Traductor: Erb
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Volumen 5 - Capítulo 4
Parte 1
Tan pronto como ingresó a la residencia de Gazef, la fatiga acumulada en su cuerpo lo golpeó toda al mismo tiempo y Brain pasó casi todo el día durmiendo. Cuando despertó, comió algo ligero y nuevamente, volvió a dormir.
Aunque no quería admitirlo, la razón por la que pudo permitirse tal cantidad de descanso en el hogar de Gazef fue debido a la sensación de seguridad. Aun cuando sabía que Gazef no era rival para Shalltear, el hogar de su antiguo enemigo, que él consideraba el lugar más seguro en el mundo, le otorgó paz mental y le permitió descansar.
La luz brillando a través de las persianas empezó a iluminar el rostro de Brain. La luz del sol penetró en sus párpados y lo despertó de un letargo profundo y sin sueños.
Abrió los ojos y los cerró nuevamente debido a la cegadora luz, bloqueándola con la mano.
Brain se sentó y examinó sus alrededores como un ratón. La sencilla habitación contenía sólo las necesidades mínimas y el equipo que había estado usando descansaba en una esquina.
“Supongo que ésta es la habitación de huéspedes del Capitán Guerrero del Reino.”
Con un suspiro de alivio, Brain habló con sarcasmo mientras se estiraba. Con un crujido, su cuerpo rígido se relajó y su circulación sanguínea regresó.
Dejó escapar un gran bostezo.
“…Ese hombre probablemente deja que sus hombres duerman en este lugar de cuando en cuando. ¿No se sentirán decepcionados con una habitación como ésta?”
La razón por la que los nobles vivían vidas de extravagancia no era sólo porque amaban los lujos. Era para presumir y mantener las apariencias.
Del mismo modo, si su líder se rodeaba de muebles lujosos, eso alimentaría las ambiciones de los soldados y haría que trabajaran más duro.
“…No, eso no es asunto mío.”
Brain murmuró eso e intentó contener una carcajada, no dirigida hacia Gazef, sino hacia sí mismo.
Porque ésta era la segunda vez que su corazón se encontraba a gusto luego de una conmoción tan grande como para llevarlo a la desesperación. Debía de ser así, ya que tenía la paz mental para pensamientos tan triviales.
Brain recordó la apariencia de ese poderoso monstruo y no pudo detener el temblor de sus manos.
“Como era de esperarse…”
No podía deshacerse del terror en su corazón.
Shalltear Bloodfallen.
Brain Unglaus, un hombre que lo había dado todo por la espada, no le llegaba ni a los talones. Ella era una existencia de fuerza absoluta, un monstruo entre monstruos, y de una apariencia como si toda la belleza del mundo se hubiese concentrado en un solo punto. Era un ser poseedor del verdadero poder.
Con solo imaginarlo sentía como si su cuerpo entero estuviera siendo perforado por el terror.
Atrapado por el miedo a que ese monstruo lo estuviera persiguiendo, había huido hasta llegar a la capital casi sin dormir ni descansar. El miedo a que Shalltear apareciera ante él mientras dormía, a que rasgara el velo de la oscuridad mientras él corría por los caminos, lo había dominado. Gobernado por aquella ansiedad había continuado moviéndose sin obtener una sola noche de descanso decente.
Aunque la razón por la que había huido hacia la capital era porque esperaba que un lugar con mucha gente le permitiera esconderse entre ellos, incluso él mismo no había esperado que la espantosa experiencia de su escape fuera a agotar su mente hasta el punto en que buscara su propia muerte.
También se podría decir que su encuentro con Gazef estaba fuera de sus expectativas. Tal vez la pequeña esperanza de que Gazef pudiera hacer algo por él provocó que Brain girará los pies inconscientemente hacia su dirección. La respuesta era desconocida.
“¿Y ahora qué debo hacer…?”
No había nada.
En su mano abierta, no había nada.
Volvió su mirada hacia su equipo descansando en una esquina de la habitación.
La katana la había obtenido para derrotar a Gazef Stronoff, pero ¿qué bien haría incluso si lo derrotaba? Con el conocimiento de una existencia tremendamente más poderosa de lo que él era, ¿qué significado había en su insignificante disputa?
“Tal vez debería trabajar los campos… al menos eso podría seguir teniendo algún significado.”
Mientras se reía con amargura de sí mismo, Brain sintió la presencia de alguien al otro lado de la puerta.
“Unglaus, veo que estás despierto.”
La voz le pertenecía al dueño de la casa.
“Sí, ya me levanté, Stronoff.”
La puerta se abrió y Gazef ingresó. Se encontraba firmemente armado vistiendo su equipo.
“Estuviste durmiendo bastante bien. Fue una sorpresa.”
“Sí, gracias. Lo siento.”
“No te preocupes. Pero ahora debo ir al palacio. Cuéntame lo que ocurrió cuando regrese.”
“…Es una historia espantosa. Podrías terminar como yo.”
“Aún así, tengo que oírla. Tal vez un trago hará más fácil el escucharla… Hasta entonces, siéntete como en tú casa y ponte cómodo. Para las comidas o para cualquier cosa que podrías necesitar, pídeselas a los sirvientes y serán preparadas. Y si deseas ir a la ciudad… ¿tienes dinero?”
“…No… pero si lo necesito sólo venderé el ítem en mi mano.”
Brain levantó la mano en la que llevaba un anillo para que Gazef pudiera verlo.
“¿Eso estará bien? Se ve bastante costoso.”
“Me da igual.”
Originalmente, este ítem también era algo que obtuvo para derrotar a Gazef. Ahora que se había dado cuenta de que era en vano, ¿había alguna razón para quedárselo?
“Tal vez será difícil vender un ítem tan costoso y la preparación del oro para la compra también tomará tiempo. Toma esto contigo.”
Gazef le arrojó una bolsa pequeña. Un tintineo metálico resonó de la bolsa al aterrizar en la mano de Brain.
“…Lo siento. Me prestaré esto por un tiempo entonces.”
Parte 2
Sebas caminaba mientras pensaba en cómo encargarse de las cinco personas que lo estaban siguiendo desde que dejó la residencia. No tenía un destino particular en mente. Sólo creía que mover su cuerpo y el cambio de paisaje lo ayudarían a pensar en una buena idea.
Eventualmente, encontró que una multitud se había reunido frente a él.
En el lugar, resonó una voz en la que se oía tanto furia como risa, junto con el sonido de algo siendo golpeado. Entre la muchedumbre, la gente comentaba sobre como alguien iba a ser asesinado, y que alguien debería llamar a los guardias.
Aunque no podía ver a través de la multitud, con seguridad algún tipo de acto violento debía de estar ocurriendo.
Sebas pensó en tomar un camino diferente, pero justo cuando estaba a punto de cambiar de dirección, vaciló… y continuó de frente.
Estaba dirigiéndose hacia el centro de la multitud.
“Perdón.”
Con esa sola frase, Sebas se deslizó con facilidad entre la multitud y atravesó al interior.
Como si estuvieran impresionados por los extraños movimientos que el hombre mayor hacía mientras se abría paso, cualquiera que estuviera en el camino de Sebas se alejaba de él mientras pasaba.
Otra persona además de Sebas parecía estar tratando de abrirse paso dentro de la multitud. Por lo que se oía de su voz pidiendo que lo dejaran pasar, sonaba nervioso al ser incapaz de avanzar.
Habiendo llegado sin mucha dificultad al centro de la muchedumbre, Sebas confirmó lo que estaba pasando con sus propios ojos.
Varios hombres en ropas andrajosas estaban pateando algo todos juntos.
Sebas continuó sin decir palabras. Se aproximó a los hombres hasta estar lo suficientemente cerca como para estirar la mano y tocarlos.
“¿Qué pasa viejo?”
Uno de los cinco en el lugar se percató de Sebas y preguntó bruscamente.
“Pensé que estaban haciendo mucho ruido.”
“¿Quieres que también te demos una lección?”
Los hombres se movieron para rodear a Sebas, revelando lo que habían estado pateando. Era un joven. Ya sea que fuese de la boca o de la nariz, había sangre fluyendo de su cara mientras el chico permanecía tendido en el suelo. Estaba inconsciente por las patadas pero aún respiraba.
Sebas observó a los hombres. El olor a alcohol flotaba en el aire alrededor de ellos, así como también de sus alientos. Sus rostros estaban teñidos de rojo y no era por el ejercicio. Tal vez no podían controlar su violencia porque estaban borrachos.
Sebas les habló con una expresión en blanco.
“Aunque no conozco sus razones, creo que ya han hecho suficiente.”
“¿Ah? Él ensució mi ropa con su comida. ¿Se supone que debería ignorarlo?”
En efecto, había una ligera mancha en el lugar al que el hombre apuntaba. Sin embargo, su ropa había estado sucia desde el comienzo. Viéndolo de ese modo, la mancha casi no se notaba.
Sebas volvió su mirada hacia el que parecía ser el líder del grupo. Aunque la diferencia era indistinguible, casi imposible de apreciar para un humano, Sebas pudo percibirla con sus sobresalientes sentidos como guerrero.
“Verdaderamente…esta ciudad tiene un orden público terrible.”
“¿Ah?”
Del comentario de Sebas, que parecía estar confirmando algo lejano en la distancia, uno de los hombres sintió que los estaba ignorando y dejó oír su voz cargada de ira.
“…Desaparezcan.”
“¿Qué? Abuelo, ¿qué acabas de decir?”
“Se los diré una vez más. Desaparezcan.”
“¡Bastardo!”
El rostro del hombre que parecía ser el líder enrojeció. El hombre levantó el puño para atacar y— colapsó.
Voces de sorpresa resonaron en todas direcciones, y por supuesto, también de los cuatro hombres restantes.
Lo que Sebas había hecho era simple. Había usado su puño para golpear la barbilla del hombre con precisión milimétrica —a la velocidad del rayo, casi invisible al ojo humano— y había sacudido el cerebro del hombre dentro de su cráneo. Aunque podría haberlo enviado volando a una velocidad imperceptible al ojo humano, eso no le hubiera permitido infundir miedo en los otros. Fue por eso que contuvo su fuerza.
“¿Continuarán?”
Sebas preguntó en voz baja.
Como si su calma y fuerza los hubiera dejado sobrios, los hombres retrocedieron unos cuantos pasos mientras se disculpaban en conjunto. Sebas pensó que deberían estar disculpándose con alguien más pero no lo expresó.
Sebas apartó los ojos de los hombres mientras ayudaban su amigo a levantarse del suelo, y luego intentó acercarse al joven pero se detuvo a medio camino.
¿Qué estaba haciendo?
Justo ahora, tenía un problema propio que necesitaba una solución inmediata. Pero estaba intentando cargar con otra carga más. Qué insensato. A fin de cuentas, ¿no eran precisamente este tipo de acciones y amabilidades tontas las razones por las que estaba en semejante problema en primer lugar?
Había salvado al joven; tenía que conformarse con sólo eso.
A pesar de tales pensamientos, Sebas se acercó al muchacho tendido sobre el suelo. Tocó ligeramente la espalda del chico y le inyectó su Ki. Sería simple que se recuperara por completo si usaba toda su fuerza, pero eso llamaría demasiado la atención.
Habiendo decidido que debería detenerse luego de hacer lo mínimo posible, Sebas se dirigió hacia la persona que tenía a la vista.
“…Por favor lleve a este joven al templo. Es posible que sus costillas estén rotas. Tenga cuidado con esto y por favor cárguelo con cuidado en una tabla para que no se mueva demasiado.”
Viendo que el hombre al que le había dado las instrucciones asentía con la cabeza, Sebas siguió adelante. No hubo necesidad de deslizarse entre la gente. Cada vez que daba un paso la gente se apartaba ante él.
Cuando Sebas estaba a punto de ponerse en marcha, sintió que el número de personas que lo seguían se había incrementado.
Sin embargo, había un problema. Se trataba de las identidades de sus nuevos perseguidores.
Los cinco que lo habían estado siguiendo desde la residencia eran sin ninguna duda los hombres de Succulent. Entonces ¿quiénes eran los dos que habían comenzado a seguirlo luego del incidente con el muchacho?
Por la forma en que caminaban y por el sonido de sus pasos, parecían ser hombres adultos, pero no podía adivinar de quienes se trataba.
“Pensar sobre ello no me dará la respuesta. Entonces, primero debería… capturarlos.”
Sebas dobló en el camino y se adentró más y más en la oscuridad. De todas formas, seguían siguiéndolo.
“…Hace que me pregunte si realmente tienen alguna intención de ocultarse.”
No mostraban signos de estar ocultando el sonido de sus pasos. Sebas se preguntó si se debía a que no eran lo suficientemente hábiles para hacerlo, o si había alguna otra razón. De cualquier forma, podría comprobarlo por sí mismo. Alrededor del momento en que la presencia de los transeúntes se debilitaba, Sebas estaba a punto de pasar a la acción cuando —como si estuviera haciendo coincidir sus acciones— la voz ronca de un hombre joven fluyó desde uno de sus perseguidores.
“—Disculpe.”
Parte 3
Camino de vuelta al palacio, Climb se encontraba perdido en sus pensamientos mientras movía los pies.
Estaba pensando sobre su enfrentamiento con Gazef e imaginaba repetidamente cómo podrían haber salido mejor las cosas. Mientras decidía qué movimientos debería intentar si se le presentaba otra oportunidad, se oyó un grito. Una multitud se había reunido y dos soldados estaban de pie junto a ellos mirando con incomodidad.
Voces ruidosas se oían desde el centro de la multitud; sonidos que no presagiaban nada bueno.
El rostro de Climb se endureció mientras se acercaba a los soldados.
“¿Qué están haciendo ustedes dos?”
Por la súbita voz viniendo de detrás de ellos, los soldados se voltearon y miraron a Climb con sorpresa.
Estaban equipados con una lanza y una cota de malla, y sobre ésta llevaban una túnica sin mangas con el escudo de armas del Reino. Aunque se trataba del equipo estándar de un guardia, estos dos no parecían estar muy bien entrenados.
Para comenzar, sus cuerpos parecían estar fuera de forma. No estaban bien afeitados y sus cotas de malla estaban mal cuidadas y se veían sucias. En conjunto, tenían un aire de falta de disciplina.
“¿Quién demo…?”
Viendo que Climb, que era más joven que ellos, les hablaba de improviso, el guardia preguntó algo confuso y con cierto tono de irritación.
“Estoy de franco.”
Ante la firmeza en la voz de Climb, la confusión en la voz del hombre se extendió a su rostro. Este chico más joven que ellos les estaba hablando como si fuese su superior.
Como si hubieran juzgado que sería más prudente mostrarse humildes, los guardias enderezaron la espalda.
“Creemos que ha habido algún tipo de conmoción.”
Climb suprimió las ganas de reprenderlos por decir algo que era obvio. A diferencia de los soldados apostados en el palacio, los guardias que patrullaban los alrededores eran reclutados de la gente común y no recibían mucho entrenamiento. En otras palabras, eran como civiles que habían aprendido a blandir un arma.
Apartó los ojos de los incómodos guardias y observó a la multitud. En lugar de confiar en estos dos, sería más rápido si actuaba por su cuenta.
Aunque podría estar sobrepasando su autoridad e interfiriendo con el trabajo de las patrullas, si fuera a ignorar a un ciudadano en apuros, entonces no podría mostrarle el rostro a su benevolente ama.
“Ustedes esperen acá.”
Sin esperar una respuesta, Climb intentó abrirse paso entre la multitud. Aunque había algo de espacio, no podía pasar. No, si algún humano pudiera atravesar por ese lugar eso en sí mismo sería extraño.
Mientras intentaba atravesar a la fuerza aun cuando era empujado hacia atrás, Climb oyó una voz.
“…Desaparezcan.”
“¿Qué? Abuelo, ¿qué acabas de decir?”
“Se los diré una vez más. Desaparezcan.”
“¡Bastardo!”
Esto era malo. Estaban a punto de golpear a un anciano.
El rostro de Climb enrojeció mientras intentaba abrirse paso desesperadamente. Lo que logró divisar fue a un hombre mayor y a los hombres que lo rodeaban. Un joven maltrecho estaba tendido a los pies de los hombres.
El anciano, impecablemente vestido, desprendía tal elegancia que daba la impresión de ser un noble, o alguien que servía a uno. Cada uno de los hombres que lo rodeaban tenía una apariencia tosca y parecía estar borracho. Era obvio cual de los lados estaba en falta.
El más grande entre los hombres mostró el puño. Al compararlo con el anciano, la diferencia era sobrecogedora. El ancho de sus cuerpos, el tamaño de sus músculos, el aire de una violencia que no dudaría en derramar sangre; si fuera a golpearlo, el anciano sería arrojado hacia atrás con facilidad. Las personas alrededor de ellos se habían dado cuenta de esto e imaginando la tragedia que estaba a punto de ocurrirle al anciano dejaron oír un pequeño grito.
Sin embargo, Climb, que estaba en medio de la multitud, sintió una ligera sensación de peligro.
Sin ninguna duda, eran los hombres los que parecían más fuertes. Pero en lugar de eso, sintió como si fuera el anciano el que despedía el aire de fuerza absoluta.
Ese momento de distracción le costó a Climb la oportunidad de detener las acciones violentas del hombre. Éste levantó el puño y—
—Colapsó.
Voces llenas de sorpresa se oyeron en los alrededores de Climb.
El anciano había golpeado con precisión el mentón del hombre. No sólo eso, lo había hecho a una velocidad increíble. Fue tan rápido que alguien como Climb, que había entrenado su visión dinámica, apenas pudo verlo.
“¿Continuarán?”
La calma y habilidad que no podían entreverse por su apariencia, combinadas, no tuvieron problemas en curar el sopor etílico de los hombres. No, incluso los espectadores se vieron atrapados por la energía del anciano. Los hombres habían perdido por completo su deseo de luchar.
“N-no, fue culpa nuestra.”
Mientras retrocedían unos cuantos pasos al mismo tiempo que se disculpaban al unísono, los hombres tomaron a su líder y huyeron. Climb no tenía intenciones de perseguirlos. Y como si su espíritu le hubiese sido robado por el anciano de la espalda recta, Climb no pudo moverse.
Era una postura tan recta como una espada; una presencia que cualquier guerrero desearía para sí.
El hombre mayor tocó la espalda del joven como para comprobar su estado. Luego le pidió a una persona que tenía cerca que se encargará de él y siguió su camino. La multitud se apartó formando un camino frente a él. Nadie pudo apartar los ojos de su espalda; era una presencia de la que no se podía esperar nada menos.
Climb corrió con rapidez hacia el joven colapsado y tomó la poción que había recibido durante el entrenamiento con Gazef.
“¿Puedes beber esto?”
No hubo respuesta. Estaba completamente inconsciente.
Climb abrió la tapa y vertió el contenido sobre el cuerpo de joven. Aunque era fácil imaginar que, ya que las pociones eran medicina, tenían que beberse, no había problemas en verterlas sobre el cuerpo. Ésa era la grandeza de la magia.
La poción se filtró en el cuerpo de joven, como si su piel estuviera absorbiendo el fluido. Viendo que la complexión del joven recobraba su color, Climb se sintió aliviado y asintió con la cabeza.
La gente alrededor, que vio que Climb usaba un ítem tan costoso como lo era una poción, estuvo tan sorprendida como cuando habían visto la habilidad del anciano. Sin embargo, naturalmente, Climb no lo lamentaba. Siempre y cuando los ciudadanos pagaran impuestos, era el deber de aquellos que vivían de esos impuestos el protegerlos y garantizar su seguridad. Ya que no pudo cumplir con su deber, Climb sintió que por lo menos tenía que hacer esto.
Aunque la poción debería asegurar que no hubiera más problemas con el muchacho, sería mejor si lo llevaran al templo sólo por si acaso. Climb les hizo una señal a los guardias que estaban a la espera. Parecía que habían buscado refuerzos, otros tres hombres se habían unido a los dos guardias.
La gente alrededor miraba con reproche a los guardias que acababan de llegar. Los guardias se veían nerviosos mientras Climb hablaba con uno de ellos.
“Lleva a este muchacho al templo.”
“¿Exactamente…qué sucedió aquí?”
“Hubieron actos de violencia. Usé una poción de curación así que no debería haber problemas, pero llévalo sólo por si acaso.”
“¡Sí, entendido!”
Dejándoles el resto a los guardias, Climb juzgó que no había nada más que él pudiera hacer en el lugar. Nada bueno saldría si un soldado que trabajaba en el palacio seguía entrometiéndose con el trabajo de otros.
“¿Asumo que pueden averiguar lo que sucedió aquí de los testigos que vieron todo desde el comienzo?”
“Haré lo que dice.”
Habiendo recibido sus órdenes, los guardias recuperaron la confianza y se movieron con rapidez. Luego, Climb se puso de pie y corrió ignorando las voces de los guardias que le preguntaban a dónde iba.
Climb redujo el paso al llegar a la curva en el camino por la que el anciano había doblado.
Y lo siguió.
Sus ojos cayeron en la espalda del anciano mientras éste caminada frente a él.
Aunque quería hablarle de inmediato, en el momento en que encontrara el valor para hacerlo, Climb agachó el rostro. Se sentía como si la presión lo sobrepasaría — la presión de una pared ancha e invisible.
El anciano dobló por aquí y por allá y el camino comenzó a volverse oscuro. Climb lo seguía por detrás sin ser capaz de decir nada.
Esto era lo mismo que estar persiguiéndolo.
Climb sintió ganas de tirar de su cabello por lo que estaba haciendo. Sin importar que tan difícil fuera hablar con él, esto no era correcto. Aunque no dejaba de preocuparse, Climb continuó siguiéndolo.
Eventualmente, doblaron hacia un callejón sin nadie a la vista. Climb respiró profundamente varias veces y, como un hombre confesándose a la chica que le gustaba, reunió todo su coraje y habló.
“—Disculpe.”
En respuesta a su voz, el anciano se volvió.
Tanto su cabello como su barba eran blancos, pero su espalda recta hacía recordar a una espada forjada de acero. Los claros rasgos de su cara estaban surcados por arrugas y aunque lo hacían verse amable, sus ojos eran penetrantes, como los de un halcón mirando a su presa.
Incluso exudaba un aire de alta nobleza.
“¿Qué sucede?”
Aunque podía sentir la edad del anciano en su voz, ésta sonaba imponente y rebosante de vida. Sintiendo una presión invisible de su mirada, Climb tragó saliva.
“Eh, eh—”
Climb se sintió presionado por la energía del anciano y no pudo hablar. Luego, el anciano pareció liberar la energía contenida que se acumulaba en su interior.
“¿Quién eres?”
Su tono de voz se había vuelto amable. Climb finalmente fue liberado de la presión y su garganta pudo moverse con normalidad.
“…Me llamo Climb, soy un soldado de este país. Estoy aquí para ofrecerle mi más sincero agradecimiento por hacer lo que yo debí haber hecho.”
Mientras Climb se inclinaba profundamente, el anciano entrecerró los ojos como si estuviera pensando y murmuró un silencioso “Ahh” como si finalmente hubiera entendido lo que significaba.
“…No te preocupes por ello. Bueno entonces.”
Al mismo tiempo que el anciano intentó terminar la conversación y marcharse, Climb levantó la cara y preguntó.
“Por favor espere un momento. La verdad es que… aunque me avergüenza admitirlo, lo he estado siguiendo. En realidad, no me importa si se ríe de mi pedido tan atrevido, pero si está bien con usted, ¿podría enseñarme la técnica que usó hace un rato?”
“… ¿Qué quieres decir?”
“Estoy entrenando para volverme más fuerte y deseo aprender incluso una pequeña porción de los increíbles movimientos y de la técnica que mostró hace un momento.”
El anciano examinó a Climb de la cabeza a los pies.
“Hmm… por favor, muéstrame ambas manos.”
Climb extendió sus manos y el anciano observó sus palmas con una mirada penetrante. Se sintió algo incómodo. El anciano volteó las manos de Climb, examinó sus dedos, y luego asintió con satisfacción.
“Son gruesas y fuertes; unas buenas manos de guerrero.”
Oyendo las palabras que había dicho con una sonrisa, Climb sintió que su corazón se tornaba cálido. Sintió una alegría similar a la que había sentido cuando Gazef lo había elogiado.
“No, alguien como yo es… insignificante como guerrero.”
“No creo que necesites ser tan modesto… a continuación ¿podría pedirte que me muestres tu espada?”
El anciano tomó la espada en su mano y observó la hoja con ojos agudos.
“Ajá… ¿se trata de un arma de reserva?”
“¡¿Cómo lo supo?!”
“Eso pensé, ¿vez la grieta de la hoja en este lugar?”
Mirando al lugar que le estaba indicando, efectivamente, había una ligera grieta a un lado de la hoja de la espada. Él debía de haber fallado alguno de sus cortes mientras entrenaba.
“¡Le he mostrado algo vergonzoso!”
La vergüenza hizo que quisiera desaparecer en algún lado. Climb sabía que no tenía experiencia y era muy cauteloso, incluso nervioso, sobre el estado de su arma, todo para incrementar sus posibilidades de victoria incluso por un pequeño margen. No, sólo había pensado que lo era hasta este momento.
“Ya veo. He obtenido una idea general de tu personalidad. Para un guerrero, las manos y el arma son un reflejo de él mismo. Eres una persona que deja una impresión bastante agradable.”
Rojo hasta las orejas, Climb le dio un vistazo al anciano.
Tenía una sonrisa agradable y amable.
“Entiendo. Te entrenaré sólo un poco. Sin embargo—”
Cuando Climb estaba por darle las gracias, el anciano se detuvo y continuó.
“Tengo algo que me gustaría preguntarte. Dijiste que eras un soldado, ¿correcto? En realidad, sólo hace unos días ayudé a cierta señorita…”
Luego de oír la historia completa del anciano que se presentó a sí mismo como Sebas, Climb sintió una rabia intensa.
Ante el hecho de que alguien estuviera abusando de tal forma de la liberación de esclavos proclamada por Renner; percatándose de que incluso ahora, nada había cambiado desde entonces; le fue imposible ocultar su furia.
No, no era eso. Climb negó con la cabeza.
El comercio de esclavos había sido prohibido por las leyes del Reino. Sin embargo, aunque no se trataba exactamente de esclavitud, no era extraño oír a las personas quejándose por tener que trabajar en condiciones pobres debido a alguna deuda. Había muchas de esas rutas alternas con respecto a esa ley. No. Era debido a que esas rutas existían que la ley que prohibía la esclavitud había logrado ser aprobada en primer lugar.
La ley que Renner había promulgado era casi insignificante. Aunque ese triste pensamiento le recorrió la mente, lo hizo a un lado. Lo que tenía que pensar ahora era la situación de Sebas.
Climb frunció las cejas.
Se trataba de una posición abrumadoramente desventajosa. Aunque podrían contraatacar si investigaban el contrato de la chica, era difícil de imaginar que se les hubiera escapado un punto débil como ése en sus preparativos. Si Sebas fuese a apelar a la ley, definitivamente perdería.
La razón por la que sus oponentes no habían optado por un acuerdo legal era porque habían juzgado que hacerlo a su manera sería más lucrativo.
“¿Sabes de alguien que pudiera detener la corrupción o tendernos una mano?”
Climb únicamente sabía de una persona, su ama. Podía decir con confianza que no había otro noble que fuese más puro y digno de confianza que Renner.
Sin embargo, no podía presentársela.
Los que podían hacer lo que esas personas habían hecho, seguramente tendrían diversas conexiones con gente poderosa. Sin ninguna duda, los nobles de los que eran amigos tendrían una autoridad considerable. Si la princesa, que era parte de la facción real, usaba su autoridad para ordenar una investigación y un rescate y como resultado la facción de los nobles se veía afectada, eso podía llevar a ambos grupos a un conflicto a gran escala.
Ejercer el poder no era fácil, especialmente en casos como los del Reino donde no había garantías de que un conflicto entre las dos grandes facciones no desencadenaría una guerra civil.
Renner no podía provocar el colapso del Reino.
Ésa era la razón por la que habían tocado aquellos temas en la discusión con Lakyus y su grupo. Era por eso que Climb no dijo nada. No, no podía decir nada.
Interpretando algo del silencio de Climb, Sebas murmuró que lo entendía y dijo algo impactante.
“…De acuerdo a la muchacha, había muchos otros además de ella en aquel lugar, sin distinción de género.”
(Imposible. ¿Cómo puede existir un burdel como ése a pesar de no estar manejado por la organización de comercio de esclavos? O… ¿tal vez ése es el burdel del que ellas estaban hablando?)
Climb habló.
“Si sólo se tratara de permitirles escapar… podría preguntarle a mi ama. Ella posee territorios propios así que si ellos fueran a buscar refugio allí…”
“¿Es eso posible? ... ¿Y la joven también podría refugiarse allí?”
“…Lo siento, Sebas-sama. No puedo darle una respuesta sin preguntarle primero a mi ama. ¡Pero ella es benevolente, sin ninguna duda estará de acuerdo!”
“Oh. Si tu ama es así de confiable… en verdad debe tratarse de una gran persona, ¿cierto?”
Ante la pregunta de Sebas, Climb asintió profundamente. Nadie era más grande, proclamó.
“Aunque esto concierne a un asunto diferente, ¿qué sucedería si hay evidencia de que el burdel está envuelto en el comercio de esclavos y estuviera por tanto quebrantando la ley? ¿Eso también sería encubierto?”
“Aunque eso es posible, si la evidencia llegara a las manos adecuadas… quiero creer que el Reino no sería tan corrupto como para ignorarla.”
“…Entiendo. Entonces permíteme preguntarte algo diferente. ¿Por qué deseas ser fuerte?”
“¿Eh?”
Ante el súbito cambio de tema, Climb hizo un ruido extraño sin querer.
“Hace un momento, me pediste que te mostrara mi técnica. Aunque determiné que eres alguien confiable, desearía conocer la razón detrás de tu búsqueda de poder.”
Climb entrecerró los ojos ante la pregunta de Sebas.
¿Por qué quería ser más fuerte?
Climb había sido un niño abandonado y no conocía los rostros de sus padres. Historias como la suya no eran infrecuentes en el Reino. Morir en el barro tampoco era tan extraño.
Climb también había estado destinado a morir así en aquel día lluvioso.
Sin embargo — ese día, Climb conoció al sol. Un ser que se había estando arrastrando en la tierra, en la oscuridad, fue cautivado por aquella luz.
Cuando era joven soñaba con ella. Y mientras crecía, sus sentimientos cambiaron de forma sin dudarlo.
—Era amor.
Tenía que deshacerse de esos sentimientos. Los milagros como los de las sagas que los bardos cantaban nunca sucederían en la realidad. De la misma forma que un hombre no puede tocar el sol, los deseos de Climb nunca se cumplirían. No, no debían cumplirse.
La mujer que Climb amaba estaba destinada a eventualmente casarse con otro. Una princesa no podía casarse con alguien de origen desconocido como Climb, alguien que era inferior a un plebeyo.
Si el rey fuese a morir y el primer príncipe lo sucediera al trono, Renner tendría que casarse inmediatamente con uno de los grandes nobles. Lo más probable era que tales charlas ya estuvieran en marcha entre el príncipe y la alta nobleza. Ella incluso podría ser enviada a un reino vecino para un matrimonio político.
En lugar de eso, era extraño que, a pesar de tener la edad suficiente para ello, Renner ni siquiera tuviera un prometido, por no hablar de matrimonio.
Para él, este momento era como el oro. Tanto, que estaría dispuesto a pagar cualquier precio por ser capaz de detener el tiempo. Si no dedicara todo su tiempo a su entrenamiento, entonces podría disfrutar de este momento aunque sea un poco más.
Climb era un hombre común y corriente, una persona sin talento. Aun así, al final de su entrenamiento, tenía una habilidad considerable cuando era comparado con los otros soldados. Entonces ¿no sería mejor quedar satisfecho y detener su entrenamiento en este punto para poder servir al lado de Renner sólo un poco más?
Sin embargo— ¿era eso realmente suficiente?
Climb deseaba la luz del sol. Ésa no era una mentira o un malentendido. Era un pensamiento que provenía de su corazón.
Sin embargo—
“Porque soy hombre.”
Climb sonrió.
Así era, Climb quería permanecer a su lado. Un hombre nunca podría permanecer al lado del sol brillante en el cielo. Aun así, él quería elevarse incluso más para poder convertirse en una existencia que pudiera acercarse al sol, sin importar cuán poco.
No deseaba continuar por siempre como alguien que tuviera que levantar la cara para verla.
Aunque eran los pensamientos insignificantes de un chico, de todas formas eran muy propios para uno.
Quería ser un hombre digno de la admiración de una mujer. Incluso si eso no se fuera a concretarse nunca.
Estos pensamientos eran el porqué había sido capaz de soportar una vida sin amigos, el duro entrenamiento, y sus estudios que reducían sus horas de sueño.
Si las personas querían llamarlo tonto y burlarse de él, entonces que lo hagan.
Aquellos que nunca hubieran amado en verdad a otra persona jamás entenderían sus sentimientos.
Sebas entrecerró los ojos mientras observaba la sinceridad de Climb. Como si estuviera intentando entender el sinnúmero de significados detrás de la corta respuesta de Climb. Luego con satisfacción, asintió con la cabeza.
“De tu respuesta, he decidido cómo entrenarte.”
Climb trató de expresar su gratitud, pero fue detenido por la mano de Sebas.
“Sin embargo, siento decir que no tienes talento. Entrenarte seriamente tomará mucho tiempo, tiempo del que no dispongo. Deseo entrenarte para que los resultados se muestren rápidamente pero… será muy severo.”
Climb tragó saliva ruidosamente. El brillo en los ojos de Sebas le hicieron sentir un escalofrío en la espalda.
La razón por la que no respondió inmediatamente fue precisamente porque sintió el poder en esos ojos. Era una fuerza imposible, una que excedía incluso la de Gazef luchando en serio.
“Hablaré con honestidad. Podrías morir.”
No era una broma.
La intuición de Climb le decía que hablaba en serio. A él no le importaba si moría o no. Sin embargo, ése no era el caso si era por Renner. No quería perder la vida de una manera egoísta.
No era porque estuviera asustado. No, tal vez ésa era la verdadera razón.
Climb tragó saliva una vez más y luego vaciló. Los alrededores fueron dominados por un breve silencio, tanto como para oír los ruidos a la distancia.
“Si logras sobrevivir o no dependerá de ti… si tienes algo que valoras, una razón por la cual arrastrarte hacia adelante y aferrarte a la vida, estarás bien.”
¿Entonces no le iba a enseñar sobre artes marciales? A pesar de que tales preguntas surgieron en su mente, ése no era el problema planteado. Entendiendo el significado en las palabras de Sebas, Climb lo aceptó y le dio su respuesta.
“Estoy preparado. Me dejo en sus manos.”
“¿Quieres decir que tienes la confianza de que no morirás?”
Climb negó con la cabeza. No era eso.
Se debía a que en su corazón, Climb siempre llevaba consigo una razón para aferrarse a la vida, incluso si tuviera que arrastrarse sobre el suelo. Sebas asintió profundamente, como si hubiera leído lo que estaba escrito en el corazón de Climb con sólo mirar sus ojos.
“Lo entiendo. Entonces comenzaremos el entrenamiento en este lugar.”
“¿Aquí?”
“Sí. Sólo tomará unos cuantos minutos. Por favor levanta tu arma.”
¿Qué estaba intentando hacer? Con la mente llena de ansiedad y confusión por lo desconocido, y con un leve atisbo de expectativa y curiosidad, Climb sacó su espada.
El sonido de la hoja al dejar la funda resonó en el estrecho callejón.
Sebas observó en silencio mientras Climb asumía una postura media.
“Entonces comenzaré. Concéntrate.”
Y al momento siguiente—
—Con Sebas al centro, pareció como si cuchillas de hielo hubieran volado en todas las direcciones.
Climb no podía hablar.
Un vórtice de sed de sangre se arremolinaba con Sebas en su centro.
Una energía tan densa que su color se había vuelto visible, chocaba contra él como una ola enfurecida, haciendo que sintiera que su corazón podría explotar en un instante. Climb pensó que había oído el sonido de un alma gritando mientras era aplastada. Sonaba como si viniera de algún lado a su derecha, de un lugar lejano, o tal vez de su propia boca.
Mientras era tragado por la corriente negra de sed de sangre, Climb sintió que su conciencia se teñía de blanco. El miedo que sentía era tan grande que su mente estaba dejando ir a su conciencia para poder ignorar la situación.
“… ¿Es éste todo el valor de un ‘hombre’? Esto es sólo un calentamiento.”
En su conciencia desvaneciente, la decepción en la voz de Sebas sonaba excesivamente fuerte.
El significado de esas palabras se alojó profundamente en la mente de Climb, más profundamente que cualquier espada. Era suficiente para hacer que olvidara por un breve instante el miedo que lo golpeaba desde el frente.
El latido de su corazón se hacía más fuerte.
“¡¡Haaaa!!”
Climb liberó una gran cantidad de aire.
Sus ojos estaban húmedos por las lágrimas y a pesar de estar tan asustado que quería huir, lo soportó. Sus manos sosteniendo la espada temblaron y la punta de la hoja se sacudió como si se hubiera vuelto loca. El temblor que recorría todo su cuerpo provocó que su cota de malla tintineara ruidosamente.
Sin embargo, Climb apretó sus dientes castañeteantes e intentó soportar la sed de sangre de Sebas.
Viendo su apariencia impresentable, Sebas mostró una sonrisa burlona y lentamente formó un puño en su mano derecha, justo frente a los ojos de Climb. Luego de unos cuantos parpadeos, el puño parecido a una bola estaba completo.
Como cuando se prepara una flecha para ser lanzada, el puño se movió hacia atrás lentamente.
Incluso mientras permanecía ahí temblando, Climb se dio cuenta de lo que estaba por ocurrir y agitó la cabeza de lado a lado. Sobra decir que, su gesto no afectó a Sebas.
“Entonces… muere.”
Como una flecha explotando de una tensa cuerda, el puño de Sebas voló hacia él con el sonido del aire al ser cortado.
—Será una muerte instantánea.
Climb comprendió esto mientras el tiempo se ralentizaba. Parecía como si una enorme bola de acero, aun más grande que él mismo, estuviera precipitándose hacia él a una velocidad feroz. Su mente se llenó por completo con la imagen de esta muerte absoluta. Aun si fuera a levantar su espada y a usarla como escudo, sería fácilmente destrozada por el puño.
Su cuerpo ni siquiera se movió. La enorme ansiedad lo dejó completamente rígido.
—No había forma de escapar de la muerte ante sus ojos.
Climb se rindió a su destino y al mismo tiempo se molestó consigo mismo.
Si no podía dar su vida por Renner, ¿por qué simplemente no había muerto en ese entonces? Hubiera sido mejor para él el morir solo, temblando en la fría lluvia.
Ante sus ojos, vio el hermoso rostro de Renner.
Se dice que cuando las personas están cercanas a la muerte, ven su vida pasar frente a sus ojos. Es un efecto del cerebro al buscar una forma de escapar de la situación en las memorias del pasado. De cualquier forma, él encontraba bastante divertido que la última cosa que veía fuera la sonrisa de su ama a la que amaba y respetaba.
Así era. Lo que Climb vio fue la ‘sonrisa’ de Renner.
Después de salvarle la vida, la joven Renner no sonreía. ¿Cuándo fue que había comenzado a sonreír?
No podía recordarlo. Sin embargo, sí recordaba haberla visto sonreír tímidamente.
¿Acaso su sonrisa quedaría destruida si ella llegaba a enterarse de la muerte de Climb? ¿Como las nubes negras que bloquean al sol?
(—¡No me hagas reír!)
El corazón de Climb se llenó de rabia.
Ella era la que había salvado esa vida que había sido arrojada a un lado del camino. Entonces, la vida de Climb no le pertenecía a sí mismo. Su cuerpo era para Renner, para otorgarle al menos el mínimo de felicidad—
(¡Tiene que haber una manera de salir de esto—!)
Las cadenas del miedo fueron destruidas por la manifestación de una emoción intensa.
Sus manos se movieron.
Sus piernas también se movieron.
Sus ojos que estaban a punto de cerrarse se abrieron de par en par e intentó desesperadamente detectar a simple vista el puño que se dirigía hacia él a una velocidad vertiginosa.
Todos los sentidos de su cuerpo fueron llevados hasta el límite, hasta el punto en donde incluso podía sentir las vibraciones del aire.
Es sabido que las personas demuestran fuerza sobrehumana durante una emergencia. Ante condiciones extremas, el cerebro libera los mecanismos de seguridad colocados en los músculos y permite que ejerzan una fuerza que de otro modo sería imposible.
El cerebro también secreta químicos en grandes cantidades y concentra la mente sólo en la supervivencia. Procesando rápidamente una cantidad increíble de información, en busca del curso de acción más óptimo.
En este único momento, Climb había dado un paso dentro del mundo de los guerreros de primer orden. Sin embargo, incluso eso era superado por la velocidad del ataque de Sebas. Posiblemente ya era demasiado tarde para esquivar el puño de Sebas. Aun así, tenía que moverse. ¿Cómo podía rendirse?
En ese rápido intervalo de tiempo, sus propios movimientos parecían ser tan lentos como los de una tortuga. A pesar de eso, Climb movió su cuerpo con desesperación.
Y—
Con un rugido, el puño de Sebas pasó al lado de la cara de Climb. La presión de viento producida por el ataque arrancó algunas hebras de cabello de su cabeza.
Climb oyó una voz baja.
“Felicidades. ¿Cómo se siente superar el miedo a la muerte?”
—.
—Incapaz de entender lo que le estaba diciendo, Climb tenía una expresión estúpida en el rostro.
“¿Cómo se sintió encarar a la muerte? ¿Y cómo se sintió vencerla?”
Climb jadeaba con dificultad y se quedó mirando a Sebas con una expresión distraída. Su cara se veía como si se le hubieran zafado unos cuantos tornillos. La sed de sangre había desaparecido sin dejar rastro. Fue sólo después de que las palabras de Sebas finalmente penetraron en su cabeza que pudo sentir una sensación de alivio.
Como si esa intensa sed de sangre lo hubiera estado sosteniendo, Climb colapsó como una marioneta cuyas cuerdas habían sido cortadas.
Apoyado tanto sobre sus manos como sobre sus rodillas, absorbía el aire a sus pulmones con indulgencia.
“…Fue algo afortunado que no murieras por la conmoción. Hay ocasiones en las que el cuerpo cree tan fuertemente que está muerto que pierde la habilidad de sustentar la vida.”
Aún había algo amargo en la garganta de Climb. Éste debía ser el sabor de la muerte, pensó.
“Repetir esto muchas veces te permitirá superar la mayoría de miedos. Pero debes ser cuidadoso. El miedo es lo que estimula el instinto de supervivencia. Si se paraliza por completo, entonces serás incapaz de reconocer incluso el más obvio de los peligros. Debes ser capaz de distinguir entre ellos.”
“…A-aunque estoy siendo grosero, Sebas-sama ¿qué es usted?”
“¿Qué quieres decir?”
“E-esa sed de sangre no era algo que una persona normal podría emitir. Simplemente quién…”
“Por el momento, soy un simple anciano que siente confianza en sus habilidades.”
Climb no podía apartar los ojos de la sonriente cara de Sebas. Aunque parecía sonreír con amabilidad, también parecía la aterradora sonrisa de alguien poseedor de un poder abrumador que superaba por mucho a Gazef.
Era una existencia que incluso podría ser más fuerte que Gazef, el guerrero más fuerte entre los países vecinos.
—Climb decidió que su curiosidad había quedado satisfecha con solo eso. Sintió que nada bueno saldría de indagar más a fondo.
Sin embargo, la única cosa que quemaba en su mente era la pregunta sobre quién era realmente este hombre llamado Sebas. Incluso llegó a considerar la posibilidad de que fuera uno de los Trece Héroes del pasado.
“Entonces intentémoslo una vez má—”
“—¡E-espere! ¡Tengo una pregunta!”
La asustada voz de un hombre resonó desde atrás, interrumpiendo las palabras de Sebas.
Parte 4
Brain salió de la residencia de Gazef.
Miró por sobre su hombro y memorizó su apariencia para poder encontrar su camino de regreso. No podía recordar cómo se veía cuando había sido arrastrado hasta aquí por Gazef; su mente había estado un poco confusa por la hipotermia.
Conocía la ubicación de la casa de Gazef porque había planeado hacerle una visita para retarlo a una pelea. Sin embargo, ya que sólo lo había oído de alguien más, había algunos errores en la información.
“Ese techo no tiene ninguna maldita espada clavada en él.”
Observó la casa con cuidado mientras maldecía al informante que le había dado información equivocada. Era mucho más pequeña cuando la comparaba con las casas en las que vivían los nobles. Si uno tuviera que compararla, la casa se veía como si un ciudadano moderadamente adinerado pudiera vivir en ella. De cualquier forma, era más que suficiente para tres personas: Gazef y la antigua pareja que trabajaba de sirvientes con cama adentro.
Guardándola en su memoria, Brain continuó caminando.
No se dirigía a ningún lugar en particular.
No quería ir más por los alrededores en busca de ítems mágicos, armas o armaduras.
“¿Qué debería hacer…?”
Sus murmullos desaparecieron en el espacio vacío.
No importaría incluso si fuese a algún lugar y desaparecía. Incluso ahora, su mente se sentía bastante atraída a esa idea.
Aunque buscó en su corazón por algo que quisiera hacer, sólo encontró un agujero en su lugar. Ni siquiera quedaban las cenizas de su objetivo destrozado.
¿Entonces por qué—?
Mirando hacia abajo, la katana estaba en su mano derecha. Bajo sus ropas, estaba vistiendo su cota de malla.
La razón por la que sostenía la katana antes de llegar a la capital, era por miedo. Aun si sabía que no le serviría contra el monstruo llamado Shalltear, que había bloqueado sus más poderosos ataques con la uña de su dedo meñique, la ansiedad de encontrarse sin ella era demasiada para soportarla.
Entonces ¿por qué la seguía sosteniendo? No habría importando incluso si la hubiera dejado atrás. Como era de esperarse, ¿era porque estaba nervioso?
Pensando sobre ello, Brain inclinó la cabeza a un lado.
No.
Sin embargo, en lo que respecta a la emoción que lo había llevado a traer su katana consigo, no hubo respuesta.
Brain caminaba mientras recordaba la capital de cuando la había visitado por primera vez. Mientras que los edificios como el Gremio de Magos y el palacio no habían cambiado, pudo ver muchos otros edificios que eran nuevos. Mientras Brain intentaba disfrutar de la brecha en sus recuerdos, hubo una conmoción más adelante en el camino.
Frunció el ceño ante la conmoción. El sonido viniendo desde el frente estaba cargado de un sentimiento agudo de violencia.
Cuando estaba a punto de tomar un camino diferente, sus ojos fueron atraídos hacia un hombre mayor. El anciano se veía como si se estuviera deslizando con facilidad entre la multitud mientras se dirigía más al centro.
“… ¿Q-qué? ¿Qué son esos movimientos?”
Sus ojos parpadearon varias veces mientras se le escapaban las palabras involuntariamente. Esos movimientos eran demasiado increíbles. Le hacían pensar que acababa de ver una ensoñación, o tal vez que era el resultado de algún tipo de hechizo.
No era seguro si Brain podía siquiera seguir los movimientos del anciano. Tal técnica sólo sería posible si uno pudiera leer el flujo de las fuerzas de atracción y reacción generadas tanto por cada individuo como por la multitud en conjunto.
—Lo que había visto era la maestría del cuerpo.
Sus pies comenzaron a moverse hacia la multitud sin ninguna duda.
Habiendo hecho a un lado a la gente y habiendo llegando al centro de la multitud, lo que Brain vio fue el momento en el que el anciano golpeaba la barbilla de un hombre a gran velocidad.
(¿Cómo? Ese ataque de hace un momento… si hubiese sido yo, ¿podría haberlo esquivado? Eso podría ser difícil. ¿Acaso le jugó algún truco a los sentidos de ese hombre? ¿Tal vez lo estoy pensando demasiado? De todas formas, fue un golpe limpio de libro de texto…)
Podía sentir sus murmullos de admiración escapándose de su boca mientras reflexionaba sobre el ataque que acababa de presenciar.
No solo no había sido capaz de verlo con claridad, era muy difícil comparar a un espadachín y a un maestro de artes marciales usando la misma unidad de medida. Sin embargo, incluso ese corto espacio de tiempo fue más que suficiente para entender que el anciano era considerablemente poderoso.
Incluso podría ser más fuerte que él mismo.
Mientras mordía sus labios, Brain comparó el perfil de la cara del anciano con los datos de los oponentes hábiles que recordaba. Sin embargo, no se parecía a ninguno.
(¿Simplemente quién es él?)
En un parpadeo, el anciano se alejó de la multitud. Un chico también comenzó a alejarse, como para seguirlo. Actuando por impulso, como si estuviese siendo atraído, Brain comenzó a seguir al chico.
Se sentía como si el anciano tuviera ojos en la espalda, haciendo que le fuera difícil seguirlo de cerca. Pero con el chico, eso no era una preocupación. E incluso si el chico fuese descubierto, el mismo Brain seguiría estando seguro.
Podo después de comenzar a seguirlos, Brain detectó la presencia de varios otros perseguidores. Sin embargo, el que persiguieran al anciano o al chico no era asunto suyo.
Eventualmente, los dos doblaron en una esquina y su camino continuó haciéndose más oscuro. Brain se sintió nervioso, era como si estuviera siendo atraído a una trampa.
¿Acaso el chico no encuentra esto sospechoso? Justo cuando Brain comenzaba a preguntarse esto, el chico le habló al anciano.
Ya que acababan de doblar una esquina, Brain fue capaz de esconderse en el callejón y escucharlos.
Para resumir la conversación, el chico quería ser su discípulo.
(Qué tontería. Ese anciano no aceptará a alguien tan verde como él como discípulo.)
Cuando comparaba las habilidades de los dos, si el chico fuese una piedrecilla, entonces el anciano sería como una gema enorme. Vivían en mundos completamente diferentes.
(…Qué lamentable. No pensé que ignorar la diferencia en habilidad entre tú y los otros pudiera ser tan patético. Es suficiente, chico.)
Brain pensó eso para sí mismo sin decirlo en voz alta.
Aunque lo decía para el chico, también estaba dirigido a su antiguo yo que fue lo suficientemente tonto como para creer que era el más fuerte.
Mientras continuaba escuchando a escondidas —sin prestar mucha atención a la parte sobre el burdel— parecía que había sido decidido que el anciano entrenaría al chico tal vez una o dos veces. Brain no podía pensar en nada que valiera la pena que un hombre de ese calibre le pudiera enseñar a un chico como ése.
(¿Qué está sucediendo? ¿Acaso mis ojos se han nublado nuevamente? No, no es eso. ¡La habilidad de ese chico no es nada especial y ni siquiera tiene talento!)
¿Simplemente qué tipo de entrenamiento le iba a dar? Pero desde su posición sólo podía oír, no ver. Incapaz de resistir la curiosidad, Brain ocultó su presencia y lentamente se movió para intentar echar un vistazo desde la esquina. En ese momento—
Una energía aterradora atravesó su cuerpo entero.
Su grito no pudo ser descrito en palabras.
Todo su cuerpo quedó congelado.
Se sintió como si una bestia carnívora gigante estuviera respirando a centímetros de su nariz. El mundo se tiño de una sed de sangre abrumadora, dejándolo incapaz de parpadear siquiera, y mucho menos moverse. Eso le hizo preguntarse si su corazón había dejado de latir.
Esta presencia incluso podría rivalizar con la de Shalltear Bloodfallen, pensó Brain, la que él pensaba era el ser más fuerte en este mundo.
Si la persona fuese de mente débil, su corazón podría haberse detenido de verdad.
Con las piernas temblándole, cayó al suelo con un ruido sordo.
(Si yo estoy así, ¿ese chico podría haber muerto?)
Si fuera afortunado, entonces se habría desmayado.
Encorvado, temblando mientras se apoyaba sobre las manos, Brain buscó la presencia de las dos personas— y fue testigo de una escena imposible. Aunque fue sólo por un instante, la conmoción hizo que olvidara el miedo por completo.
El chico estaba de pie.
Al igual que Brain, sus dos piernas temblaban de terror. A pesar de esto, seguía de pie.
(¿Q-qué está pasando? ¿Cómo puede un crío como ése seguir de pie?)
No podía entender como era que el chico podía mantenerse en pie cuando él mismo se encontraba en desgracia sobre sus manos y rodillas.
¿Acaso el chico tenía algún ítem mágico que bloqueaba el miedo o conocía algún arte marcial que tuviera ese mismo efecto? ¿O poseía algún talento innato especial?
No podía negar con seguridad la existencia de esa posibilidad. Sin embargo, mientras observaba la espalda poco confiable del chico, Brain supo intuitivamente que ése no era el caso. Aunque imposible, era lo único en lo que podía pensar.
El chico era más fuerte que él mismo.
(¡Ridículo! ¡Cómo es posible!)
Aunque parecía que había entrenado su cuerpo, aún le faltaba volumen. De cuando lo había visto mover los pies mientras lo seguía, el chico no parecía tener mucho talento. A pesar de que era así, el resultado había sido diferente.
(¿Q-Qué está pasando? ¿Es que soy tan débil?)
Su vista se oscureció.
Brain sabía que caían lágrimas de sus ojos, sin embargo, no pudo reunir la fuerza para limpiarlas.
“Uuu, ugh… kuh…”
Desesperadamente intentó no llorar. Aun así, sus lágrimas fluyeron sin cesar.
“Po…r…qué.”
Brain tomó la tierra en el suelo y concentró sus fuerzas para ponerse de pie. Pero la sed de sangre que golpeaba contra su cuerpo le hizo imposible el moverse un milímetro. Como si estuviera siendo controlado por alguien más, sus piernas no respondían. Lo mejor que pudo hacer fue levantar la cara y ver al chico y al anciano.
Vio su espalda.
El chico seguía de pie.
Incluso ahora, el chico seguía en pie, cara a cara contra el anciano y su sed de sangre. La espalda que había pensado era tan débil parecía ahora increíblemente lejana.
“Acaso yo…”
¿Fui siempre tan débil?
Sintió rabia contra sí mismo, porque aun después de que la sed de sangre hubiera desaparecido, lo mejor que pudo hacer fue ponerse de pie.
Parecía que el entrenamiento iba a seguir. Incapaz de soportarlo más, Brain extrajo todo su valor y gritó mientras salía de su esquina.
“—¡E-espere! ¡Tengo una pregunta!”
Ya no podía darse el lujo de pensar que no debía interferir con su entrenamiento o de que debería esperar el momento adecuado para mostrarse.
Los hombros del chico dieron un salto al mismo tiempo que la desesperada voz le hizo darse la vuelta, revelando su expresión de sorpresa. Si sus posiciones se hubieran invertido, Brain también, hubiera mostrado la misma reacción.
“En primer lugar, me disculpo sinceramente por interrumpirlos a los dos. Perdónenme. No podía soportarlo por más tiempo.”
“…Es alguien que usted conozca, ¿Sebas-sama?”
“No, no lo es. Ya veo, entonces tu tampoco lo conoces.”
Ambos lo miraron con suspicacia. Sin embargo, eso era algo que Brain ya había anticipado.
“Ante todo, mi nombre es Brain Unglaus. Una vez más, permítanme expresarles mis disculpas por interrumpirlos. Realmente lo siento.”
Hizo una reverencia incluso más profunda que antes y pudo sentir que ambos se movían ligeramente.
Luego de lo que a su parecer fue un tiempo suficiente para expresar su sinceridad, Brain levantó la cara y vio que sus expresiones eran menos suspicaces que antes.
“¿Y qué desea de nosotros?”
De la pregunta del anciano, Brain observó al chico.
“¿Qué sucede?”
Cuando el chico se preguntaba eso, Brain le hizo una pregunta, como tosiendo sangre.
“Por qué… ¿cómo pudiste permanecer de pie mientras recibías esa sed de sangre?”
Los ojos del chico se ensancharon ligeramente. Ya que su rostro no mostraba expresión ninguna expresión, un movimiento así de ligero se sintió como un gran cambio en sus emociones.
“Me gustaría oírlo. Esa sed de sangre estaba más allá lo que podría soportar una persona. Aun con este cuerpo mío yo… discúlpame, incluso yo fui incapaz de soportarlo. Pero contigo fue diferente, tú lo soportaste. Estuviste de pie. ¡¿Cómo fuiste capaz de hacerlo?! ¡¿Cómo fue posible algo así?!”
No podía hablar como de costumbre debido a la emoción. Por lo que fue difícil de contener. Él, que había sucumbido a su miedo y había huido frente a la fuerza abrumadora de Shalltear Bloodfallen, y el chico que habiendo recibido una sed de sangre que estaba a la par de la de ella, había permanecido de pie, ¿simplemente de donde venía esa diferencia?
Tenía que saberlo sin importar qué.
Como si sus pensamientos le hubieran sido transferidos, aunque el chico parecía estar perdido, lo pensó con seriedad y respondió.
“…No lo sé. Dentro del torbellino inundado de tanta sed de sangre, no tengo idea de cómo fui capaz de soportarlo. Pero tal vez… podría deberse a que estaba pensado en mi ama.”
“… ¿Ama?”
“Sí. Cuando pensé en la persona a la que sirvo… pude permanecer firme.”
¿Cómo pudiste soportarlo con algo como eso? Aunque Brain quería gritar eso en voz alta, antes de que pudiera hacerlo, el anciano habló en voz baja.
“Significa que su lealtad era mayor a su miedo. Unglaus-sama, los humanos son capaces de mostrar un poder increíble si es para aquellos que les son importantes. Del mismo modo que una madre levanta un pilar para salvar a su niño atrapado en una casa, del mismo modo que un marido sostiene a su esposa de la mano cuando ella está a punto de caer, creo que ésa es la fuerza de los humanos. Esta persona aquí también, demostró esa fuerza. Y él no es el único en esto. Si tienes algo que no cambiarías por nada, entonces, Unglaus-sama, serás capaz de mostrar un poder más grande del que estás acostumbrado a esperar de ti mismo.”
Brain no podía llegar a creerlo. Lo que nunca cambiaría por nada, su ‘deseo de obtener poder’, había terminado siendo insignificante. Fácilmente, fue destruido. ¿Acaso no se había asustado y había huido?
Al mismo tiempo que su expresión se oscurecía gradualmente y su cara se dirigía al suelo, las siguientes palabras del anciano hicieron que levantara el rostro.
“…Lo que se cría solo, será débil. Al fin y al cabo, todo terminará una vez que tú mismo seas destruido. En lugar de eso, si creces junto a otro, si puedes dar todo de ti por alguien más, entonces incluso si estás en las peores condiciones, no caerás.”
Brain lo pensó para sí mismo. ¿Tenía ese algo?
Sin embargo, no había nada. Los había hecho a un lado, pensando que eran inútiles e innecesarios para su búsqueda de fuerza. Ahora resultaba que eran lo que realmente era importante.
Brain se rio a carcajadas. Su vida no había sido más que errores. Antes de que se diera cuenta, las palabras salieron de su boca como en una confesión.
“Lo he desechado todo. ¿Es demasiado tarde para que pueda volver a intentarlo?”
“Todo saldrá bien. Incluso alguien sin talento como yo fue capaz de hacerlo. ¡Si se trata de Unglaus-sama, no tengo dudas de que será capaz de hacerlo! ¡Definitivamente aún no es muy tarde!”
Las palabras del chico no tenían base. Sin embargo, por extraño que parezca, Brain sintió una sensación cálida esparciéndose por su corazón.
“Eres amable y fuerte… perdóname.”
El chico se agitó por la súbita disculpa. Era una persona de tanto coraje, y Brain se había burlado de él llamándolo crío.
(Tonto. Fui tan, tan tonto…)
“A propósito, dice que es Brain Unglaus… ¿usted podría ser el que luchó contra Stronoff-sama en el pasado?”
“…Así que lo recuerdas… ¿Por casualidad viste la pelea?”
“Ah, no pude verla. Simplemente lo oí de alguien que lo hizo. Esa persona dijo que Unglaus-sama era un espadachín increíble y que en el Reino se podía contar con los dedos de una mano a las personas con su nivel de habilidad. ¡Ahora que he visto su postura y cómo mantiene su centro de gravedad mientras se mueve, sé que esa persona decía la verdad!”
Sorprendido por los genuinos elogios, Brain balbuceó una respuesta.
“…Emm, gr-gracias, e-en verdad no pienso que sea tan grandioso, pero… estoy algo contento por recibir tantos elogios de tu parte.”
“Hmm… Unglaus-sama.”
“Anciano, sólo llámeme Unglaus. ¡No soy digno de que alguien como usted se refiera a mí con honoríficos!”
“Pues bien, ya que mi nombre es Sebas Tian, por favor llámame Sebas. …Entonces Unglaus-kun.”
Aunque se sentía un poco incómodo el tener un ‘kun’ añadido a su nombre, no era extraño cuando consideraba la diferencia en sus edades.
“¿Qué tal si le enseñas el manejo de la espada a Climb-kun? Creo que también será beneficioso para ti.”
“Ah, ¡me disculpo! Me llamo Climb, Unglaus-sama.”
“Entonces anciano… discúlpeme, Sebas-sama ¿no será usted el que lo instruya? Parecía que estaban discutiendo eso antes de que los interrumpiera.”
“Sí, eso es lo que pretendía inicialmente. Pero sentí que era necesario que me ocupara de mis invitados— ah, aquí están. Parece que estuvieron ocupados preparando sus equipos.”
Tardíamente, Brain volvió los ojos en la dirección que Sebas estaba mirando.
Tres hombres se mostraron lentamente. Cada uno vestía una camisa de cota de malla y sostenía un arma en sus gruesos guantes de cuero.
Claramente emitían unas ganas de matar que sobrepasaba la simple hostilidad. Aunque su sed de sangre sólo estaba dirigida hacia el anciano, no parecían del tipo que tendrían piedad y que perdonarían a los testigos.
Viendo a los hombres, Brain habló sin querer en una voz estridente y llena de sorpresa.
“¡Imposible! ¿Se están acercando aun luego de recibir esa sed de sangre? ¡¿Es que son tan fuertes?!”
Lo único que podía imaginar era que cada uno de ellos era tan hábil— no, incluso más fuerte que él mismo. Entonces ¿la razón por la que su técnica de seguimiento en secreto era tan descuidada se debía a que se habían enfocado en perfeccionar su habilidad como guerreros?
Sin embargo, los miedos de Brain fueron hechos a un lado por Sebas.
“La sed de sangre de antes sólo estuvo dirigida hacia ustedes dos.”
“… ¿Qué?”
Incluso Brain pensó que su propia voz sonaba aturdida.
“En el caso de Climb, fue para entrenarlo. En tu caso, fue porque parecías no tener intenciones de mostrar tu rostro, la dirigí hacia ti para intentar hacer que te mostraras y para arrancar cualquier hostilidad que pudieras tener junto con tu voluntad de luchar. No la dirigí a esos hombres porque sabía desde el comienzo que eran enemigos. Después de todo, sería problemático para mí si se hubiesen asustado y hubiesen escapado.”
Sebas había dado a entender algo aterrador en su explicación. Brain ya ni siquiera podía sorprenderse. Pensar que podía controlar su sed de sangre con tanta precisión a esa escala; eso ya no era algo que pudiera ser entendido dentro de los confines del sentido común.
“Y-ya veo. Entonces ¿conoce la identidad de esos hombres?”
“Podría aventurar una hipótesis pero no estoy seguro. Es por eso que pretendo capturar a uno o a dos para obtener información. Sin embargo—”
Sebas agachó la cabeza.
“No deseo que ustedes dos se vean envueltos en esto. ¿Podrían abandonar este lugar inmediatamente?”
Oyendo sus palabras, Climb preguntó:
“Antes de eso, tengo una pregunta que hacerle. Esos hombres… ¿son criminales?”
“…Eso es lo que parece. No creo que sean del tipo de personas que lleven vidas honestas.”
Habiendo oído la respuesta de Brain, un fuego ardía en los ojos de Climb.
“Aunque tal vez sólo seré un estorbo, también quiero luchar. Como alguien que protege la paz en la capital, es obvio que debo proteger a sus ciudadanos.”
Brain pensó que no había ninguna garantía de que la justicia estuviera de parte de Sebas en esta situación. Sin duda cualquiera que comparase a los hombres que acababan de aparecer con la apariencia de integridad de Sebas, creería que éste estaba en lo correcto. Aún así, no había garantía de ello.
(Novato…)
Sin embargo, simpatizaba con los sentimientos del chico.
Cuando comparaba al anciano que había salvado a aquel chico de los borrachos con estos hombres, no había duda sobre qué lado escogería Brain.
“Aunque probablemente no necesita ninguna ayuda… Sebas-sama, yo también le daré una mano.”
Brain se paró junto a Climb. Sebas no necesitaría ninguna ayuda…no, el que ellos estuvieran allí no significaría nada. Sin embargo, con el objetivo de imitar a Climb quien estaba luchando por el bien de alguien más, Brain escogió una respuesta que su yo pasado no escogería. Aun si el corazón del chico era fuerte, su habilidad con la espada era deficiente. Él lo protegería.
Brain echó un vistazo a las armas que los hombres sostenían y frunció el ceño.
“Veneno… parece que son experimentados ya que usan armas con el potencial de matarlos a ellos mismos… ¿Asesinos?”
Había líneas grabadas en las hojas de sus dagas, llamadas ‘rompe armaduras’, y el fluido en las hojas tenía un brillo siniestro. Además, la forma en que sus ágiles movimientos se enfocaban en la movilidad, diferentes a los de un espadachín, no hacía sino confirmar las palabras de Brain.
“Climb-kun, sé cauteloso. Aunque sería diferente si tuvieras un ítem mágico que bloqueara los venenos, considérate muerto si llegas a ser golpeado siquiera una vez.”
Aunque la gran habilidad física de Brain hacía inútiles los venenos corrientes, sería difícil que Climb pudiera resistirlos.
“Viendo que no han atacado inmediatamente después de revelarse abiertamente, es seguro asumir que planean un ataque de pinza y tienen a otros dos hombres esperando. Ya que hemos pasado ese punto, primero, ¿debería abrirnos paso por el frente?”
Sebas habló deliberadamente lo suficientemente fuerte como para que sus oponentes pudieran oírlo, provocando que los hombres se congelaran momentáneamente. Estaban conmocionados porque su plan de atacar al mismo tiempo que los rodeaban había sido descubierto.
“Parece que ésa es la opción más segura. Sería mejor aplastar a los del frente y luego atacar a los de la retaguardia.”
Brain estuvo de acuerdo con Sebas. Sin embargo, la idea fue rechazada por la misma persona que la había propuesto.
“Ah, pero entonces es posible que escapen. Yo me haré cargo de los tres en el frente. ¿Qué les parece si ustedes se encargan del otro grupo y se enfrentan a los dos que están por llegar?”
Brain respondió que lo entendía y Climb asintió con la cabeza estando de acuerdo. Ésta era la batalla de Sebas y ellos eran los que lo estaban ayudando a la fuerza. Mientras que Sebas no cometiera un grave error, ellos tendrían que seguir sus instrucciones.
“Muy bien, vamos.”
Brain habló con Climb y les dio la espalda a los hombres. Aunque les estaba mostrando un lado desprotegido a unas personas desbordantes de hostilidad, gracias a Sebas, no estaba preocupado. Mientras le dejaba su espalda, sintió un creciente sentimiento de seguridad, como si la gruesa pared de un castillo hubiera sido construida alrededor de él.
“Ahora, aunque es desafortunado… yo seré su oponente. —Oh no, no puedo permitir que sean desleales con estos dos.”
Cuando Brain miró por encima de su hombro, Sebas estaba sosteniendo tres dagas en los dedos de su mano derecha. Movió los dedos y las dagas que los hombres habían arrojado contra las espaldas indefensas de Brain y Climb cayeron al suelo.
La sed de sangre en los ojos de los hombres se redujo considerablemente.
(Obviamente, cualquiera perdería su voluntad de lucha al ver que las dagas que habían arrojado fueron bloqueadas de esa forma. Entonces muchachos, finalmente se han dado cuenta de cuán fuerte es Sebas-sama, eh. Pero ya es muy tarde.)
No había forma de escapar de ese anciano. Incluso si los tres fueran a escapar en diferentes direcciones.
“Increíble.”
Climb caminó hasta quedar al lado de Brain.
“Ciertamente. Si alguien fuera a decir que Sebas-sama es el más fuerte en el Reino, tendría que estar de acuerdo.”
“¿Aun más fuerte que el Capitán Guerrero?”
“Quieres decir Stronoff. En verdad, contra ese anciano, yo… yo…, lo siento. Hablaré como hablo normalmente. Incluso si Stronoff y yo lo atacáramos juntos, no hay forma de que podamos ganar. …Ah, ya están aquí.”
Dos hombres aparecieron luego de dar la vuelta en una esquina. Como era de esperarse, estaban vestidos de la misma forma que los tres anteriores. Hubo un sonido de espadas desenvainándose y Brain hizo lo mismo.
“La razón por la que no dejaron a uno escondido para emboscarnos y arrojar una daga fue probablemente porque el anciano descubrió lo que planeaban.”
Una emboscada sólo era efectiva si se hacía por sorpresa, sin eso, únicamente estarían dividiendo sus fuerzas. Ya que habían sido descubiertos, probablemente habían determinado que trabajar juntos desde el principio les daría una mayor oportunidad de obtener la victoria.
“Es ingenuo pensar de ese modo. …Climb-kun, yo me encargaré del hombre de la derecha, tu encárgate del de la izquierda.”
Brain había estudiado la forma en que se movían y habiendo deducido cuál de los dos era el más débil, le dio instrucciones a Climb. El chico asintió con la cabeza y levantó su espada. La falta de vacilación era única en las personas que habían experimentado situaciones en las que sus vidas estuvieran en peligro. Brain se sintió aliviado de que el chico hubiera experimentado batallas reales.
(Climb debería ser capaz de derrotar a ese tipo pero… ya que está usando veneno, será una pelea reñida.)
Aunque Climb tenía experiencia en batallas reales, no parecía ser alguien que hubiera recorrido el tipo de camino cubierto de sangre en el que las batallas contra usuarios de veneno eran frecuentes. Ésta incluso podría ser la primera vez que luchaba contra armas envenenadas.
Brain también, siempre era demasiado cuidadoso cuando luchaba contra monstruos que usaran ácido o veneno y estas situaciones le hacían difícil demostrar toda su fuerza.
(¿Sería mejor si matara al tipo de la derecha rápidamente y luego ayudara a Climb? ¿Será eso beneficioso para él? ¿Si hago eso estaría interponiéndome en su determinación de ayudar con su propia fuerza? ¿Debería simplemente luchar en su lugar? No… ¿será que Sebas-sama lo ayudará si está en un aprieto? ¿Tengo que interceder si no hay señales de que Sebas hará eso? Increíble que me esté preocupando de cosas como estas…)
Brain se rascó la cabeza con la mano que no sostenía la katana y miró ferozmente al enemigo.
“Ahora, perdón por esto pero te convertirás en un sacrificio para compensar mi periodo de inactividad.”
Tres golpes.
Sebas se acercó y con su puño, golpeó una vez a cada hombre. Ni siquiera pudieron reaccionar, ni mucho menos defenderse. Y con eso, había terminado.
Era algo obvio. Con una fuerza de pelea que se consideraba de primera clase inclusive en Nazarick, Sebas podía derrotar asesinos de este nivel con su dedo meñique.
Apartó los ojos de los hombres colapsados y observó la pelea detrás de él.
Brain estaba abrumando a su oponente desde el comienzo hasta el final y Sebas podía mirarlo sin preocuparse.
El asesino al que se estaba enfrentando parecía estar buscando una oportunidad para poder escapar. Sin embargo, Brain no lo se lo permitía y luchaba como si estuviera jugando con él. No, en lugar de llamarlo así, se veía como si estuviera usando una gran variedad de ataques para intentar remover el óxido de su cuerpo.
(Ciertamente, él mencionó algo sobre un periodo de inactividad. Y parece que la razón por la que no ataca en serio es porque está preocupado por Climb y quiere estar listo para interceder y ayudarlo en cualquier momento. Es más considerado de lo que pensaba.)
Sebas movió los ojos de Brain hacia Climb.
(Este lado tampoco debería tener problemas.)
Un intercambio de golpes. Aunque el arma envenenada le causaba un poco de inquietud, la situación no era tan mala como para que tuviera que ir y ayudarlo inmediatamente. Le dolía que un extraño amistoso se viera envuelto en el problema que él mismo había causado. Sin embargo—
(Si no me hubieras dicho que deseabas volverte más fuerte, hubiera ido a ayudarte. Una batalla en la que la vida de uno está en juego, es también un buen entrenamiento. Ye ayudaré si la situación se torna peligrosa.)
Sebas observaba la pelea de Climb mientras acariciaba su barba.
Climb usó su espada para redirigir el ataque de su oponente.
Su espalda estaba cubierta de un sudor frío. Ese ataque casi había conseguido atravesar su armadura. Una mirada de decepción se veía en el rostro de su oponente.
Climb colocó su espada frente a él y midió el espacio entre él y su oponente. Su oponente al otro lado se movía hacia adelante y hacia atrás para evitar que midiera la distancia.
Usualmente, Climb bloquearía con su escudo y usaría su espada para atacar. Su actual predicamento de tener que luchar sólo con su espada lo desgastaba física y mentalmente. No sólo eso, el arma envenenada también era un gran peso sobre él. Él sabía muy bien que los rompe armaduras eran armas especializadas para estocadas, y como tales, eso era lo único de lo que tenía que cuidarse. Pero aun así, como era de esperarse, el temor a recibir siquiera un rasguño entorpecía sus movimientos.
Podía sentir que su fatiga se incrementaba, no solo física, sino mental también. Su respiración se hacía dificultosa.
(Es lo mismo para mi oponente. No soy el único agotado.)
Como la de él, la frente de su oponente estaba empapada de sudor. Era ágil, usando movimientos rápidos para confundir a sus enemigos; un estilo idóneo para un asesino. Era por eso que el infligir una sola herida en sus brazos o piernas haría que el asesino perdiera su ventaja y destruiría el balance de poder entre ellos.
La batalla se decidiría en un solo ataque.
Ésa era la razón de la inquietud que fluía entre ellos. Por supuesto, así sería una batalla entre personas de un nivel de habilidad similar. De cualquier forma, era mucho más pronunciado en este caso en particular.
“¡Haa!”
Climb atacó exhalando con fuerza. Fue un golpe estrecho con poco poder detrás de él. Un golpe más abierto le dejaría un gran punto ciego si fuera a fallar.
El asesino esquivó su ataque con facilidad y dirigió una estocada a su pecho. Prediciendo su siguiente movimiento, Climb observó con cuidado la otra mano del asesino.
Climb bloqueó con su espada la daga que voló hacia sus ojos.
Fue afortunado. Había sido capaz de bloquear el ataque porque había enfocado su atención con cuidado.
Pero sin darle oportunidad a que respire aliviado, el asesino se lanzó desde abajo.
(¡Oh no!)
Un escalofrío recorrió su espalda.
No tenía forma de bloquear este ataque adicional. El miedo a la daga le hizo bloquearla con un golpe demasiado abierto. Debido a que su espada seguía en el aire, Climb no podía bajarla lo suficientemente rápido como para defenderse del contraataque. Aunque quería enfocarse en esquivarla, el asesino lo sobrepasaba en agilidad.
Estaba acorralado. Por lo menos, usaría su brazo como escudo y—
Mientras Climb se decidía, el asesino que estaba lanzándose contra él de pronto se cubrió la cara y retrocedió una gran distancia.
Una pequeña piedra del tamaño de un guisante había venido volando y golpeó al asesino en el párpado izquierdo. Empujada hacia sus límites, la mente acelerada de Climb lo confirmó.
Aun sin darse la vuelta, él sabía quién la había arrojado. Como prueba de ello, oyó la voz de Sebas viniendo desde atrás.
“El miedo es una emoción preciosa. Sin embargo, no debes dejarte abrumar por él. Estuve observando desde hace poco, pero ésta es una batalla bastante aburrida y poco entusiasta. Si tu oponente tuviera la determinación de sacrificar un brazo, con seguridad significaría tu muerte. Si tu fuerza te abandona, gana con tu cabeza. Hay momentos en los que la mente sobrepasa al cuerpo.”
¡Sí!, respondiendo en su mente, se sorprendió de haber recuperado la compostura. No era un sentimiento de seguridad provocado por confiar en que alguien más lo ayudaría. En lugar de eso, se debía a que alguien lo estaba cuidando.
No podía eliminar por completo el miedo de morir. Sin embargo—
“Si… muero, por favor dígale a Renner-sama, por favor dígale a la princesa que luché bien.”
Exhaló profundamente y en silencio levantó su espada.
Climb se percató de que la luz en los ojos del asesino era diferente a antes. Aunque se acababan de conocer, tal vez sus corazones habían encontrado una conexión en esta batalla con sus vidas en juego.
Del mismo modo que Climb había encontrado su determinación, el asesino parecía haberse dado cuenta de esto y encontrado la suya propia.
El asesino dio un paso al frente. Sobre decir que acortó la distancia sin decir una palabra.
Confirmando que había entrado en su rango, Climb movió su espada hacia abajo. En ese instante, el asesino saltó hacia atrás. Había leído la velocidad de la espada de Climb y se había usado a sí mismo como carnada para un amago.
Pero había una cosa que el asesino había pasado por alto.
Sin ninguna duda, el asesino había visto a través de la mayoría de las técnicas de Climb. Sin embargo, eso sólo era cierto si se excluía un ataque; el corte vertical en el que Climb confiaba. El que era más pesado y rápido que cualquiera de sus otros ataques.
La espada que se incrustó en el hombro del asesino fue detenida por la cota de malla y no lo cortó completamente en dos. Sin embargo, había atravesado su clavícula con facilidad, cortando a través de la carne, e incluso destrozando su omóplato.
El asesino se retorció mientras rodaba por el suelo. El dolor era tan intenso que su grito fue silencioso, escupiendo saliva de la boca.
“Espléndido.”
Sebas apareció desde atrás y sin ningún esfuerzo pateó al asesino en el abdomen.
Con solo eso, el asesino se quedó quieto, como una marioneta cuyas cuerdas habían sido cortadas. Había quedado inconsciente.
Por el rabillo de sus ojos, Brain ya había derrotado a su asesino y levantaba ligeramente una mano para felicitarlo.
“Entonces comencemos el interrogatorio. Si hay algo que les gustaría oír, por favor no duden en preguntar.”
Sebas trajo a uno de los hombres y lo despertó. El cuerpo del hombre tembló en el momento en que recobraba la conciencia, y entonces Sebas movió una mano a la frente del hombre. Todo esto no tomó ni dos segundos. Aunque no estaba presionando con mucha fuerza, la cabeza del hombre se dobló hacia atrás y regresó hacia adelante como un péndulo.
Los ojos del hombre estaban desenfocados, como los ojos de un borracho.
Sebas comenzó con el interrogatorio. Aunque los labios de un asesino deberían de estar sellados, el hombre no escondió nada y habló libremente. Viendo la extraña escena, Climb preguntó:
“¿Qué hizo?”
“Es una habilidad llamada ‘Palma del Titiritero’. Fue algo afortunado que se activara sin dar problemas.”
Aunque era una técnica de la cual nunca había oído, no era lo más importante. Climb frunció el ceño ante la información del hombre.
Se trataba de asesinos de los Ocho Dedos que habían sido entrenados por uno de los ‘Seis Brazos’, los miembros más fuerte del grupo de seguridad. Estaban siguiendo a Sebas para matarlo. Brain le preguntó a Climb:
“…No estoy muy seguro pero, ¿los Ocho Dedos no son una gran organización criminal? Creo que tienen conexiones con los grupos mercenarios…”
“Está en lo correcto. Los ‘Seis Brazos’ es el nombre de los seis miembros más fuertes de esa organización. He oído que cada uno de ellos rivaliza en fuerza con los aventureros de rango adamantita. No sabemos cuál es su apariencia ya que es un asunto concerniente al bajo mundo.”
Y Succulent, el que había aparecido en la residencia de Sebas, era un miembro de los Seis Brazos que se hacía llamar ‘Diablo Fantasma’. Su plan era matar a Sebas para poder manipular libremente a su hermosa ama.
Habiendo oído hasta este punto, Climb sintió un escalofrío apoderándose de él. El frío venía de Sebas.
Mientras Sebas se ponían de pie lentamente. Brain le hizo una pregunta:
“Entonces Sebas-sama, ¿Qué hará de aquí en adelante?”
“Ya lo he decidido. Primero destruiré ese lugar problemático. De lo que dijo el asesino, parece que Succulent también se encuentra allá. Una pequeña llama debe extinguirse con rapidez.”
Tanto Climb como Brain contuvieron el aliento ante su respuesta completamente despreocupada.
El hecho de que iba a atacarlos significaba que tenía la confianza suficiente de ganar contra aventureros de rango adamantita— en otras palabras, los más fuertes de la humanidad.
Pero incluso eso se sentía aceptable.
(Ha derrotado a tres de estos asesinos en un instante e incluso el famoso Unglaus-sama muestra respeto por él. ¿Quién es Sebas-sama? ¿Acaso fue un aventurero de rango adamantita en el pasado?)
“…Sin embargo, al parecer han secuestrado a muchas personas. Será mejor que actúe con rapidez.”
“Cierto, si los asesinos no regresan, ellos se darán cuenta de que algo salió mal y moverán a las personas secuestradas a algún otro lugar. Entonces no seremos capaces de rescatarlos.”
Mientras más tiempo pasaba, su situación sería más desventajosa mientras que la situación de sus enemigos sería más ventajosa. Esa era la situación actual para el hombre llamado Sebas.
“Entonces comenzaré mi ataque de inmediato. Me disculpo pero no tengo intenciones de cambiar de parecer. ¿Podría pedirles que lleven a estos asesinos a un puesto de guardia?”
“¡Ahh, espere Sebas-sama! Si está bien con usted, ¡por favor permítame ayudarle! Por supuesto, sólo lo haré con su aprobación.”
“Pienso lo mismo, Sebas-sama. Como subordinado de Renner-sama, velar por la seguridad del orden público en la capital obviamente es mi tarea. Si la gente del Reino está sufriendo, yo los salvaré con mi espada.”
“…Aunque probablemente Unglaus-kun estará bien, podría ser un poco peligroso para Climb-kun.”
“Estoy consciente de los peligros.”
“Eh, Climb… ¿alguna vez has oído que no debes ser una carga? Bueno, desde el punto de vista de Sebas-sama, probablemente no hay mucha diferencia entre tú y yo.”
“No no, eso no fue lo que quise decir. Solamente estaba preocupado por la seguridad de Climb-kun. Por favor ten en cuenta que no seré capaz de protegerte como antes.”
“Estoy preparado.”
“…Lo que estamos por hacer, podría terminar dañándote a ti o al honor de tu ama. ¿No habrá otras oportunidades más adecuadas para que arriesgues la vida?”
“Cerrar los ojos debido al peligro sólo probaría que no soy un hombre digno de servir a mi ama. Del mismo modo que ella ayuda a otros, si es posible, me gustaría extender una mano a aquellos que sufren.”
(Como cuando ella extendió la suya hacia mí—)
Como si hubieran dado un vistazo a su firme determinación, Sebas y Brain se miraron el uno hacia el otro.
“… ¿Estás decidido a ello?”
Ante la pregunta de Sebas, Climb asintió una vez con la cabeza.
“Lo entiendo. Entonces, si no hay más que agregar. Por favor préstenme su fuerza.”
Mes de Fuego Bajo (9no Mes), Día 3, 04:01
Tan pronto como ingresó a la residencia de Gazef, la fatiga acumulada en su cuerpo lo golpeó toda al mismo tiempo y Brain pasó casi todo el día durmiendo. Cuando despertó, comió algo ligero y nuevamente, volvió a dormir.
Aunque no quería admitirlo, la razón por la que pudo permitirse tal cantidad de descanso en el hogar de Gazef fue debido a la sensación de seguridad. Aun cuando sabía que Gazef no era rival para Shalltear, el hogar de su antiguo enemigo, que él consideraba el lugar más seguro en el mundo, le otorgó paz mental y le permitió descansar.
La luz brillando a través de las persianas empezó a iluminar el rostro de Brain. La luz del sol penetró en sus párpados y lo despertó de un letargo profundo y sin sueños.
Abrió los ojos y los cerró nuevamente debido a la cegadora luz, bloqueándola con la mano.
Brain se sentó y examinó sus alrededores como un ratón. La sencilla habitación contenía sólo las necesidades mínimas y el equipo que había estado usando descansaba en una esquina.
“Supongo que ésta es la habitación de huéspedes del Capitán Guerrero del Reino.”
Con un suspiro de alivio, Brain habló con sarcasmo mientras se estiraba. Con un crujido, su cuerpo rígido se relajó y su circulación sanguínea regresó.
Dejó escapar un gran bostezo.
“…Ese hombre probablemente deja que sus hombres duerman en este lugar de cuando en cuando. ¿No se sentirán decepcionados con una habitación como ésta?”
La razón por la que los nobles vivían vidas de extravagancia no era sólo porque amaban los lujos. Era para presumir y mantener las apariencias.
Del mismo modo, si su líder se rodeaba de muebles lujosos, eso alimentaría las ambiciones de los soldados y haría que trabajaran más duro.
“…No, eso no es asunto mío.”
Brain murmuró eso e intentó contener una carcajada, no dirigida hacia Gazef, sino hacia sí mismo.
Porque ésta era la segunda vez que su corazón se encontraba a gusto luego de una conmoción tan grande como para llevarlo a la desesperación. Debía de ser así, ya que tenía la paz mental para pensamientos tan triviales.
Brain recordó la apariencia de ese poderoso monstruo y no pudo detener el temblor de sus manos.
“Como era de esperarse…”
No podía deshacerse del terror en su corazón.
Shalltear Bloodfallen.
Brain Unglaus, un hombre que lo había dado todo por la espada, no le llegaba ni a los talones. Ella era una existencia de fuerza absoluta, un monstruo entre monstruos, y de una apariencia como si toda la belleza del mundo se hubiese concentrado en un solo punto. Era un ser poseedor del verdadero poder.
Con solo imaginarlo sentía como si su cuerpo entero estuviera siendo perforado por el terror.
Atrapado por el miedo a que ese monstruo lo estuviera persiguiendo, había huido hasta llegar a la capital casi sin dormir ni descansar. El miedo a que Shalltear apareciera ante él mientras dormía, a que rasgara el velo de la oscuridad mientras él corría por los caminos, lo había dominado. Gobernado por aquella ansiedad había continuado moviéndose sin obtener una sola noche de descanso decente.
Aunque la razón por la que había huido hacia la capital era porque esperaba que un lugar con mucha gente le permitiera esconderse entre ellos, incluso él mismo no había esperado que la espantosa experiencia de su escape fuera a agotar su mente hasta el punto en que buscara su propia muerte.
También se podría decir que su encuentro con Gazef estaba fuera de sus expectativas. Tal vez la pequeña esperanza de que Gazef pudiera hacer algo por él provocó que Brain girará los pies inconscientemente hacia su dirección. La respuesta era desconocida.
“¿Y ahora qué debo hacer…?”
No había nada.
En su mano abierta, no había nada.
Volvió su mirada hacia su equipo descansando en una esquina de la habitación.
La katana la había obtenido para derrotar a Gazef Stronoff, pero ¿qué bien haría incluso si lo derrotaba? Con el conocimiento de una existencia tremendamente más poderosa de lo que él era, ¿qué significado había en su insignificante disputa?
“Tal vez debería trabajar los campos… al menos eso podría seguir teniendo algún significado.”
Mientras se reía con amargura de sí mismo, Brain sintió la presencia de alguien al otro lado de la puerta.
“Unglaus, veo que estás despierto.”
La voz le pertenecía al dueño de la casa.
“Sí, ya me levanté, Stronoff.”
La puerta se abrió y Gazef ingresó. Se encontraba firmemente armado vistiendo su equipo.
“Estuviste durmiendo bastante bien. Fue una sorpresa.”
“Sí, gracias. Lo siento.”
“No te preocupes. Pero ahora debo ir al palacio. Cuéntame lo que ocurrió cuando regrese.”
“…Es una historia espantosa. Podrías terminar como yo.”
“Aún así, tengo que oírla. Tal vez un trago hará más fácil el escucharla… Hasta entonces, siéntete como en tú casa y ponte cómodo. Para las comidas o para cualquier cosa que podrías necesitar, pídeselas a los sirvientes y serán preparadas. Y si deseas ir a la ciudad… ¿tienes dinero?”
“…No… pero si lo necesito sólo venderé el ítem en mi mano.”
Brain levantó la mano en la que llevaba un anillo para que Gazef pudiera verlo.
“¿Eso estará bien? Se ve bastante costoso.”
“Me da igual.”
Originalmente, este ítem también era algo que obtuvo para derrotar a Gazef. Ahora que se había dado cuenta de que era en vano, ¿había alguna razón para quedárselo?
“Tal vez será difícil vender un ítem tan costoso y la preparación del oro para la compra también tomará tiempo. Toma esto contigo.”
Gazef le arrojó una bolsa pequeña. Un tintineo metálico resonó de la bolsa al aterrizar en la mano de Brain.
“…Lo siento. Me prestaré esto por un tiempo entonces.”
Parte 2
Mes de Fuego Bajo (9no Mes), Día 3, 10:31
Sebas caminaba mientras pensaba en cómo encargarse de las cinco personas que lo estaban siguiendo desde que dejó la residencia. No tenía un destino particular en mente. Sólo creía que mover su cuerpo y el cambio de paisaje lo ayudarían a pensar en una buena idea.
Eventualmente, encontró que una multitud se había reunido frente a él.
En el lugar, resonó una voz en la que se oía tanto furia como risa, junto con el sonido de algo siendo golpeado. Entre la muchedumbre, la gente comentaba sobre como alguien iba a ser asesinado, y que alguien debería llamar a los guardias.
Aunque no podía ver a través de la multitud, con seguridad algún tipo de acto violento debía de estar ocurriendo.
Sebas pensó en tomar un camino diferente, pero justo cuando estaba a punto de cambiar de dirección, vaciló… y continuó de frente.
Estaba dirigiéndose hacia el centro de la multitud.
“Perdón.”
Con esa sola frase, Sebas se deslizó con facilidad entre la multitud y atravesó al interior.
Como si estuvieran impresionados por los extraños movimientos que el hombre mayor hacía mientras se abría paso, cualquiera que estuviera en el camino de Sebas se alejaba de él mientras pasaba.
Otra persona además de Sebas parecía estar tratando de abrirse paso dentro de la multitud. Por lo que se oía de su voz pidiendo que lo dejaran pasar, sonaba nervioso al ser incapaz de avanzar.
Habiendo llegado sin mucha dificultad al centro de la muchedumbre, Sebas confirmó lo que estaba pasando con sus propios ojos.
Varios hombres en ropas andrajosas estaban pateando algo todos juntos.
Sebas continuó sin decir palabras. Se aproximó a los hombres hasta estar lo suficientemente cerca como para estirar la mano y tocarlos.
“¿Qué pasa viejo?”
Uno de los cinco en el lugar se percató de Sebas y preguntó bruscamente.
“Pensé que estaban haciendo mucho ruido.”
“¿Quieres que también te demos una lección?”
Los hombres se movieron para rodear a Sebas, revelando lo que habían estado pateando. Era un joven. Ya sea que fuese de la boca o de la nariz, había sangre fluyendo de su cara mientras el chico permanecía tendido en el suelo. Estaba inconsciente por las patadas pero aún respiraba.
Sebas observó a los hombres. El olor a alcohol flotaba en el aire alrededor de ellos, así como también de sus alientos. Sus rostros estaban teñidos de rojo y no era por el ejercicio. Tal vez no podían controlar su violencia porque estaban borrachos.
Sebas les habló con una expresión en blanco.
“Aunque no conozco sus razones, creo que ya han hecho suficiente.”
“¿Ah? Él ensució mi ropa con su comida. ¿Se supone que debería ignorarlo?”
En efecto, había una ligera mancha en el lugar al que el hombre apuntaba. Sin embargo, su ropa había estado sucia desde el comienzo. Viéndolo de ese modo, la mancha casi no se notaba.
Sebas volvió su mirada hacia el que parecía ser el líder del grupo. Aunque la diferencia era indistinguible, casi imposible de apreciar para un humano, Sebas pudo percibirla con sus sobresalientes sentidos como guerrero.
“Verdaderamente…esta ciudad tiene un orden público terrible.”
“¿Ah?”
Del comentario de Sebas, que parecía estar confirmando algo lejano en la distancia, uno de los hombres sintió que los estaba ignorando y dejó oír su voz cargada de ira.
“…Desaparezcan.”
“¿Qué? Abuelo, ¿qué acabas de decir?”
“Se los diré una vez más. Desaparezcan.”
“¡Bastardo!”
El rostro del hombre que parecía ser el líder enrojeció. El hombre levantó el puño para atacar y— colapsó.
Voces de sorpresa resonaron en todas direcciones, y por supuesto, también de los cuatro hombres restantes.
Lo que Sebas había hecho era simple. Había usado su puño para golpear la barbilla del hombre con precisión milimétrica —a la velocidad del rayo, casi invisible al ojo humano— y había sacudido el cerebro del hombre dentro de su cráneo. Aunque podría haberlo enviado volando a una velocidad imperceptible al ojo humano, eso no le hubiera permitido infundir miedo en los otros. Fue por eso que contuvo su fuerza.
“¿Continuarán?”
Sebas preguntó en voz baja.
Como si su calma y fuerza los hubiera dejado sobrios, los hombres retrocedieron unos cuantos pasos mientras se disculpaban en conjunto. Sebas pensó que deberían estar disculpándose con alguien más pero no lo expresó.
Sebas apartó los ojos de los hombres mientras ayudaban su amigo a levantarse del suelo, y luego intentó acercarse al joven pero se detuvo a medio camino.
¿Qué estaba haciendo?
Justo ahora, tenía un problema propio que necesitaba una solución inmediata. Pero estaba intentando cargar con otra carga más. Qué insensato. A fin de cuentas, ¿no eran precisamente este tipo de acciones y amabilidades tontas las razones por las que estaba en semejante problema en primer lugar?
Había salvado al joven; tenía que conformarse con sólo eso.
A pesar de tales pensamientos, Sebas se acercó al muchacho tendido sobre el suelo. Tocó ligeramente la espalda del chico y le inyectó su Ki. Sería simple que se recuperara por completo si usaba toda su fuerza, pero eso llamaría demasiado la atención.
Habiendo decidido que debería detenerse luego de hacer lo mínimo posible, Sebas se dirigió hacia la persona que tenía a la vista.
“…Por favor lleve a este joven al templo. Es posible que sus costillas estén rotas. Tenga cuidado con esto y por favor cárguelo con cuidado en una tabla para que no se mueva demasiado.”
Viendo que el hombre al que le había dado las instrucciones asentía con la cabeza, Sebas siguió adelante. No hubo necesidad de deslizarse entre la gente. Cada vez que daba un paso la gente se apartaba ante él.
Cuando Sebas estaba a punto de ponerse en marcha, sintió que el número de personas que lo seguían se había incrementado.
Sin embargo, había un problema. Se trataba de las identidades de sus nuevos perseguidores.
Los cinco que lo habían estado siguiendo desde la residencia eran sin ninguna duda los hombres de Succulent. Entonces ¿quiénes eran los dos que habían comenzado a seguirlo luego del incidente con el muchacho?
Por la forma en que caminaban y por el sonido de sus pasos, parecían ser hombres adultos, pero no podía adivinar de quienes se trataba.
“Pensar sobre ello no me dará la respuesta. Entonces, primero debería… capturarlos.”
Sebas dobló en el camino y se adentró más y más en la oscuridad. De todas formas, seguían siguiéndolo.
“…Hace que me pregunte si realmente tienen alguna intención de ocultarse.”
No mostraban signos de estar ocultando el sonido de sus pasos. Sebas se preguntó si se debía a que no eran lo suficientemente hábiles para hacerlo, o si había alguna otra razón. De cualquier forma, podría comprobarlo por sí mismo. Alrededor del momento en que la presencia de los transeúntes se debilitaba, Sebas estaba a punto de pasar a la acción cuando —como si estuviera haciendo coincidir sus acciones— la voz ronca de un hombre joven fluyó desde uno de sus perseguidores.
“—Disculpe.”
Parte 3
Mes de Fuego Bajo (9no Mes), Día 3, 10:27
Camino de vuelta al palacio, Climb se encontraba perdido en sus pensamientos mientras movía los pies.
Estaba pensando sobre su enfrentamiento con Gazef e imaginaba repetidamente cómo podrían haber salido mejor las cosas. Mientras decidía qué movimientos debería intentar si se le presentaba otra oportunidad, se oyó un grito. Una multitud se había reunido y dos soldados estaban de pie junto a ellos mirando con incomodidad.
Voces ruidosas se oían desde el centro de la multitud; sonidos que no presagiaban nada bueno.
El rostro de Climb se endureció mientras se acercaba a los soldados.
“¿Qué están haciendo ustedes dos?”
Por la súbita voz viniendo de detrás de ellos, los soldados se voltearon y miraron a Climb con sorpresa.
Estaban equipados con una lanza y una cota de malla, y sobre ésta llevaban una túnica sin mangas con el escudo de armas del Reino. Aunque se trataba del equipo estándar de un guardia, estos dos no parecían estar muy bien entrenados.
Para comenzar, sus cuerpos parecían estar fuera de forma. No estaban bien afeitados y sus cotas de malla estaban mal cuidadas y se veían sucias. En conjunto, tenían un aire de falta de disciplina.
“¿Quién demo…?”
Viendo que Climb, que era más joven que ellos, les hablaba de improviso, el guardia preguntó algo confuso y con cierto tono de irritación.
“Estoy de franco.”
Ante la firmeza en la voz de Climb, la confusión en la voz del hombre se extendió a su rostro. Este chico más joven que ellos les estaba hablando como si fuese su superior.
Como si hubieran juzgado que sería más prudente mostrarse humildes, los guardias enderezaron la espalda.
“Creemos que ha habido algún tipo de conmoción.”
Climb suprimió las ganas de reprenderlos por decir algo que era obvio. A diferencia de los soldados apostados en el palacio, los guardias que patrullaban los alrededores eran reclutados de la gente común y no recibían mucho entrenamiento. En otras palabras, eran como civiles que habían aprendido a blandir un arma.
Apartó los ojos de los incómodos guardias y observó a la multitud. En lugar de confiar en estos dos, sería más rápido si actuaba por su cuenta.
Aunque podría estar sobrepasando su autoridad e interfiriendo con el trabajo de las patrullas, si fuera a ignorar a un ciudadano en apuros, entonces no podría mostrarle el rostro a su benevolente ama.
“Ustedes esperen acá.”
Sin esperar una respuesta, Climb intentó abrirse paso entre la multitud. Aunque había algo de espacio, no podía pasar. No, si algún humano pudiera atravesar por ese lugar eso en sí mismo sería extraño.
Mientras intentaba atravesar a la fuerza aun cuando era empujado hacia atrás, Climb oyó una voz.
“…Desaparezcan.”
“¿Qué? Abuelo, ¿qué acabas de decir?”
“Se los diré una vez más. Desaparezcan.”
“¡Bastardo!”
Esto era malo. Estaban a punto de golpear a un anciano.
El rostro de Climb enrojeció mientras intentaba abrirse paso desesperadamente. Lo que logró divisar fue a un hombre mayor y a los hombres que lo rodeaban. Un joven maltrecho estaba tendido a los pies de los hombres.
El anciano, impecablemente vestido, desprendía tal elegancia que daba la impresión de ser un noble, o alguien que servía a uno. Cada uno de los hombres que lo rodeaban tenía una apariencia tosca y parecía estar borracho. Era obvio cual de los lados estaba en falta.
El más grande entre los hombres mostró el puño. Al compararlo con el anciano, la diferencia era sobrecogedora. El ancho de sus cuerpos, el tamaño de sus músculos, el aire de una violencia que no dudaría en derramar sangre; si fuera a golpearlo, el anciano sería arrojado hacia atrás con facilidad. Las personas alrededor de ellos se habían dado cuenta de esto e imaginando la tragedia que estaba a punto de ocurrirle al anciano dejaron oír un pequeño grito.
Sin embargo, Climb, que estaba en medio de la multitud, sintió una ligera sensación de peligro.
Sin ninguna duda, eran los hombres los que parecían más fuertes. Pero en lugar de eso, sintió como si fuera el anciano el que despedía el aire de fuerza absoluta.
Ese momento de distracción le costó a Climb la oportunidad de detener las acciones violentas del hombre. Éste levantó el puño y—
—Colapsó.
Voces llenas de sorpresa se oyeron en los alrededores de Climb.
El anciano había golpeado con precisión el mentón del hombre. No sólo eso, lo había hecho a una velocidad increíble. Fue tan rápido que alguien como Climb, que había entrenado su visión dinámica, apenas pudo verlo.
“¿Continuarán?”
La calma y habilidad que no podían entreverse por su apariencia, combinadas, no tuvieron problemas en curar el sopor etílico de los hombres. No, incluso los espectadores se vieron atrapados por la energía del anciano. Los hombres habían perdido por completo su deseo de luchar.
“N-no, fue culpa nuestra.”
Mientras retrocedían unos cuantos pasos al mismo tiempo que se disculpaban al unísono, los hombres tomaron a su líder y huyeron. Climb no tenía intenciones de perseguirlos. Y como si su espíritu le hubiese sido robado por el anciano de la espalda recta, Climb no pudo moverse.
Era una postura tan recta como una espada; una presencia que cualquier guerrero desearía para sí.
El hombre mayor tocó la espalda del joven como para comprobar su estado. Luego le pidió a una persona que tenía cerca que se encargará de él y siguió su camino. La multitud se apartó formando un camino frente a él. Nadie pudo apartar los ojos de su espalda; era una presencia de la que no se podía esperar nada menos.
Climb corrió con rapidez hacia el joven colapsado y tomó la poción que había recibido durante el entrenamiento con Gazef.
“¿Puedes beber esto?”
No hubo respuesta. Estaba completamente inconsciente.
Climb abrió la tapa y vertió el contenido sobre el cuerpo de joven. Aunque era fácil imaginar que, ya que las pociones eran medicina, tenían que beberse, no había problemas en verterlas sobre el cuerpo. Ésa era la grandeza de la magia.
La poción se filtró en el cuerpo de joven, como si su piel estuviera absorbiendo el fluido. Viendo que la complexión del joven recobraba su color, Climb se sintió aliviado y asintió con la cabeza.
La gente alrededor, que vio que Climb usaba un ítem tan costoso como lo era una poción, estuvo tan sorprendida como cuando habían visto la habilidad del anciano. Sin embargo, naturalmente, Climb no lo lamentaba. Siempre y cuando los ciudadanos pagaran impuestos, era el deber de aquellos que vivían de esos impuestos el protegerlos y garantizar su seguridad. Ya que no pudo cumplir con su deber, Climb sintió que por lo menos tenía que hacer esto.
Aunque la poción debería asegurar que no hubiera más problemas con el muchacho, sería mejor si lo llevaran al templo sólo por si acaso. Climb les hizo una señal a los guardias que estaban a la espera. Parecía que habían buscado refuerzos, otros tres hombres se habían unido a los dos guardias.
La gente alrededor miraba con reproche a los guardias que acababan de llegar. Los guardias se veían nerviosos mientras Climb hablaba con uno de ellos.
“Lleva a este muchacho al templo.”
“¿Exactamente…qué sucedió aquí?”
“Hubieron actos de violencia. Usé una poción de curación así que no debería haber problemas, pero llévalo sólo por si acaso.”
“¡Sí, entendido!”
Dejándoles el resto a los guardias, Climb juzgó que no había nada más que él pudiera hacer en el lugar. Nada bueno saldría si un soldado que trabajaba en el palacio seguía entrometiéndose con el trabajo de otros.
“¿Asumo que pueden averiguar lo que sucedió aquí de los testigos que vieron todo desde el comienzo?”
“Haré lo que dice.”
Habiendo recibido sus órdenes, los guardias recuperaron la confianza y se movieron con rapidez. Luego, Climb se puso de pie y corrió ignorando las voces de los guardias que le preguntaban a dónde iba.
Climb redujo el paso al llegar a la curva en el camino por la que el anciano había doblado.
Y lo siguió.
Sus ojos cayeron en la espalda del anciano mientras éste caminada frente a él.
Aunque quería hablarle de inmediato, en el momento en que encontrara el valor para hacerlo, Climb agachó el rostro. Se sentía como si la presión lo sobrepasaría — la presión de una pared ancha e invisible.
El anciano dobló por aquí y por allá y el camino comenzó a volverse oscuro. Climb lo seguía por detrás sin ser capaz de decir nada.
Esto era lo mismo que estar persiguiéndolo.
Climb sintió ganas de tirar de su cabello por lo que estaba haciendo. Sin importar que tan difícil fuera hablar con él, esto no era correcto. Aunque no dejaba de preocuparse, Climb continuó siguiéndolo.
Eventualmente, doblaron hacia un callejón sin nadie a la vista. Climb respiró profundamente varias veces y, como un hombre confesándose a la chica que le gustaba, reunió todo su coraje y habló.
“—Disculpe.”
En respuesta a su voz, el anciano se volvió.
Tanto su cabello como su barba eran blancos, pero su espalda recta hacía recordar a una espada forjada de acero. Los claros rasgos de su cara estaban surcados por arrugas y aunque lo hacían verse amable, sus ojos eran penetrantes, como los de un halcón mirando a su presa.
Incluso exudaba un aire de alta nobleza.
“¿Qué sucede?”
Aunque podía sentir la edad del anciano en su voz, ésta sonaba imponente y rebosante de vida. Sintiendo una presión invisible de su mirada, Climb tragó saliva.
“Eh, eh—”
Climb se sintió presionado por la energía del anciano y no pudo hablar. Luego, el anciano pareció liberar la energía contenida que se acumulaba en su interior.
“¿Quién eres?”
Su tono de voz se había vuelto amable. Climb finalmente fue liberado de la presión y su garganta pudo moverse con normalidad.
“…Me llamo Climb, soy un soldado de este país. Estoy aquí para ofrecerle mi más sincero agradecimiento por hacer lo que yo debí haber hecho.”
Mientras Climb se inclinaba profundamente, el anciano entrecerró los ojos como si estuviera pensando y murmuró un silencioso “Ahh” como si finalmente hubiera entendido lo que significaba.
“…No te preocupes por ello. Bueno entonces.”
Al mismo tiempo que el anciano intentó terminar la conversación y marcharse, Climb levantó la cara y preguntó.
“Por favor espere un momento. La verdad es que… aunque me avergüenza admitirlo, lo he estado siguiendo. En realidad, no me importa si se ríe de mi pedido tan atrevido, pero si está bien con usted, ¿podría enseñarme la técnica que usó hace un rato?”
“… ¿Qué quieres decir?”
“Estoy entrenando para volverme más fuerte y deseo aprender incluso una pequeña porción de los increíbles movimientos y de la técnica que mostró hace un momento.”
El anciano examinó a Climb de la cabeza a los pies.
“Hmm… por favor, muéstrame ambas manos.”
Climb extendió sus manos y el anciano observó sus palmas con una mirada penetrante. Se sintió algo incómodo. El anciano volteó las manos de Climb, examinó sus dedos, y luego asintió con satisfacción.
“Son gruesas y fuertes; unas buenas manos de guerrero.”
Oyendo las palabras que había dicho con una sonrisa, Climb sintió que su corazón se tornaba cálido. Sintió una alegría similar a la que había sentido cuando Gazef lo había elogiado.
“No, alguien como yo es… insignificante como guerrero.”
“No creo que necesites ser tan modesto… a continuación ¿podría pedirte que me muestres tu espada?”
El anciano tomó la espada en su mano y observó la hoja con ojos agudos.
“Ajá… ¿se trata de un arma de reserva?”
“¡¿Cómo lo supo?!”
“Eso pensé, ¿vez la grieta de la hoja en este lugar?”
Mirando al lugar que le estaba indicando, efectivamente, había una ligera grieta a un lado de la hoja de la espada. Él debía de haber fallado alguno de sus cortes mientras entrenaba.
“¡Le he mostrado algo vergonzoso!”
La vergüenza hizo que quisiera desaparecer en algún lado. Climb sabía que no tenía experiencia y era muy cauteloso, incluso nervioso, sobre el estado de su arma, todo para incrementar sus posibilidades de victoria incluso por un pequeño margen. No, sólo había pensado que lo era hasta este momento.
“Ya veo. He obtenido una idea general de tu personalidad. Para un guerrero, las manos y el arma son un reflejo de él mismo. Eres una persona que deja una impresión bastante agradable.”
Rojo hasta las orejas, Climb le dio un vistazo al anciano.
Tenía una sonrisa agradable y amable.
“Entiendo. Te entrenaré sólo un poco. Sin embargo—”
Cuando Climb estaba por darle las gracias, el anciano se detuvo y continuó.
“Tengo algo que me gustaría preguntarte. Dijiste que eras un soldado, ¿correcto? En realidad, sólo hace unos días ayudé a cierta señorita…”
Luego de oír la historia completa del anciano que se presentó a sí mismo como Sebas, Climb sintió una rabia intensa.
Ante el hecho de que alguien estuviera abusando de tal forma de la liberación de esclavos proclamada por Renner; percatándose de que incluso ahora, nada había cambiado desde entonces; le fue imposible ocultar su furia.
No, no era eso. Climb negó con la cabeza.
El comercio de esclavos había sido prohibido por las leyes del Reino. Sin embargo, aunque no se trataba exactamente de esclavitud, no era extraño oír a las personas quejándose por tener que trabajar en condiciones pobres debido a alguna deuda. Había muchas de esas rutas alternas con respecto a esa ley. No. Era debido a que esas rutas existían que la ley que prohibía la esclavitud había logrado ser aprobada en primer lugar.
La ley que Renner había promulgado era casi insignificante. Aunque ese triste pensamiento le recorrió la mente, lo hizo a un lado. Lo que tenía que pensar ahora era la situación de Sebas.
Climb frunció las cejas.
Se trataba de una posición abrumadoramente desventajosa. Aunque podrían contraatacar si investigaban el contrato de la chica, era difícil de imaginar que se les hubiera escapado un punto débil como ése en sus preparativos. Si Sebas fuese a apelar a la ley, definitivamente perdería.
La razón por la que sus oponentes no habían optado por un acuerdo legal era porque habían juzgado que hacerlo a su manera sería más lucrativo.
“¿Sabes de alguien que pudiera detener la corrupción o tendernos una mano?”
Climb únicamente sabía de una persona, su ama. Podía decir con confianza que no había otro noble que fuese más puro y digno de confianza que Renner.
Sin embargo, no podía presentársela.
Los que podían hacer lo que esas personas habían hecho, seguramente tendrían diversas conexiones con gente poderosa. Sin ninguna duda, los nobles de los que eran amigos tendrían una autoridad considerable. Si la princesa, que era parte de la facción real, usaba su autoridad para ordenar una investigación y un rescate y como resultado la facción de los nobles se veía afectada, eso podía llevar a ambos grupos a un conflicto a gran escala.
Ejercer el poder no era fácil, especialmente en casos como los del Reino donde no había garantías de que un conflicto entre las dos grandes facciones no desencadenaría una guerra civil.
Renner no podía provocar el colapso del Reino.
Ésa era la razón por la que habían tocado aquellos temas en la discusión con Lakyus y su grupo. Era por eso que Climb no dijo nada. No, no podía decir nada.
Interpretando algo del silencio de Climb, Sebas murmuró que lo entendía y dijo algo impactante.
“…De acuerdo a la muchacha, había muchos otros además de ella en aquel lugar, sin distinción de género.”
(Imposible. ¿Cómo puede existir un burdel como ése a pesar de no estar manejado por la organización de comercio de esclavos? O… ¿tal vez ése es el burdel del que ellas estaban hablando?)
Climb habló.
“Si sólo se tratara de permitirles escapar… podría preguntarle a mi ama. Ella posee territorios propios así que si ellos fueran a buscar refugio allí…”
“¿Es eso posible? ... ¿Y la joven también podría refugiarse allí?”
“…Lo siento, Sebas-sama. No puedo darle una respuesta sin preguntarle primero a mi ama. ¡Pero ella es benevolente, sin ninguna duda estará de acuerdo!”
“Oh. Si tu ama es así de confiable… en verdad debe tratarse de una gran persona, ¿cierto?”
Ante la pregunta de Sebas, Climb asintió profundamente. Nadie era más grande, proclamó.
“Aunque esto concierne a un asunto diferente, ¿qué sucedería si hay evidencia de que el burdel está envuelto en el comercio de esclavos y estuviera por tanto quebrantando la ley? ¿Eso también sería encubierto?”
“Aunque eso es posible, si la evidencia llegara a las manos adecuadas… quiero creer que el Reino no sería tan corrupto como para ignorarla.”
“…Entiendo. Entonces permíteme preguntarte algo diferente. ¿Por qué deseas ser fuerte?”
“¿Eh?”
Ante el súbito cambio de tema, Climb hizo un ruido extraño sin querer.
“Hace un momento, me pediste que te mostrara mi técnica. Aunque determiné que eres alguien confiable, desearía conocer la razón detrás de tu búsqueda de poder.”
Climb entrecerró los ojos ante la pregunta de Sebas.
¿Por qué quería ser más fuerte?
Climb había sido un niño abandonado y no conocía los rostros de sus padres. Historias como la suya no eran infrecuentes en el Reino. Morir en el barro tampoco era tan extraño.
Climb también había estado destinado a morir así en aquel día lluvioso.
Sin embargo — ese día, Climb conoció al sol. Un ser que se había estando arrastrando en la tierra, en la oscuridad, fue cautivado por aquella luz.
Cuando era joven soñaba con ella. Y mientras crecía, sus sentimientos cambiaron de forma sin dudarlo.
—Era amor.
Tenía que deshacerse de esos sentimientos. Los milagros como los de las sagas que los bardos cantaban nunca sucederían en la realidad. De la misma forma que un hombre no puede tocar el sol, los deseos de Climb nunca se cumplirían. No, no debían cumplirse.
La mujer que Climb amaba estaba destinada a eventualmente casarse con otro. Una princesa no podía casarse con alguien de origen desconocido como Climb, alguien que era inferior a un plebeyo.
Si el rey fuese a morir y el primer príncipe lo sucediera al trono, Renner tendría que casarse inmediatamente con uno de los grandes nobles. Lo más probable era que tales charlas ya estuvieran en marcha entre el príncipe y la alta nobleza. Ella incluso podría ser enviada a un reino vecino para un matrimonio político.
En lugar de eso, era extraño que, a pesar de tener la edad suficiente para ello, Renner ni siquiera tuviera un prometido, por no hablar de matrimonio.
Para él, este momento era como el oro. Tanto, que estaría dispuesto a pagar cualquier precio por ser capaz de detener el tiempo. Si no dedicara todo su tiempo a su entrenamiento, entonces podría disfrutar de este momento aunque sea un poco más.
Climb era un hombre común y corriente, una persona sin talento. Aun así, al final de su entrenamiento, tenía una habilidad considerable cuando era comparado con los otros soldados. Entonces ¿no sería mejor quedar satisfecho y detener su entrenamiento en este punto para poder servir al lado de Renner sólo un poco más?
Sin embargo— ¿era eso realmente suficiente?
Climb deseaba la luz del sol. Ésa no era una mentira o un malentendido. Era un pensamiento que provenía de su corazón.
Sin embargo—
“Porque soy hombre.”
Climb sonrió.
Así era, Climb quería permanecer a su lado. Un hombre nunca podría permanecer al lado del sol brillante en el cielo. Aun así, él quería elevarse incluso más para poder convertirse en una existencia que pudiera acercarse al sol, sin importar cuán poco.
No deseaba continuar por siempre como alguien que tuviera que levantar la cara para verla.
Aunque eran los pensamientos insignificantes de un chico, de todas formas eran muy propios para uno.
Quería ser un hombre digno de la admiración de una mujer. Incluso si eso no se fuera a concretarse nunca.
Estos pensamientos eran el porqué había sido capaz de soportar una vida sin amigos, el duro entrenamiento, y sus estudios que reducían sus horas de sueño.
Si las personas querían llamarlo tonto y burlarse de él, entonces que lo hagan.
Aquellos que nunca hubieran amado en verdad a otra persona jamás entenderían sus sentimientos.
♦ ♦ ♦
Sebas entrecerró los ojos mientras observaba la sinceridad de Climb. Como si estuviera intentando entender el sinnúmero de significados detrás de la corta respuesta de Climb. Luego con satisfacción, asintió con la cabeza.
“De tu respuesta, he decidido cómo entrenarte.”
Climb trató de expresar su gratitud, pero fue detenido por la mano de Sebas.
“Sin embargo, siento decir que no tienes talento. Entrenarte seriamente tomará mucho tiempo, tiempo del que no dispongo. Deseo entrenarte para que los resultados se muestren rápidamente pero… será muy severo.”
Climb tragó saliva ruidosamente. El brillo en los ojos de Sebas le hicieron sentir un escalofrío en la espalda.
La razón por la que no respondió inmediatamente fue precisamente porque sintió el poder en esos ojos. Era una fuerza imposible, una que excedía incluso la de Gazef luchando en serio.
“Hablaré con honestidad. Podrías morir.”
No era una broma.
La intuición de Climb le decía que hablaba en serio. A él no le importaba si moría o no. Sin embargo, ése no era el caso si era por Renner. No quería perder la vida de una manera egoísta.
No era porque estuviera asustado. No, tal vez ésa era la verdadera razón.
Climb tragó saliva una vez más y luego vaciló. Los alrededores fueron dominados por un breve silencio, tanto como para oír los ruidos a la distancia.
“Si logras sobrevivir o no dependerá de ti… si tienes algo que valoras, una razón por la cual arrastrarte hacia adelante y aferrarte a la vida, estarás bien.”
¿Entonces no le iba a enseñar sobre artes marciales? A pesar de que tales preguntas surgieron en su mente, ése no era el problema planteado. Entendiendo el significado en las palabras de Sebas, Climb lo aceptó y le dio su respuesta.
“Estoy preparado. Me dejo en sus manos.”
“¿Quieres decir que tienes la confianza de que no morirás?”
Climb negó con la cabeza. No era eso.
Se debía a que en su corazón, Climb siempre llevaba consigo una razón para aferrarse a la vida, incluso si tuviera que arrastrarse sobre el suelo. Sebas asintió profundamente, como si hubiera leído lo que estaba escrito en el corazón de Climb con sólo mirar sus ojos.
“Lo entiendo. Entonces comenzaremos el entrenamiento en este lugar.”
“¿Aquí?”
“Sí. Sólo tomará unos cuantos minutos. Por favor levanta tu arma.”
¿Qué estaba intentando hacer? Con la mente llena de ansiedad y confusión por lo desconocido, y con un leve atisbo de expectativa y curiosidad, Climb sacó su espada.
El sonido de la hoja al dejar la funda resonó en el estrecho callejón.
Sebas observó en silencio mientras Climb asumía una postura media.
“Entonces comenzaré. Concéntrate.”
Y al momento siguiente—
—Con Sebas al centro, pareció como si cuchillas de hielo hubieran volado en todas las direcciones.
Climb no podía hablar.
Un vórtice de sed de sangre se arremolinaba con Sebas en su centro.
Una energía tan densa que su color se había vuelto visible, chocaba contra él como una ola enfurecida, haciendo que sintiera que su corazón podría explotar en un instante. Climb pensó que había oído el sonido de un alma gritando mientras era aplastada. Sonaba como si viniera de algún lado a su derecha, de un lugar lejano, o tal vez de su propia boca.
Mientras era tragado por la corriente negra de sed de sangre, Climb sintió que su conciencia se teñía de blanco. El miedo que sentía era tan grande que su mente estaba dejando ir a su conciencia para poder ignorar la situación.
“… ¿Es éste todo el valor de un ‘hombre’? Esto es sólo un calentamiento.”
En su conciencia desvaneciente, la decepción en la voz de Sebas sonaba excesivamente fuerte.
El significado de esas palabras se alojó profundamente en la mente de Climb, más profundamente que cualquier espada. Era suficiente para hacer que olvidara por un breve instante el miedo que lo golpeaba desde el frente.
El latido de su corazón se hacía más fuerte.
“¡¡Haaaa!!”
Climb liberó una gran cantidad de aire.
Sus ojos estaban húmedos por las lágrimas y a pesar de estar tan asustado que quería huir, lo soportó. Sus manos sosteniendo la espada temblaron y la punta de la hoja se sacudió como si se hubiera vuelto loca. El temblor que recorría todo su cuerpo provocó que su cota de malla tintineara ruidosamente.
Sin embargo, Climb apretó sus dientes castañeteantes e intentó soportar la sed de sangre de Sebas.
Viendo su apariencia impresentable, Sebas mostró una sonrisa burlona y lentamente formó un puño en su mano derecha, justo frente a los ojos de Climb. Luego de unos cuantos parpadeos, el puño parecido a una bola estaba completo.
Como cuando se prepara una flecha para ser lanzada, el puño se movió hacia atrás lentamente.
Incluso mientras permanecía ahí temblando, Climb se dio cuenta de lo que estaba por ocurrir y agitó la cabeza de lado a lado. Sobra decir que, su gesto no afectó a Sebas.
“Entonces… muere.”
Como una flecha explotando de una tensa cuerda, el puño de Sebas voló hacia él con el sonido del aire al ser cortado.
—Será una muerte instantánea.
Climb comprendió esto mientras el tiempo se ralentizaba. Parecía como si una enorme bola de acero, aun más grande que él mismo, estuviera precipitándose hacia él a una velocidad feroz. Su mente se llenó por completo con la imagen de esta muerte absoluta. Aun si fuera a levantar su espada y a usarla como escudo, sería fácilmente destrozada por el puño.
Su cuerpo ni siquiera se movió. La enorme ansiedad lo dejó completamente rígido.
—No había forma de escapar de la muerte ante sus ojos.
Climb se rindió a su destino y al mismo tiempo se molestó consigo mismo.
Si no podía dar su vida por Renner, ¿por qué simplemente no había muerto en ese entonces? Hubiera sido mejor para él el morir solo, temblando en la fría lluvia.
Ante sus ojos, vio el hermoso rostro de Renner.
Se dice que cuando las personas están cercanas a la muerte, ven su vida pasar frente a sus ojos. Es un efecto del cerebro al buscar una forma de escapar de la situación en las memorias del pasado. De cualquier forma, él encontraba bastante divertido que la última cosa que veía fuera la sonrisa de su ama a la que amaba y respetaba.
Así era. Lo que Climb vio fue la ‘sonrisa’ de Renner.
Después de salvarle la vida, la joven Renner no sonreía. ¿Cuándo fue que había comenzado a sonreír?
No podía recordarlo. Sin embargo, sí recordaba haberla visto sonreír tímidamente.
¿Acaso su sonrisa quedaría destruida si ella llegaba a enterarse de la muerte de Climb? ¿Como las nubes negras que bloquean al sol?
(—¡No me hagas reír!)
El corazón de Climb se llenó de rabia.
Ella era la que había salvado esa vida que había sido arrojada a un lado del camino. Entonces, la vida de Climb no le pertenecía a sí mismo. Su cuerpo era para Renner, para otorgarle al menos el mínimo de felicidad—
(¡Tiene que haber una manera de salir de esto—!)
Las cadenas del miedo fueron destruidas por la manifestación de una emoción intensa.
Sus manos se movieron.
Sus piernas también se movieron.
Sus ojos que estaban a punto de cerrarse se abrieron de par en par e intentó desesperadamente detectar a simple vista el puño que se dirigía hacia él a una velocidad vertiginosa.
Todos los sentidos de su cuerpo fueron llevados hasta el límite, hasta el punto en donde incluso podía sentir las vibraciones del aire.
Es sabido que las personas demuestran fuerza sobrehumana durante una emergencia. Ante condiciones extremas, el cerebro libera los mecanismos de seguridad colocados en los músculos y permite que ejerzan una fuerza que de otro modo sería imposible.
El cerebro también secreta químicos en grandes cantidades y concentra la mente sólo en la supervivencia. Procesando rápidamente una cantidad increíble de información, en busca del curso de acción más óptimo.
En este único momento, Climb había dado un paso dentro del mundo de los guerreros de primer orden. Sin embargo, incluso eso era superado por la velocidad del ataque de Sebas. Posiblemente ya era demasiado tarde para esquivar el puño de Sebas. Aun así, tenía que moverse. ¿Cómo podía rendirse?
En ese rápido intervalo de tiempo, sus propios movimientos parecían ser tan lentos como los de una tortuga. A pesar de eso, Climb movió su cuerpo con desesperación.
Y—
Con un rugido, el puño de Sebas pasó al lado de la cara de Climb. La presión de viento producida por el ataque arrancó algunas hebras de cabello de su cabeza.
Climb oyó una voz baja.
“Felicidades. ¿Cómo se siente superar el miedo a la muerte?”
—.
—Incapaz de entender lo que le estaba diciendo, Climb tenía una expresión estúpida en el rostro.
“¿Cómo se sintió encarar a la muerte? ¿Y cómo se sintió vencerla?”
Climb jadeaba con dificultad y se quedó mirando a Sebas con una expresión distraída. Su cara se veía como si se le hubieran zafado unos cuantos tornillos. La sed de sangre había desaparecido sin dejar rastro. Fue sólo después de que las palabras de Sebas finalmente penetraron en su cabeza que pudo sentir una sensación de alivio.
Como si esa intensa sed de sangre lo hubiera estado sosteniendo, Climb colapsó como una marioneta cuyas cuerdas habían sido cortadas.
Apoyado tanto sobre sus manos como sobre sus rodillas, absorbía el aire a sus pulmones con indulgencia.
“…Fue algo afortunado que no murieras por la conmoción. Hay ocasiones en las que el cuerpo cree tan fuertemente que está muerto que pierde la habilidad de sustentar la vida.”
Aún había algo amargo en la garganta de Climb. Éste debía ser el sabor de la muerte, pensó.
“Repetir esto muchas veces te permitirá superar la mayoría de miedos. Pero debes ser cuidadoso. El miedo es lo que estimula el instinto de supervivencia. Si se paraliza por completo, entonces serás incapaz de reconocer incluso el más obvio de los peligros. Debes ser capaz de distinguir entre ellos.”
“…A-aunque estoy siendo grosero, Sebas-sama ¿qué es usted?”
“¿Qué quieres decir?”
“E-esa sed de sangre no era algo que una persona normal podría emitir. Simplemente quién…”
“Por el momento, soy un simple anciano que siente confianza en sus habilidades.”
Climb no podía apartar los ojos de la sonriente cara de Sebas. Aunque parecía sonreír con amabilidad, también parecía la aterradora sonrisa de alguien poseedor de un poder abrumador que superaba por mucho a Gazef.
Era una existencia que incluso podría ser más fuerte que Gazef, el guerrero más fuerte entre los países vecinos.
—Climb decidió que su curiosidad había quedado satisfecha con solo eso. Sintió que nada bueno saldría de indagar más a fondo.
Sin embargo, la única cosa que quemaba en su mente era la pregunta sobre quién era realmente este hombre llamado Sebas. Incluso llegó a considerar la posibilidad de que fuera uno de los Trece Héroes del pasado.
“Entonces intentémoslo una vez má—”
“—¡E-espere! ¡Tengo una pregunta!”
La asustada voz de un hombre resonó desde atrás, interrumpiendo las palabras de Sebas.
Parte 4
Mes de Fuego Bajo (9no Mes), Día 3, 09:42
Brain salió de la residencia de Gazef.
Miró por sobre su hombro y memorizó su apariencia para poder encontrar su camino de regreso. No podía recordar cómo se veía cuando había sido arrastrado hasta aquí por Gazef; su mente había estado un poco confusa por la hipotermia.
Conocía la ubicación de la casa de Gazef porque había planeado hacerle una visita para retarlo a una pelea. Sin embargo, ya que sólo lo había oído de alguien más, había algunos errores en la información.
“Ese techo no tiene ninguna maldita espada clavada en él.”
Observó la casa con cuidado mientras maldecía al informante que le había dado información equivocada. Era mucho más pequeña cuando la comparaba con las casas en las que vivían los nobles. Si uno tuviera que compararla, la casa se veía como si un ciudadano moderadamente adinerado pudiera vivir en ella. De cualquier forma, era más que suficiente para tres personas: Gazef y la antigua pareja que trabajaba de sirvientes con cama adentro.
Guardándola en su memoria, Brain continuó caminando.
No se dirigía a ningún lugar en particular.
No quería ir más por los alrededores en busca de ítems mágicos, armas o armaduras.
“¿Qué debería hacer…?”
Sus murmullos desaparecieron en el espacio vacío.
No importaría incluso si fuese a algún lugar y desaparecía. Incluso ahora, su mente se sentía bastante atraída a esa idea.
Aunque buscó en su corazón por algo que quisiera hacer, sólo encontró un agujero en su lugar. Ni siquiera quedaban las cenizas de su objetivo destrozado.
¿Entonces por qué—?
Mirando hacia abajo, la katana estaba en su mano derecha. Bajo sus ropas, estaba vistiendo su cota de malla.
La razón por la que sostenía la katana antes de llegar a la capital, era por miedo. Aun si sabía que no le serviría contra el monstruo llamado Shalltear, que había bloqueado sus más poderosos ataques con la uña de su dedo meñique, la ansiedad de encontrarse sin ella era demasiada para soportarla.
Entonces ¿por qué la seguía sosteniendo? No habría importando incluso si la hubiera dejado atrás. Como era de esperarse, ¿era porque estaba nervioso?
Pensando sobre ello, Brain inclinó la cabeza a un lado.
No.
Sin embargo, en lo que respecta a la emoción que lo había llevado a traer su katana consigo, no hubo respuesta.
Brain caminaba mientras recordaba la capital de cuando la había visitado por primera vez. Mientras que los edificios como el Gremio de Magos y el palacio no habían cambiado, pudo ver muchos otros edificios que eran nuevos. Mientras Brain intentaba disfrutar de la brecha en sus recuerdos, hubo una conmoción más adelante en el camino.
Frunció el ceño ante la conmoción. El sonido viniendo desde el frente estaba cargado de un sentimiento agudo de violencia.
Cuando estaba a punto de tomar un camino diferente, sus ojos fueron atraídos hacia un hombre mayor. El anciano se veía como si se estuviera deslizando con facilidad entre la multitud mientras se dirigía más al centro.
“… ¿Q-qué? ¿Qué son esos movimientos?”
Sus ojos parpadearon varias veces mientras se le escapaban las palabras involuntariamente. Esos movimientos eran demasiado increíbles. Le hacían pensar que acababa de ver una ensoñación, o tal vez que era el resultado de algún tipo de hechizo.
No era seguro si Brain podía siquiera seguir los movimientos del anciano. Tal técnica sólo sería posible si uno pudiera leer el flujo de las fuerzas de atracción y reacción generadas tanto por cada individuo como por la multitud en conjunto.
—Lo que había visto era la maestría del cuerpo.
Sus pies comenzaron a moverse hacia la multitud sin ninguna duda.
Habiendo hecho a un lado a la gente y habiendo llegando al centro de la multitud, lo que Brain vio fue el momento en el que el anciano golpeaba la barbilla de un hombre a gran velocidad.
(¿Cómo? Ese ataque de hace un momento… si hubiese sido yo, ¿podría haberlo esquivado? Eso podría ser difícil. ¿Acaso le jugó algún truco a los sentidos de ese hombre? ¿Tal vez lo estoy pensando demasiado? De todas formas, fue un golpe limpio de libro de texto…)
Podía sentir sus murmullos de admiración escapándose de su boca mientras reflexionaba sobre el ataque que acababa de presenciar.
No solo no había sido capaz de verlo con claridad, era muy difícil comparar a un espadachín y a un maestro de artes marciales usando la misma unidad de medida. Sin embargo, incluso ese corto espacio de tiempo fue más que suficiente para entender que el anciano era considerablemente poderoso.
Incluso podría ser más fuerte que él mismo.
Mientras mordía sus labios, Brain comparó el perfil de la cara del anciano con los datos de los oponentes hábiles que recordaba. Sin embargo, no se parecía a ninguno.
(¿Simplemente quién es él?)
En un parpadeo, el anciano se alejó de la multitud. Un chico también comenzó a alejarse, como para seguirlo. Actuando por impulso, como si estuviese siendo atraído, Brain comenzó a seguir al chico.
Se sentía como si el anciano tuviera ojos en la espalda, haciendo que le fuera difícil seguirlo de cerca. Pero con el chico, eso no era una preocupación. E incluso si el chico fuese descubierto, el mismo Brain seguiría estando seguro.
Podo después de comenzar a seguirlos, Brain detectó la presencia de varios otros perseguidores. Sin embargo, el que persiguieran al anciano o al chico no era asunto suyo.
Eventualmente, los dos doblaron en una esquina y su camino continuó haciéndose más oscuro. Brain se sintió nervioso, era como si estuviera siendo atraído a una trampa.
¿Acaso el chico no encuentra esto sospechoso? Justo cuando Brain comenzaba a preguntarse esto, el chico le habló al anciano.
Ya que acababan de doblar una esquina, Brain fue capaz de esconderse en el callejón y escucharlos.
Para resumir la conversación, el chico quería ser su discípulo.
(Qué tontería. Ese anciano no aceptará a alguien tan verde como él como discípulo.)
Cuando comparaba las habilidades de los dos, si el chico fuese una piedrecilla, entonces el anciano sería como una gema enorme. Vivían en mundos completamente diferentes.
(…Qué lamentable. No pensé que ignorar la diferencia en habilidad entre tú y los otros pudiera ser tan patético. Es suficiente, chico.)
Brain pensó eso para sí mismo sin decirlo en voz alta.
Aunque lo decía para el chico, también estaba dirigido a su antiguo yo que fue lo suficientemente tonto como para creer que era el más fuerte.
Mientras continuaba escuchando a escondidas —sin prestar mucha atención a la parte sobre el burdel— parecía que había sido decidido que el anciano entrenaría al chico tal vez una o dos veces. Brain no podía pensar en nada que valiera la pena que un hombre de ese calibre le pudiera enseñar a un chico como ése.
(¿Qué está sucediendo? ¿Acaso mis ojos se han nublado nuevamente? No, no es eso. ¡La habilidad de ese chico no es nada especial y ni siquiera tiene talento!)
¿Simplemente qué tipo de entrenamiento le iba a dar? Pero desde su posición sólo podía oír, no ver. Incapaz de resistir la curiosidad, Brain ocultó su presencia y lentamente se movió para intentar echar un vistazo desde la esquina. En ese momento—
Una energía aterradora atravesó su cuerpo entero.
Su grito no pudo ser descrito en palabras.
Todo su cuerpo quedó congelado.
Se sintió como si una bestia carnívora gigante estuviera respirando a centímetros de su nariz. El mundo se tiño de una sed de sangre abrumadora, dejándolo incapaz de parpadear siquiera, y mucho menos moverse. Eso le hizo preguntarse si su corazón había dejado de latir.
Esta presencia incluso podría rivalizar con la de Shalltear Bloodfallen, pensó Brain, la que él pensaba era el ser más fuerte en este mundo.
Si la persona fuese de mente débil, su corazón podría haberse detenido de verdad.
Con las piernas temblándole, cayó al suelo con un ruido sordo.
(Si yo estoy así, ¿ese chico podría haber muerto?)
Si fuera afortunado, entonces se habría desmayado.
Encorvado, temblando mientras se apoyaba sobre las manos, Brain buscó la presencia de las dos personas— y fue testigo de una escena imposible. Aunque fue sólo por un instante, la conmoción hizo que olvidara el miedo por completo.
El chico estaba de pie.
Al igual que Brain, sus dos piernas temblaban de terror. A pesar de esto, seguía de pie.
(¿Q-qué está pasando? ¿Cómo puede un crío como ése seguir de pie?)
No podía entender como era que el chico podía mantenerse en pie cuando él mismo se encontraba en desgracia sobre sus manos y rodillas.
¿Acaso el chico tenía algún ítem mágico que bloqueaba el miedo o conocía algún arte marcial que tuviera ese mismo efecto? ¿O poseía algún talento innato especial?
No podía negar con seguridad la existencia de esa posibilidad. Sin embargo, mientras observaba la espalda poco confiable del chico, Brain supo intuitivamente que ése no era el caso. Aunque imposible, era lo único en lo que podía pensar.
El chico era más fuerte que él mismo.
(¡Ridículo! ¡Cómo es posible!)
Aunque parecía que había entrenado su cuerpo, aún le faltaba volumen. De cuando lo había visto mover los pies mientras lo seguía, el chico no parecía tener mucho talento. A pesar de que era así, el resultado había sido diferente.
(¿Q-Qué está pasando? ¿Es que soy tan débil?)
Su vista se oscureció.
Brain sabía que caían lágrimas de sus ojos, sin embargo, no pudo reunir la fuerza para limpiarlas.
“Uuu, ugh… kuh…”
Desesperadamente intentó no llorar. Aun así, sus lágrimas fluyeron sin cesar.
“Po…r…qué.”
Brain tomó la tierra en el suelo y concentró sus fuerzas para ponerse de pie. Pero la sed de sangre que golpeaba contra su cuerpo le hizo imposible el moverse un milímetro. Como si estuviera siendo controlado por alguien más, sus piernas no respondían. Lo mejor que pudo hacer fue levantar la cara y ver al chico y al anciano.
Vio su espalda.
El chico seguía de pie.
Incluso ahora, el chico seguía en pie, cara a cara contra el anciano y su sed de sangre. La espalda que había pensado era tan débil parecía ahora increíblemente lejana.
“Acaso yo…”
¿Fui siempre tan débil?
Sintió rabia contra sí mismo, porque aun después de que la sed de sangre hubiera desaparecido, lo mejor que pudo hacer fue ponerse de pie.
Parecía que el entrenamiento iba a seguir. Incapaz de soportarlo más, Brain extrajo todo su valor y gritó mientras salía de su esquina.
“—¡E-espere! ¡Tengo una pregunta!”
Ya no podía darse el lujo de pensar que no debía interferir con su entrenamiento o de que debería esperar el momento adecuado para mostrarse.
Los hombros del chico dieron un salto al mismo tiempo que la desesperada voz le hizo darse la vuelta, revelando su expresión de sorpresa. Si sus posiciones se hubieran invertido, Brain también, hubiera mostrado la misma reacción.
“En primer lugar, me disculpo sinceramente por interrumpirlos a los dos. Perdónenme. No podía soportarlo por más tiempo.”
“…Es alguien que usted conozca, ¿Sebas-sama?”
“No, no lo es. Ya veo, entonces tu tampoco lo conoces.”
Ambos lo miraron con suspicacia. Sin embargo, eso era algo que Brain ya había anticipado.
“Ante todo, mi nombre es Brain Unglaus. Una vez más, permítanme expresarles mis disculpas por interrumpirlos. Realmente lo siento.”
Hizo una reverencia incluso más profunda que antes y pudo sentir que ambos se movían ligeramente.
Luego de lo que a su parecer fue un tiempo suficiente para expresar su sinceridad, Brain levantó la cara y vio que sus expresiones eran menos suspicaces que antes.
“¿Y qué desea de nosotros?”
De la pregunta del anciano, Brain observó al chico.
“¿Qué sucede?”
Cuando el chico se preguntaba eso, Brain le hizo una pregunta, como tosiendo sangre.
“Por qué… ¿cómo pudiste permanecer de pie mientras recibías esa sed de sangre?”
Los ojos del chico se ensancharon ligeramente. Ya que su rostro no mostraba expresión ninguna expresión, un movimiento así de ligero se sintió como un gran cambio en sus emociones.
“Me gustaría oírlo. Esa sed de sangre estaba más allá lo que podría soportar una persona. Aun con este cuerpo mío yo… discúlpame, incluso yo fui incapaz de soportarlo. Pero contigo fue diferente, tú lo soportaste. Estuviste de pie. ¡¿Cómo fuiste capaz de hacerlo?! ¡¿Cómo fue posible algo así?!”
No podía hablar como de costumbre debido a la emoción. Por lo que fue difícil de contener. Él, que había sucumbido a su miedo y había huido frente a la fuerza abrumadora de Shalltear Bloodfallen, y el chico que habiendo recibido una sed de sangre que estaba a la par de la de ella, había permanecido de pie, ¿simplemente de donde venía esa diferencia?
Tenía que saberlo sin importar qué.
Como si sus pensamientos le hubieran sido transferidos, aunque el chico parecía estar perdido, lo pensó con seriedad y respondió.
“…No lo sé. Dentro del torbellino inundado de tanta sed de sangre, no tengo idea de cómo fui capaz de soportarlo. Pero tal vez… podría deberse a que estaba pensado en mi ama.”
“… ¿Ama?”
“Sí. Cuando pensé en la persona a la que sirvo… pude permanecer firme.”
¿Cómo pudiste soportarlo con algo como eso? Aunque Brain quería gritar eso en voz alta, antes de que pudiera hacerlo, el anciano habló en voz baja.
“Significa que su lealtad era mayor a su miedo. Unglaus-sama, los humanos son capaces de mostrar un poder increíble si es para aquellos que les son importantes. Del mismo modo que una madre levanta un pilar para salvar a su niño atrapado en una casa, del mismo modo que un marido sostiene a su esposa de la mano cuando ella está a punto de caer, creo que ésa es la fuerza de los humanos. Esta persona aquí también, demostró esa fuerza. Y él no es el único en esto. Si tienes algo que no cambiarías por nada, entonces, Unglaus-sama, serás capaz de mostrar un poder más grande del que estás acostumbrado a esperar de ti mismo.”
Brain no podía llegar a creerlo. Lo que nunca cambiaría por nada, su ‘deseo de obtener poder’, había terminado siendo insignificante. Fácilmente, fue destruido. ¿Acaso no se había asustado y había huido?
Al mismo tiempo que su expresión se oscurecía gradualmente y su cara se dirigía al suelo, las siguientes palabras del anciano hicieron que levantara el rostro.
“…Lo que se cría solo, será débil. Al fin y al cabo, todo terminará una vez que tú mismo seas destruido. En lugar de eso, si creces junto a otro, si puedes dar todo de ti por alguien más, entonces incluso si estás en las peores condiciones, no caerás.”
Brain lo pensó para sí mismo. ¿Tenía ese algo?
Sin embargo, no había nada. Los había hecho a un lado, pensando que eran inútiles e innecesarios para su búsqueda de fuerza. Ahora resultaba que eran lo que realmente era importante.
Brain se rio a carcajadas. Su vida no había sido más que errores. Antes de que se diera cuenta, las palabras salieron de su boca como en una confesión.
“Lo he desechado todo. ¿Es demasiado tarde para que pueda volver a intentarlo?”
“Todo saldrá bien. Incluso alguien sin talento como yo fue capaz de hacerlo. ¡Si se trata de Unglaus-sama, no tengo dudas de que será capaz de hacerlo! ¡Definitivamente aún no es muy tarde!”
Las palabras del chico no tenían base. Sin embargo, por extraño que parezca, Brain sintió una sensación cálida esparciéndose por su corazón.
“Eres amable y fuerte… perdóname.”
El chico se agitó por la súbita disculpa. Era una persona de tanto coraje, y Brain se había burlado de él llamándolo crío.
(Tonto. Fui tan, tan tonto…)
“A propósito, dice que es Brain Unglaus… ¿usted podría ser el que luchó contra Stronoff-sama en el pasado?”
“…Así que lo recuerdas… ¿Por casualidad viste la pelea?”
“Ah, no pude verla. Simplemente lo oí de alguien que lo hizo. Esa persona dijo que Unglaus-sama era un espadachín increíble y que en el Reino se podía contar con los dedos de una mano a las personas con su nivel de habilidad. ¡Ahora que he visto su postura y cómo mantiene su centro de gravedad mientras se mueve, sé que esa persona decía la verdad!”
Sorprendido por los genuinos elogios, Brain balbuceó una respuesta.
“…Emm, gr-gracias, e-en verdad no pienso que sea tan grandioso, pero… estoy algo contento por recibir tantos elogios de tu parte.”
“Hmm… Unglaus-sama.”
“Anciano, sólo llámeme Unglaus. ¡No soy digno de que alguien como usted se refiera a mí con honoríficos!”
“Pues bien, ya que mi nombre es Sebas Tian, por favor llámame Sebas. …Entonces Unglaus-kun.”
Aunque se sentía un poco incómodo el tener un ‘kun’ añadido a su nombre, no era extraño cuando consideraba la diferencia en sus edades.
“¿Qué tal si le enseñas el manejo de la espada a Climb-kun? Creo que también será beneficioso para ti.”
“Ah, ¡me disculpo! Me llamo Climb, Unglaus-sama.”
“Entonces anciano… discúlpeme, Sebas-sama ¿no será usted el que lo instruya? Parecía que estaban discutiendo eso antes de que los interrumpiera.”
“Sí, eso es lo que pretendía inicialmente. Pero sentí que era necesario que me ocupara de mis invitados— ah, aquí están. Parece que estuvieron ocupados preparando sus equipos.”
Tardíamente, Brain volvió los ojos en la dirección que Sebas estaba mirando.
Tres hombres se mostraron lentamente. Cada uno vestía una camisa de cota de malla y sostenía un arma en sus gruesos guantes de cuero.
Claramente emitían unas ganas de matar que sobrepasaba la simple hostilidad. Aunque su sed de sangre sólo estaba dirigida hacia el anciano, no parecían del tipo que tendrían piedad y que perdonarían a los testigos.
Viendo a los hombres, Brain habló sin querer en una voz estridente y llena de sorpresa.
“¡Imposible! ¿Se están acercando aun luego de recibir esa sed de sangre? ¡¿Es que son tan fuertes?!”
Lo único que podía imaginar era que cada uno de ellos era tan hábil— no, incluso más fuerte que él mismo. Entonces ¿la razón por la que su técnica de seguimiento en secreto era tan descuidada se debía a que se habían enfocado en perfeccionar su habilidad como guerreros?
Sin embargo, los miedos de Brain fueron hechos a un lado por Sebas.
“La sed de sangre de antes sólo estuvo dirigida hacia ustedes dos.”
“… ¿Qué?”
Incluso Brain pensó que su propia voz sonaba aturdida.
“En el caso de Climb, fue para entrenarlo. En tu caso, fue porque parecías no tener intenciones de mostrar tu rostro, la dirigí hacia ti para intentar hacer que te mostraras y para arrancar cualquier hostilidad que pudieras tener junto con tu voluntad de luchar. No la dirigí a esos hombres porque sabía desde el comienzo que eran enemigos. Después de todo, sería problemático para mí si se hubiesen asustado y hubiesen escapado.”
Sebas había dado a entender algo aterrador en su explicación. Brain ya ni siquiera podía sorprenderse. Pensar que podía controlar su sed de sangre con tanta precisión a esa escala; eso ya no era algo que pudiera ser entendido dentro de los confines del sentido común.
“Y-ya veo. Entonces ¿conoce la identidad de esos hombres?”
“Podría aventurar una hipótesis pero no estoy seguro. Es por eso que pretendo capturar a uno o a dos para obtener información. Sin embargo—”
Sebas agachó la cabeza.
“No deseo que ustedes dos se vean envueltos en esto. ¿Podrían abandonar este lugar inmediatamente?”
Oyendo sus palabras, Climb preguntó:
“Antes de eso, tengo una pregunta que hacerle. Esos hombres… ¿son criminales?”
“…Eso es lo que parece. No creo que sean del tipo de personas que lleven vidas honestas.”
Habiendo oído la respuesta de Brain, un fuego ardía en los ojos de Climb.
“Aunque tal vez sólo seré un estorbo, también quiero luchar. Como alguien que protege la paz en la capital, es obvio que debo proteger a sus ciudadanos.”
Brain pensó que no había ninguna garantía de que la justicia estuviera de parte de Sebas en esta situación. Sin duda cualquiera que comparase a los hombres que acababan de aparecer con la apariencia de integridad de Sebas, creería que éste estaba en lo correcto. Aún así, no había garantía de ello.
(Novato…)
Sin embargo, simpatizaba con los sentimientos del chico.
Cuando comparaba al anciano que había salvado a aquel chico de los borrachos con estos hombres, no había duda sobre qué lado escogería Brain.
“Aunque probablemente no necesita ninguna ayuda… Sebas-sama, yo también le daré una mano.”
Brain se paró junto a Climb. Sebas no necesitaría ninguna ayuda…no, el que ellos estuvieran allí no significaría nada. Sin embargo, con el objetivo de imitar a Climb quien estaba luchando por el bien de alguien más, Brain escogió una respuesta que su yo pasado no escogería. Aun si el corazón del chico era fuerte, su habilidad con la espada era deficiente. Él lo protegería.
Brain echó un vistazo a las armas que los hombres sostenían y frunció el ceño.
“Veneno… parece que son experimentados ya que usan armas con el potencial de matarlos a ellos mismos… ¿Asesinos?”
Había líneas grabadas en las hojas de sus dagas, llamadas ‘rompe armaduras’, y el fluido en las hojas tenía un brillo siniestro. Además, la forma en que sus ágiles movimientos se enfocaban en la movilidad, diferentes a los de un espadachín, no hacía sino confirmar las palabras de Brain.
“Climb-kun, sé cauteloso. Aunque sería diferente si tuvieras un ítem mágico que bloqueara los venenos, considérate muerto si llegas a ser golpeado siquiera una vez.”
Aunque la gran habilidad física de Brain hacía inútiles los venenos corrientes, sería difícil que Climb pudiera resistirlos.
“Viendo que no han atacado inmediatamente después de revelarse abiertamente, es seguro asumir que planean un ataque de pinza y tienen a otros dos hombres esperando. Ya que hemos pasado ese punto, primero, ¿debería abrirnos paso por el frente?”
Sebas habló deliberadamente lo suficientemente fuerte como para que sus oponentes pudieran oírlo, provocando que los hombres se congelaran momentáneamente. Estaban conmocionados porque su plan de atacar al mismo tiempo que los rodeaban había sido descubierto.
“Parece que ésa es la opción más segura. Sería mejor aplastar a los del frente y luego atacar a los de la retaguardia.”
Brain estuvo de acuerdo con Sebas. Sin embargo, la idea fue rechazada por la misma persona que la había propuesto.
“Ah, pero entonces es posible que escapen. Yo me haré cargo de los tres en el frente. ¿Qué les parece si ustedes se encargan del otro grupo y se enfrentan a los dos que están por llegar?”
Brain respondió que lo entendía y Climb asintió con la cabeza estando de acuerdo. Ésta era la batalla de Sebas y ellos eran los que lo estaban ayudando a la fuerza. Mientras que Sebas no cometiera un grave error, ellos tendrían que seguir sus instrucciones.
“Muy bien, vamos.”
Brain habló con Climb y les dio la espalda a los hombres. Aunque les estaba mostrando un lado desprotegido a unas personas desbordantes de hostilidad, gracias a Sebas, no estaba preocupado. Mientras le dejaba su espalda, sintió un creciente sentimiento de seguridad, como si la gruesa pared de un castillo hubiera sido construida alrededor de él.
“Ahora, aunque es desafortunado… yo seré su oponente. —Oh no, no puedo permitir que sean desleales con estos dos.”
Cuando Brain miró por encima de su hombro, Sebas estaba sosteniendo tres dagas en los dedos de su mano derecha. Movió los dedos y las dagas que los hombres habían arrojado contra las espaldas indefensas de Brain y Climb cayeron al suelo.
La sed de sangre en los ojos de los hombres se redujo considerablemente.
(Obviamente, cualquiera perdería su voluntad de lucha al ver que las dagas que habían arrojado fueron bloqueadas de esa forma. Entonces muchachos, finalmente se han dado cuenta de cuán fuerte es Sebas-sama, eh. Pero ya es muy tarde.)
No había forma de escapar de ese anciano. Incluso si los tres fueran a escapar en diferentes direcciones.
“Increíble.”
Climb caminó hasta quedar al lado de Brain.
“Ciertamente. Si alguien fuera a decir que Sebas-sama es el más fuerte en el Reino, tendría que estar de acuerdo.”
“¿Aun más fuerte que el Capitán Guerrero?”
“Quieres decir Stronoff. En verdad, contra ese anciano, yo… yo…, lo siento. Hablaré como hablo normalmente. Incluso si Stronoff y yo lo atacáramos juntos, no hay forma de que podamos ganar. …Ah, ya están aquí.”
Dos hombres aparecieron luego de dar la vuelta en una esquina. Como era de esperarse, estaban vestidos de la misma forma que los tres anteriores. Hubo un sonido de espadas desenvainándose y Brain hizo lo mismo.
“La razón por la que no dejaron a uno escondido para emboscarnos y arrojar una daga fue probablemente porque el anciano descubrió lo que planeaban.”
Una emboscada sólo era efectiva si se hacía por sorpresa, sin eso, únicamente estarían dividiendo sus fuerzas. Ya que habían sido descubiertos, probablemente habían determinado que trabajar juntos desde el principio les daría una mayor oportunidad de obtener la victoria.
“Es ingenuo pensar de ese modo. …Climb-kun, yo me encargaré del hombre de la derecha, tu encárgate del de la izquierda.”
Brain había estudiado la forma en que se movían y habiendo deducido cuál de los dos era el más débil, le dio instrucciones a Climb. El chico asintió con la cabeza y levantó su espada. La falta de vacilación era única en las personas que habían experimentado situaciones en las que sus vidas estuvieran en peligro. Brain se sintió aliviado de que el chico hubiera experimentado batallas reales.
(Climb debería ser capaz de derrotar a ese tipo pero… ya que está usando veneno, será una pelea reñida.)
Aunque Climb tenía experiencia en batallas reales, no parecía ser alguien que hubiera recorrido el tipo de camino cubierto de sangre en el que las batallas contra usuarios de veneno eran frecuentes. Ésta incluso podría ser la primera vez que luchaba contra armas envenenadas.
Brain también, siempre era demasiado cuidadoso cuando luchaba contra monstruos que usaran ácido o veneno y estas situaciones le hacían difícil demostrar toda su fuerza.
(¿Sería mejor si matara al tipo de la derecha rápidamente y luego ayudara a Climb? ¿Será eso beneficioso para él? ¿Si hago eso estaría interponiéndome en su determinación de ayudar con su propia fuerza? ¿Debería simplemente luchar en su lugar? No… ¿será que Sebas-sama lo ayudará si está en un aprieto? ¿Tengo que interceder si no hay señales de que Sebas hará eso? Increíble que me esté preocupando de cosas como estas…)
Brain se rascó la cabeza con la mano que no sostenía la katana y miró ferozmente al enemigo.
“Ahora, perdón por esto pero te convertirás en un sacrificio para compensar mi periodo de inactividad.”
Tres golpes.
Sebas se acercó y con su puño, golpeó una vez a cada hombre. Ni siquiera pudieron reaccionar, ni mucho menos defenderse. Y con eso, había terminado.
Era algo obvio. Con una fuerza de pelea que se consideraba de primera clase inclusive en Nazarick, Sebas podía derrotar asesinos de este nivel con su dedo meñique.
Apartó los ojos de los hombres colapsados y observó la pelea detrás de él.
Brain estaba abrumando a su oponente desde el comienzo hasta el final y Sebas podía mirarlo sin preocuparse.
El asesino al que se estaba enfrentando parecía estar buscando una oportunidad para poder escapar. Sin embargo, Brain no lo se lo permitía y luchaba como si estuviera jugando con él. No, en lugar de llamarlo así, se veía como si estuviera usando una gran variedad de ataques para intentar remover el óxido de su cuerpo.
(Ciertamente, él mencionó algo sobre un periodo de inactividad. Y parece que la razón por la que no ataca en serio es porque está preocupado por Climb y quiere estar listo para interceder y ayudarlo en cualquier momento. Es más considerado de lo que pensaba.)
Sebas movió los ojos de Brain hacia Climb.
(Este lado tampoco debería tener problemas.)
Un intercambio de golpes. Aunque el arma envenenada le causaba un poco de inquietud, la situación no era tan mala como para que tuviera que ir y ayudarlo inmediatamente. Le dolía que un extraño amistoso se viera envuelto en el problema que él mismo había causado. Sin embargo—
(Si no me hubieras dicho que deseabas volverte más fuerte, hubiera ido a ayudarte. Una batalla en la que la vida de uno está en juego, es también un buen entrenamiento. Ye ayudaré si la situación se torna peligrosa.)
Sebas observaba la pelea de Climb mientras acariciaba su barba.
Climb usó su espada para redirigir el ataque de su oponente.
Su espalda estaba cubierta de un sudor frío. Ese ataque casi había conseguido atravesar su armadura. Una mirada de decepción se veía en el rostro de su oponente.
Climb colocó su espada frente a él y midió el espacio entre él y su oponente. Su oponente al otro lado se movía hacia adelante y hacia atrás para evitar que midiera la distancia.
Usualmente, Climb bloquearía con su escudo y usaría su espada para atacar. Su actual predicamento de tener que luchar sólo con su espada lo desgastaba física y mentalmente. No sólo eso, el arma envenenada también era un gran peso sobre él. Él sabía muy bien que los rompe armaduras eran armas especializadas para estocadas, y como tales, eso era lo único de lo que tenía que cuidarse. Pero aun así, como era de esperarse, el temor a recibir siquiera un rasguño entorpecía sus movimientos.
Podía sentir que su fatiga se incrementaba, no solo física, sino mental también. Su respiración se hacía dificultosa.
(Es lo mismo para mi oponente. No soy el único agotado.)
Como la de él, la frente de su oponente estaba empapada de sudor. Era ágil, usando movimientos rápidos para confundir a sus enemigos; un estilo idóneo para un asesino. Era por eso que el infligir una sola herida en sus brazos o piernas haría que el asesino perdiera su ventaja y destruiría el balance de poder entre ellos.
La batalla se decidiría en un solo ataque.
Ésa era la razón de la inquietud que fluía entre ellos. Por supuesto, así sería una batalla entre personas de un nivel de habilidad similar. De cualquier forma, era mucho más pronunciado en este caso en particular.
“¡Haa!”
Climb atacó exhalando con fuerza. Fue un golpe estrecho con poco poder detrás de él. Un golpe más abierto le dejaría un gran punto ciego si fuera a fallar.
El asesino esquivó su ataque con facilidad y dirigió una estocada a su pecho. Prediciendo su siguiente movimiento, Climb observó con cuidado la otra mano del asesino.
Climb bloqueó con su espada la daga que voló hacia sus ojos.
Fue afortunado. Había sido capaz de bloquear el ataque porque había enfocado su atención con cuidado.
Pero sin darle oportunidad a que respire aliviado, el asesino se lanzó desde abajo.
(¡Oh no!)
Un escalofrío recorrió su espalda.
No tenía forma de bloquear este ataque adicional. El miedo a la daga le hizo bloquearla con un golpe demasiado abierto. Debido a que su espada seguía en el aire, Climb no podía bajarla lo suficientemente rápido como para defenderse del contraataque. Aunque quería enfocarse en esquivarla, el asesino lo sobrepasaba en agilidad.
Estaba acorralado. Por lo menos, usaría su brazo como escudo y—
Mientras Climb se decidía, el asesino que estaba lanzándose contra él de pronto se cubrió la cara y retrocedió una gran distancia.
Una pequeña piedra del tamaño de un guisante había venido volando y golpeó al asesino en el párpado izquierdo. Empujada hacia sus límites, la mente acelerada de Climb lo confirmó.
Aun sin darse la vuelta, él sabía quién la había arrojado. Como prueba de ello, oyó la voz de Sebas viniendo desde atrás.
“El miedo es una emoción preciosa. Sin embargo, no debes dejarte abrumar por él. Estuve observando desde hace poco, pero ésta es una batalla bastante aburrida y poco entusiasta. Si tu oponente tuviera la determinación de sacrificar un brazo, con seguridad significaría tu muerte. Si tu fuerza te abandona, gana con tu cabeza. Hay momentos en los que la mente sobrepasa al cuerpo.”
¡Sí!, respondiendo en su mente, se sorprendió de haber recuperado la compostura. No era un sentimiento de seguridad provocado por confiar en que alguien más lo ayudaría. En lugar de eso, se debía a que alguien lo estaba cuidando.
No podía eliminar por completo el miedo de morir. Sin embargo—
“Si… muero, por favor dígale a Renner-sama, por favor dígale a la princesa que luché bien.”
Exhaló profundamente y en silencio levantó su espada.
Climb se percató de que la luz en los ojos del asesino era diferente a antes. Aunque se acababan de conocer, tal vez sus corazones habían encontrado una conexión en esta batalla con sus vidas en juego.
Del mismo modo que Climb había encontrado su determinación, el asesino parecía haberse dado cuenta de esto y encontrado la suya propia.
El asesino dio un paso al frente. Sobre decir que acortó la distancia sin decir una palabra.
Confirmando que había entrado en su rango, Climb movió su espada hacia abajo. En ese instante, el asesino saltó hacia atrás. Había leído la velocidad de la espada de Climb y se había usado a sí mismo como carnada para un amago.
Pero había una cosa que el asesino había pasado por alto.
Sin ninguna duda, el asesino había visto a través de la mayoría de las técnicas de Climb. Sin embargo, eso sólo era cierto si se excluía un ataque; el corte vertical en el que Climb confiaba. El que era más pesado y rápido que cualquiera de sus otros ataques.
La espada que se incrustó en el hombro del asesino fue detenida por la cota de malla y no lo cortó completamente en dos. Sin embargo, había atravesado su clavícula con facilidad, cortando a través de la carne, e incluso destrozando su omóplato.
El asesino se retorció mientras rodaba por el suelo. El dolor era tan intenso que su grito fue silencioso, escupiendo saliva de la boca.
“Espléndido.”
Sebas apareció desde atrás y sin ningún esfuerzo pateó al asesino en el abdomen.
Con solo eso, el asesino se quedó quieto, como una marioneta cuyas cuerdas habían sido cortadas. Había quedado inconsciente.
Por el rabillo de sus ojos, Brain ya había derrotado a su asesino y levantaba ligeramente una mano para felicitarlo.
“Entonces comencemos el interrogatorio. Si hay algo que les gustaría oír, por favor no duden en preguntar.”
Sebas trajo a uno de los hombres y lo despertó. El cuerpo del hombre tembló en el momento en que recobraba la conciencia, y entonces Sebas movió una mano a la frente del hombre. Todo esto no tomó ni dos segundos. Aunque no estaba presionando con mucha fuerza, la cabeza del hombre se dobló hacia atrás y regresó hacia adelante como un péndulo.
Los ojos del hombre estaban desenfocados, como los ojos de un borracho.
Sebas comenzó con el interrogatorio. Aunque los labios de un asesino deberían de estar sellados, el hombre no escondió nada y habló libremente. Viendo la extraña escena, Climb preguntó:
“¿Qué hizo?”
“Es una habilidad llamada ‘Palma del Titiritero’. Fue algo afortunado que se activara sin dar problemas.”
Aunque era una técnica de la cual nunca había oído, no era lo más importante. Climb frunció el ceño ante la información del hombre.
Se trataba de asesinos de los Ocho Dedos que habían sido entrenados por uno de los ‘Seis Brazos’, los miembros más fuerte del grupo de seguridad. Estaban siguiendo a Sebas para matarlo. Brain le preguntó a Climb:
“…No estoy muy seguro pero, ¿los Ocho Dedos no son una gran organización criminal? Creo que tienen conexiones con los grupos mercenarios…”
“Está en lo correcto. Los ‘Seis Brazos’ es el nombre de los seis miembros más fuertes de esa organización. He oído que cada uno de ellos rivaliza en fuerza con los aventureros de rango adamantita. No sabemos cuál es su apariencia ya que es un asunto concerniente al bajo mundo.”
Y Succulent, el que había aparecido en la residencia de Sebas, era un miembro de los Seis Brazos que se hacía llamar ‘Diablo Fantasma’. Su plan era matar a Sebas para poder manipular libremente a su hermosa ama.
Habiendo oído hasta este punto, Climb sintió un escalofrío apoderándose de él. El frío venía de Sebas.
Mientras Sebas se ponían de pie lentamente. Brain le hizo una pregunta:
“Entonces Sebas-sama, ¿Qué hará de aquí en adelante?”
“Ya lo he decidido. Primero destruiré ese lugar problemático. De lo que dijo el asesino, parece que Succulent también se encuentra allá. Una pequeña llama debe extinguirse con rapidez.”
Tanto Climb como Brain contuvieron el aliento ante su respuesta completamente despreocupada.
El hecho de que iba a atacarlos significaba que tenía la confianza suficiente de ganar contra aventureros de rango adamantita— en otras palabras, los más fuertes de la humanidad.
Pero incluso eso se sentía aceptable.
(Ha derrotado a tres de estos asesinos en un instante e incluso el famoso Unglaus-sama muestra respeto por él. ¿Quién es Sebas-sama? ¿Acaso fue un aventurero de rango adamantita en el pasado?)
“…Sin embargo, al parecer han secuestrado a muchas personas. Será mejor que actúe con rapidez.”
“Cierto, si los asesinos no regresan, ellos se darán cuenta de que algo salió mal y moverán a las personas secuestradas a algún otro lugar. Entonces no seremos capaces de rescatarlos.”
Mientras más tiempo pasaba, su situación sería más desventajosa mientras que la situación de sus enemigos sería más ventajosa. Esa era la situación actual para el hombre llamado Sebas.
“Entonces comenzaré mi ataque de inmediato. Me disculpo pero no tengo intenciones de cambiar de parecer. ¿Podría pedirles que lleven a estos asesinos a un puesto de guardia?”
“¡Ahh, espere Sebas-sama! Si está bien con usted, ¡por favor permítame ayudarle! Por supuesto, sólo lo haré con su aprobación.”
“Pienso lo mismo, Sebas-sama. Como subordinado de Renner-sama, velar por la seguridad del orden público en la capital obviamente es mi tarea. Si la gente del Reino está sufriendo, yo los salvaré con mi espada.”
“…Aunque probablemente Unglaus-kun estará bien, podría ser un poco peligroso para Climb-kun.”
“Estoy consciente de los peligros.”
“Eh, Climb… ¿alguna vez has oído que no debes ser una carga? Bueno, desde el punto de vista de Sebas-sama, probablemente no hay mucha diferencia entre tú y yo.”
“No no, eso no fue lo que quise decir. Solamente estaba preocupado por la seguridad de Climb-kun. Por favor ten en cuenta que no seré capaz de protegerte como antes.”
“Estoy preparado.”
“…Lo que estamos por hacer, podría terminar dañándote a ti o al honor de tu ama. ¿No habrá otras oportunidades más adecuadas para que arriesgues la vida?”
“Cerrar los ojos debido al peligro sólo probaría que no soy un hombre digno de servir a mi ama. Del mismo modo que ella ayuda a otros, si es posible, me gustaría extender una mano a aquellos que sufren.”
(Como cuando ella extendió la suya hacia mí—)
Como si hubieran dado un vistazo a su firme determinación, Sebas y Brain se miraron el uno hacia el otro.
“… ¿Estás decidido a ello?”
Ante la pregunta de Sebas, Climb asintió una vez con la cabeza.
“Lo entiendo. Entonces, si no hay más que agregar. Por favor préstenme su fuerza.”
paaaa que bueno, otra traduccion *.*
ResponderBorrargraciass
excelente mil gracias
ResponderBorrarGRACIAS POR EL TRABAJO QUE HACEN EN TRADUCIR Y UNA PREGUNTA AUN NO TIENEN CUANDO SALDRA EL VOLUMEN 10 O HABRA MAS CONTENIDO DE OVERLORD
ResponderBorrarDicen que en Marzo, pero no ha habido ningún anuncio oficial.
Borrarpues oficial ofical no es pero yo si por todos lados y en foros en ingles dicen que para este mes, esperemos que sea verdad y tenerlo lo antes posible
Borrarpues oficial ofical no es pero yo si por todos lados y en foros en ingles dicen que para este mes, esperemos que sea verdad y tenerlo lo antes posible
Borrarexcelente como siempre genial traduccion
ResponderBorrarY la web novel n° 10 la traduciras x q al final del 9 en las palabras finales dice el autor q el volumen 10 sera diferente del wn eso significa q la wb ya finalizo??
ResponderBorrarLa novela web está incompleta. Según he oído la novela web tiene dos partes: overlord 1 y overlord 2. Me parece que la primera parte llega mas o menos hasta el vol 9 pero las cosas pasan un poco diferentes. Overlord 2 está inconclusa.
BorrarNo voy a traducir la novela web. Una vez que salga el vol 10 lo traduciré.
BorrarMuchas Gracias!
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