rey deberá ir personalmente al campo de batalla. Por lo tanto, cualquiera con el potencial de convertirse en un lanzador de magia excepcional debe aprender hechizos eficaces para la batalla.
Luego de oír la respuesta de su padre, Keno abandonó sus planes de aprender Aguas Termales.
Las palabras de su padre habían estado bien argumentadas, y ella no era lo suficientemente grande como para entender por completo lo que él quería decir con ellas. Por un lado, le faltaba el coraje para resistirse a su inflexible padre, y por el otro, no estaba especialmente obsesionada en su búsqueda de Aguas Termales.
En cambio, se debió a que su padre habló como lo haría un rey, lo que le recordó sobre las historias de aventuras heroicas que Nastasha le había leído alguna vez. Sonaba justo como ellos, y dejó una profunda impresión en su corazón.
Desde ese día en adelante, Keno pidió un deseo que mantuvo en secreto de todos, que se volviera fuerte algún día, como los héroes en los libros de historias —o como su padre— y luchara valerosamente por la gente.
La joven poseedora de ese sueño en su corazón se levantó de la cama, caminó al lado de Nastasha, y comenzó a lavarse la cara. Las salpicaduras de agua caían en los alrededores, pero a ella no le importaba.
El agua temperada —creada por Crear Agua, que podía ser libremente colocada dentro de cierto radio de acuerdo a la voluntad del lanzador— se llevó la somnolencia de Keno.
Keno usó la toalla que Nastasha le entregó para secarse la cara y comenzó a cepillarse los dientes. Luego tomó el agua de su vaso, se enjuagó la boca, y lo escupió en el cuenco.
Después de ver a Keno hacer todo esto, Nastasha usó Destrucción de Agua. El agua en el cuenco, así como el agua que se había derramado, desaparecieron como si hubieran sido una ilusión.
Este hechizo de primer nivel no era magia de Estilo de Vida, sino que pertenecía a los Cuatro Grandes Sistemas —También conocidos como las Tradiciones Elementales— y podía usarse con propósitos ofensivos.
Hacía menos daño cuando era usado contra seres vivos que otros hechizos del mismo nivel. Sin embargo, podía infligir un daño significativo a los Elementales de Agua. Versiones mayores del hechizo de tercer nivel también podían afectar Slimes hasta cierto punto. Y el hechizo de cuarto nivel, Deshidratación, podía hacer gran daño a todos los seres vivos.
Las versiones más bajas de estos hechizos eran típicamente usadas para eliminar agua de esta manera.
Luego de enjuagarse la boca, Keno fue hacia el espejo de cambio que era casi tan alto como ella y rápidamente se cambió a las ropas que Nastasha le había entregado.
Aunque algunos nobles incluso dejaban que sus vasallos se ocuparan de vestirlos, la familia de Keno insistía en que ellos mismos se cambiaran. Era una regla familiar para ayudarlos a prepararse para la batalla, para que pudieran colocarse ellos mismo la armadura —sin importar que colocarse una armadura completa requería de la ayuda de un escudero.
Sin embargo, era perfectamente aceptable dejar que otros le cepillen el cabello mientras ella se cambiaba. Luego de humedecer su cabello encrespado con Crear Agua, Nastasha lo presionaba con una toalla humedecida. Una vez que Nastasha lo soltaba, el cabello quedaba alisado.
Y así, Keno Fasris Inberun, la única hija del rey Fasris, tomó forma.
La imagen familiar de ella que vio reflejada en el espejo era de una chica con ojos que reflejaban todos los colores del arcoíris.
Estos ojos arcoíris no eran únicos en Keno. La criada que observaba a Keno mientras llevaba a cabo los preparativos finales, Nastasha, también los poseía. Eran llamados los Ojos Arcoíris, y eran algo común en el país de la Gente de Ojos Arcoíris. Más bien, era la gente que no los poseía la que era una rareza.
—Entonces, por favor diríjase al comedor, Keno-sama.
—… ¿Hoy están los dos?
—Sí. Ambos están esperando por usted, Keno-sama.
Para Keno, las comidas eran ocasiones alegres, pero también eran ocasiones que pesaban sobre ella.
… Porque entonces podía ver a su padre.
Su padre se encontraba fuera frecuentemente haciendo negocios —tanto en la Capital Real como en otras ciudades— debido a su empeño por trabajar. Incluso su hija Keno pasaría muchos días en los que no lo llegaría a ver. Por lo tanto, estaba muy feliz de ver a su padre. Sin embargo, el padre de Keno era muy duro con ella, así que usualmente la reprendía cuando estaban reunidos, lo que la inquietaba.
Dicho esto, ella no podía huir de ello.
Siguiendo a Nastasha, Keno caminó hacia el comedor.
Justo como Nastasha había dicho, sus padres estaban esperándola al interior del comedor. Naturalmente, sus criadas también estaban presentes. En particular, la criada principal y la asistenta de la criada principal estaban de pie detrás de su padre y madre.
La madre de Keno tenía una mirada cálida y gentil en el rostro —a decir verdad, su personalidad era casi igual y Keno tenía pocos recuerdos de haber sido regañada por ella— y, a pesar de que uno no podría decirlo por su aspecto, también era una hechicera de primera clase de esta nación.
Su padre, por otro lado, era lo contrario.
La gente de ojos arcoíris tendía a ser delgada de estructura y dotada en las cuatro tradiciones elementales lo que los llevaría a seguir las más adecuadas profesiones que hicieran uso de magia. Por lo tanto, se centraban más en la habilidad para lanzar hechizos que en las habilidades físicas, y tendían a carecer de cuerpos musculosos. Sin embargo, el padre de Keno era una excepción notable. No solo era un poderoso Elementalista de Fuego, sino que también poseía un físico musculoso que encarnaba la palabra "poder", y su ceño estaba profundamente fruncido para acompañar a su severo semblante.
Sea que estuviera comiendo o no, siempre llevaba un guantelete en el brazo izquierdo que tenía una forma semejante a las garras de un Grifo. Era el tesoro nacional conocido como el Guantelete del Señor Grifo. Un objeto mágico que podía invocar a un Señor Grifo por un total de 24 horas en el lapso de una semana. Ya que el Señor Grifo podía ser reinvocado en una semana incluso si lo mataban, generaciones de reyes lo habían usado históricamente para convocar una vanguardia. Sin embargo, el padre de Keno era el único que no lo usaba de esa manera.
—Buenos días, Padre, Madre.
—Buenos días, Keno.
En contraste con el gentil saludo de su madre, su padre simplemente frunció el ceño y asintió secamente. Sin embargo, así era como solía ser. Más bien, hubiera confundido a Keno si hubiera sonreído como su madre.
Nastasha retiró la silla para dejar que Keno tomara asiento, después de lo cual se sirvió el desayuno.
Este país tenía una próspera industria láctea, y era por eso que no faltaba el queso fresco en la capital. En particular estaba el hecho de que era de esperarse que las mesas del comedor de la casa real tuvieran por lo menos tres tipos diferentes de quesos. Además, había crema agria, bebidas hechas al mezclar leche con los jugos recién exprimidos de cuatro frutas diferentes, y así sucesivamente. Además, había gruesas lonchas de jamón asado uniformemente. Los platos cargados de pan blanco estaban acompañados de intoxicantemente bellos pedazos de mantequilla dorada.
Keno —junto con su padre y madre, que estaban juntos— miraron el anillo en su mano derecha, pero la gema azul-zafiro colocada en él no cambió de color.
Comenzaron a comer.
Comer era un lugar para la etiqueta. Ya que había sido inculcado en ella desde que tenía edad suficiente, hace mucho que se había convertido en parte de ella.
Mientras comían en silencio, su padre colocó su tenedor sobre la mesa con un suave tintineo. Ella echó un vistazo y vio que su padre había cogido su servilleta para limpiarse la boca.
—Entonces, Annie. ¿Hasta qué punto han mejorado sus habilidades mágicas?
Annie era el nombre de la madre de Keno. Se llamaba Annie Fasris Invern.
Annie dejó el tenedor y se limpió la boca también.
—Esposo mío, actualmente esta niña parase haber tocado el segundo nivel. Quién sabe, pronto podría ser capaz de usar sus rudimentos.
—Eso lo escuché hace quince días. En otras palabras, no ha habido ninguna mejora, ¿me equivoco? Keno, ¿tú qué crees? ¿Te sientes más fuerte que antes?
Keno tragó su comida, luego dejó el tenedor y se limpió la boca como lo había hecho su madre. Durante ese tiempo, pensó en cómo responder la pregunta de su padre, pero la verdad era que no sentía mucha diferencia entre ahora y hace dos semanas. Era igual a como nadie podía sentir cuánto crecía cada día sin estar midiendo su estatura.
Era verdad que había sentido algo extraño la primera vez que pudo lanzar hechizos de primer nivel. Fue como engranajes conectado al interior de su cuerpo. Sin embargo, no había habido otras señales antes de eso.
Por lo tanto, sólo podía responder honestamente.
—No estoy segura.
—Ya veo. La honestidad es una buena política, pero no es suficiente por si sola. Tú eres mi primera hija. En el futuro, nacerán tus hermanos y hermanas menores, y tú tendrás que ser un ejemplo para ellos.
—Mi Rey… ella todavía es joven…
—Cállate. —Su padre interrumpió fríamente la inminente crítica de su madre—. Por muy joven que sea, sigue siendo de la realeza.
La mirada del rey fue cortante cuando se volvió hacia ella. Asustada, Keno miró suplicante a su madre.
—Es una niña…
—Es más que una niña, es una princesa, es de la realeza. Si bien no hay necesidad de superarlos a todos, quedarse atrás sería problemático. Después de todo, tú eres una mejor lanzadora de magia que yo.
Su padre se volvió para mirar un lugar sin nadie y tosió. —Por eso nos casamos, ¿no es así? —murmuró. Luego, volvió a mirar a Keno con sus ojos de acero.
—Fue por esa razón que te di a esta niña para pudieras enseñarle, pero me parece que has sido demasiado laxa con su educación. El combate en vivo es la mejor forma de entrenamiento. Aunque es una niña y no se ha desarrollado por completo, indudablemente debería comenzar a entrenar con armas también, ¿no? Es importante ver si también tiene talento en ese campo.
Era cierto que el padre de Keno era inferior a su madre como hechicero. Sin embargo, ya que su padre era capaz de luchar con una lanza, él era el mejor combatiente.
—Me opongo a eso. De acuerdo a lo que he visto, no creo que esta niña sea como tú, con talento con las armas. Hasta que despierte su afinidad por uno de los cuatro grandes poderes, debemos entrenarla como lanzadora de magia. Más importante aún, prohíbo que tome parte en algo tan peligroso como el combate en vivo.
—En el pasado…
—Las cosas eran diferentes. En lugar de aprender a escribir con ambas manos…
—Es más rápido aprender a hacerlo solo con una. Sé lo que quieres decir. Sin embargo, no sabemos hacia donde se enfocan sus talentos. ¿No crees que sería mejor dejar que pruebe hacerlo todo? Siento que eso sería lo mejor para ayudar a esta niña a prepararse para su futuro.
—Estoy de acuerdo en ese punto. Sin embargo, creo que eso debería esperar a que por lo menos haya alcanzado el segundo nivel. Si quieres que tenga una formación marcial, entonces debería esperar a que al menos su cuerpo esté completamente desarrollado.
Los dos se miraron fijamente, sin que ninguno de los dos cediera.
Tiempo después, su padre apartó la mirada.
—Entiendo. Continuaré dejándolo a tu cuidado.
—Estoy profundamente agradecida, mi Rey.
—Keno. —Keno saltó al escuchar la voz acerada de su padre. Él lo notó, pero lo ignoró y comenzó a hablar—. Como la familia real de este país, disfrutamos de vidas lujosas, y de la lealtad de muchas personas. Y todo eso es porque hemos cumplido nuestro deber como la realeza de la nación. Por lo tanto debes aprender y absorber todo y aprovecharlo bien. Es cierto que ahora nuestro país está en paz, pero quién sabe, podríamos ser invadidos algún día. Por lo tanto, necesitamos una nación próspera y un ejército fuerte.
—…Yo no quiero invadir a otras personas.
La cara de su padre se torció ligeramente. ¿Estaba enojado, o se reía, o tal vez estaba triste? Era una expresión sutil, difícil de entender. Sin embargo, no había severidad en lo que dijo a continuación.
—No hay necesidad de invadir a otros. Un ejército fuerte es una fuerza disuasoria. Sin embargo, la intimidación irreflexiva conducirá al conflicto. Es deber de un líder obtener información sobre otras naciones, obtener un equilibrio y buscar el crecimiento de la fuerza de su país. ¿Crees que el poder militar es innecesario?
—No. —Keno sacudió la cabeza.
Entre las muchas razas —con los Ojos Arcoíris representando el 90% de esta comparación— una nación de cinco millones de personas no era demasiado grande. Sin embargo, la única razón por la que se podía alcanzar el equilibrio era porque los países circundantes eran aproximadamente del mismo tamaño. En el último medio siglo, tampoco había habido guerras a gran escala en las naciones cercanas. Sin embargo, eso simplemente significaba que no había habido guerras de conquista. Cuando un monstruo de gran poder individual aparecía, era allí cuando se decidía el destino de una nación. Y dependiendo de las circunstancias, podría ser necesario formar una alianza. Por ejemplo, había habido más de 50000 muertos cuando apareció un Behemoth, y el recuerdo de ello todavía estaba fresco en los corazones de muchos. Keno sabía muy bien cuán importante era el reunir a los poderosos para lidiar con tales oponentes.
—No necesitas hacerlo todo sola. Reúne a las personas en las que confías y toma prestada sus fuerzas. No soy único en fuerza entre los muchos reyes históricos, pero incluso yo tengo gente en la que confío.
Incluso si uno buscaba entre la historia de la familia real, probablemente sólo podría encontrar personas comparables a su padre —que había sido aclamado como alguien que había ingresado al reino de los héroes— en su primera generación.
—Por lo tanto, reunir a los fuertes y buscar la fuerza que se encuentra en una dirección diferente a la tuya podría ser lo correcto. ¿Pero qué significa eso? tal vez aprender hechizos que hagan felices a todos sea una forma de hacerlo. Sin embargo, ésta es una sugerencia de tu padre. No debes descuidar tu propia fuerza. La gente se siente a gusto bajo la protección de los fuertes. Ser miembro de la familia real, es una forma de fuerza que atrae a las masas hacia ti. Naturalmente, tal fuerza implica la posesión de encanto, riqueza y autoridad. Pero si lo llevas al extremo, entonces el poder personal del rey es la fuerza más fácil de entender de todas, y es la que mejor puede garantizar tu seguridad. Después de todo, el encanto, la riqueza y la autoridad a veces no pueden garantizar la seguridad de todos.
—Sí, padre —respondió Keno.
—Bien, —respondió el Rey mientras tomaba nuevamente su tenedor. En otras palabras, significaba que iba a continuar comiendo. Su madre se apresuró a imitarlo y Keno comenzó a comer también.
Cuando terminaron, las sirvientas sirvieron tres bebidas purpureas claras. Era te púrpura con un toque de leche. Estaba acompañado de galletas ligeramente azucaradas.
Los tres miraron sus anillos y luego se sirvieron.
Keno —que tenía una lengua sensible— sorbió el té que se había enfriado. Fue solo entonces que se dio cuenta que dos personas la estaban mirando.
¿Había violado alguna forma de etiqueta? Keno no tenía idea de qué estaba sucediendo. Sin embargo, este tipo de cosas sucedían de vez en cuando. Keno comía en silencio pero ellos la miraban fijamente. Sucedía más a menudo con su padre, a quien rara vez veía.
Intentó mirar hacia arriba para echar un vistazo, pero él no se veía molesto. Así que, ¿qué estaba pasando?
Keno inclinó la cabeza, o al menos lo hizo en su corazón, y se bebió su té púrpura. Dejó que el té se llevara el sabor dulce de galleta que quedaba en su boca. Sin embargo, sería codicioso beber demasiado. No podía juzgar mal el balance entre té y galletas.
Keno se concentró en meter las galletas y el té en su boca en secuencia, y la mirada de su padre la dejó.
—Entonces, ¿qué más tienes planeado hoy para Keno?
—Después de esta comida, estudiaremos magia en mi cuarto hasta la hora del almuerzo. Después de eso, Balen-sensei le instruirá como de costumbre.
—Ya veo. En ese caso, deja que esté presente en la lección de hoy. Estoy muy interesado en saber cómo Keno toma sus lecciones.
Keno no pudo ocultar su sorpresa. Probablemente ésta era la primara vez que su padre quería verla aprender.
—…Jeje. —Su madre sonrió y las arrugas entre las cejas de su padre se hicieron más profundas—.
—¿Qué tiene de gracioso eso?
—Me preguntaba por qué dirías algo así de repente. Je…
—Se me acaba de ocurrir. No hay otra razón.
—Bien, bien. Jeje… entonces esperaré en silencio tu llegada, mi Rey.
—No hay necesidad de esperarme. No quiero perturbar la educación de Keno.
—Lo sé. Sin embargo, sigo creyendo que lo mejor es seleccionar un pretendiente para Keno en primer lugar. Es algo tarde para una princesa… incluso para una heredera de la nobleza. Recuerdo que yo tenía ocho en aquel entonces.
—No. Tenías nueve años.
—¿Oh, es así? No puedo creer que aún lo recuerdes. —Su madre sonrió, mientras que su padre frunció el ceño—.
—¡Ejem! Sé lo que intentas decir. Sin embargo, Keno es la única hija de nuestro linaje. No podemos ser descuidados con esto. ¿No deberíamos esperar más?
—Si no comenzamos a pensar en esto desde el principio, todos los buenos candidatos habrán conseguido esposas para entonces. Nuestra niña se convertirá entonces en una mujer sobrante que nadie está dispuesto a comprar.
—No hablemos de compras ni de sobras… Ser unos años más joven no debería ser un problema, ¿no? Voy a estudiar cuidadosamente el asunto. ¿Entienden? Eso es todo sobre este tema.
—Sí, sí, sí…
Tienes que trabajar duro en esto, escuchó susurrar a su madre. Su padre arrugó la frente, miró alrededor a las criadas, y luego buscó los postres.
Después de terminar el postre, Keno regresó a su habitación, donde tomó varios libros antes de dirigirse a la habitación de su madre.
Tocó la puerta del cuarto de su madre, y la persona que respondió fue la criada personal de su madre, que era tanto la asistenta principal como la criada numero dos del castillo.
Keno ingresó a la habitación y comenzó su lección con su madre.
Independientemente de la tradición de magia que se estaba estudiando, lo importante cuando uno estaba comenzando era hacerse una idea de ella. La mayoría de las personas que habían aprendido a usar magia lo habían hecho a través de la sensación de hacer contacto con el mundo. Cualquier persona sin esa experiencia no podría lanzar hechizos. Sin embargo, no había maestros que pudieran enseñar esta parte a sus alumnos con suficiente detalle, así que mucha gente tenía problemas allí.
Sin embargo, Keno ya había cruzado ese obstáculo, por lo tanto, estaba aprendiendo sobre lo que necesitaría saber para futuras profesiones.
La madre de Keno era una maga, así que se centraba en mejorar su habilidad de lanzar magia arcana mientras que Keno tenía talento como hechicera, así que las lecciones que recibía se centraban en mejorar sus habilidades de hechicería.
A comparación con los magos, los hechiceros confiaban mucho más en las sensaciones. Por lo tanto, el entrenamiento de Keno se enfocaba en cerrar los ojos y usar su corazón para sentir las olas que su madre emanaba cuando lanzaba hechizos.
Keno no sabía cuánto tiempo había pasado desde que la lección había comenzado.
De repente, Keno sintió algo.
Era una sensación difícil de describir en palabras. Sin embargo, era mucho más poderosa que su madre, como una gran onda; algo que desafiaba la descripción.
Esta era una sensación que ella nunca había experimentado antes, y Keno no pudo evitar abrir los ojos. Vio a su madre, que se sorprendió cuando su hija abrió los ojos de repente. Y en ese momento…
El dolor apuñaló a Keno.
Era una agonía que nunca antes había experimentado, y que no tenía sentido para ella. Keno cayó al suelo en medio del dolor, como si le hubieran arrancado algo. Le dolía tanto que no podía hablar. No podía creer que algo en el mundo pudiera doler tanto.
Llorando lágrimas de dolor, con la visión nublada por las lágrimas, pudo ver a las dos criadas en el suelo, sus rostros distorsionados por el dolor y la agonía. A su lado, su madre estaba pasando por lo mismo también.
El rostro de su madre estaba retorcido por la agonía y su frente cubierta por el sudor. Pero aun así…
—「Reforzar Armadura」.
Su madre usó un hechizo en Keno.
Sin embargo, no hizo nada para aliviar el dolor que sentía. No lo disminuyó en lo más mínimo. Su madre debería haberlo notado por la expresión en la cara de Keno.
—「Protección Contra el Mal」.
Keno apretó los dientes contra el dolor e intentó no gemir, y mientras lo hacía sintió que su madre lanzaba otro hechizo sobre ella nuevamente. Sin embargo, no hizo nada por la agonía que la atormentaba.
—¿Espí… ritu? ¿O carne? 「Forma Nomuerta」.
Como una versión avanzada de 「Mente de Nomuerto」, este hechizo podía otorgarle brevemente a su objetivo varias propiedades de los nomuertos, tanto beneficiosas como perjudiciales. Este hechizo hizo efecto en Keno, pero aun así, no ayudó con su dolor.
—¡Ooog! ¡Sólo, esta… niña!
Su madre se mordió el labio —de inmediato brotó sangre roja brillante— y agarró el brazo de Keno. Seguramente Keno habría gemido por el dolor ya que su madre había usado demasiada fuerza. Pero las agonías de cuerpo entero que estaba experimentando eran demasiado fuertes y Keno no sintió el dolor en su brazo en absoluto.
Su madre caminó como si estuviera arrastrando a Keno, —no, estaba arrastrando a Keno— hacia la puerta. No. Sería un error decir que estaba caminando. Su madre estaba en cuatro patas, arrastrándose desesperadamente hacia adelante.
—¡Uwaaaaahhhhh!
Oyó un aullido de dolor. La fuente de este sonido profundo que ella nunca había escuchado antes era Nastasha. Era completamente diferente a su habitual voz apagada y elegante. Nastasha estaba rodando en el suelo y había alcanzado la puerta.
—¡Uuuooooohhh!
Rugió en un tono grueso y áspero, luego se puso de pie para apoyarse contra la puerta, agarrando la manija y abriéndola ligeramente. Sin embargo, después de ese poco, Nastasha gimió en voz baja y se derrumbó.
No se movió después de eso, como si se hubiera desmayado por el dolor, o como si estuviera muerta.
Su madre avanzó hacia la pequeña brecha que Nastasha se había sacrificado para crear. El dolor que recorría a Keno era suficiente para hacer que un hombre se desmayara o que muriera incluso, y era tan poderoso que incluso le robaba la fuerza para gritar o llorar. Sin embargo su madre estaba soportando el dolor mientras seguía trabajando para llevarla y escapar.
Aunque había tomado quién sabía cuántos minutos para moverse unos cuantos metros, su madre no mostraba signos de rendirse.
La puerta se abrió lentamente del otro lado, y luego se detuvo cuando golpeó la cabeza de Nastasha.
Su madre agarró la mano de Keno y la apretó creyendo tal vez que el culpable detrás de este hecho incomprensible estaba a punto de revelarse. Pero no fue así.
La persona que apareció ante ella era su padre.
Parecía que había envejecido décadas en un instante. Estaba usando su lanza como muleta mientras se movía delante de las dos.
—Mi… rey…
—¿Ke… está bien… ?
Parecía que su padre también estaba sufriendo. Aun así, había logrado venir hasta aquí porque su fuerza superaba la esfera del reino de los hombres.
—Atraviesa… la ciudad. Usa… teletransportación…
—Enten…dido…
Las palabras de su padre se quebraban mientras resistía el tremendo dolor. Pero la madre de Keno parecía haber entendido por completo lo que su padre había querido decir.
La desesperación en el rostro de su madre se convirtió en terror. No sólo por el dolor que le afligía. Los hechizos de nivel superior exigían una mayor concentración. Naturalmente, un lanzador de magia que pudiera lanzar tales hechizos de alto nivel típicamente habría desarrollado tales potentes poderes de concentración. Bajo circunstancias normales no sería un problema. Pero había momentos en los que tendrían que concentrarse en circunstancias especiales como esta.
Tal vez era debido al dolor o debido a que necesitaba concentrarse para un hechizo, pero la frente de su madre se cubrió de más sudor. Y entonces…
El hechizo no funcionó.
—Ooogh. No…fracasó. ¡Esto es… interferencia!
—Qué…
En la visión borrosa de Keno, vio la cara de su padre tornarse perpleja mientras olvidaba su dolor. Después, los dos se movieron sobre Keno como si estuvieran intentando aplastarla.
Eran pesados.
Pero Keno entendía los sentimientos de la pareja.
Keno podía sentir cuán fuertemente la amaban, y las lágrimas que fluían de sus ojos no eran de dolor.
Pero la agonía no cambió. Parecía ignorar su amor, atormentando a Keno con el mismo sufrimiento de antes.
Dolía tanto que perdió el sentido del tiempo.
Ni siquiera podía sentir el peso de sus cuerpos sobre ella. Había perdido todas las sensaciones en su cuerpo. Todo lo que quedaba era el dolor cada vez más intenso.
Debería haber muerto.
Por qué…
Por qué alguien…
Qué…
Quién…
Haría una cosa tan terrible…
Las preguntas seguían surgiendo en mente —pero como burbujas, estallaban. Al mismo tiempo su conciencia también.— Justo en ese momento, Keno sintió de repente que estaba haciendo contacto con algo enorme. Se parecía mucho al momento en el que lanzaba un hechizo, pero no era lo mismo.
Esa sensación también era imposible de describir con palabras. Sin embargo, Keno podía sentir a su padre, a su madre, a Nastasha, y a todas las personas que trabajaban en el castillo.
Eso era todo.
Y con eso, Keno se desmayó.
Para cuando despertó, no sabía cuánto tiempo había pasado.
El dolor de antes se había desvanecido, como si todo hubiera sido una mentira. Incluso le hizo preguntarse si había estado soñando.
De repente Keno se preguntó sobre sus padres.
Movió los ojos y los vio al instante.
Su madre y su padre estaban allí. Ambos estaban de pie en la habitación.
—Ma…
Keno solo logró pronunciar la mitad de la palabra. La otra mitad se atoró en su garganta y se negó a ser pronunciada. Eso debido a que vio la extrañeza de su padre, madre y de las dos criadas. Sin embargo, el terror creciendo en ella se extinguió rápidamente.
Keno contuvo el cambio profundamente desagradable en su estado de ánimo y miró las caras de los cuatro.
No era demencia. Los cuatro temblaban mientras se movían, como si hubieran perdido el sentido. La forma en que lo hacían se parecía mucho a cierto tipo de ser nomuerto sobre el que Keno había aprendido en sus clases sobre monstruos.
Keno se toco el rostro.
…Estaba frío.
Comprobó su pulso.
…No había ninguno.
Sospechaba que podría haberse equivocado de lugar y movió el dedo en su muñeca pero sin importar en dónde revisaba, no pudo encontrar su pulso.
Presa del pánico, Keno miró alrededor de la habitación y encontró un espejo vestidor. Se miró. A simple vista parecía que nada había cambiado. Sin embargo, había un lugar que era completamente diferente.
Eran sus ojos carmesí.
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