Traductor: Erb
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Volumen 11 - Capítulo 2
Parte 1
Shalltear y Aura se reunieron a orillas de lago junto al pueblo de los Hombres Lagarto, acompañadas por los seguidores que habían escogido.
Había 25 seres no-muertos bajo el mando de Shalltear, cada uno de alrededor del nivel 80. Aura había escogido a 30 bestias mágicas. Había seis Novias Vampiro que asistirían a Shalltear, Aura y Ainz. Luego, estaban los cinco Hanzos que Ainz había traído consigo. Después había cinco bestias mágicas de carga parecidas a mamuts que habían sido invocadas usando dinero del juego. Dichas bestias tenían arneses de carga a cada lado, de los del tipo usados comúnmente en Yggdrasil.
Éstas se podían considerar como los seres más débiles del grupo, ya que sólo eran de alrededor del nivel 40. Sin embargo, la capacidad que tenían para transportar carga era muy impresionante, y su resistencia al frío y al fuego significaba que podían moverse con facilidad a través de la tundra congelada o al lado de calderas llenas de lava hirviente. Lo más importante era que sus apariencias ocultaban su increíble movilidad y habilidad de operar por largos periodos de tiempo sin comer ni beber.
Ainz le ordenó a Cocytus que se colocara detrás de él, y luego llamó al frente a Zenberu.
"¿Qué requiere de mi, Su Majestad?"
Zenberu se separó de Zaryusu y Crush —Ainz recordaba sus nombres— y vino ante él. Ainz no podía evitar mirar al pequeño Hombre Lagarto blanco que Crush sostenía en brazos.
Tal vez Crush sintió el espíritu de coleccionista de Ainz, pero se movió instintivamente para proteger al niño.
(No es como si fuera a llevármelo...)
Sintiéndose un poco deprimido, Ainz le entregó tres objetos a Zenberu.
"Tómalos. Este anillo elimina la necesidad de dormir, comer o beber. Este anillo otorga resistencia al frío. Y este collar otorga la habilidad de [Volar]. Luego te enseñaré como usarla. Es en caso de que caigas por un precipicio."
"Muchas gracias, Su Majestad."
Éste era el equipo de montaña básico que él usaba en sus días en Yggdrasil. Podía cambiar su equipo en respuesta a cualquier efecto de área único que encontrara en la Cordillera de Montañas Azellisia.
"Perdona por interrumpir tus preparativos. Ya hice todo lo que tenía que hacer. Puedes regresar."
Zenberu asintió con la cabeza y regresó en silencio.
"Cocytus. Parece que los niños son muy curiosos."
Los niños no escapaban sino que mantenían la distancia, mirando a Ainz y a los otros con ojos brillantes (?).
(Mm. ¿Los niños podrían adaptarse si los llevo a la ciudad humana? No, ¿qué tal si hago lo opuesto y traigo a niños humanos aquí? Tal vez podría construir un campamento en las cercanías, y luego llevar a los niños Hombre Lagarto allá.)
Ainz imaginó una escena de niños humanos, niños Hombres Lagarto, y niños Goblins jugando juntos. Luego añadió a Aura y a Mare, los niños Elfos Oscuros. Y luego decidió añadir a Shalltear también.
Había imaginado a Shalltear porque la vio haciendo preparativos al lado de Aura, los no-muertos y las bestias mágicas. No había un significado especial en ello.
(Me gusta esa imagen. Tal vez le sugiera esto a Albedo y Demiurgo.)
"Si. Le. Molestan, ¿Debería. Ordenarles. Que. Se. Marchen. De. Inmediato?"
"Eso no fue lo que quise decir... ¿No sientes que los niños podrían llevarse bien, incluso siendo de razas diferentes? ¿No crees que los niños humanos podrían caminar mano a mano con los niños Hombres Lagarto?"
"No. Estoy. Seguro. Pero. Si. Es. Lo. Que. Desea, Entonces. Estoy. Seguro. De. Que. Unirán. Las. Manos, Ainz-sama."
(...Esto no tiene nada que ver con mis deseos u órdenes ni nada de eso, sencillamente se trata de hacer que las personas de diferentes especies trabajen juntas. Supongo que no puedo hacer esta sugerencia debido a mi posición de Rey...)
Todas las ideas de Ainz serían interpretadas como órdenes absolutas. Por lo tanto, en cierta medida, era bastante aterrador.
"...En serio. Bueno, ya casi es hora de partir. —¡Aura, Shalltear! ¿Están listas?"
Ambas le respondieron casi instantáneamente.
"¡Sí! ¡Ya estamos listas!"
"Igual. Si da la orden, podemos partir en cualquier momento, Ainz-sama."
"¡Zenberu!"
"¡Ningún problema por acá!"
"¡Muy bien, entonces vamos!"
"Ainz-sama. Tenga. Cuidado, Si. Pasa. Cualquier. Cosa, Puedo. Movilizar. A. Mis. Fuerzas. En. Cualquier. Momento."
Cocytus tenía razón. Si había jugadores enemigos alrededor, las cosas podrían escalar a una batalla a gran escala, y eso requeriría el uso de la fuerza militar. Sin embargo—
"—Eso podría suceder eventualmente. Sin embargo, ésta es más una fuerza de reconocimiento. Si encontramos a cualquiera que sea fuerte, nos retiraremos luego de reunir la inteligencia suficiente. Si eso sucede, aguardaremos con interés por tus logros en el campo de batalla."
"¡Entendido!"
***
El plan era dirigirse al norte y subir las montañas guiados por los recuerdos de Zenberu.
Los no-muertos montados que actuaban como su vanguardia mostraban orgullosos la bandera del Reino Hechicero.
Todos los seres inteligentes que vivían cerca al lago se encontraban bajo el estandarte de Cocytus. Por lo tanto, levantar la bandera significaba que no necesitarían temer ningún ataque. Aun así, eso sólo aplicaba para criaturas inteligentes — aquellos que entendían el concepto de ser gobernados. No significaba nada para las criaturas de poca inteligencia, como bestias, por ejemplo. Por el contrario, incrementaba las posibilidades de ser atacados por tales criaturas. De todos modos, en este bosque no había monstruos que Ainz y su grupo no pudieran manejar.
Shalltear parecía estar buscando a tales seres insensatos alrededor, pero no podía encontrar ni a un solo monstruo. Al final, llegaron al extremo norte del lago.
Sus ojos siguieron el curso de un pequeño arroyo que escapaba del lago, y ante ellos yacían las aserradas cumbres de la Cordillera de Montañas Azellisia. Bajo un cielo azul y un clima soleado, era un paisaje majestuoso, y despertó una leve emoción en el corazón de Ainz.
Justo en ese momento, Zenberu se aceró a Ainz, e hizo una sugerencia.
"¿Podría permitirme caminar adelante de ustedes? Creo que mirar los paisajes circundantes podría ayudarme a recordar algo."
Naturalmente, no había objeciones.
"Muy bien, ve adelante de la columna, entonces. Pero no vayas solo. Lleva a uno de los mis hombres contigo. Si cualquier cosa ataca, úsalo para cubrirte y retrocede. Eres un miembro valioso de esta expedición."
"Mi más profundo agradecimiento."
Luego de darle la orden —o más bien, de pedirle— a la bestia mágica que cabalgaba, la criatura obedeció y comenzó a moverse. Ya que Zenberu no tenía experiencia cabalgando, Ainz lo había montado en una de las bestias mágicas de Aura, las cuales podían ser controladas por el habla en lugar de técnica.
Había una gran diferencia en su velocidad en la montaña y en su velocidad mientras viajaban a lo largo de las orillas del lago.
En otras palabras, se movían muy lentamente.
Al principio, simplemente siguieron el arroyo hacia el norte, pero redujeron la velocidad luego de desviarse para evitar una catarata.
Zenberu intentó recordar la ruta que había tomado lo mejor que pudo, pero era muy difícil volver sobre los pasos que había dado sólo una vez, varios años atrás, y yendo en dirección contraria. Además, la altura a la que se encontraban seguía siendo muy baja, por lo que los árboles les bloqueaban la vista.
Aun si el terreno no hubiera cambiado, los árboles sí crecían con el paso del tiempo.
Zenberu continuó avanzando mientras se esforzaba por refrescar su memoria.
La mayoría de los miembros del grupo no requerían descanso, pero Zenberu —la persona más importante entre ellos— era una de las pocas excepciones a eso. Por lo tanto, tuvieron que detenerse varias veces a descansar antes de continuar en silencio.
En la distancia vislumbraron lo que parecían ser monstruos, pero no parecían estar interesados en acercarse. Tal vez el grupo de Ainz era demasiado numeroso, o tal vez los monstruos ya se habían alimentado. Ainz pensó que podría ser divertido capturar a un monstruo desconocido para jugar, pero decidió abandonar la idea por esta vez.
Su objetivo actual era llegar al Reino Enano.
Ainz sabía muy bien que un cazador que perseguía a dos conejos no atraparía a ninguno.
Con una leve punzada de pesar, Ainz escogió apresurar su marcha.
Mientras el grupo se acercaba al borde del bosque, los árboles comenzaron a hacerse gradualmente más bajos, y el sol comenzó a ocultarse tras la montaña.
El cielo azul se tiñó de un rojo profundo, y luego se hizo de noche. La silueta de las montañas frente a un mar de estrellas sólo podía ser descrita como majestuosa. Saber que incluso este paisaje magnífico no era más que una fracción de este mundo hizo que Ainz se sintiera abrumado por la naturaleza misma.
Sus senos nasales se estremecieron, y respiró el fresco y fragante aire.
¿Por qué podía hacer eso? — o mejor dicho, si podía hacer eso, ¿por qué no podía oler los alimentos? Ainz apartó esos pensamientos de su mente, y en su lugar escogió saborear este aire, que no se podía encontrar en Nazarick o en las afueras de E-Rantel.
En Yggdrasil, no habría sido capaz de experimentar la grandeza de la naturaleza de esta manera.
Sintió una sensación de satisfacción, justo como cuando ganaba nuevas experiencias yendo en aventuras como Momon, y el corazón de Ainz se llenó de satisfacción. Con toda honestidad, ahora podían volver sin haber encontrado nunca el Reino Enano y a él no le importaría en absoluto.
(No es — ¿No es éste el tipo de paisajes que los aventureros deberían estar viendo?)
Ainz rió, y luego les habló a las personas detrás de él.
"Entonces, esta noche acaparemos aquí."
Después de responder afirmativamente, Shalltear le preguntó, "¿Regresaremos a la Gran Tumba Subterránea de Nazarick?"
Ciertamente, lo más prudente sería dejar una marca aquí y luego teletransportar a todos de vuelta a un lugar seguro donde pasar la noche. Sin embargo, por alguna razón no quería hacerlo. No se trataba de los méritos o deméritos de la situación, era simplemente un asunto emocional.
"No hay necesidad de eso. Montaremos un campamento aquí."
"Pero Ainz-sama, la sola idea de hacer que usted acampe en un lugar como éste..."
Una rápida mirada alrededor sólo revelaría rocas, y los fríos vientos montañosos —claro, no tenían efecto en Ainz, que era inmune al frío— robaban el calor corporal. Cualquiera que no tuviera resistencia al frío o ropa gruesa de lana sentiría como si estuviera siendo acuchillado por agujas. Esto probablemente se debía a que el viento había soplado a través de pilas amontonadas de nieve y bajaba el aire frío por las laderas de la montaña.
Ainz sonrió como si su respeto por la grandeza de la naturaleza se hubiera hecho incluso más profundo.
En Yggdrasil, había gremios que exploraban y se aventuraban para volver conocido lo desconocido. Ellos iban en viajes interminables con esos sentimientos en los corazones.
Eran débiles en batallas entre gremios, pero se arrojaban decididamente a los confines desconocidos del mundo. En aquel momento, él no entendía lo que pensaban. Sin embargo, luego de encontrar un mundo magnífico como éste, comenzaba a entender su punto de vista.
Cuando había sido Momon, él también había llegado a pensar en abandonarlo todo y viajar por el mundo—
"—¿Ainz-sama?"
Los pensamientos que habían empezado a flotar en su cabeza de pronto se dispersaron.
"¿Qué sucede, Shalltear?"
"Pe-perdóneme por interrumpir sus reflexiones, Ainz-sama."
"Ahh, no, está bien. No pensaba en nada importante."
"¿En verdad? Muy bien, entonces..."
"¿Entonces, qué problema hay? Ah, hablas acerca de acampar aquí, ¿cierto?"
"Sí. Por favor acepte mis más sinceras disculpas por no haber preparado una tienda de campaña adecuada a pesar de saber que podría desear quedarse aquí, Ainz-sama. Deseo traer una de Nazarick. ¿Podría permitirme usar [Portal]?"
"No hay necesidad de eso. No es que te olvidaras de la tienda, sino que en lugar de eso, no la apunté en la lista porque no es necesaria. ¿Sabías que Mare puede crear un refugio con magia?"
Shalltear asintió con la cabeza.
"Ya veo. Entonces, deberías saber que yo también puedo hacerlo. En lugar de eso podría usar un objeto mágico como por ejemplo la Casa Verde Secreta, pero podría ser demasiado estrecha para nuestros números. Ahora, mira esto."
Ainz buscó un lugar apropiado. Podía estar inclinado, pero lo importante era que tenía que ser abierto y libre de rocas.
Encontró uno casi de inmediato, y entonces Ainz lanzó su hechizo. Era un hechizo de nivel 10.
"[Crear Fortaleza]"
Cuando el hechizo hizo efecto, una imponente torre apareció en donde antes no había habido nada. Era una torre que ascendía a más de 30 metros de altura, de pie y orgullosa como si fuera a devorar el cielo estrellado.
Sus enormes puertas dobles se veían lo suficientemente fuertes como para ignorar arietes de asalto. Las paredes estaban decoradas con incontables picos para evitar que nadie pueda escalarlas. Cuatro estatuas demoníacas adornaban las esquinas del nivel más alto de la torre. Aun con sólo un vistazo se sentían pesadas y opresivas.
La robusta fortificación en forma de fortaleza era la encarnación física de la palabra: "imponente".
"Entonces, vamos."
Cuando Ainz se aproximó a las puertas a la cabeza del grupo, las puertas de hierro se abrieron solas. Allí esperó a que todos los demás ingresaran. En Yggdrasil, cualquiera en el mismo equipo podía abrir esas puertas al tocarlas. Al contrario, cualquier otro sólo podría ingresar destruyéndolas. Ainz se preguntó cómo llevarían a cabo ese juicio las puertas en este mundo
Ainz dejó a dos no-muertos afuera, y luego les ordenó que abrieran las puertas una vez que se cerraran. Las puertas permanecieron cerradas.
Esperó un poco más, pero no había ninguna señal de que las puertas se abrirían.
"...¿Podría ser que sólo yo puedo abrirlas? Aura, ve y toca las puertas."
Con un "¡Seguro!" Aura tocó las puertas experimentalmente, pero éstas no parecían querer abrirse.
Parecía que sólo él podía abrir las puertas. Ainz frunció el ceño mentalmente. (El fuego amigo es un dolor de cabeza...) Si en este mundo existían otros jugadores, pequeños cambios como éste podrían terminar afectando a otros, y en el peor de los escenarios él podría terminar matando a alguien por accidente.
(Ya casi ha pasado un año... Y todavía tengo que ser cuidadoso sobre el uso de mi poder. Sería una tragedia si alguien se viera atrapado en nuestros ataques de área de efecto. ¿Debería señalarles esto a las personas de alto rango? Mare, especialmente... aunque, si ya se dieron cuenta, podrían molestarse conmigo por fastidiarlos sobre ello... Supongo que trataré de hacerlo pasar sólo como un comentario o algo.)
Recordarles algo a las personas de manera sutil era inesperadamente difícil. Era completamente diferente a simplemente ir y regañarlos. Ainz se había familiarizado muy bien con ese hecho durante su tiempo en el mundo laboral.
Con el corazón cada vez más pesado, Ainz decidió terminar su experimento y abrir el portón para permitirles entrar a los dos no-muertos que esperaban fuera. Luego de asegurarse de que todos estaban adentro, cerró las puertas una vez más y luego avanzó.
Un par de puertas dobles daban hacia la entrada, y un pasaje se extendía más allá de ellos. Al final de pasaje había otro par de puertas dobles. El camino estaba alumbrado por luces mágicas, así que no tuvieron problemas en recorrerlo.
En el instante en el que abrió las puertas interiores, una luz cegadora resplandeció sobre ellos.
Ante ellos se encontraba una sala redonda. El piso era blanco como la nieve y el techo se elevaba a gran altura. Una escalera en espiral se enrollaba desde el centro del cuarto y conectaba a los niveles superiores.
"Entonces... pasaremos la noche aquí. Todos los que necesiten descansar pueden hacerlo. Cualquiera que no... bueno, quedarse parados aquí no es muy bueno tampoco. Todos, esperen en sus cuartos."
Ainz señaló diez puertas con la mano. A propósito, el espacio aquí estaba ampliado, así que este lugar era más grande por dentro que por fuera.
"Hay más habitaciones como éstas en el segundo y tercer piso, así que vayan y úsenlas. Aura, Shalltear, Zenberu, ustedes tres quédense. Quiero trazar nuestra futura ruta en base a lo que hemos aprendido hoy. Ah, sí, juntémonos en el sofá por allá. Entonces, todos, prosigan."
"Ainz-sama, ¿qué debemos hacer con las Novias Vampiro?"
"Umu..."
Ainz no podía responder de inmediato a la pregunta de Aura. Después de todo, traerlas había sido idea de Decrement, y él podía arreglárselas perfectamente sin ellas. Ainz hizo una breve pausa para pensarlo antes de decir, "Más tarde les daré órdenes. Por ahora, has que esperen en sus habitaciones."
Y así le pasó el problema a su futuro yo.
Luego, Ainz se dirigió al sofá y se sentó. Poco después, las tres personas que mencionó se sentaron también, y él comenzó a hablar.
"Entonces, comencemos por registrar nuestro viaje del día. Aura, por favor."
"Sí, Ainz-sama."
Aura abrió una libreta de notas, sosteniéndola abierta con una mano y dibujando un mapa en ella con la otra.
"No tengo mucha confianza sobre algunos de los detalles más pequeños, pero debería ser más o menos así."
"Umu. Gracias, Aura."
Era un mapa rudimentario, pero podían verificar las distancias y esas cosas desde el aire.
"Ahora entonces, sé que estás cansado, Zenberu, pero me gustaría solicitar tu cooperación. Esto podría no gustarte."
"...¿Qué quiere decir, Su Majestad?"
Ainz le sonrió a un Zenberu que estaba un poco nervioso.
"En otras palabras, deseo examinar tus recuerdos."
"¿Q-qué quiere decir eso?"
"...Creo que quedé como un villano cuando lo dije. Puedo controlar los recuerdos de otros con magia, pero esa misma magia puede usarse para navegar los recuerdos. Hablando con franqueza, drena mucho mana y preferiría no usarla si pudiera evitarlo, pero depender sólo de tus recuerdos borrosos es un poco angustiante."
"Pu-¿puedo confiar en que no habrá efectos secundarios?"
"Todo saldrá bien. Gracias a la ayuda de cierto clérigo, puedo decir con seguridad que soy todo un veterano en esto. No habrá ningún problema siempre y cuando no haga muchas cosas extrañas allí. De hecho, he llevado a cabo el mismo procedimiento en una de mis sirvientas y no hubo problemas tampoco."
"Se refiere a Shizu, ¿no?"
"Exactamente, Aura. Dicho eso, el hechizo no es todopoderoso. Si la persona misma ha olvidado un evento, sólo se pueden obtener detalles imprecisos. También hay otras cosas que complican el uso del hechizo. Por ejemplo, los recuerdos podrían no residir al interior del cerebro, sino que se accede a ellos de una fuente más primordial—" Ainz se encogió de hombros cuando se dio cuenta de que se había salido del tema. "Bueno, es algo como eso. En cualquier caso, me gustaría investigar tus recuerdos."
"Ya veo... sólo por si acaso, me gustaría preguntar de nuevo, ¿realmente todo va a salir bien?"
"Entiendo tus dudas. No te preocupes, Zenberu. No alteraré tus recuerdos. Lo juro por mi nombre."
"Entonces — ¿qué debo hacer?"
"Umu. Siéntate allí y relájate. Esto no dolerá nada. Sin embargo, tengo que verificar algunos detalles contigo antes de lanzar el hechizo. Cosas como, hace cuantos meses y años y dónde tomaron lugar esos recuerdos, y esas cosas."
Luego de oír las explicaciones de Zenberu, Ainz lanzó el hechizo.
Habiendo lanzado este hechizo muchas veces antes, Ainz tenía la confianza de un experto en su manejo de la magia, pero aun así, usarla seguía siendo extremadamente difícil.
Ya que cualquier cambio en los recuerdos quedaría para siempre, un mal uso de ellos podría conducir a una situación irrecuperable. Era como intentar programar una computadora sin hacer ninguna copia de seguridad de los datos. Se podría decir que era un hechizo excelente para hacer vegetales.
Más importante aún, el hechizo consumía una gran cantidad de mana mientras hacía efecto. Era eso lo que lo hacía difícil de usar.
Ainz sintió que su mana se consumía a cántaros luego de explorar brevemente los recuerdos de Zenberu.
El plan original de Ainz era encontrar los recuerdos que buscaba y luego explorar alrededor a su antojo. Sin embargo, había estimado que su MP se agotaría antes de eso. Además, el problema con este hechizo era que incluso si quería esperar al siguiente día para que su mana se recupere antes de lanzar nuevamente el hechizo, de todas maneras tendría que comenzar desde el principio.
Como resultado, otros hechizos eran más efectivos en la recopilación de información.
Después de quejarse en su corazón, vio lo que parecía ser una montaña. Justo cuando encontró el lugar que buscaba, su mana se agotó.
(Examinar los recuerdos del pasado es lo más agotador. Ver recuerdos recientes es mucho más fácil...)
Como había esperado, los recuerdos que encontró eran borrosos, como envueltos en niebla. Vio las caras de los enanos, pero para él todos se veían iguales. No sabía si eso era culpa de Zenberu, pero no podía distinguirlos el uno del otro. Todos ellos eran simplemente barbas que bramaban con voces toscas y bebían cerveza.
(Esto no sirve. Usé a ese clérigo como sujeto de prueba y funcionó bien en Shizu. Pero siento que aún no puedo usarlo lo suficientemente bien... No puedo permitirme cometer errores con cosas delicadas como los recuerdos. Quise continuar experimentando con ese clérigo, pero ya no puede ni siquiera hablar coherentemente... Bueno, reescribir los recuerdos funciona si me limito a unos cuantos años recientes. Supongo que debería llevar a cabo un experimento sobre lo que sucedería si borro por completo los recuerdos de alguien...)
(Tal vez debería seleccionar a algunas de las personas sentenciadas a muerte en E-Rantel y usarlas en experimentos...)
Con eso en mente, Ainz dio por terminado el hechizo.
"¿Cómo estás, Zenberu? ¿Te sientes mal?"
"¿Eh? Me siento bien, pero raro..."
Ainz sonrió.
"Sencillamente examiné tus recuerdos. Sería extraño que eso te haga sentir raro, ya que no hice ningún cambio. Lo que sientes es probablemente un efecto placebo de algún tipo; debería desaparecer pronto."
Zenberu agitó la cabeza con fuerza. Ainz no le prestó atención, y centró su atención en el mapa.
Incluso luego de mirar los recuerdos de Zenberu, seguía sin entenderlo por completo.
No había características distintivas allí, y ¿cómo podía confirmar su posición en el confuso paisaje de las montañas? Además, los recuerdos de ocultarse de los monstruos habían sido mucho más intensos a comparación.
El hecho era que incluso si su mana se recuperaba para mañana, no obtendría información digna de ese inmenso gasto de poder mágico.
"Entonces, nos ceñiremos al plan y haremos que Zenberu nos guíe al norte. De todas manera no pude ver nada en sus recuerdos que pudiera sernos útil."
No era como si tuviera alguna idea mejor.
Enviar exploradores sólo serviría para masacrar a los monstruos adelante de ellos.
"Pueden retirarse. Todos, descansen... bueno, parece que nadie necesita descansar además de Zenberu. Bueno entonces, prepárense para mañana."
***
Mientras observaba a su amo dirigirse a su habitación, Aura se volvió hacia Shalltear, que estaba sentada a su lado.
"Hay cuartos a la derecha e izquierda de la habitación de Ainz-sama. ¿Cuál quieres?"
Aura tenía un objeto mágico que eliminaba la necesidad de dormir, y Shalltear era no-muerta. Hablando estrictamente, ninguna de las dos necesitaba una habitación. Sin embargo, sería irrespetuoso no usar las habitaciones que les habían proporcionado, y sería malo para la seguridad si estaban demasiado alejadas de él.
"Hm~ bueno, me parece que cualquiera de los lados estaría bien, ¿no crees?"
"Bueno, supongo que así es... Oye, ¿qué estás haciendo?"
Aura miró a Shalltear luego de oír su distraída respuesta. Fue entonces cuando se dio cuenta que Shalltear estaba escribiendo algo en una libreta.
"Hm, Ainz-sama dijo eso, registrado. Estoy tomando notas, por supuesto. No quiero olvidar las palabras de Ainz-sama."
"Hmmm~ eso es muy esforzado de tu parte. Déjame ver."
Aura hizo una pausa para mirar, y vio que la libreta estaba densamente escrita, con casi ningún espacio entre las letras.
Luego de un rápido vistazo, descubrió que, esencialmente, Shalltear había registrado las palabras de su amo al detalle, y también las acciones que había tomado.
(Esto... ¿cómo decir esto? Por supuesto, tiene sentido querer preservar las palabras de Ainz-sama para la posteridad, pero dudo que Shalltear las esté escribiendo con ese propósito...)
Shalltear debería de haber registrado los puntos clave de la sabiduría de su amo, y luego aprendido de ellos. Sin embargo, esta situación comenzaba a hacer que se sintiera intranquila.
"Ah, sabes. Pienso que tomar notas es una buena idea, pero eso no debería ser lo único importante, ¿no?"
Shalltear la miró con una expresión de desconcierto en el rostro.
"¿Lo entiendes? Tal vez tomar notas te hace pensar que has hecho un buen trabajo. Pero lo que deberías estar haciendo es registrar las cosas importantes y luego usarlas para aprender a lidiar con situaciones similares, ¿cierto? ¿Realmente está bien tomar notas así?"
"Parece estar bien..."
"Bueno, si es así, entonces genial. Sólo por si acaso, deberías repasarlas nuevamente una vez que regreses a tu cuarto. Trata de pensar sobre lo que Ainz-sama tenía en mente y luego colócate en su lugar e imagina lo que harías en sus zapatos."
"¿Oh, en serio?"
"Sí, en serio."
Luego de decir eso, Aura se preguntó de pronto por qué le decía ese tipo de cosas a Shalltear. Y entonces, por alguna razón, sintió que guiarla de esa manera era muy natural para ella.
(Ahh. Por alguna razón, siento como si tuviera una hermana menor inútil... Podría ser un poco irrespetuoso, pero, ¿me pregunto si Bukubukuchagama-sama sentía lo mismo?)
***
Se prepararon para partir en una mañana particularmente brillante. Ahora bien, los preparativos no fueron más que salir de la torre creada mágicamente y formarse en una columna. Ainz sintió que esto no era tan divertido a comparación de los preparativos de viaje de sus días como Momon.
Después de eso, continuaron su búsqueda, pero sus esfuerzos desde el crepúsculo al amanecer fueron infructuosos.
Cuando el sol se ocultó bajo las laderas de las montañas, Ainz entrecerró los ojos.
Habían viajado más de 100 kilómetros cabalgando sobre sus bestias mágicas —en otras palabras, habían excedido la distancia que Ainz había estimado hacia la ciudad Enana. Y sin embargo, no habían encontrado nada. En otras palabras, tendrían que comenzar la tediosa tarea de peinar toda el área.
Ainz usó magia para crear un lugar para descansar como antes, y entonces, llegó el siguiente día — en otras palabras, el tercer día.
De pronto, Zenberu exclamó con voz extraña.
"¡Por aquí! ¡Recuerdo este lugar!"
No había más árboles a la vista, sólo un campo de rocas. La voz de Zenberu resonó excepcionalmente alta en este lugar.
"¡Su Majestad! ¡Debemos estar muy cerca!"
"¡¿Es así?! ¡Entonces, todos, procedan con cautela!"
De acuerdo a las órdenes de Ainz, el grupo formó una columna perfectamente ordenada.
"Entonces, te encargo esto, Zenberu."
"¡Puede contar conmigo!"
El grupo avanzó, guiado por Zenberu.
Finalmente, vieron algo que parecía más una grieta en la montaña que una cueva.
Ainz ya había visto algo similar en los recuerdos de Zenberu, pero sentía que debería ser más grande. Sin embargo, éste probablemente era el lugar correcto, teniendo en cuenta la reacción rebosante de alegría de Zenberu.
Los recueros le pertenecían a Zenberu; la perspectiva del Hombre Lagarto debía ser más confiable que la visión fragmentada de Ainz.
Ainz arregló su desordenada túnica, y le hizo un gesto a Aura.
Actuando como habían planeado antes, Aura guió a su bestia hacia la fisura.
"¡Reino de los Enanos! ¡Su Majestad Ainz Ooal Gown, Rey del recientemente fundado Reino Hechicero de Ainz Ooal Gown al sur, ha venido a visitarlos! ¡¿No enviarán a nadie a recibirlo?!"
La voz de Aura la heralda, resonó a través de la fisura.
Aun así, no hubo respuesta.
Aura miró a Ainz con una expresión que decía, "¿Qué hago ahora?"
Ainz le indicó que debía anunciarlos nuevamente.
Así que, Aura gritó a todo pulmón una vez más.
Sin embargo, seguía sin haber respuesta. No había ninguna señal de que alguien aparecería incluso si esperaban por un tiempo.
Zenberu había dicho que debería haber guardias vigilando esta salida para protegerla de intrusos del exterior. Si eso era así, alguien debería de haber oído la voz de Aura.
¿Es que estaban rehuyendo a la Elfa Oscura?
Ainz llamó a Aura por el momento, y luego convocó a Zenberu.
"Ahora es tu turno. Ve y grita un poco a ver qué pasa."
Ainz lanzó numerosos hechizos de fortalecimiento sobre Zenberu. Aunque de ninguna manera eran suficientes para garantizar su seguridad, reducían considerablemente el peligro que podría enfrentar a comparación de ser enviado sin ellos.
Zenberu se acercó a la cueva y gritó. Pero, no hubo respuesta.
"...Hanzos."
"Nos presentamos ante el Amo."
Los ninjas se separaron de la sombra de Shalltear. Los otros Hanzos se formaron detrás del Líder Hanzo.
"Infíltrense al interior y verifiquen la situación. Eviten ser vistos."
"Así se hará. ¿Podría preguntar qué tan lejos debemos investigar? Se dice que la ciudad Enana está plagada de túneles mineros. Tomará un largo tiempo investigar por completo la intrincada maraña de esos túneles."
"Lleven a cabo una inspección rápida. Concéntrese en la región central y en las áreas administrativas de la ciudad. Luego pueden investigar el interior de los túneles."
"Entendido."
Los Hanzos se alejaron a toda velocidad, siguiendo a su Líder. La forma en la que corrían, dejando atrás una estela de imágenes semitransparentes, era un movimiento exclusivo de monstruos de tipo ninja de alto nivel.
Ainz indicó que Zenberu debía regresar al centro del grupo — permitiéndole esperar en un lugar seguro. Él podía ser muy útil al momento de negociar con los Enanos.
"—Shalltear, no descuides la seguridad."
"¡Entendido!"
Después de usar una habilidad, en un instante Shalltear estaba totalmente equipada con armas y armadura. Estudió sus alrededores con cuidado, sin dejar escapar un solo detalle.
Ahora que Shalltear —la más fuerte de los Guardianes— estaba lista para la batalla, ningún oponente, sin importar lo poderoso que fuera, podría matarla con una sola combinación de movimientos. Dicho esto, la experiencia era lo más importante al luchar contra jugadores, y encargarle la tarea a la poco experimentada Shalltear era muy peligroso.
En otras palabras, el experimentado Ainz aún podría tener que actuar como modelo a seguir para ella.
Ainz también observó con cuidado sus alrededores. Luego, regresaron los Hanzos. Habían demorado más de lo previsto, probablemente porque había viajado una gran distancia.
Los Hanzos se alinearon ante Ainz y se arrodillaron. Naturalmente, su Líder habló por ellos.
"—Ainz-sama, hemos descubierto lo que podría ser un área residencial Enana. Hemos hecho una búsqueda, pero no encontramos señales de vida."
"—¿Qué sucedió?"
"No investigamos a fondo, pero no había cuerpos ni ningún rastro de productos de uso doméstico al interior de las casas. Tampoco había indicios de una batalla."
"Parece ser que los Enanos abandonaron esta ciudad por su propia voluntad, por alguna razón."
Miró a Zenberu, que parecía muy sorprendido también. Podría conocerlo por poco tiempo, pero había llegado a comprender un poco la personalidad de Zenberu, y éste no parecía ser un acto.
"—Muy bien, entonces. Guíennos al distrito residencial."
"¡Sí!"
Ainz siguió detrás de los Hanzos. Éste era un territorio desconocido y él no podía descuidarse aquí. Shalltear, Aura y Zenberu también fueron escoltados por no-muertos y bestias mágicas de alto nivel.
Las únicas que quedaron fuera fueron las Novias Vampiro de bajo nivel y las bestias mágicas parecidas a Mamuts.
Esto se hizo para tender una trampa. Cualquier ser desconocido que los viera como enemigos seguramente intentaría desgastar la fuerza de combate del grupo de Ainz, comenzando por la parte del grupo que tenían confianza de poder derrotar. Además, era una táctica básica atacar las líneas de suministro con la esperanza de aprender algo más de los objetos que dejaran caer.
Por lo tanto, Ainz no los dejó solos allí. Había colocado un Hanzo en las cercanías, oculto.
Ese Hanzo no estaba allí para rescatarlos.
En cambio, estaba allí para observar al enemigo y conocer a sus atacantes. Después de eso, ser capaz de descubrir su lugar de reunión —o mejor aún, su base— sería un bono extra.
La razón por la que no habían regresado a Nazarick en ningún momento durante su viaje era también para prevenir que sus enemigos se enteraran de que podían reponer sus fuerzas indefinidamente usando el hechizo de [Portal]. Esto les haría pensar que la fuerza de Ainz y compañía podía ser desgastada con el tiempo.
(Bueno, incluso si el enemigo aparece, sería bueno si las Novias Vampiro estuvieran a salvo.)
Ainz no quería que las Novias Vampiro murieran. Sin embargo, no le importaba sacrificar monstruos POP autogenerados para obtener información sobre el enemigo.
(¿Estoy siendo un poco cruel?), pensó Ainz mientras ingresaba a la cueva.
No había luz del exterior en la cueva, y en poco tiempo se vieron inmersos en la más completa oscuridad. Sin embargo, no era problema para Ainz, que tenía visión nocturna. Shalltear, Aura, los otros no-muertos y las bestias mágicas también poseían esa habilidad. En el nivel en el que estaban, la simple oscuridad no era una desventaja para ninguno de los presentes.
Zenberu, por otro lado, era llevado en brazos como una princesa por uno de los no-muertos.
Debido a que todas las estalactitas y estalagmitas habían sido retiraras del área, y a que ésta había sido allanada y era fácil de recorrer a pie, no había duda de que este lugar era una ciudad Enana.
Los Hanzos los guiaron hacia adelante. Había muchas bifurcaciones en el camino, todas las cuales conducían a callejones sin salida, según los Hanzos que los guiaban. Probablemente las habían excavado para confundir a los invasores y ganar tiempo, o tal vez para ayudar a preparar un contraataque.
Había hechizos que Ainz podía usar bajo estas circunstancias, pero los Hanzos no poseían tales habilidades. Era natural que les hubiera tomado tanto tiempo, teniendo en cuenta que tenían que investigar todos los caminos posibles.
Mientras pensaba en eso, uno de los Hanzos se volvió hacia él.
"Ainz-sama, estamos por llegar al distrito residencial."
"En serio... Hay cierta luz borrosa a la distancia, Hanzo. ¿No dijiste que no había Enanos aquí?"
"Sí, no los hay. Esa luz es emitida por un mineral cristalino."
Un amplio espacio abierto se extendió frente a ellos.
Cuando Ainz buscó la fuente de la iluminación, vio múltiples pilares robustos sirviendo de sustento al techo. Objetos con forma de cristal crecían de allí, e irradiaban la luz de la que habían hablado los Hanzos.
No había otras fuentes de luz —ninguna creada artificialmente, por lo menos— hasta donde Ainz podía ver.
Este lugar parecía un distrito residencial, tal como lo habían descrito los Hanzos. Ciertamente se veía como una ciudad, con largas hileras de aburridos edificios, de unos dos pisos de altura aproximadamente.
Tal vez se debía a que los constructores eran de una raza pequeña, pero sus estructuras eran más bajas que los edificios construidos por humanos. Aun así, seguían siendo más altos que Ainz, y no podía decir cuán grande era la ciudad debido a que los edificios le obstruían la vista. Sin embargo, el mismo número de edificios en el lugar le hacía sentir que intentar contarlos todos era un ejercicio inútil.
"Hmm..."
Mientras Ainz examinaba la ciudad, la llama de esperanza en su corazón se apagó con un "chu~", como si hubiera sido extinguida por una vasija de agua fría.
Estaba demasiado deteriorada.
Las historias que había oído de la ciudad Enana conjuraban la imagen mental de un lugar brillante, intrincado y solemne, pero no había señales de ello aquí. Tampoco había rastros de Yggdrasil — de la presencia de un jugador.
Ainz avanzó, y abrió la puerta de uno de los edificios.
Como habían dicho los Hanzos, fue recibido por un espacio vacío.
No podía ver ningún mueble desde donde estaba en la entrada. Lo único que quedaba eran las repisas que habían sido instaladas en las paredes y otras cosas que no podían transportarse. El suelo estaba cubierto de polvo blanco. Parecía que no había habido nadie aquí por un buen tiempo.
"—¡Zenberu! ¡Llama y ve si hay alguien!"
Luego de oír las órdenes de Ainz, Zenberu gritó el nombre del Enano que se había hecho cargo de él en el pasado.
El hecho de que no hubiera eco al interior de este espacio confinado demostraba claramente la magnitud de la caverna.
Zenberu gritó varias veces más, pero como antes, no hubo señales de que nadie saldría en respuesta.
"—Hanzos. Busquen cualquier cosa que pueda servir de pista en los túneles afuera de la ciudad. Encuentren la razón del abandono de esta ciudad. Sin embargo, ya que no sabemos nada sobre la magnitud de la red de túneles, regresen si sienten que se han alejado demasiado."
"¡Entendido!"
Aunque podría haber sido más rápido hacer que todos buscaran por su cuenta, Ainz no era lo suficientemente estúpido como para dividir el grupo bajo estas circunstancias en las que no sabía qué era lo que pasaba. Ordenó que todos se reunieran y llevaran a cabo una pequeña investigación. Mientras Ainz permanecía atrás, ellos abrieron las puertas de un edificio tras otro.
Todos eran iguales al principio.
Algunos contenían muebles abandonados, pero eso era más una repisa por allí y una mesa por allá. No habían encontrado una residencia con un juego completo de muebles.
Verificar todas las casas de esta manera tomaría mucho tiempo.
"Aura, entre nosotros tú eres la que tiene los mejores sentidos. ¿Has encontrado alguna pista?"
"Nop. No puedo sentir a nadie alrededor."
"Ya veo... Entonces nos dividiremos en dos equipos y buscaremos más a fondo. Shalltear, toma el mando de los no-muertos y actúen como vigías. Aura, adelántate a la casa en la que Zenberu se alojó la última vez que estuvo aquí. Registra la ciudad en busca de la causa de la desaparición de los Enanos, pero ten cuidado de no alejarte demasiado."
Las dos Guardianas respondieron afirmativamente, y luego vio a Zenberu haciendo una reverencia con gratitud.
Luego de asentir magnánimamente con la cabeza, Ainz lanzó [Volar].
Flotó lentamente hacia arriba.
Este plan de acción podría ser peligroso si había alguien esperando a emboscarlos, pero por alguna razón, Ainz tenía el presentimiento de que no había nadie alrededor.
"¡Ainz-sama!"
Shalltear se acercó volando en pánico.
"¡Es peligroso! ¡Por favor descienda!"
"Ahora que lo pienso, tienes razón. Parece ser que fui descuidado."
Era natural que Shalltear estuviera molesta. Después de todo, él había volado —donde cualquiera podría trazar una línea clara de fuego hacia él— actuando simplemente en base a un instinto sin fundamento.
"Sin embargo, el hecho de no haber sido atacado es una prueba adicional de que no hay nadie aquí. Además, existe la posibilidad de que cualquiera que me haya logrado ver podría querer acercarse para saber más, así que te dejaré el perímetro de seguridad a ti."
"Por favor no se use a usted mismo para atraer al enemigo a una trampa."
(Punitto-san tenía razón; dependiendo de las circunstancias, un líder podría tener que usarse a sí mismo de carnada... Sin embargo, supongo que es difícil entender eso para alguien como Shalltear, ya que no se trata de mi amiga, sino de mi protectora.)
"Perdóname," le dijo a Shalltear antes de mirar hacia abajo.
Ésta era una ciudad, llena de muchos edificios idénticos, con un diseño tan preciso como el de un tablero de go.
"—Hay edificios impresionantes por allá, allá y allá."
Aunque la mayoría de edificios se veían como si hubieran sido hechos del mismo molde, había unos cuantos que parecían más grandes que los otros.
"¿Deberíamos ir e investigarlos?"
"...Primero llamemos de vuelta a Aura. Se siente como si las cosas podrían ponerse molestas si hay una emboscada allá."
Todo lo que Shalltear había dicho hace un momento era correcto.
"¡Ainz-sama!"
Justo entonces, la voz de Aura vino desde abajo. Mirando hacia allá, Ainz vio a Aura y a Zenberu agitando las manos hacia él, y por la forma en que lo hacían, parecía que había tenido lugar algo fuera de lo común.
"Parece que han encontrado algo."
"Eso es lo que parece."
Ambos intercambiaron miradas antes de aterrizar al lado de Aura, seguidos poco después por los no-muertos apresurándose a su posición.
"¡Venga a ver esto, Ainz-sama!"
Aura los guió hacia una de las casas que ella había abierto.
Ainz le dio una mirada rápida al lugar, pero no pudo detectar ninguna diferencia con los otros edificios, y no encontró nada especial al interior.
"¿Es éste el hogar Enano en el que alguna vez se alojó Zenberu?"
"No, no lo es. De camino al hogar del Enano que se hizo cargo de Zenberu, encontramos diversos edificios que ya habían sido abiertos. Luego de investigarlos, encontré huellas en el suelo, y es posible que no sean huellas Enanas. Aquí, eche un vistazo. Zenberu, los Enanos no caminan descalzos, ¿no?"
"Ahh, por supuesto que no. Todos ellos usan zapatos, y no se los sacan incluso al interior de sus hogares. Usualmente los veía usando botas resistentes con suelas de metal."
"Eso significa que estas huellas claramente no son Enanas."
"¿Cuánto puedes deducir de ellas?"
"Hmm, veamos..." Aura inclinó la cabeza a un lado meditándolo. "Parecen haber sido hechas por un bípedo, y las marcas de arrastre entre las huellas izquierda y derecha sugieren la presencia de algún tipo de cola."
"¿Era algo como un Hombre Lagarto?"
Shalltear se volvió a mirar a Zenberu.
"No, no lo era. La cola era delgada, no gruesa como la de Zenberu. Además, las huellas están llenas de polvo, así que debieron ser dejadas hace un buen tiempo. Quien quiera que las haya dejado no entraba ni salía a menudo. También, parece ser que la persona que ingresó salió inmediatamente después de entrar. ...¿Tal vez vinieron porque tenían interés en una ciudad Enana? "
Aura trasladó su mirada de la casa al camino en el exterior.
"Y no fue sólo una persona... eran muchos, por lo menos 10 de ellos."
"¿Hasta dónde puedes seguir este rastro? Ésta es nuestra única pista, después de todo, así que me gustaría seguirla tanto como sea posible."
"Entendido. ¿Pueden seguirme, entonces?"
No había ninguna razón posible para negarse.
Todos siguieron a Aura, mientras que Shalltear se mantenía justo detrás de ella para protegerla.
El dueño de las huellas se movía como Aura había predicho — tenía el mismo objetivo que Ainz, dando vueltas alrededor y revisando los edificios Enanos.
A mitad de seguir la pista, Aura se detuvo de pronto y observó el camino que tenía adelante. Estaba mirando uno de los enormes edificios que Ainz había descubierto desde arriba.
"Aquí hay muchas huellas idénticas. Parece que un grupo de ellos vino desde allá. ¿Qué debemos hacer? ¿Deberíamos investigar este grupo?"
"...No, es posible que lo mejor sea encontrar el lugar en el que desaparecieron los dueños de las primeras huellas. Investigaremos al otro grupo luego."
"¡Entendido!"
Aura comenzó a moverse de nuevo. Al final, llegaron a un edificio que se fundía con las paredes y parecía abarcar la ciudad entera.
Se veía como un búngalo, pero era inmenso.
"...No debería haber nadie dentro, pero por seguridad, usaré magia después de esto. Los hechizos defensivos del enemigo podrían hacer efecto centrándose en mí, así que todos deben mantener la distancia."
Utilizar magia de tipo adivinación conllevaba el riesgo de convertirse en blanco de contraataques. Aunque el único entre ellos que realmente podría morir de un solo golpe debido a un contraataque era Zenberu, no había ninguna razón para agotar innecesariamente la salud de sus subordinados.
"Ainz-sama, por favor permítame proteger su persona."
"¿Eh? Entonces yo también me iré."
"No, tú debes quedarte donde no serás afectada y vigilar los alrededores."
Luego de ser reprendida por Shalltear, Aura miró suplicante a Ainz, pero en este caso, Ainz compartía la opinión de Shalltear.
"Efectivamente. Tus habilidades sensoriales son las mejores entre nosotros, Aura. Aunque no parece probable, si realmente hay una emboscada, podrías terminar siendo la primera en enfrentarla."
Después de oír eso de su amo, Aura no tenía nada más que decir. Todo lo que podía hacer era expresar renuentemente que lo entendía.
Ainz conjuró un sensor mágico y lo envió al interior del edificio.
Como esperaba, no había señales de nadie en su interior, así que lo envió más adentro.
(¿Para qué se usaba este edificio? Un mostrador y — ¿casilleros? Parece una casa de baño, pero no hay separaciones por género... ¿es un edificio sólo para Enanos?)
Mientras Ainz observaba el interior de varios cuartos, encontró un lugar parecido a los túneles por los que él y los otros habían pasado hace un momento.
(¿Podría ser que este edificio es un punto de control o algún tipo de base? Tal vez se usaba para detener al enemigo proveniente de las profundidades de este túnel. ¿Eso significa que el túnel lleva a algún otro lado?)
Una rápida inspección al interior del edificio reveló que no había rastros del enemigo. Ainz resumió rápidamente la situación al interior del edificio, y luego dejó ingresar a Aura, a fin de verificar si las huellas terminaban al interior de ese túnel.
Después de eso, la siguieron él, Shalltear y Zenberu. Ainz dejó a las bestias mágicas y a los no-muertos esperando fuera en caso de que los Hanzos regresaran.
Mientras seguían a Aura, Ainz le susurró a Zenberu: "¿Qué sabes de este edificio?"
"Lo siento, Su Majestad, pero no sé mucho. Todo lo que sé es que el edificio gigante que nuestra compañía acaba de ver —el que está al frente del edificio en donde comenzamos a seguir el rastro de las huellas— aparentemente era usado para tareas administrativas. Además, los otros edificios grandes que vislumbramos de vez en cuando eran usados para albergar tabernas o herrerías y cosas similares. Ni siquiera los jefes Enanos —no, la gente que tienen a cargo— vivían en casas grandes. No conozco la razón de esto."
Justo entonces, Aura se detuvo en la entrada del túnel.
"Las huellas vinieron desde aquí. ¿Continuamos?"
Ainz se bloqueó momentáneamente por la pregunta de Aura, pero pronto pasó.
"No, no lo haremos. Hay otros lugares para investigar en la ciudad. Dejaremos éste para el final. Además, sería mejor tener cerca a los Hanzos para eso."
También se podría decir que los túneles eran muy extensos, teniendo en cuenta que los Hanzos no regresaban aún.
Después de regresar de vuelta al exterior, Ainz lanzó un hechizo de [Mensaje] para hablar con el líder Hanzo.
"¿Hay algún problema, Hanzos? ¿No han encontrado nada todavía?"
[Nuestras más sinceras disculpas por tardar tanto. Sin embargo, por favor, anímese; aunque nos ha tomado algo de tiempo, finalmente hemos encontrado el rastro de la presencia de alguien.]
"¿Qué? ¿Es verdad? ¿Descubrieron alguna evidencia sobre la desaparición de los Enanos?"
[No es evidencia adecuada, pero parece haber algo — un sonido viniendo de las profundidades de este túnel.]
"No es un sonido natural, ¿supongo?"
[¡Efectivamente! Suena como si alguien estuviera excavando una veta de mineral. ¿Qué debemos hacer? ¿Proceder a investigarlo sería lo mejor?]
"No, olvídalo. Antes de eso, llévanos allá. Nuestra posición actual es—"
Ahora que lo pensaba, probablemente no sería capaz de darse a entender claramente usando sólo el habla.
"Eso es, usaremos una antorcha como señal."
[¡Entendido!]
Luego de dar por terminado el [Mensaje], Ainz sacó una antorcha. Era de encendido automático, y se la entregó a uno de los no-muertos que esperaban cerca. La criatura no-muerta la agitó de lado a lado, dándole la señal a los Hanzos, cuya ubicación era desconocida.
Por supuesto, ésta no era una antorcha común. Era un artefacto vendido en tiendas; hacía el doble de daño que las antorchas normales cuando se la presionaba contra el cuerpo de los monstruos de tipo slime.
Ésta era una pérdida de recursos, pero Ainz no tenía ninguna antorcha ordinaria con él.
La antorcha pareció dejar grabada una franja roja en la visión de Ainz antes de que los Hanzos finalmente aparecieran ante él.
"Perdone nuestra tardanza, Amo."
"Ahórrate las formalidades, el tiempo es dinero. Llévanos allá ahora."
"¡Entendido!"
Ainz cabalgó sobre una bestia mágica siguiendo la carrera de los ninjas.
Eventualmente, llegaron ante un edificio como el que habían encontrado mientras seguían las huellas. Los Hanzos se detuvieron allí, Así que probablemente era su destino.
Luego de descender de su bestia, Ainz escuchó la explicación de la situación que daban los Hanzos.
"Hay un túnel oculto al interior de este edificio. La entidad en cuestión se encuentra al interior del túnel."
"Ainz-sama, aquí hay un nuevo par de huellas. No parece como si salieran del túnel, y únicamente conducen al interior. La persona que las hizo usaba botas, y por el tamaño, estimo que su altura era aproximadamente la de Shalltear. Además, sólo hay uno."
Ainz asintió con la cabeza hacia Aura, que se encontraba mirando el suelo al frente al edificio.
"...Intentemos iniciar un diálogo amistoso con esta persona. Incluso si nos atacan, sólo tienen permitido defenderse. Bajo ninguna circunstancia nos moveremos primero. ¿Lo entienden? ¿Para evitar alarmar al otro grupo, haremos que Aura intente hablar con ellos, y entonces—?"
Ainz se tocó la cara.
¿Los humanos eran los únicos que rehuían a los no-muertos? ¿O era un hecho concreto de este mundo?
En cualquier caso, sus subordinados seguían liderando un ejército de no-muertos. Siendo así, dejaría una mejor impresión si descubría su rostro y no ocultaba su identidad.
"Muy bien, Hanzos. Llévennos al lugar en el que oyeron ese sonido."
Los Hanzos los guiaron a través del edificio y hacia el interior del túnel.
El techo era muy bajo, así que debía haber sido excavado por Enanos. Los Enanos en Yggdrasil eran universalmente bajos en estatura.
Si ellos hubieran cavado este túnel, probablemente mediría más o menos esto.
Las orejas de Aura se crisparon mientras se desplazaban a través del túnel. Eso confirmaba la exactitud del reporte de los Hanzos.
Ainz se esforzó por escuchar, pero no pudo percibir el sonido que Aura había oído.
"¿Es ése? ...¿Está cerca?"
"Es difícil de decir. No puedo estimar correctamente la distancia debido a los ecos."
"Umu. Si estuvieran en línea recta, un ojo arcano sería capaz de revelar la identidad de la otra parte..."
Alguien que no tuviera el agudo sentido del oído de Aura —derivado de sus clases raciales o de profesión— sería incapaz de oír algo debido a la distancia entre ellos. Sin embargo, si se acercaban más, la otra parte podría percatarse de la presencia de una larga procesión en movimiento.
El primer instinto de cualquiera que oyera a un grupo desconocido acercándose a ellos, probablemente sería escapar por razones de seguridad. Por supuesto, tener cerca a Aura significaba que no serían capaces de lograrlo, pero sus enemigos aún podrían ser capaces de eludirla si es que podía usar [Teletransportar] o si tenían habilidades que les permitieran fundirse en la tierra.
La decisión más prudente sería enviar a Aura y a los Hanzos, o que Ainz vaya él mismo, ya que podía hacerse invisible.
"Entonces, a partir de este punto enviaremos a los que tengan capacidad de sigilo. Aura y los Hanzos, ustedes irán primero. Yo los seguiré. Shalltear, tú esperarás aquí."
"Si ésa es su orden."
"...No, ¿podría ser que es mala idea esperar aquí?"
Ainz miró al techo. Parecía ser roca sólida, pero no existían los absolutos.
"Muy bien. Regresa al edificio de antes y espera a que regresemos. ...No, si hago eso, los Hanzos también... Aura, ¿crees que las huellas llevan hacia la fuente del sonido?"
"Sí, nos están llevando allá. La persona que las hizo probablemente es la fuente del sonido."
"Ya veo. Entonces, ¿puedes llevarme allá?"
Aura asintió.
"Entonces, nosotros dos iremos primero. Todos, a excepción de Aura y yo, se dirigirán al edificio en la entrada del túnel. Si sucede algo adverso, particularmente la aparición de seres poderosos de nuestro nivel, retrocedan de inmediato. En ese caso, nosotros escaparemos por nuestra cuenta, así que no se preocupen. El destino de cualquier [Portal] será el edificio de Aura en el bosque."
"¡Entendido! ¿Pero realmente estarán bien solos?"
"No estoy seguro. Bueno, quiero creer que así será."
Uno podía ponerse a analizar los defectos todo el día y no llegaría a ninguna parte. Todo lo que podía hacer era aceptar que estaba comprometiendo su seguridad hasta cierto punto mientras pasaba a la acción. Esto era algo que Ainz había aprendido recientemente.
Shalltear no había dicho nada, lo que le hacía querer cambiar de opinión. O más bien, podría ser que las órdenes de Ainz no dejaban lugar a objeciones, así que todo lo que ella podía hacer era obedecer con elegancia.
Ainz partió con Aura. No usó magia aún ya que seguían estando algo lejos.
Ambos caminaron en silencio por algún tiempo, y entonces el sonido alcanzó los oídos de Ainz.
"... Parece que el que está haciendo esto está haciendo todo lo posible para minimizar la cantidad de ruido generado."
Ainz no tenía idea de por qué había tocado ese tema, pero si Aura lo mencionaba, entonces probablemente debía ser correcto.
"¿Eso quiere decir que podemos asumir que la otra parte está en alerta máxima también?"
"¿Así que deberíamos comenzar por capturarlos?"
"Sólo si tratan de escapar. Después de todo, si nuestro primer contacto es violento, podría ser muy difícil forjar relaciones amistosas con ellos en el futuro."
"Lo entiendo. Entonces, déjeme adelantarme y hablarles normalmente."
"Procede. Yo me haré invisible — no, por seguridad, te seguiré estando invisible, Aura. Si la otra parte trata de escapar, entonces no tendremos otra alternativa más que capturarlos."
Parte 2
Luego de una breve discusión, ambos se prepararon y se dirigieron hacia el origen del sonido.
Una criatura con forma de Enano se encontraba al interior del túnel. En este mundo de completa oscuridad, todo lo que veían era a la figura excavando diligentemente las paredes de túnel con un pico.
Estaban algo alejados así que no podían estar seguros, pero parecía tener 140 cm de altura. Su cuerpo tenía la forma de un barril de cerveza y sus piernas no eran largas. De hecho, resultó inmediatamente claro que sus piernas eran cortas.
Llevaba una capa de color marrón, y los objetos esparcidos en las cercanías debían ser todos de su propiedad también. Uno de ellos era una lámpara apagada y un frasco de agua.
(¿Qué hace un minero solo en una ciudad inhabitada? Esto es extraño. Preguntémosle y resolvamos el misterio.)
Aura se acercó en silencio hacia el minero.
Por el contrario, Ainz no parecía tener cuidado.
[Incognoscible Perfecto] borraba los rastros y sonidos del lanzador, haciendo que sea muy difícil de detectar si no se tenía una clase de profesión de tipo ladrón de muy alto nivel. Incluso alguien del nivel de Aura tendría muy difícil poder detectarlo. Sus sentidos registraban a Ainz como una presencia vaga.
Una vez que se acercó lo suficiente al minero, Aura lo llamó.
"Oye. ¿Qué haces?"
"¡Hiiiieeeee!"
El minero gimió como si estuviera a punto de morir al mismo tiempo que se volvía hacia ella.
Su barba era larga — no había duda de que pertenecía a la raza de los Enanos.
El hombre de ojos desencajados se cubrió ceñidamente con la capa.
Sin embargo, eso fue todo. El hombre seguía allí. Aún así, parecía que Ainz era el único que pensaba de esa manera.
"¡Hmph! Invisibilidad, eh—"
La voz de Aura hizo que Ainz —que podía ver a través de la invisibilidad— mirara con detenimiento en dirección del Enano. Justo como había dicho Aura, la imagen del Enano parecía algo tenue.
(La capa debe ser un objeto mágico, y hacer eso probablemente activa sus poderes de invisibilidad. Prácticamente igual que Shizu...)
"Oye, oye, sabes que no pretendo lastimarte, ¿cierto, Enano-san? Sé que estás allí. Déjame echarte un vistazo."
El tono de voz adorable y cálido de Aura debió haber tenido un gran impacto en el corazón del Enano.
Abrió su capa ligeramente, y observó furtivamente a Aura a través de la abertura.
"¿Eres un Elfo Oscuro? ¿Qué estás haciendo aquí?"
"¿Hm? Cuando vine a la ciudad Enana, encontré que era un cascarón vacío, así que decidí averiguar por qué no había nadie. Eché un vistazo y aquí estoy."
"Ya, ya veo..."
"Hace cinco años todavía había Enanos viviendo aquí. ¿Dónde están ahora? ¿Sucedió algo? Y hablando de ello, ¿por qué no me dejas darte un vistazo?"
El Enano se movió lentamente, pero Aura lo siguió con la mirada.
"Efectivamente. Parece ser que puedes verme."
El Enano dobló su capa. Eso era probablemente para dar por terminados los efectos de la magia. Todo parecía bastante cómico para Ainz, ya que nada había cambiado desde su punto de vista.
"Entonces, comencemos de nuevo. ¿Cómo te va? Soy Aura Bella Fiora, del Reino Hechicero de Ainz Ooal Gown."
"¿El Reino Hechicero? Perdona mi ignorancia, ¿pero se trata de un Reino Elfo Oscuro? ¿Algo así? Oh discúlpame. Soy Gondo Firebeard del Reino Enano. Encantado de conocerte."
Aura extendió una mano. Gondo pareció darse cuenta del significado del gesto y limpió su propia mano cubierta de tierra antes de tomar la de Aura.
(Las cosas parecen estar progresando bien.) Ainz asintió mientras observaba sus actuaciones, manteniendo aún su hechizo de incognoscibilidad.
"Bueno, supongo que no necesitamos ser tan formales. ¿Qué te parece si hablamos normalmente?"
"¡Ohhh! Estaba por preguntar eso mismo. Yo soy un simple plebeyo. Pero si fueras una figura importante, entonces todo lo que podría hacer es quedarme callado."
Aura vio la sonrisa de Gondo, y le sonrió de vuelta.
"Entonces, regresemos a la pregunta anterior. Hace cinco años todavía había enanos viviendo aquí. ¿A dónde fueron?"
"Mm, todos se mudaron a otra ciudad hace tres años. ¿Sucede algo?"
"Sí, algo así. Vine aquí con un Hombre Lagarto que dijo haber vivido aquí por un tiempo. Él me contó sobre este lugar."
"¿Un Hombre Lagarto? ¿Hace cinco años?"
Gondo lo pensó un poco, y luego golpeó la palma de su mano.
"¡Ohhh! No lo vi en persona, pero sé que sí sucedió. Era la primera vez que un Hombre Lagarto nos visitaba, así que se volvió un tema candente. Creo que era un tipo con un brazo excepcionalmente grueso, ¿tengo razón?"
"¡Así es! Era él."
Gondo murmuró, "Ya veo, ya veo" para sí mismo una y otra vez. Cierta mirada en sus ojos sugería que había bajado la guardia.
"La persona que fue amable con el Hombre Lagarto parece que se ha mudado también. ¿Podrías decirme a dónde fue?"
"Bueno, supongo estará bien si te lo digo... Pero he oído que los Elfos Oscuros no habitan al interior de la tierra, ¿tengo razón? Incluso si supieras la ruta subterránea hacia allá, ¿podrás llegar a salvo?"
"Bueno, pienso que no habrá problemas, pero si fuera posible, me gustaría saber la ruta en el exterior también."
Gondo arrugó su rostro barbudo.
"Oh, me debo disculpar. Muy de vez en cuando viajo a la superficie, así que no estoy seguro de poder describir la ruta a Feoh Gēr — es decir, la ciudad a la que se mudaron. Todo lo que puedo darte son direcciones generales, como tantos y tantos kilómetros al norte, y similares."
"Eso también estará bien. En realidad, quería preguntarte si podías guiarme... ¿Qué te parece si te contrato? Recibirás un pago, por supuesto..."
"Qué propuesta tan atractiva. Sin embargo, tú —no, hace un momento mencionaste al Hombre Lagarto— ¿vinieron ustedes dos solos? No eres adulta todavía, ¿cierto? ¿Cuántas personas vinieron contigo?"
"Un gran número. Sin embargo, si ingresábamos todos, causaría problemas, así que les dije que me esperaran a la entrada del túnel."
"¿La entrada? ...¿Hm?"
Gondo se hundió en sus pensamientos, como si acabara de recordar algo. Aún así, fue sólo por un instante. Apartó sus pensamientos y continuó hablando.
"Bueno, qué alivio. Caminar solo en un túnel... no es buena idea. Tú no vives bajo tierra así que probablemente no lo sabes, pero algunos monstruos pueden nadar libremente a través de la tierra. No es un lugar donde puedas ir solo, ¿sabes? Bueno, si tuvieras mi equipo mágico, podrías hacer algo sobre ello... "
Miró varias veces el traje de Aura para ver si tenía algún objeto mágico.
"Bueno entonces, tendré que quejarme con tus camaradas. Enviar a una niña sola es una vergüenza terrible para un adulto."
Gondo le dio la espalda a Aura y arrojó un pedazo de roca en una bolsa que había sido colocada a su lado.
La bolsa no se llenó. Debía ser también un objeto mágico. Luego, tomó la lámpara que tenía cerca, y levantó la tapa.
Un resplandor azul sorprendente —un resplandor mágico— iluminó el túnel. Hasta ahora, ambos habían estado conversando en la oscuridad total.
"Entonces, vamos. Parece ser que puedes ver en la oscuridad, pero algo de luz ayudará, ¿cierto?... Bueno, incrementa considerablemente la posibilidad de ser visto por un monstruo, así que no lo recomiendo. ¿Tienes alguna forma de escapar si ataca un monstruo? Aquí no son muy comunes, pero no puedes descartar la posibilidad por completo."
Ainz asintió con la cabeza. El Enano no conocía el poder de Aura, así que era bastante admirable que asumiera esta actitud madura con ella. Sin embargo, Ainz sentía que la cautela de Gondo no era suficiente. Debería de haber considerado numerosas posibilidades antes de aconsejar a Aura.
"No te preocupes. Puedo escapar por mi cuenta sin ningún problema, y tampoco estoy sola."
Aura miró a Ainz. Sin embargo, su mirada parecía estar ligeramente desviada.
"¿Hm? ¿De verdad? Yo tengo un Manto de Invisibilidad, así que puedes abandonarme y escapar. Sin embargo, los monstruos que excavan por la tierra pueden sentir la posición de sus oponentes a través de las vibraciones en el suelo. Por lo tanto, quería advertirte que tengas cuidado al moverte."
Con un gruñido, Gondo se colocó la bolsa al hombro y se puso de pie.
"Vamos, entonces."
Godo comenzó a avanzar. Aura y el aún incognoscible Ainz lo siguieron de cerca.
"Ahora que lo pienso, antes mencionaste que este lugar no era seguro, ¿pero no fue alguna vez una ciudad Enana? ¿Qué la hizo tan peligrosa que tuvieron que evacuar?"
"Bueno, no fue en esta ciudad, sino en nuestra capital actual, Feoh Gēr. Queda al noreste. Descubrimos Quagoa (Hombres Bestia Excavatúneles) en las cercanías. Sería una tragedia si nuestras ciudades fueran destruidas poco a poco, así que decidimos abandonar temporalmente esta ciudad — Feoh Raiđō."
"¿Quagoa? ¿Qué tipo de raza son?"
"Umu. Son habitantes subterráneos como nosotros... pero son tipos molestos. Las cosas van tan mal entre nosotros que nos matamos en el acto cuando nos encontramos."
Gondo divagaba sobre los Quagoa mientras caminaba por el túnel. Probablemente también hacía esto para mantener alerta a Aura.
A simple vista, eran semihumanos bípedos parecidos a topos. Median 140cm de altura, pesaban alrededor de 70kg, y eran de constitución pequeña pero poderosa.
Predominantemente eran de color marrón oscuro, siendo menos comunes los negros y marrones. Aparentemente los colores especiales como rojos o azules señalaban a individuos con cierto grado de poder.
Vivían en los lugares en los que la luz no penetraba, pero su visión era más potente que la de los seres humanos.
Su nivel tecnológico era bajo, igual si no inferior al de los Hombres Lagarto. No podían crear armaduras o armas, probablemente debido a que sus propios cuerpos —sus garras y pelaje— eran superiores a equipos de guerra por debajo del promedio.
El pelaje que cubría por completo sus cuerpos era tan resistente como una armadura de metal, y podía disipar golpes de armas metálicas. El pelaje se hacía más fuerte si en su juventud se alimentaban de metales poco comunes. Y se podía saber de su resistencia al daño por el color de sus pelajes.
Desde la perspectiva de un jugador de Yggdrasil, se podría decir que probablemente poseían una habilidad racial relacionada a la resistencia al daño —en este caso, al daño de armas de metal. La pregunta era qué tan resistentes eran. Era poco probable que su resistencia al daño fuera abrumadora hasta el punto de la inmunidad completa, pero aun así merecía ser investigada.
Luego estaban sus garras —parecidas a las de los armadillos y osos hormigueros— que incluso podían perforar el acero.
"Esos tipos, eh... creo que hace poco encontramos rastros de ellos en la ciudad."
Gondo se detuvo de pronto y se volvió a mirar a Aura.
"¿Qué fue lo que dijiste? ¿Ahora este lugar es su nido? ¡Le ha pasado lo mismo que a ese lugar!"
"Ese lugar... Bueno, no parece que hayan decidido vivir aquí. Creo que sólo vinieron como exploradores. Sin embargo, si ustedes iban a abandonar este lugar, ¿No sería mejor destruirlo?"
"Es verdad, pero no pretendíamos abandonar este lugar por siempre. Una vez que nuestros ejércitos estén listos, planeamos tomarlo de vuelta. Como puedes ver, hay mucho mineral aquí, como en el lugar en el que estaba excavando hace poco."
"Hm~"
Los dos siguieron caminando en silencio. Las pausas eran comunes en las conversaciones, y si no llenaban ese espacio con un nuevo tema pronto, su dialogo terminaría aquí. Ainz juzgó que ya habían preguntado todo lo que podían preguntar, y decidió mostrarse. Podría ser mejor contarle a Gondo sobre sí mismo antes de que saliera del túnel y viera a los no-muertos.
"Entonces, creo que ya es hora de presentarme."
Ainz dijo eso, pero gracias al hechizo de [Incognoscible Perfecto] que seguía haciendo efecto, su voz no le llegó a ninguno de los dos.
Sintiéndose un poco avergonzado, Ainz disipó la magia.
Tal vez Gondo sintió la presencia de Ainz a espaldas de Aura, pero se dio la vuelta, y sus ojos se abrieron como platos. Su expresión experimento una serie de cambios complejos. Perplejidad, conmoción, terror, confusión, y entonces—
"—Geehhhhhh!"
Ainz se preguntó si había hecho algún ruido que podría haberlo perturbado, pero Gondo agarró fuertemente la mano de Aura.
"¡Unmon, un monst— ¡Esc, escapa! ¡Rápido, corre!"
Sin embargo, Aura conocía a la persona que acababa de aparecer, y no tenía ninguna razón para correr.
"¡¡¡Vamos, apúrate y corre!!! "
Gondo no se podía mover, como si hubiera sido encadenado a una gran roca.
"¡Es, es tan pesado! ¡Qué sucede! ¡¿Me ha pasado algo?!"
"No temas... Gondo."
Cuando Ainz habló, la aterrada cara de Gondo tembló.
"¡Cómo, cómo sabes mi nombre! ¡¡¡Viste a través de mí!!! ¡¡¡¡¡O fue magia!!!!!"
(Debí usar la máscara, después de todo), pensó Ainz. Luego, habló con calma, como para no agitar más a Gondo.
"Cálmate. Simplemente oí su conversación. Soy el Rey Hechicero Ainz Ooal Gown, gobernante del Reino Hechicero."
El rostro de Gondo experimentó otra serie de cambios, y esta vez sus ojos se movieron ida y vuelta entre Aura y Ainz.
"¿El, el Reino Hechicero? ¿El Reino Hechicero no era una nación de Elfos Oscuros?"
"No. Es un país de varias especies que me reconocen como su Rey."
"...¿Eh? ¿De verdad?"
Sólo había cautela y sospecha al interior de los ojos de Gondo, mientras que su tono de voz estaba teñido de aprehensión.
"Un no-muerto, eh... ¿Así que ésa no es una máscara? ¿Eh? ¿Quieres decir esos no-muertos? ¿Esos seres que odian y masacran a los vivos?"
"Oye, es justo como dijo Ainz-sama. No estaba mintiendo. Soy una Elfa Oscura y la historia sobre el Hombre Lagarto que vino aquí también es cierta. Ainz-sama ha estado conmigo desde que te conocí, ¿sabes? Como dije, no vine sola."
"¿Eh? Pensé que mis oídos me engañaban. Pero..."
Gondo murmuró para sí mismo, y luego respiró profundamente varias veces antes de mostrar una expresión decidida en el rostro y preguntar:
"Podría ser que Su Majestad — ¿Podría usar ese término? Ah, que Su Majestad ¿era originalmente un Elfo Oscuro?"
Ésa era una pregunta inesperada. La respuesta correcta probablemente sería decir que era un ser no-muerto de origen humano. Ainz hizo una breve pausa para reflexionar su respuesta, y luego respondió de acuerdo a sus predicciones:
"No, soy una criatura no-muerta generada naturalmente... aunque no sé si ése es el término correcto a usar. —Bueno, no es necesario tener miedo. Humanos, Enanos y Elfos, todas las especies tienen buenos y malos miembros, ¿correcto? De manera similar, hay no-muertos que odian a los vivos, y hay algunos que buscan relaciones amistosas con ellos. Naturalmente, yo pertenezco al segundo grupo."
"Pero, pero un no-muerto amistoso, eso es casi tan impensable como un demonio compasivo..."
(Eso estuvo muy bien dicho), pensó Ainz mientras se encogía de hombros.
"¿De verdad? Conozco a un ángel que cayó en la oscuridad y a un demonio que aspiraba a la luz..."
El demonio en cuestión era un NPC en Yggdrasil, llamado Mefistófeles. Era un personaje famoso por repetir frases tsundere* a los seres de buen karma. Tenía una apariencia temible pero era sorprendentemente amistoso y lógico, además otorgaba misiones que iban desde las triviales hasta las de alto rango, lo que lo hacía ser casi tan popular como los Retoños Oscuros.
(*Inicialmente frías e incluso hostiles que poco a poco se hacen cálidas)
"Y pensar que tales cosas existían... "
Ainz se encogió de hombros ante el sorprendido Gondo.
"Entiendo tu cautela. Sin embargo, lo único que pido es que recuerdes esto. No tengo intenciones de hacerte daño. Déjalo ir, Aura."
"Sí, Ainz-sama."
A mitad de camino, la persona agarrando la mano de la otra había cambiado de Gondo a Aura, y naturalmente, sus intenciones para hacerlo eran exactamente opuestas.
Gondo retrocedió una gran distancia a tropezones una vez que Aura lo soltó, pero no parecía estar escapando.
(Una decisión muy racional), reflexionó Ainz. Un paso en falso habría llevado a Gondo a tomar la decisión emocional de escapar. Eso no habría terminado bien para él. Sin embargo, en el estado en el que Gondo se encontraba ahora, calificaba como alguien con el que se podía negociar.
"Entonces, ¿podemos comenzar de nuevo? Entiendo tu cautela, pero yo —nosotros— no tenemos ninguna intención de hacerte daño. Al contrario, nos gustaría ser amigos tuyos."
Gondo no respondió. Como era de esperar, estaba mirando furtivamente a Ainz con la palabra duda escrita en toda la cara.
"En particular, a mi nación le gustaría firmar un tratado de amistad con el Reino Enano. Por lo tanto, no tenemos ninguna intención de lastimar a ningún ciudadano Enano."
"¿Y qué quiere decir con un tratado de amistad?"
"...Perdóname. Es mejor no mencionar asuntos de escala nacional con un individuo que no puede representar a su nación, ¿no crees?"
"Mm. Es cierto, ah, no, quiero decir, es como usted dice—"
"—No te preocupes. Las dos frases están bien. Es tedioso tratar con alguien que tropieza con sus palabras."
La relajada respuesta de Ainz le arrancó la primera sonrisa amarga a Gondo desde que se habían conocido.
"Muchas gracias — Su Majestad. Y si las palabras de esta niña — de esta jovencita son ciertas, ¿asumo que vino a esta ciudad con ese propósito?"
"Efectivamente, así es. Pero Gondo, ¿por qué no salimos del túnel primero? Hablar con el Hombre Lagarto que vino con nosotros podría ser una buena idea. Has oído antes de él, ¿no? Además, me gustaría discutir el asunto de los Quagoa contigo."
"Hmm..."
Gondo entrecerró los ojos mirando a Aura.
Aura sonrió, como diciendo, "¿quién, yo?"
"Muy bien. Parece que esta jovencita confía mucho en usted. Y está claro que no es ningún no-muerto común."
Gondo caminaba delante de ellos, mientras que Aura y Ainz lo seguían por el túnel.
"Es cierto, ¿podría hacerte una pregunta?"
"¿De qué se trata?" respondió Gondo mientras se volteaba para mirar a Ainz.
"Me gustaría saber más sobre los caracteres rúnicos y del oficio relacionado a ellos."
El ceño de Gondo se contrajo, sus cejas se aplastaron formando pendientes inclinadas.
"¿Qué desea saber sobre las runas? ¿Qué hay que saber? "
El descontento era obvio en la voz de Gondo.
Hasta ahora Ainz podía sentir confusión y miedo mientras hablaba con él, pero no había habido ira. En otras palabras, el rencor de Gondo se debía enteramente a esa simple pregunta. ¿Tenía un mal recuerdo concerniente a las runas, o era éste algún tipo de secreto que no podía ser revelado a nadie que no fuera Enano?
Ainz vaciló. (¿Debería continuar preguntando?)
Gondo era el primer Enano que habían encontrado. Molestarlo no era prudente. Sin embargo, si podía averiguar el origen de la ira, podría ser beneficioso al momento de negociar con el Reino Enano.
Por supuesto, eso asumiendo que la ira de Gondo no se debía a una razón personal.
Ainz reflexionó fríamente si debía eliminar a Gondo mientras que compartía con él lo que sabía sobre las runas. Por supuesto, en su mayor parte sólo parloteó lo que había oído de Tabula Smaragdina.
La verdad era que él no sabía mucho. Conocía el número de los diferentes caracteres que había y que eran un sistema de escritura, pero eso era todo.
Casi no recordaba el significado individual de cada carácter, así que tuvo que dar su explicación a trompicones.
En cambio, en Gondo se produjo un cambio dramático.
Se detuvo donde estaba, y se dio la vuelta.
Su cara estaba desencajada, poseída por una emoción completamente diferente. Estaba desbordando de emoción.
"Usted... quién es usted... no... el Rey Hechicero... un ser no-muerto, inmortal, eterno... conocimientos perdidos..."
Podía oír a Gondo murmurando consigo mismo. Sus palabras no tenían significado. Parecía ser una respuesta inconsciente.
Ainz extendió una mano para detener a Aura, que estaba ansiosa y se había estado preparando para actuar ya que Gondo no respondió de inmediato. Lo mejor sería dejarlo analizar detenidamente la situación primero.
Luego de que Gondo se tranquilizó, estudió atentamente a Ainz. Su actitud seguía comunicando recelo hacia Ainz, pero parecía haber sido suplantado por alguna otra emoción.
"Conozco más runas que estas. Hay 50 runas menores, 25 runas medias, 10 runas altas, y 5 runas superiores, para un total de 90. Dicho esto, muchas de ellas se han perdido, y sólo quedan unas cuantas. Exactamente cuántas runas secretas y divinas existen es materia de leyendas."
"En serio... podría haber algunas diferencias, pero las runas que yo conozco se ven así. ¿La reconoces?"
Ainz trazó una runa que recordaba en el suelo.
"¡Jo! Ésta es una de las runas medias, Lagu*."
(*Runa anglosajona que significa "lago".)
Aunque Ainz no sabía por qué había tantas de ellas, era suficientemente seguro que algunas de ellas coincidían con las que Gondo conocía.
"Lo entiendo. Entonces, por favor continúa contándome sobre las runas."
Lo que Ainz quería saber realmente era quién había enseñado este conocimiento y la información relacionada a otros jugadores. Sin embargo, esa pregunta sería mejor hacérsela a un historiador. Por el momento, construiría una base de conocimientos con otra información relacionada.
"Hace unos 100 años atrás, los Enanos exportaban armas mágicas grabadas con runas a la nación humana al este de estas montañas — al Imperio. Sin embargo, el flujo de tales armas se detuvo después. ¿A qué se debió eso?"
Lo que realmente quería saber era si un jugador había muerto 100 años atrás, pero insistir demasiado en esa información podría terminar poniéndolo al descubierto. Ainz ya había estado reflexionando sobre esta pregunta por algún tiempo, y parecía una buena pregunta ya que no corría el riesgo de filtrar ninguna información sobre sí mismo.
El rostro de Godo se oscureció. Hizo una pausa breve, y luego continuó caminando.
"Esto tomará un largo tiempo. Caminemos mientras hablamos."
"Umu..."
Por un tiempo, los únicos sonidos que se oían en el túnel eran los pasos que daban los tres.
(Probablemente guarda silencio porque está intentando olvidar la tristeza en su corazón.)
"En primer lugar, mis amigos me conocen como el desarrollador de runas."
(¿Eso significa que él mismo se dio ese título?)
Gondo continuó hablando sin esperar a que Ainz respondiera.
"Los objetos mágicos Enanos siempre se han hecho con runas. Pero hace 200 años, fuimos atacados por los Dioses Demonio, y los últimos miembros restantes de la familia real dejaron nuestro Reino para unirse a la lucha contra ellos. La tecnologías del exterior llegaron y como resultado, las runas cayeron en desuso."
Gondo sacó una espada de su mochila y se la entregó a Ainz. Había un carácter rúnico en la hoja de la espada.
"Ésta es Cuern, una runa menor que significa 'filo'. Cuando es cuidadosamente grabada, crea una espada mágica. Su efecto es incrementar el filo del arma y hace más fácil infligir heridas profundas en el enemigo."
"Éste es un efecto muy básico en las armas mágicas, ¿no? El tiempo que toma inscribir la runa depende de las cantidades de daño que ésta añade. Dicho esto, he oído que completar un arma de gama baja no debería tomar mucho tiempo, ¿estoy en lo cierto?"
"Es exactamente por eso que la artesanía rúnica quedó desfasada. El mismo objeto toma tres veces más tiempo en hacer con runas que con otros métodos. Desde el punto de vista de la producción en masa, ni siquiera está en la misma liga que los encantamientos de la humanidad."
Gondo suspiró profundamente.
"Gracias a la tecnología superior del exterior, el número de herreros rúnicos que podían inscribir runas se redujo gradualmente. Eso fue porque todos pensaron que era mejor convertirse en lanzadores de magia, que podían realizar encantamientos."
Probablemente era por eso que el flujo de armas al Imperio se había detenido. Ainz entendió esa parte. En otras palabras, las tradiciones y oficios antiguos se habían extinguido.
Gondo entrecerró los ojos.
"¡Aun así, fue completamente estúpido abandonar nuestras técnicas Enanas! ¡Más concretamente, la artesanía rúnica también tiene sus méritos! ¡Por ejemplo, no necesitas gastar dinero en ella!"
La voz de Gondo hizo eco a través del túnel. Después de percatarse de lo peligroso que era encolerizarse en un lugar como éste, respiró hondo. Eso, a su vez, le permitió hablar con mayor calma.
"¿Lo sabía usted? Un encantamiento típico tiene un costo muy elevado en reactivos y suministros."
Eso era cierto. Ainz había oído una vez que la mitad del precio de mercado de un objeto mágico provenía de los ingredientes.
Aunque los costos de producción de los objetos mágicos eran normalmente altos, comúnmente uno podía ignorar los márgenes de los proveedores y comerciantes al momento de calcular su precio. Eso se debía a que el Gremio de Magos no cobraba costos administrativos —probablemente porque pensaban que estos estaban incluidos en la cuota que recibían anualmente— y con eso los lanzadores de magia podían vender directamente sin incurrir en más costos, o negociar directamente con sus clientes.
Por lo tanto, cuando uno las vendía a través de un comerciante de objetos mágicos, los precios subían.
"Sin embargo, al contrario, los objetos potenciados por runas casi no tienen ningún costo de material."
"¡Eso es increíble!"
De pronto Ainz se inclinó hacia adelante.
Muchas veces se había roto la cabeza por estos costos, tanto como Momon el aventurero o como el gobernante de Nazarick. Por ende, la maravillosa idea de que algo era "casi gratis" era muy apreciada por el corazón de Ainz.
Era por eso que no podía entenderlo. En verdad, Ainz nunca habría permitido que una técnica así desapareciera.
"...¿Hay alguna otra desventaja?"
"Ah, en realidad sí las hay. Principalmente, son difíciles de producir. Una cosa es que tomen un largo tiempo, pero también hay muy pocas personas idóneas para convertirse en herreros rúnicos. De acuerdo a la gente del Imperio, hay un menor número de ellos que de los que pueden convertirse en lanzadores de magia."
"Hm. Tengo una pregunta. Aunque dijiste que las runas pasaron de moda hace 200 años, ¿por qué sigue existiendo el título de desarrollador de runas? ¿No es demasiado tarde para ese tipo de cosas? ¿O es normal para el periodo de vida de un Enano?"
Gondo no respondió, así que Ainz preguntó otra cosa.
"¿Qué tipo de artesanía rúnica estás desarrollando ahora?"
Ainz caminó varios pasos hacia adelante, colocándose al lado de Gondo.
La cara de Gondo estaba fija al frente, sin nada de la pasión de antes. Simplemente respondió a la pregunta de Ainz con otra pregunta.
"¿Por qué desea saber sobre la artesanía rúnica?"
Responder una pregunta con otra pregunta daba a entender que no quería dar una respuesta apropiada. Si Ainz podía darle la respuesta que buscaba, debería poder ser capaz de desvelar lo que Gondo estaba ocultando. Después de todo, había pasado de dirigirse a él con "Su majestad" a "usted". Ésta tenía que ser una pregunta importante.
Sin embargo, no eran lo suficientemente cercanos como hablar de corazón el uno al otro. Y más importante aún—
(¿Por qué me está dando esta información? ¿Es una trampa? ¿O no conoce la importancia de la información que posee? ...Si realmente es un arte secreto, él debería entender lo que eso significa, ¿cierto?)
Era algo confuso, pero por el momento, le daría la explicación de sus motivos que había preparado de antemano.
"Se debe a que estas runas difieren ligeramente de las que yo conozco. Puedes entender el interés que alguien podría tener en el trasfondo histórico y la propagación de la artesanía rúnica, ¿no? Si es así, espero que puedas responder a mi pregunta."
Gondo apartó la vista, y se sumió en reflexiones. Luego continuaron avanzando en silencio por un tiempo.
Justo cuando Ainz comenzaba a impacientarse, Gondo finalmente le respondió.
"Ahora estoy experimentando en reducir el tiempo que toma realizar un encantamiento rúnico, y también en una forma de producirlos en masa. Sin embargo, eso es sólo un medio para lograr un fin. Mi objetivo final es desarrollar técnicas que hagan esenciales a las runas. En otras palabras, quiero hacer que la artesanía rúnica sea única y capaz de resistir el paso del tiempo."
En otras palabras, quería añadir valor a las runas. El jefe de cualquier compañía podría entender esa motivación. Cuando se desarrollaba un producto, era bastante común que ese punto sea enfatizado repetidamente, hasta el extremo de resultar repulsivo.
"Jojo. Ésa investigación es bastante asombrosa, ¿o no? ¿Cómo va tu progreso?"
No pensó que realmente obtendría una respuesta, pero Ainz había hecho la pregunta de todas formas porque había algo que no entendía. Es decir, que cualquiera que estuviera desarrollando una tecnología nueva como ésta, debería ser un hombre muy importante en el Reino Enano.
(No tengo idea de por qué está solo acá afuera, recolectando muestras en un lugar tan peligroso. ¿Alguien como él no debería estar mejor protegido?)
La pregunta de Ainz fue respondida de inmediato.
"Para nada. No ha habido ningún progreso," Gondo murmuró con un tono de voz deprimido. "Las personas que usan la artesanía rúnica para crear objetos mágicos son llamados herreros rúnicos, pero yo estoy muy lejos de ser lo suficientemente increíble como para que llamen con ese título. Ni siquiera puedo hacer lo que un aprendiz debería poder hacer."
¿Eh? articuló Ainz con sorpresa. ¿No significaba eso que alguien que ni siquiera podía aplicar correctamente las runas estaba intentando hacer progresos en el campo de la artesanía rúnica? Esta situación era completamente ridícula.
Realmente podía lograr algún avance siendo así, ¿o esto era algo muy normal para ellos?
No, era imposible que fuera normal. Si fuese así, Gondo no habría estado tan deprimido. En otras palabras, él también debía haber sentido que simplemente estaba avanzando a tientas.
En verdad, Ainz estaba en un gran dilema. No tenía idea de cómo hacer uso de Gondo.
"No tengo talento. Puedo tallar runas, pero me toma demasiado tiempo hacerlo... aunque, dicen que todos los herreros rúnicos tienen que pasar por una fase como esta antes de poder desarrollarse. Pero otros herreros rúnicos lograron progresar en lugar de quedarse estancados como yo."
Gondo dejó caer la cabeza sin fuerza.
"No soy bueno como herrero rúnico. Sólo soy un descendiente inútil que mi gran padre dejó atrás."
(Ya veo), reflexionó Ainz. Entonces su problema es simplemente que no tiene talento.
Luego tomar en cuenta el conocimiento de este mundo así como el de Yggdrasil, estaba muy seguro de que ése era el caso.
Probablemente uno necesitaba diez niveles en ciertas clases de profesión antes de poder tomar niveles en la carrera de herrero rúnico. Sin embargo, si su tope de nivel era 11, entonces no podría ganar más niveles como herrero rúnico. Y si sólo tenía un nivel de herrero rúnico, sólo podría ser capaz de aprender habilidades poco importantes.
No había nada que Ainz pudiera hacer para ayudar a Gondo, así que no dijo nada más.
Había ocasiones en las que reconfortar a alguien podía salvarlo, y ocasiones en las que todo lo que esa persona podía hacer era darse por vencido.
Si Ainz estuviera en los zapatos de Gondo, tampoco querría que alguien a quien acababa de conocer por primera vez lo reconfortara.
"...Entonces es así. Hablando de ello, ¿todos los Enanos tienen el objetivo de hacer avances y de desarrollar nuevas técnicas en la artesanía rúnica?"
"No, soy el único que hace eso," respondió Gondo, con una risa terriblemente solitaria. "Todos los herreros rúnicos han renunciado a su oficio. No queda nadie que busque liberarse del estado actual de la artesanía rúnica y desarrollar nuevas tecnologías para ella. Todos sienten que está bien abandonarla."
"Ya veo... Entonces, hay algo que me gustaría saber. ¿Qué harás luego de desarrollas nuevas técnicas de artesanía rúnica?"
"¿Qué haré? Lo único que quiero es usar la artesanía rúnica para encantar cosas e incrementar el número de herreros rúnicos. Las runas son una tecnología sorprendente. Dejarlas morir sería una perdida terrible."
"¿Y hay alguien ayudándote en esto?"
"No. Como dije, casi todos los herreros rúnicos han renunciado a su arte y pasan sus días bebiendo y maldiciendo amargamente sobre cómo se va a extinguir en su generación. He intentado hablar con ellos en el pasado, pero todos me rechazan."
"...Hm. Bueno, los débiles mueren. Es natural que las tecnologías inútiles desaparezcan."
De pronto Gondo miró ferozmente a Ainz, pero su mirada perdió la fuerza casi de inmediato.
Mientras observaba a Gondo colgar la cabeza y comenzar a moverse, Ainz meditó sobre el valor de las runas.
Francamente hablando, no tenía interés en ellas más allá de su relación histórica con otros jugadores.
Sin embargo, las artes abandonadas podían desarrollarse a bajo costo, y una pequeña inversión podría no ser mala idea. El concepto de no tener que gastar dinero también era muy atractivo. Además, quería coleccionar tecnologías poco comunes.
Y también, si aparecía otro jugador, podía usar el interés que tuviera en las runas como un señuelo excelente.
"...Tengo una pregunta o dos. ¿En qué te basas para saber que las técnicas que mencionaste antes se pueden desarrollar? Lo que acabo de oír hace un momento suena como fantasías vacías concebidas por alguien que no sabe nada del oficio."
"¡Eso no es cierto! Bueno, es verdad que no tengo el talento para ser un verdadero herrero rúnico. Pero mi padre, y el padre de mi padre —mi abuelo— ambos eran los mejores herreros rúnicos de este país, y ellos sirvieron al último Rey —el Rey Herrero de Runas— como sus brazos izquierdo y derecho. Lo he visto con mis propios ojos. He leído la literatura y las tesis que mi padre y mi abuelo dejaron. ¡Estoy seguro de que es posible! Mi padre confirmó mi teoría en su lecho de muerte. ¡Me dijo que era difícil pero no imposible!"
Parecía como si Gondo iba a toser sangre junto a sus palabras mientras que las lágrimas se acumulaban al borde de sus ojos.
Los sentimientos y pensamientos que había mantenido ocultos en su interior, finalmente se habían desbordado.
Aunque ese torrente de emociones golpeó contra él, Ainz permaneció impasible. Aunque las palabras de Gondo le dieron la esperanza de que la investigación del Enano tendría éxito, el hecho era que Ainz simplemente quería obtener técnicas poco comunes que podrían perderse de otro modo. Si Gondo no podía presentarle resultados concretos, entonces Ainz lo abandonaría.
"¡Es verdad que soy un hijo inútil! ¡Aun así, no quiero dejar que el arte que mis ancestros transmitieron se extinga! ¡No dejaré que glorioso nombre de mi padre desaparezca de los libros de historia, sin importar lo que tenga que hacer!"
Y entonces, aquellas palabras tocaron una fibra sensible en Ainz.
Él también deseaba preservar todas las cosas dejadas atrás por sus camaradas en Ainz Ooal Gown. Quería que duraran por siempre.
En ese instante, en lo profundo de la médula de sus huesos, Ainz pudo entender los sentimientos de Gondo.
Su medidor de afecto llegó al límite máximo en un abrir y cerrar de ojos.
Al mismo tiempo, entendió por qué Gondo hablaba y hablaba sobre la artesanía rúnica.
Para él, la artesanía rúnica estaba muerta, o tal vez, cercana a la muerte. Por lo tanto, no tenía ninguna razón para ocultarla. Por lo que sabía, Gondo incluso podría haber querido darla a conocer tan lejos como le fuera posible, para que pudiera sobrevivir de una forma u otra. Por supuesto, Ainz no sabía si él realmente había pensado tan lejos en el futuro.
"...Perdóname. Esto podría enfadarte, pero espero que me permitas decirlo. Desde mi punto de vista, tú eres tú, y no eres ni tu padre ni tu abuelo. ¿Estoy equivocado?"
Una mezcla inexplicable de emociones surgió en el rostro de Gondo. Era difícil saber si estaba enfadado, herido o conmovido. Pero eventualmente se convirtió en abatimiento.
"—Su Majestad, le estoy muy agradecido. Pero ya he decidido la razón de mi existencia."
"Entonces, permíteme — no, permite que el Reino Hechicero te provea el apoyo financiero para tus actividades. Permíteme convertirme en tu mecenas y ayudarte en el avance de la artesanía rúnica."
Los ojos de Gondo se abrieron, y exclamó conmocionado:
"¿Habla, habla en serio? Es, es un golpe de suerte increíble... ¡esto es asombroso!"
Debía haber alguna trampa en esta oferta inimaginablemente tentadora. Cualquiera pensaría de esa forma. Ainz entendía lo que Gondo debía estar sintiendo.
"Bueno, todo lo que puedo decir es que espero que puedas creerme. Sin embargo, alguien como tú que no es un herrero rúnico probablemente no será capaz de desarrollar esas técnicas de las que hablabas, ¿tengo razón?"
La boca de Gondo se cerró con fuerza, y se quedó en silencio.
"Por lo tanto, deseo reclutar a todos los herreros rúnicos del Reino Enano para mi país, para desarrollar técnicas de artesanía rúnica bajo tu dirección."
"Qué, ¿qué significa eso?"
"Significa exactamente lo que implica. Reuniré a todos los herreros rúnicos y compararé sus conocimientos para que sirvan de prototipo para las nuevas técnicas. Por esa razón... espero que me puedas ayudar a reclutarlos. ¿Es imposible?"
Gondo lo meditó, y luego respondió.
"No, debería ser posible. Casi todos los herreros rúnicos han renunciado a su oficio, pero debería haber muchos de ellos esperando por una oportunidad de brillar."
"Y luego tú conmoverás sus corazones... entonces, Gondo. ¿Qué te parece? ¿Me ayudarás? ¿Me entregarás tu alma? ¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar por mí?"
"¿Qué?"
"Revivir un arte casi olvidado será muy difícil si no concentras a todos los herreros rúnicos en un solo objetivo. Es por esto que no puedes descuidarte al reclutar talentos. Quiero llevar a todos los herreros rúnicos a mi país. Por lo tanto, es muy probable que tenga que usar ciertos... métodos desagradables. Esto podría dar lugar a que mis colaboradores lleven a cabo acciones que podrían ser consideradas como traición hacia este país."
"¿Qué, eso era todo? La respuesta es simple. Si quiere mi alma, entonces tómela, tómela toda. Es un pequeño precio a pagar con el fin de hacer que la artesanía rúnica viva por siempre."
Gondo extendió su mano.
Ainz la tomó.
"Soy no-muerto. ¿Eso va bien contigo?"
Gondo rió ante las palabras de Ainz.
"Siempre y cuando pueda hacer realidad mi sueño, no me importa si Su Majestad es no-muerto o el aterrador Señor de los Dragones de Escarcha."
"Entonces, primero lo primero, ¿puedes guiarnos hacia el Reino Enano? Planeo firmar un tratado de amistad con el Reino Enano para así reclutar herreros rúnicos para mi país. Después de todo, sería difícil reclutar personas si no existieran lazos entre nuestros países. Adicionalmente, creo que el Reino Enano tiene controles estrictos en la exportación de tecnología, ¿estoy en lo correcto?"
"Eso debería estar bien. Casi no hay demanda para la artesanía rúnica. Ah, además, el Reino Enano ya no cuenta con un Rey. El país es gobernado por un consejo de regentes encabezado por varios líderes."
"Umu. Me gustaría oír sobre eso. ¿Puedes hablar mientras caminamos? Quisiera oír un resumen."
Mientras Gondo le hablaba, la salida del túnel finalmente apareció ante sus ojos.
Después de que los tres emergieron, fueron recibidos por Shalltear, entre otros. Naturalmente, Zenberu estaba allí también.
Aunque Gondo había estado esperando un gran número de no-muertos, no pudo evitar asumir una postura defensiva cuando vio a las bestias mágicas también. El hecho de que "no había Elfos Oscuros" ya lo había golpeado, pero ahora sus murmullos llegaron a oídos de Ainz.
Shalltear avanzó en silencio e hizo una reverencia.
"Ainz-sama. Perdóneme por molestarlo cuando acaba de regresar, pero hay un pequeño problema."
"...¿Dónde están los demás Hanzos? ¿Qué sucedió?"
"¡Sí! En realidad, alguien más ingresó a esta cueva, a través del túnel en el edificio al que Aura lo guió. Mis más sinceras disculpas por decírselo recién, pero ya he enviado a algunos de los Hanzos a investigar."
"No es necesario que te disculpes, Shalltear. Elegiste sabiamente. Esperaremos a que los Hanzos regresen, analizaremos sus reportes, y luego decidiremos qué hacer. Entonces—"
Hizo una pausa, y luego miró al Enano que alguna vez había vivido aquí. El Enano no estaba prestando atención a los eventos de este lado. En lugar de eso, estaba enfrascado en una animada conversación con Zenberu. Escuchando atentamente, parecía concernir al Enano que había salvado a Zenberu.
"—Gondo. Perdóname por un momento, pero parece que alguien se ha infiltrado en esta ciudad. Es posible que el uso de la fuerza sea justificado aquí. Cuando llegue el momento, espero que sirvas de testigo para tu nación de que tales acciones no pudieron evitarse."
"Por supuesto. Déjemelo a mí. Aunque, espero que pueda limitar los daños causados al mínimo."
Ainz asintió. Era natural evitar obstáculos que afectarían las negociaciones futuras.
"Shalltear, ¿cómo está nuestro perímetro?"
"Ya he dispersado a las bestias de Aura en los alrededores... ¿Qué te parece, Aura?"
"Eso debería funcionar. Incluso si el enemigo puede volverse invisible, mis bestias de todas formas pueden olerlos."
"Ya veo. Entonces esperemos a que regresen los Hanzos."
Luego de un tiempo, lo hicieron.
De acuerdo a ellos, los enemigos parecían ser Quagoas. Había más de 100 de ellos. Gondo estaba escuchando a un lado y parecía bastante conmocionado. Esto sobrepasaba por mucho a una simple fuerza de exploración; con toda probabilidad, éste era un grupo de combate, o una tribu migrante.
Sólo había un curso de acción que Ainz podía tomar.
"...Shalltear. Captúralos a todos. ¿Puedes hacer eso?"
"Si ésa es su orden."
"Entonces te ordeno hacerlo. ¿Entiendes por qué quiero que los captures?"
"Es para interrogarlos y evitar que se filtre información sobre nosotros."
Ainz asintió grandiosamente.
"Correcto. Si sólo capturamos vivo a uno de ellos, entonces sólo podremos interrogar a uno de ellos. Esto incrementa las probabilidades de que nos veamos comprometidos y podríamos terminar recibiendo información falsa. Además, debemos tener en cuenta que podríamos tener que dar un ejemplo con ellos."
Había una cosa más que Ainz no mencionó debido a la presencia de Gondo — que sencillamente, creer en un solo lado de la historia podría terminar mal para ellos. Quién sabe, podría ser mejor hacer un trato con los Quagoa que con los Enanos.
"Ve entonces, Shalltear. Espero buenas noticias tuyas."
Parte 3
Shalltear y sus subordinados aceleraron el paso mientras se dirigían a la ubicación de los Quagoa. Saltaron de techo a techo a velocidades vertiginosas. Ya que ella estaba usando su armadura, no tenía que preocuparse de las muchas capas de relleno de pecho al interior de su ropa.
Volteó para mirar a Aura, que la seguía por detrás.
El hecho de que la siguiera una Guardiana —que se suponía debía estar al lado de su Amo— era prueba de que él no confiaba en ella.
Eso era natural.
Ella podría no recordar su fracaso, pero había oído los detalles de los otros.
Aunque su compasivo Amo había dicho "Shalltear, no hiciste nada malo", era imposible que eso pudiera ser cierto. Por lo tanto, había estado esperando por una oportunidad para quitarse de encima el olor del fracaso, pero lamentablemente esa oportunidad no se había presentado.
Aura podría haberla consolado, pero eso no era lo que Shalltear quería.
Shalltear miró al frente, con la mirada llena de fuerza. Ella no se permitiría a sí misma cometer ningún error en este viaje.
Poco después, llegaron a un edificio cercano a su objetivo. Shalltear miró a los Quagoa desde el techo.
Había muchas siluetas visibles, de las del tipo que los Hanzos habían descrito.
"Ahora entonces — qué debería hacer..."
Shalltear meditó el asunto.
Aura debería de haber oído lo que dijo, pero simplemente cruzó los brazos, con la intención de guardar silencio. Eso también, era de esperarse. Antes de que Aura viniera aquí, su Amo le había dado una orden: "Vigila los movimientos de Shalltear. Si parece que empezará a masacrarlos, detenla por cualquier medio, incluso si tienes que golpearla. Aparte de eso, no interfieras con los planes de batalla de Shalltear."
A Shalltear también se le había dicho que Aura simplemente la observaría desde atrás, y que no debía hacer uso de ella en ninguna operación de combate. En otras palabras, toda la operación, desde el planeamiento a la ejecución, era exclusivamente responsabilidad de Shalltear.
En primer lugar, tenía que cumplir perfecta y elegantemente las órdenes de su Amo.
Shalltear aflojó los puños que tenía apretados.
"Hanzos."
"¡Sí!"
Los sirvientes vestidos de ninja se reunieron frente a ella.
"Quiero asegurarme de que ninguno de ellos escape. ¿Pueden verificar que no hay nadie más en el túnel?"
"Por supuesto. Esperamos sus órdenes."
Era de esperarse de los subordinados de su Amo. Ahora sus enemigos no tendrían ninguna posibilidad de escapar. Lo siguiente de lo que tenía que preocuparse era sobre si el enemigo terminaba dispersándose por la ciudad. Por supuesto, ella podía tomarse algún tiempo para cazarlos y encontrarlos, pero quería evitar perder el tiempo. Aunque su Amo no le había dado un límite de tiempo, tardar demasiado era una prueba de incompetencia.
"Muy bien. Qué tal esto..."
Shalltear transmitió los planes que había pensado camino allí.
Iba a rodear al enemigo, y luego inutilizaría a cualquiera dentro del perímetro.
En otras palabras, usaría a los Hanzos para cortar su retirada, y luego compactarlos antes de atraparlos a todos de un solo golpe.
Por supuesto, este plan era un poco peligroso, ya que no conocía las habilidades de sus enemigos. Sin embargo, si tuvieran el poder de matar a Shalltear y a los Hanzos, el Reino Enano no habría podido sobrevivir tanto tiempo.
Bueno, siempre y cuando el Enano Gondo no fuera alguien especialmente débil.
Luego de enviar a los Hanzos, Shalltear contó tres minutos. Tenía que hacerlo porque no tenía ninguna forma de comunicarse con los Hanzos.
Afortunadamente los Quagoa parecían haber asumido posiciones defensivas alrededor del edificio, sin intenciones de dispersarse.
"Comencemos. Empiecen según lo ordenado; eviten que escapen al área circundante."
Luego de darles órdenes a los no-muertos que había traído consigo, Shalltear corrió por los tejados, y luego saltó frente a los Quagoa. Al mismo tiempo, sus no-muertos aterrizaron alrededor de ellos.
Habían tomado el control de todas las vías principales alrededor del edificio. Casi todas las rutas de retirada de los Quagoa habían sido cortadas por completo.
Shalltear sintió su confusión, y lanzó un hechizo antes de que pudieran recuperarse.
"[Inmovilizar Especies en Masa]"
Tal como había esperado, no eran oponentes de alto nivel. Muchos de los Quagoa dejaron de moverse, paralizados donde estaban.
Los Quagoa que no se encontraban dentro del área de efecto del hechizo lograron recuperarse de su desconcierto, pero ninguno intentó atacar a Shalltear. Ella había aparecido de la nada y había usado un hechizo que ellos nunca habían visto antes para inmovilizar a sus camaradas. Incluso escoger entre luchar o escapar debía haber sido muy difícil para ellos.
Shalltear sonrió levemente.
Parecía que la conclusión a la que había llegado al observarlos, que era centrar el hechizo en un Quagoa de apariencia excepcional —conocido por ahora como el comandante— había valido la pena.
"[Inmovilizar Especies en Masa]"
Lanzó el hechizo nuevamente, y ahora incluso los Quagoa en retirada fueron neutralizados.
"¡Adelante!"
En respuesta a las órdenes que Shalltear gritó, los no-muertos alrededor redujeron el perímetro.
Los Quagoa al interior del edificio oyeron el grito de Shalltear y sintieron la anomalía en sus camaradas, pero ya era demasiado tarde para ellos.
Cuando una sonrisa sádica comenzó a formarse en su cara, Shalltear golpeó sus mejillas. No podía ser descuidada. Lo más seguro era que su fracaso en el pasado se debía a eso.
Luego de recobrar la compostura, Shalltear asaltó el edificio. Aunque atravesar una ventana le habría dado el factor sorpresa, tomó en cuenta el esfuerzo de atravesarla y en su lugar decidió ir directamente por la puerta, usándose ella misma de carnada.
Los Quagoa que la esperaban dentro la atacaron una y otra vez con sus garras.
(Tres frente a mí, cuatro más al interior, nadie que parezca ser un comandante. Debería recibir sus ataques y verificar sus fuerzas.)
Shalltear no esquivó los ataques, sino que soportó lo peor de la ofensiva Quagoa.
Como esperaba, no fue herida.
Shalltear sólo podía ser dañada con armas mágicas de plata. Algunos monstruos de alto nivel tenían ataques naturales que contaban como magia, mientras que otros poseían ataques que contaban como plata, pero esos era muy poco comunes entre los monstruos de bajo nivel.
Aunque Shalltear podría haber esperado esto, los Quagoa estaban desconcertados. Como si fueran incapaces de creer lo que estaban viendo, los Quagoa alrededor la atacaban con sus garras, pero sin ningún resultado.
"Muy bien, el experimento acabó. ¿Terminamos aquí? [Inmovilizar Especies en Masa]."
Cuando lanzó el hechizo, todos los Quagoa presentes dejaron de moverse.
"Ahora, lo siguiente."
Shalltear miró alrededor y vio a los Quagoa en la habitación contigua a través de los restos de una puerta rota. En sus ojos muy abiertos podía ver la emoción que más amaba — miedo.
Mientras las zancadas de Shalltear la llevaban hacia adelante, los Quagoa trepaban sobre sí mismos para escapar.
Sin embargo, eran demasiado lentos. Para Shalltear, eran casi tan lentos como babosas. Ella resistió el impulso de dar voz a una risa burlona, y en cambio lanzó su hechizo sobre sus espaldas.
No habría escapatoria.
Shalltear no toleraría ninguna falla.
Ahora que los Quagoa al interior del edificio habían sido capturados, ella ingresó al túnel y encontró a seis Quagoa a los pies de los Hanzos. Por los ligeros movimientos de sus cuerpos, al parecer seguían vivos. Shalltear le preguntó a los Hanzos:
"Entonces, ¿son estos los Quagoa que intentaron huir?"
"Sí, Nadie más logró escapar por aquí."
Ya que Shalltear no había permitido que nadie escapara, se podría considerar que su misión había sido completada a la perfección.
"Sólo por si acaso, vayan y asegúrense de que no haya nadie más oculto en el edificio. Después de eso, hagan que los no-muertos encargados de ellos lleven afuera a estos Quagoa. Pueden decirles a los no-muertos que los aten con sogas, ¿cierto? Yo esperaré aquí hasta que hayan terminado la búsqueda en el interior y veré si alguien más intenta huir."
Luego de recibir las órdenes de Shalltear, los Hanzos recogieron a los Quagoa del suelo y volvieron al edificio. Regresaron con Shalltear al pasar dos minutos.
Habiendo completado su misión impecablemente, Shalltear emergió del edificio, y vio a numerosos Quagoa y a las figuras de Ainz, Aura, los Hanzos, el Enano y Zenberu.
"Bien hecho, Shalltear. Parece que has completado tu misión y no dejaste escapar a ninguno."
"¡Sí! ¡Muchísimas gracias, Ainz-sama!"
"Ahora entonces, Shalltear, te daré tu siguiente orden. Interroga a estas personas, pero haz tu mejor esfuerzo para no dañarlos."
"Entendido."
Para comenzar, ordenó a los no-muertos que trajeran a uno de los Quagoa que habían sido capturados con magia —en otras palaras, a uno de los primeros prisioneros.
"¡Hiiiii! ¡Sálvenme!"
"Jeje, bueno, si eres honesto, no te mataré. 'Sólo si' lo eres. Primero lo primero, ¿quién de ustedes es el más importante aquí?"
"Él, el que tiene rayas azules en su pelaje."
"¡Hijo de perra! ¡Me vendiste!"
El que respondió gritando en realidad sí parecía tener un tenue indicio de azul en su pelaje.
"Bien, bien, no peleen. Entonces, ¿pueden traerlo aquí? Lleven a éste de vuelta."
Le trajeron al Quagoa de mayor rango ante ella.
"¡Hmph! ¡Debes de ser amiga de los Enanos! ¡Jamás hablaré! ¡Apuesto el orgullo de mi raza en ello!"
"En serio. Muy bien, entonces. [Fascinar Especie]. Listo, ¿puedes responder a mis preguntas?"
"¡Ahh, por supuesto! ¿Qué quieres saber?"
El Quagoa detrás de él no pudo evitar jadear por la sinceridad que mostraba.
La magia de fascinación, provocaba que el objetivo viera al lanzador como a un amigo confiable o un colega. Sin embargo, ya que los amigos no les decían a sus amigos que se mataran o se hicieran daño, los objetivos no obedecerían ordenes que resultaran en tales cosas. Además, el término "amigo" era también una especie de cuello de botella; había secretos que las personas mantendrían ocultos incluso de sus amigos, así que esta magia sería poco eficaz para extraer tal información. Si ése era el caso, se necesitaría usar hechizos de control mental más poderosos. Sin embargo, esta vez no parecía ser necesario utilizar tales medidas, un factor por el que Shalltear agradeció a su suerte.
"Primero, ¿realmente eres el más importante aquí?"
"Ahhh, fui asignado como líder de este grupo. Oye, tranquilo allí abajo, ella es una amiga así que está bien contárselo. Ah, ¿puedes guardar el secreto?"
"Por supuesto. Somos amigos, ¿o no?"
"Ahhh, sí, lo somos, confiaré en ti, entonces. Sin embargo, esos tipos... En especial ese tipo, ¿es un no-muerto?"
El Quagoa observó al glorioso Amo de Shalltear. Eso le molestaba, pero ella tenía que soportarlo para poder extraer información de él.
"Todo está bien. Somos amigos así que me creerás, ¿cierto?"
"¿Es tu subordinado?"
(¡Te mataré bastardo!) fue lo que casi dijo Shalltear. Sin embargo, se tragó esas palabras. Eso debido a que su amo habló antes de que ella pudiera hacerlo.
"Así es. Ella es mi señora."
"Jo, ésa es mi amiga para ustedes, eres increíble."
"G-gracias."
Shalltear agonizaba por esos complejos sentimientos, que no podía poner en palabras. Aunque quería ponerse a rodar por el suelo, no podía desperdiciar la tierna ayuda que su Amo le había brindado.
El comandante Quagoa cayó en una profunda reflexión, y los Quagoa detrás de él comenzaron a decir, "¿Qué sucedió?" "¿Qué está pasando?" "¿Acaso somos los únicos que no sabíamos que ella es una amiga?" y cosas similares. Sin embargo, el comandante Quagoa los ignoró, y una expresión retorcida surgió en su cara, probablemente era una sonrisa.
"Lo entiendo. Ya que así lo dijiste, te creeré. Después de todo, somos camaradas unidos por un firme lazo de amistad, ¿o no?"
Shalltear resopló.
"Entonces, ¿puedes hablar lo suficientemente fuerte como para que te oigan las personas detrás de mí? ¿Quiénes son ustedes? ¿Qué están haciendo en esta ciudad?"
Normalmente, ellos deberían sentir sospecha de que un amigo no supiera eso. Sin embargo, ésta era la grandeza de la magia. El comandante Quagoa respondió sin expresar dudas.
"Somos un destacamento de la fuerza de invasión. Vinimos aquí a matar a los Enanos que podría haber huido a esta ciudad."
"¡¿Qué dijiste!?" exclamó conmocionado el Enano. ¿Qué, qué significa eso?
"Cierra la boca, Enano. Las razas inmundas como la tuya deberían ser exterminadas."
"Basta, basta, es suficiente. ¿Estabas diciendo algo sobre una fuerza de invasión?"
"Ahhh, perdona, parece que me emocioné un poco de más. Hay una ciudad Enana al norte de aquí. La fuerza de invasión se formó para destruir esa ciudad. El problema es que el puente colgante sobre la Gran Grieta es protegido por una fortaleza, así que nuestros ataques siempre han sido derrotados. Sin embargo, hemos encontrado un atajo que sortea la Grieta y bordea la fortaleza, así que planeamos usarlo para aniquilarlos de un solo golpe."
Shalltear entrecerró los ojos hacia el Enano. Tenía un aspecto fantasmal. Aparentemente, éstas eran muy malas noticias.
"¿Cuando atacarán?"
"Somos un destacamento, nos separamos del grupo principal así que no sabemos cuándo será exactamente. Pero creo que debería ser hoy, o tal vez mañana."
Shalltear pudo oír la conversación entre su amo y el Enano.
"Dicho eso, ¿realmente caerá la ciudad si toman el puente colgante?"
"No estoy seguro, pero he oído que ya que el enemigo necesita usar el puente, sólo pueden atacar en un lugar. Por lo tanto, podemos repelerlos usando los objetos mágicos al interior de la fortaleza. Sin embargo, si toman la fortaleza, el enemigo tendrá el camino libre hacia la ciudad, y será difícil detener el avance de un gran ejército. Si eso sucede, podríamos tener que abandonar la cuidad y escapar hacia acá, pero si somos emboscados aquí, entonces la raza de los Enanos podría ser aniquilada."
El comandante Quagoa reía maliciosamente mientras escuchaba su conversación.
"¿Entonces ustedes son el único destacamento?"
"Somos los únicos enviados hacia acá. No sabemos cuán fuerte sea la ciudad Enana o cuántos hombres necesitaremos, así que la mayoría de nuestras tropas están allá."
"Ain-eh, ah, entonces, entonces, ¿hay algo que quiera preguntarle?"
(No puedo decir Ainz-sama,) se preocupó Shalltear al mismo tiempo que intentaba hilvanar sus siguientes palabras.
"...No queda mucho más. Estrictamente hablando, lo único que necesitamos sabes es cómo comunicarnos con el grupo principal o algo similar."
Luego de que Shalltear repitiera la pregunta de su Amo, el comandante fascinado balbuceó.
"Ninguna, nuestra misión no era considerada como muy importante. Al final, nuestro trabajo era simplemente cazar a cualquiera que huyera."
Shalltear miró de vuelta a su Amo, que asintió con la cabeza hacia ella.
"¿Cómo deberíamos encargarnos de ellos?"
"...Gondo, ¿perdona por esto, pero podrías prepararte para viajar?"
El Hombre Lagarto y el Enano entendieron el significado detrás de esas palabras, así que se dieron la vuelta y se marcharon en silencio. Ainz los vio marcharse, y le dio a Shalltear sus siguientes órdenes.
"...Entonces, vamos. Shalltear, envíalos a todos de vuelta a Nazarick. Tienen que ser estudiados. El que vivan o mueran ya dependerá del tipo de relación que forjemos con los Quagoa. Que no los maten hasta que sean completamente hostiles hacia nosotros. Sin embargo, ordena que se lleven a cabo algunos experimentos. La dureza de sus garras, la resistencia física y mágica de sus cuerpos, ese tipo de cosas. Aunque, algunos podrían morir como resultado... Ordénales minimizar el número de muertes."
"Entendido."
Shalltear abrió de inmediato un [Portal] a la superficie de Nazarick.
"Vengan, todos ustedes entren aquí."
Guiados por el comandante Quagoa, los otros lo siguieron al interior uno después del otro. Algunos de los Quagoa se quedaron donde estaban, paralizados por el miedo, pero Shalltear simplemente los tomó y los arrojó por el [Portal].
Después de mandarlos a todos, Shalltear también regresó brevemente a Nazarick. Allí repitió las órdenes de su amo a los Guardianes Antiguos, y luego regresó por el [Portal] aún abierto.
Más allá de éste se encontraba el Amo de Shalltear. Sus brazos estaban cruzados y parecía estar esperando por ella.
"Tu obtención de información fue muy minuciosa, Shalltear."
¡Lo primero que le decía eran elogios! El pecho plano de Shalltear se llenaba de calor.
"¡Sí!"
Shalltear se puso de rodillas por reflejo. Ésa era la posición apropiada a asumir en respuesta a los elogios de su Amo.
"—Mm, umu. Espero con gran interés tu leal servicio en el futuro."
"¡Lo entiendo, Ainz-sama!"
"No te quedes así. Ponte de pie. Necesitamos discutir algunas cosas con Gondo. ...Ésta es una oportunidad de hacer que me deba un gran favor."
"Qué afortunado. Ainz-sama, sus acciones parecen estar bendecidas."
Sus miradas se cruzaron, y sonrieron.
Por supuesto, el rostro de su Amo no cambió, pero Shalltear estaba absolutamente segura de que estaba sonriendo.
"Entonces, vamos."
"¡Sí!"
(Mmmm~ ¡Esto es genial! Nosotros dos, caminando lado a lado... Haaa, soy tan feliz.)
Shalltear salió del edificio mientras saboreaba el sabor de la felicidad.
"Gondo, perdona por hacerte esperar. ¿Qué deseas hacer ahora?"
"Cualquier cosa que hagamos no servirá de nada... toma alrededor de seis días viajar bajo tierra hacia la ciudad. Está demasiado lejos para que podamos llevar esa información de vuelta a la ciudad."
La cara ligeramente relajada de Shalltear se tensó, e intercambió miradas con Aura, mientras su Amo y el Enano comenzaban su discusión. Ella se esforzaba por memorizarla para poder registrarla luego en su libreta de notas.
Ya que se trataba de su glorioso Amo, sus intenciones probablemente eran aplastar el corazón del Enano en la sumisión absoluta. Era eso, o le colocaría un pesado grillete alrededor del cuello y se aseguraría de que nunca lo traicionaría. O algo similar.
"¿Es así? Bueno, ya que no podemos llegar a tiempo, ¿qué queda por hacer? Si ése es el caso, ¿por qué no vienes a mi país? No puedes hacer nada por tu cuenta tampoco, ¿cierto?"
"Mmm...umu."
"Sin embargo, me gustaría salvar a los herreros rúnicos... pero incluso si nos apresuramos hasta allá para ayudarlos, ¿podremos mantener una posición ventajosa durante las negociaciones? ¿Son los Enanos una especie que aprecia la amabilidad que se les muestra?"
"Umu, espero que pueda creer eso. Si salva a los Enanos de la amenaza de los Quagoa, estoy seguro de que las negociaciones marcharán bien."
"Si ése es el caso, entonces tendremos que escoger el momento adecuado para intervenir."
Luego de la declaración tentativa de su Amo, el Enano se encogió de hombros, como diciendo que él estaba de acuerdo con cualquier cosa.
"Ya he grabado en mi corazón la sugerencia de mi señor... de Su Majestad."
Shalltear no tenía idea de lo que significaban esas palabras, pero por alguna razón, sabía que el Enano había escogido a su Amo por encima de su raza.
Shalltear estaba asombrada y asustada a la vez ante el hecho de que su Amo había logrado dominar por completo el alma de este Enano durante el breve periodo en el que había ingresado al túnel.
Este carisma debía de haber sido lo que le permitió coordinar y dirigir a los Seres Supremos.
"...No, supongo que debemos apresurarnos. Después de todo, queremos evitar las muertes de los herreros rúnicos. Y no hay forma de saber qué sucederá si vamos bajo tierra, así que procederemos por el exterior. ¿Puedo confiar en que nos guiarás?"
"No estoy muy seguro, pero haré mi mejor esfuerzo."
"¡Muy bien, entonces prepárense a partir!"
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