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Traductor: Erb, Sebastian Santos
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Volumen 5 - Capítulo 3
Aquellos que ayudan, aquellos que reciben ayuda
Parte 1
Mes de Fuego Medio (8vo Mes), Día 26, 15:27
Después de escoltar a la anciana a su casa, Sebas se dirigió a su destino original.
El lugar a donde llegó estaba rodeado de muros anchos.
Más allá, se podía ver tres torres, cada una tan alta como un edificio de cinco pisos. Ninguno de los edificios ubicados alrededor de la zona era tan alto como las torres, ocasionando que éstas parecieran increíblemente altas.
Las torres estaban rodeadas por diversos edificios estrechos de dos pisos.
Este lugar era la sede del Gremio de Magos del Reino. Ellos requerían de un amplio espacio de terreno para poder desarrollar nuevos tipos de magia y para la educación de los lanzadores de magia. La razón por la cual poseían un terreno tan grande, a pesar de no estar financiados por el Reino, era porque ellos eran los que estaban a cargo de la creación de ítems mágicos.
Eventualmente, Sebas pudo avistar una puerta de aspecto macizo. La decorada puerta de madera que conducía a un edificio de dos pisos estaba completamente abierta, y a cada lado había numerosos guardias armados.
Sin ser detenido por los guardias —recibiendo sólo una rápida mirada— Sebas ingresó por la entrada.
Más allá había un conjunto de escaleras anchas que llevaban hacia otra puerta que conectaba con un espléndido edificio antiguo hecho de mármol blanco. Esa puerta también había sido dejada abierta como para dar la bienvenida a los huéspedes.
Al atravesar la puerta se llegaba al recibidor, y más allá de éste estaba la recepción. El techo alto de la sala estaba adornado con innumerables candelabros iluminados con magia.
A la derecha estaba la sala de estar de la recepción, con numerosos sofás donde varios lanzadores de magia parecían estar en medio de una discusión. A la izquierda había un tablón de anuncios; numerosos aventureros y personas usando túnicas de lanzadores de magia se encontraban mirando seriamente los pergaminos clavados al tablero.
Más adelante, varios hombres y mujeres jóvenes estaban sentados detrás de un mostrador. Todos tenían bordado en sus ropas el mismo emblema que colgaba de la fachada del edificio.
Al otro lado del mostrador había un muñeco delgado, de tamaño humano, sin ojos o nariz— un golem de madera, reminiscente al boceto de un hombre. Lo más probable es que fuese utilizado como seguridad. Salvo por los guardias del exterior, la razón por la que los guardias en el interior del edificio no fueran humanos era probablemente para que el Gremio de Magos se viera único.
Sin vacilar, Sebas se acercó al mostrador con paso seguro.
El joven en el mostrador reconoció a Sebas y le dio la bienvenida con la mirada. Sebas asintió ligeramente en respuesta. Los dos ya se conocían a causa de sus frecuentes visitas.
El joven sonrió y saludó de manera habitual al hombre frente a él.
“Gracias por visitar nuestro Gremio de Magos, Sebas-sama. ¿Puedo preguntar el propósito de su visita?”
“Me gustaría comprar un pergamino mágico. ¿Puedo ver la lista, como siempre?”
“Sí, por supuesto.”
El joven rápidamente colocó un gran libro sobre el mostrador. Lo más probable es que lo hubiese preparado cuando vio que Sebas ingresaba.
Era un libro espléndido hecho con un papel fino y delgado y con cubierta de cuero. Considerando que el texto estaba bordado con hilos de oro, ese solo hecho le daba un valor bastante alto.
Sebas acercó el libro hacia sí y lo abrió.
Desafortunadamente, no podía leer el contenido. No, sería más exacto decir que las personas de Yggdrasil no podían leerlo. A pesar de que podía entender cuando le hablaban a causa de las extrañas reglas de este mundo, era otra la historia para las palabras escritas.
Sin embargo, su amo le había entregado un ítem mágico exactamente para este tipo de problemas.
Sebas sacó un estuche de gafas y lo abrió.
Dentro había un par de anteojos con un marco delgado y parecido a la plata. Mirándolo de cerca, había letras estrechas grabadas en ellos —patrones— y las lentes estaban hechas de cristales de hielo azul.
Cuando se los puso, la magia en ellos le permitió leer los textos dentro del libro.
Rápidamente comenzó a leer las páginas con meticulosa precisión y de repente dejó de mover las manos. Sus ojos se movieron del libro y descansaron sobre una mujer joven sentada detrás del mostrador, al lado del primer joven. Sebas le habló con voz suave.
“¿Hay algún problema?”
“N-nada en absoluto...” La chica se sonrojó y agachó el rostro. “Sólo pensé... que su postura era muy atractiva.”
“Muchas gracias.”
Sebas mostró una sonrisa cordial, haciendo que la chica se sonrojara aun más.
El caballero de pelo gris, Sebas, era alguien que resultaba atrayente con sólo mirarlo. Aparte de su atractivo semblante, irradiaba una elegancia que hacía que, independientemente de su edad, nueve de cada diez mujeres se volvieran a mirarlo. No se podía evitar que la mujer joven en el mostrador se quedara mirando a Sebas; era algo bastante común después de todo.
Sebas asintió y volvió a mirar el libro, su mano se detuvo en una determinada página y le hizo una pregunta al joven.
“Este hechizo— ‘Tabla Flotante’, ¿Podría hablarme en detalle sobre él?”
“Por supuesto.”
El joven comenzó su explicación sin dudarlo.
“‘Tabla Flotante’ es un hechizo de primer nivel que crea una tabla flotante y translúcida. El tamaño y el peso límite de la tabla varía dependiendo del lanzador, pero cuando se invoca usando un pergamino, mide un metro en todos los lados y puede soportar hasta 50 kilogramos de peso. El lanzador puede alejarse como máximo cinco metros de la tabla. Por favor tenga en cuenta que sólo lo seguirá, la tabla no reconocerá órdenes que tengan que ver con cualquier otro movimiento como por ejemplo ir al frente de uno y cosas así. Si el lanzador da un giro de 180 grados en donde está parado, la tabla se reposicionará lentamente detrás del lanzador. Este hechizo se utiliza generalmente para el transporte de mercancías y en obras de construcción.”
Sebas asintió con la cabeza.
“Ya veo. Entonces me gustaría un pergamino con ese hechizo.”
“Entendido.”
El joven no estaba sorprendido por el hecho de que hubiera elegido un hechizo bastante impopular. La mayoría de los pergaminos que Sebas compraba eran del tipo de los que no se vendían muy a menudo, como el pergamino que acababa de comprar. El Gremio de Magos sólo podía estar agradecido con él por ayudarlos a deshacerse de la mercancía que no se vendía.
“¿Sólo un pergamino será suficiente?”
“Sí, sólo llevaré uno, por favor.”
El joven le hizo un gesto al hombre sentado a su lado.
Habiendo escuchado toda la conversación, el hombre se levantó de inmediato y entró por la puerta detrás del mostrador. Los pergaminos eran un producto muy costoso. Incluso con guardias, no deberían ser almacenados en el mostrador.
Unos cinco minutos después, el hombre regresó. En su mano se encontraba un único pergamino enrollado.
“Aquí está.”
Sebas observó el pergamino que pusieron sobre el mostrador. La artesanía del pergamino enrollado era impresionante, incluso a simple vista, era diferente de los pergaminos que se vendían en los mercados. Lo comprobó para asegurarse de que el nombre del hechizo escrito en tinta negra fuera igual al nombre del hechizo que quería y luego se quitó las gafas.
“Es correcto. Voy a llevarlo.”
“Muchas gracias.”
El joven inclinó la cabeza cortésmente.
“Este pergamino contiene un hechizo de primer nivel y le costará una moneda de oro y diez monedas de plata.”
Una poción del mismo nivel de magia costaba dos monedas de oro. Comparado con eso, el pergamino era relativamente barato. Un pergamino era especial ya que normalmente sólo podían ser usados por aquellos versados en el mismo tipo de magia. Básicamente, esto significaba que una poción, que podía ser utilizada por cualquier persona, obviamente tendría un precio más alto.
Por supuesto, incluso si alguien fuera a decir que era barato, una moneda de oro y diez monedas de plata seguía siendo una cantidad de dinero bastante grande para una persona promedio. Aproximadamente equivalía al salario de un mes y medio de trabajo. Sin embargo, para Sebas— no, para la persona a la que servía, esa cantidad era trivial.
Sebas sacó una bolsita de cuero, aflojó la parte superior, y contó once monedas. Luego le entregó la cantidad solicitada al joven.
“El pago ha sido recibido.”
El joven no hizo algo como comprobar la autenticidad de las monedas frente a él. Sebas había comerciado con ellos lo suficiente como para ganarse su confianza.
♦ ♦ ♦
“¡Ese viejo caballero era genial!”
“¡Sí!”
Después de que Sebas salió del Gremio de Magos, los recepcionistas, especialmente las mujeres, se reunieron y comenzaron a hacer un alboroto.
En lugar de los rostros de mujeres sagaces, tenían los rostros de chicas que se habían encontrado con su príncipe soñado. Uno de los hombres sentados en el mostrador fruncía el ceño por los celos, pero habiendo experimentado en persona la elegancia de Sebas, se mantuvo en silencio.
“En el pasado debe de haber servido a algún noble de una posición increíblemente alta. No sería extraño si incluso fuese el tercer hijo de alguna familia noble adinerada.”
Incluso entre los nobles, era común que los que no podían heredar la posición de jefe de familia se convirtieran en mayordomos o sirvientas. Mientras más prestigioso fuese el título de un noble, más querría emplear a tales sirvientes. El aire de elegancia que rodeaba a Sebas hacía que los demás creyeran que él mismo era un noble.
“Tenía un comportamiento muy refinado.”
Todos en el grupo detrás del mostrador asintieron con la cabeza estando de acuerdo.
“Creo que definitivamente aceptaría si él me invitara a salir a tomar un té.”
“¡Sí, yo también! ¡También iría! ¡Definitivamente!”
Las chicas gritaban con voces agudas. Cosas como que parecía ser del tipo familiarizado con tiendas muy elegantes, o que sería el acompañante perfecto. Los hombres las miraban de reojo desde un lado mientras sostenían una discusión propia.
“Parecía bastante educado. ¿Podría ser también un lanzador de magia?”
“Tal vez, es posible.”
Los hechizos que Sebas elegía eran siempre los que se habían inventado recientemente. Éste era el porqué podían pensar que tenía amplios conocimientos sobre la magia. Si le hubieran ordenado comprar un hechizo, entonces simplemente diría el nombre directamente en lugar de revisar el libro. El hecho de que tomara la decisión después de mirar a la lista significaba que él mismo decidía qué hechizo iba a comprar.
Definitivamente no era un hombre mayor ordinario. En otras palabras, no sería inusual pensar que era un tutor de magia— un lanzador de magia.
“Y esas gafas... ¿Acaso no parecían ser increíblemente costosas?”
“¿Podría haber sido un ítem mágico?”
“No, ¿no se trata simplemente un objeto lujoso? Tal vez fueron hechas por un enano.”
“Cierto, poseer un par de gafas así de hermoso lo hace una persona increíble.”
“Quisiera ver una vez más a la belleza que trajo consigo la otra vez.”
Las palabras que el hombre murmuró, casi como una idea de último momento, fueron recibidas con las voces de oposición del otro extremo.
“¿Qué~? Lo único agradable de esa chica era su aspecto físico.”
“Sí, me dio algo de pena por Sebas-san. Definitivamente lo están saturando de trabajo.”
“Incluso si es hermosa, claramente tiene una personalidad fea. No me gustó la forma en que nos miraba. Lo siento por Sebas-san por tener que servir a alguien así.”
La severa crítica de las mujeres hacia una persona del mismo sexo hizo que los hombres cerraran la boca.
La ama de Sebas poseía una belleza tal que haría a otros caer a sus pies con sólo mirarla por un instante. Aunque las mujeres al lado de ellos eran lo suficientemente hermosas como para haber sido escogidas como los rostros del Gremio de Magos, la diferencia era como la del día y la noche. A pesar de que los trabajadores varones querían decirles que no estuvieran celosas, era obvio lo sucedería si es que lo hacían. No había nadie entre ellos que fuese tan tonto. Fue por eso que—
“Oigan, basta de charlas.”
El joven había visto a un aventurero dirigiéndose hacia el mostrador y dirigió su voz al grupo, urgiéndoles a que se mostraran serios y a continuar con su trabajo.
♦ ♦ ♦
Después de retirarse del Gremio de magos, Sebas miró al cielo.
Debido a que escoltar a la anciana a su casa le había tomado más tiempo de lo esperado, poco a poco el cielo estaba tiñéndose de un color rojizo. Aunque su reloj mostraba que ya era hora de regresar a casa, Sebas aún no había terminado con sus tareas diarias. Dado que no era un problema, ¿debería dejar el resto para mañana? O tal vez debería terminar con lo que quedaba por hacer, incluso si eso significaba pasarse del tiempo asignado.
Sus dudas sólo duraron un instante.
Había ayudado a la anciana por elección propia, por lo tanto tenía que asumir la responsabilidad.
“—Demonio de Sombras (Shadow Demon).”
Sebas sintió un ligero movimiento en su sombra.
“Por favor, avísale a Solution. Dile que regresaré un poco tarde. Eso es todo.”
Aunque no hubo respuesta, la presencia se movió y se volvió distante, como si se moviera entre las sombras.
“Entonces ahora...”
Sebas movió los pies.
No tenía un destino fijo. Su objetivo era trazar un mapa de la capital. No le habían ordenado hacerlo, más bien, estaba haciéndolo por voluntad propia, como parte de su recolección de información.
“Hoy dirijámonos en esa dirección.”
Después de haber murmurado para sí mismo, Sebas frotó su cabello hacia atrás e hizo girar el pergamino que tenía en la mano. Era como un niño disfrutando del momento.
Caminó más y más lejos del centro de la capital, en donde había un mayor orden público.
Luego de doblar por los caminos, las calles comenzaron a verse sucias y el mal olor comenzaba a impregnar el aire. Era el olor de alimentos podridos y aguas residuales. Sebas caminó en silencio a través del mal olor que amenazaba con aferrarse a su ropa.
Abruptamente detuvo su paso y miró a su alrededor. Al parecer se había aventurado en un callejón. El camino era apenas lo suficientemente amplio como para permitir que dos personas pasaran al mismo tiempo.
El estrecho callejón y el sol ocultándose, sin signos de personas por ningún lugar, harían difícil que cualquier otra persona tomara este camino. Pero nada de eso representaba un problema para Sebas. Caminó en silencio, fundiéndose con la oscuridad.
Sebas dobló en múltiples esquinas en dirección a un lugar que se encontraba más desolado que el anterior y, de repente, sus firmes pasos se detuvieron.
Sin un destino específico en mente, había estado caminando hacia donde sus pies y caprichos lo llevaran. Sin embargo, se dio cuenta de que estaba bastante lejos del lugar que había establecido como su base. Haciendo uso de su intuición, Sebas tenía una idea aproximada de su ubicación actual y trazó una línea mental desde donde se encontraba actualmente hasta el lugar en donde estaba su base.
Aunque era una distancia insignificante teniendo en cuenta la capacidad física de Sebas, esto era siempre y cuando el camino fuese en línea recta. Caminar normalmente le tomaría bastante tiempo. Como ya casi era hora de que cayera la cortina de la noche, sería prudente que comenzara a regresar. No quería preocupar a Solution, que se estaba quedando con él. En caso de que apareciera un enemigo fuerte, tanto Solution como Sebas tenían a un Demonio de Sombras oculto bajo sus sombras. Si los usaban como escudos tendrían tiempo suficiente para retirarse. Sin embargo—
“... Debería regresar.”
Aunque sinceramente, quería continuar su caminata un poco más. Esto era casi un pasatiempo para él; a menudo perdía la noción del tiempo cuando se trataba de sus paseos. Sin embargo, incluso si tenía que retirarse, Sebas sintió que al menos debería ver que había más allá de este camino y decidió continuar por el estrecho callejón.
Mientras caminaba en silencio a través de la oscuridad, un ruido crujiente y repentino resonó a quince metros delante de él. En frente, una pesada puerta de hierro se abrió lentamente, dejando escapar las luces del interior. Sebas se detuvo y observó en silencio la escena que se desarrollaba frente a él.
Cuando la puerta se abrió completamente, el rostro de una persona apareció a la vista. A pesar de que sólo se podía discernir la silueta debido a la luz de fondo, probablemente era un hombre. Había salido para examinar los alrededores y, sin haberse percatado de Sebas, volvió a entrar.
De repente, con un sonido sordo, un saco pesado fue arrojado fuera de la puerta y se estrelló contra el suelo. La luz que salía de la puerta iluminó el saco, y por su forma, era evidente que había algo suave en su interior.
Aunque la puerta estaba abierta, el hombre que arrojó el saco como si se tratase de basura no volvió a aparecer.
Por un instante, Sebas frunció el ceño y se preguntó si debía pasar por delante del saco o si debía regresar por donde vino. Se había encontrado con un incidente bastante molesto.
Después de un breve momento de duda, continuó por el camino estrecho y silencioso del callejón oscuro.
El gran saco se abrió.
El sonido de los pasos de Sebas resonaba en el callejón y por fin, la distancia entre él y el saco se redujo.
Cuando estaba a punto de pasar por delante del saco, sus pies se detuvieron.
Sebas sintió que algo tocaba sus pantalones. Agachó la mirada y allí, encontró lo que había esperado ver.
Extendiéndose fuera del saco, había una mano escuálida como una rama, sosteniéndose del borde de los pantalones de Sebas, y también el cuerpo desnudo de una mujer.
Ahora el saco estaba completamente abierto, revelando por completo a la chica de la cintura para arriba.
Sus pupilas azules carecían de fuerza, esmaltadas de un destello turbio. El cabello que le caía hasta los hombros, marchito por la falta de nutrientes. Su rostro golpeado e hinchado parecía un globo y su piel seca y agrietada se encontraba cubierta de innumerables manchas rosadas del tamaño de uñas.
Casi no quedaba vida en su cuerpo huesudo.
Era igual a un cadáver. No, evidentemente todavía estaba viva. La mano aferrándose a los pantalones de Sebas proclamaba eso. Pero ¿se podía considerar con vida a alguien que apenas respiraba?
“... ¿Podría por favor apartar su mano?”
No hubo respuesta a sus palabras. Era obvio que ella no lo estaba ignorando a pesar de oír lo que había dicho, porque más allá de las grietas de sus párpados hinchados, no había nada reflejado en sus turbios ojos mientras miraban al espacio.
Si Sebas fuera a mover los pies, fácilmente podría liberarse de esos dedos que eran más delgados que las ramas de un árbol. Sin embargo, no lo hizo y en lugar de eso, se lo pidió una vez más.
“… ¿Está en problemas? Si es así—”
“Oye, viejo, ¿de dónde saliste?”
Una voz grave y amenazante interrumpió a Sebas.
Un hombre apareció en la puerta. De pecho y brazos gruesos y con una cicatriz en la cara, el hombre miraba fijamente a Sebas con una hostilidad que era evidente para cualquiera que lo viera. La linterna en su mano brillaba con una luz roja.
“Oye, oye, oye. ¿Qué estás mirando, viejo?”
El hombre chasqueó la lengua con fuerza e hizo un gesto con la barbilla.
“Piérdete. Si te vas ahora te dejaré marchar entero.”
Al ver que Sebas no se movía incluso después de la advertencia, el hombre dio un paso adelante. La puerta detrás de él se cerró con un ruido sordo. Muy lentamente, el hombre dejó amenazante la linterna a sus pies.
“Eh viejo, ¿acaso eres sordo?”
El hombre giró su hombro, hizo crujir su cuello, y lentamente levantó su puño derecho. Obviamente era alguien que no dudaría en recurrir a la violencia.
“Hmm...”
Sebas sonrió, era una expresión bastante adecuada para un hombre de su edad. Su sonrisa hacia que otros sintieran su amabilidad y experimentaran una poderosa sensación de alivio. Pero por alguna razón, el hombre dio un paso atrás, como si una poderosa bestia carnívora hubiera aparecido frente a él sin previo aviso.
"Uhh, uh, uh, Qu—"
Presionado por la sonrisa de Sebas, el hombre pronunció palabras incoherentemente. Sin siquiera darse cuenta de que cada vez le era más difícil respirar, el hombre trató de retroceder más atrás.
Sebas aseguró el pergamino, el que compró en el Gremio de Magos y que hasta ahora había estado sosteniendo en la mano, en su cinturón. Dio exactamente un paso al frente para acortar la distancia entre él y el hombre, y extendió la mano. El hombre ni siquiera pudo reaccionar ante ese movimiento. La mano que se aferraba a los pantalones de Sebas cayó al suelo sin hacer ningún ruido.
Como si esa fuera la señal para comenzar, la mano extendida de Sebas agarró la garganta del hombre y— con demasiada facilidad, su cuerpo fue levantado en el aire.
Al comparar a Sebas con el hombre en base únicamente a su aspecto físico, Sebas no tenía ninguna posibilidad de victoria. La edad, el grosor del pecho, los brazos, la altura, el peso y el aroma a violencia que sus cuerpos emanaban; Sebas no podía superarlo en nada de eso.
Ese viejo caballero había levantado el poderoso y pesado cuerpo del hombre con una sola mano—
—No, ese no era el caso. Si hubiera una tercera persona presente, esa persona podría ser capaz de sentir profundamente la ‘diferencia’ entre los dos hombres. Los seres humanos poseían los sentidos de las criaturas vivas— incluso si eran más débiles que los sentidos de los animales salvajes, ¿no se darían cuenta de ello si una diferencia de tal clase se colocaba frente a ellos?
La ‘diferencia’ entre Sebas y el hombre era—
—La diferencia entre el más fuerte y el más débil.
Ahora completamente alejado del suelo, el hombre agitó los pies y retorció su cuerpo. Mientras trataba de agarrar el brazo Sebas con las manos, sus ojos se llenaron de terror, como si se hubiera dado cuenta de algo.
El hombre acababa de descubrir que el viejo frente a él era un ser completamente diferente a lo que aparentaba exteriormente. Cualquier tipo de resistencia inútil únicamente serviría para encolerizar al monstruo frente a él.
“Esa chica, ¿‘qué’ es?”
Una voz tranquila llegó a oídos del hombre que se había puesto rígido por el miedo.
Su voz fluyó silenciosamente, como agua clara. El marcado contraste con la forma en que lo sostenía con facilidad en el aire con una sola mano sólo sirvió para aterrorizarlo aún más.
“E-Ella es nuestra empleada.”
El hombre respondió con desesperación; su voz marcada por el miedo.
“Pregunté ‘qué’ es lo que era. ¿Estás respondiendo a mi pregunta diciendo que ella es una ‘empleada’?”
El hombre se preguntó si le había dado la respuesta equivocada. ¿Pero no era ésa la respuesta más adecuada ante esta situación? Sus ojos abiertos de par en par miraron a su alrededor frenéticamente, moviéndose por todos lados como los ojos de un animal asustado.
“Ah. Hay algunos entre mis camaradas que también tratan a los seres humanos como objetos. Me aventuré a adivinar si tú también caías o no en esa categoría. Si tú vieras a los seres humanos como objetos, entonces no sentirías ningún remordimiento. Pero respondiste refiriéndote a ella como una empleada. Entonces hiciste lo que hiciste a pesar de que reconocías que se trataba de un ser humano, ¿correcto? Te lo preguntaré de nuevo. ¿Qué ibas a hacer con ella?”
El hombre lo pensó brevemente. Sin embargo—
Un sonido resonó como si algo estuviese siendo aplastado.
El brazo de Sebas se llenó de fuerza, haciendo instantáneamente que al hombre le fuese doloroso respirar.
“—¡Urrkgahhh!”
El hombre gritó con un ruido extraño mientras Sebas apretaba con la mano, haciéndole aún más difícil el poder respirar. ‘No te voy a dar tiempo para que lo pienses, responde de inmediato’. El mensaje era claro.
“E-estaba enferma. Estaba tratando de llevarla al temp—”
“—No me gustan las mentiras.”
“¡Gaaghhah!”
La fuerza en el brazo de Sebas aumentó aún más y el rostro del hombre quedó completamente teñido de rojo mientras gritaba una vez más. Incluso si pudiera dejar de lado su incredulidad y reconocer que ponerla en una bolsa para transportarla al templo era una posibilidad, Sebas no podía sentir ni un ápice de preocupación del hombre hacia la chica cuando ese mismo saco había sido arrojado contra el suelo, como si el hombre hubiese estado sacando la basura.
“Detente... Gaah.”
Con apenas un poco de aire, la vida del hombre estaba en peligro. Empezó a agitar las piernas, incapaz de pensar en otra cosa.
Sebas bloqueó fácilmente con una mano el puño en dirección a su cara. Aunque las piernas del hombre agitándose se estrellaron contra su cuerpo y ensuciaron su ropa, Sebas no se movió.
—Era obvio. Un ser humano normal no podía mover un bloque gigante de acero con los pies.
Aunque estaba siendo pateado por un par de piernas gruesas, Sebas siguió hablando con calma, como si ni siquiera sintiera dolor.
"Recomiendo que hables con sinceridad."
“Urk—”
Con el hombre incapaz de respirar, Sebas entrecerró los ojos mientras miraba su cara enrojecida. Calculó el momento justo antes de que perdiera el conocimiento y entonces lo dejó en libertad.
El hombre rodó sobre el suelo con un fuerte ruido.
“Uugh, haa, haa, haa.”
Expulsó lo último de aire que le quedaba en los pulmones con un grito y con avidez jadeó en busca de aire. Sebas lo miró en silencio. Luego se dirigió una vez más hacia la garganta del hombre.
“E-espera, ¡de-detente!”
Con un miedo que perforaba su cuerpo, tropezó dolorosamente en el suelo, alejándose de la mano de Sebas.
“¡E-el t-templo! ¡La iba a llevar al templo!”
(Sigue mintiendo, su fuerza de voluntad es inesperadamente fuerte...)
Había esperado que el hombre se rompiera bajo el dolor y el miedo a la muerte. Sin embargo, a pesar de estar asustado, no mostraba signos de que estuviera diciendo la verdad. El peligro de filtrar información rivalizaba con el peligro que Sebas planteaba.
Sebas consideró cambiar su enfoque. En cierto sentido, este lugar era territorio enemigo.
La razón por la que el hombre no pedía ayuda desde más allá de la puerta era porque no esperaba que ninguno de sus aliados respondiera inmediatamente. Independientemente de eso, permanecer por más tiempo haría que la situación se volviera problemática.
No había recibido ninguna orden de su amo para causar problemas, sino sólo para mantenerse oculto y recolectar información en silencio.
“Si eso era lo que planeabas entonces no habrá problemas si soy yo quien la lleva. Me aseguraré de que se recupere.”
Los ojos sorprendidos del hombre se movieron de lado a lado. Luego con dificultad dejó escapar desesperadamente sus siguientes palabras.
“...No hay garantía de que la llevarás allá.”
“Entonces, ¿qué tal si me acompañas?”
“Estoy ocupado en este momento, así que no puedo. Voy a llevarla luego.” Sintiendo algo en la expresión Sebas, el hombre continuó rápidamente. “Ella es legalmente nuestra. ¡Si vas a poner las manos en la propiedad de otras personas, entonces estas violando la ley! ¡Si la llevas contigo, entonces será considerado un secuestro!”
Sebas se congeló abruptamente y frunció el ceño por primera vez.
El hombre lo había atacado en donde más le dolía.
Aunque su amo le había dicho que podía llamar la atención en cierta medida, eso sólo aplicaba cuando era necesario para sus disfraces como la hija de una familia rica y su mayordomo.
Si él violaba la ley e involucraba a las autoridades, existía la posibilidad de que sus identidades se vieran comprometidas. En otras palabras, podría provocar un revuelo enorme y convertirlo exactamente en el tipo de incidente llamativo que su amo no quería.
Aunque era difícil de imaginar que este hombre tosco y vulgar fuera instruido, de todas formas su tono de voz era confiado. Debía de haber oído eso de alguien que estaba bien informado sobre la ley. Había una alta posibilidad de que sus palabras fueran ciertas.
Sin testigos a la vista, la respuesta era simple. Sencillamente podía acabar con él por la fuerza. Todo lo que quedaría sería un cadáver con el cuello roto.
Pero eso lo haría sólo cuando fuera absolutamente necesario. Era el método final, el último recurso a utilizar sólo cuando coincidiera con los objetivos de su amo. No podía hacerlo por el bien de esta chica a quien acababa de conocer.
¿Entonces la decisión correcta era abandonar a la muchacha?
Sebas sintió como aumentaba su enfado ante la vulgar sonrisa del hombre frente a él.
“¿Puede un gran mayordomo caballeroso como tú causar problemas a espaldas de su amo?”
El hombre ahora estaba sonriendo, viendo como el ceño fruncido de Sebas se hacía más evidente, debía de haberse dado cuenta de que había encontrado la debilidad del mayordomo.
“No sé a qué noble sirves, pero ¿acaso no estarías dañando la reputación de tu amo si casusas problemas? ¿Ah? Y quién sabe, tal vez ese noble está en buenos términos con nosotros. ¿No te regañará?”
“... ¿Piensas que mi amo es alguien que no podría manejar la ley? Las reglas están hechas para ser rotas por los fuertes.”
Como si hubiera puesto el dedo en la llaga, el hombre se vio momentáneamente asustado pero inmediatamente recuperó la confianza.
“… ¿Qué tal si lo intentas entonces?”
“…Hmm.”
El hombre no mostró signos de haber sido engañado por el farol de Sebas. El que lo respaldaba en verdad debía de ser una figura muy influyente. Concluyendo que atacarlo desde esta dirección era ineficaz, Sebas decidió intentarlo desde un ángulo diferente.
“… Puede que tengas razón. Un encuentro con la ley puede resultar muy molesto. Sin embargo, también hay una ley que establece que una persona puede rescatar a otro por la fuerza si éste lo demanda. Simplemente estoy siguiendo la ley y brindándole asistencia. En primer lugar, ya que parece estar inconsciente, creo que debería ser llevada al templo para recibir tratamiento. ¿No te parece?”
“Uh... no... eso es...”
El hombre parecía haberse quedado sin palabras.
Su máscara se deshacía.
Sebas se sintió aliviado de que el hombre fuera un pobre actor y un tonto de pocas luces. Había mentido. Ya que había mencionado la ley, Sebas simplemente optó por hacer lo mismo.
Sebas, que no estaba familiarizado con las leyes de este país, no habría tenido ninguna manera de responder si el hombre le hubiera increpado una vez más con otra ley; incluso si hubiera estado mintiendo. El hombre había terminado en esta posición porque sólo conocía la ley de oído y no se había molestado en estudiarla.
Debido a que su conocimiento de la ley era lo que había escuchado de alguien más, le traería problemas en el caso de que su oponente optara por un debate legal. Y el hombre era probablemente un miembro de bajo rango de su organización. No estaba acostumbrado a una posición en la que tenía que tomar sus propias decisiones.
Sebas alejó su mirada del hombre y se acercó a la cabeza de la chica.
“¿Quieres que te ayude?”
Sebas le preguntó e inclinó su oído hacia los labios agrietados de la joven.
El sonido de su débil respiración fluyó a sus oídos. No, ¿podría incluso ser llamado así? Era como el sonido de la última cantidad de aire que escapaba de un globo.
No hubo respuesta. Sebas giró un poco la cabeza y le preguntó una vez más.
“¿Quieres que te ayude?”
Las circunstancias de ayudar a esta chica y a la anciana de antes eran completamente diferentes. Aunque Sebas tenía el deseo de ayudar a otros en necesidad, había una alta posibilidad de que ayudar a esta chica traería una gran cantidad de problemas. Sebas sintió como si un viento helado estuviera atravesando su corazón. Le preocupaba si el Ser Supremo permitiría este tipo de acciones, y sobre cómo esto podría traicionar a un objetivo superior.
Como era de esperarse, no hubo respuesta.
Una sonrisa cruel se formó lentamente en el rostro del hombre.
Para alguien que estaba familiarizado con el infernal entorno de la muchacha, era obvio que ella ni siquiera tendría la energía para hablar. De lo contrario, no la habría sacado para deshacerse de ella en primer lugar.
Un golpe de suerte no se produce en sucesión. Si fueran tan frecuentes, entonces no serían llamados ‘de suerte’ en primer lugar.
Así era. Si la mano que se agarró al borde de los pantalones de Sebas fue un golpe de suerte, entonces no habría una segunda vez.
—Su suerte se había agotado en el momento en que Sebas puso un pie en este lugar. Todo lo que seguiría después sería el resultado de su voluntad de vivir.
Eso— nunca se debería a la suerte.
—Lentamente.
—Muy lentamente, su boca se movió. No era algo realizado automáticamente como la respiración. Se sentía una voluntad distinta.
“—.”
Al oír esas palabras, Sebas asintió una vez.
“... No tengo intenciones de salvar a los que como las plantas en espera de la lluvia sólo oran para que los demás les brinden ayuda. Sin embargo... si ellos mismos luchan por sobrevivir...” Sebas cubrió los ojos de la chica con la mano. “No tengas miedo, descansa ahora. Estarás bajo mi protección.”
Aferrándose a una sensación suave y cálida, la chica cerró sus ojos turbios.
El hombre no lo podía creer y trató de expresar su obvia respuesta.
"Estás minti..."
El resto no se pudo oír. El cuerpo del hombre quedó inmóvil, con las palabras en su garganta.
“¿Acabas de decir que estoy mintiendo?”
Antes de que se pudiera dar cuenta, Sebas se puso de pie, atravesando al hombre con la mirada.
Sus ojos eran aterradores.
El aliento del hombre se vio interrumpido por la sensación de su corazón a punto de estallar.
“¿Estás diciendo que le mentiría a gente de tu calaña?”
“Uh, n... no...”
*Glup*. La garganta del hombre se movió mientras tragaba la gran cantidad de saliva que se había acumulado en su boca. Sus ojos se clavaron en el brazo de Sebas. El temor que estúpidamente había olvidado, de no saber cuál era su lugar, había regresado.
“Entonces voy a llevarla conmigo.”
“--¡E-Espere! ¡Por favor señor espere!”
Sebas miró al hombre que había levantado la voz.
“¿Aún tienes algo que decir? ¿Estás tratando de ganar tiempo?”
“N-no señor, no es eso. Le estoy diciendo que va a ser un gran problema si se lleva a esa chica, tanto para usted como para su amo. Los Ocho Dedos, ¿no los conoce?”
Sebas había oído hablar de ellos durante su recolección de información. Eran una organización criminal que operaba desde las sombras del Reino.
“Lo entiende, ¿verdad? Por favor señor, sólo pretenda que no vio nada. Si se lleva a esa chica entonces van a castigarme por meter la pata.”
El hombre se había dado cuenta de que no podía ganar por la fuerza y había adoptado una actitud de adulación. Sebas lo miró fríamente y habló con una voz igual de fría.
“Voy a llevarla conmigo.”
“¡No lo haga, se lo ruego! ¡Seré hombre muerto!”
(Tal vez debería matarlo aquí mismo.)
Sebas se sumió en sus pensamientos. Podía oír al hombre llorando, incluso mientras sopesaba las consecuencias positivas y negativas de matarlo.
Aunque pensó que el hombre podría estar tratando de ganar tiempo para que llegaran sus aliados, descartó esa posibilidad al ver su comportamiento.
“¿Por qué no pides ayuda?”
El hombre parpadeó y respondió de inmediato.
Según él, si fuera a perderlos de vista mientras buscaba ayuda, sus aliados sabrían que había cometido un error fatal. Asimismo, no creía probable que pudieran ganar en una pelea, incluso con más gente. Era por eso que estaba tratando de convencer a Sebas a cambiar de opinión.
Al ver tal comportamiento lamentablemente patético, Sebas sintió la tensión dejando su cuerpo. Su intención de matar había desaparecido casi completamente. Aunque, dicho esto, no tenía ninguna intención de entregarle la muchacha al hombre. Si era así—
“... Entonces, ¿Por qué no huyes?”
“Eso es imposible, señor. No tengo el dinero para eso.”
“Aunque no creo que sea más costoso que tu vida... Voy a darte los fondos necesarios para que puedas escapar.”
La luz volvió a la cara del hombre después de oír las palabras de Sebas.
Aunque sería más seguro matarlo, si el hombre escapaba desesperadamente entonces al menos podría ganar un poco de tiempo. Mientras tanto, él podría curar las heridas de la muchacha y trasladarla a un lugar seguro.
Y si fuera a matar al hombre aquí mismo, había una gran probabilidad de la búsqueda de la chica desaparecida comenzara inmediatamente.
De manera similar a como desconocía las circunstancias que condujeron a que la chica terminara en su situación actual, no podía descartar la posibilidad de que esto dañaría a sus conocidos y familiares.
Sebas se turbó. ¿Por qué iba tan lejos como para asumir todos estos riesgos?
No entendía de donde venía la agitación en su corazón por salvar a esa chica. Otros habitantes de Nazarick la habrían ignorado, diciendo que no se molestarían con algo tan insignificante. Ellos se habrían sacudido la mano y se hubiera alejado.
—Uno Debe ayudar a las personas que lo necesitan.
Sebas le respondió al hombre, dejando de lado la duda de su corazón que incluso él mismo no podía explicar. Ahora no era el momento para ese tipo de pensamientos.
“Usa este dinero para contratar a un aventurero y haz todo lo posible para escapar.”
Mientras Sebas sacaba una pequeña bolsa de cuero, los ojos del hombre de llenaron de dudas. La cantidad de dinero que podría caber dentro de una pequeña bolsa no sería suficiente.
Sin embargo, en el momento siguiente, los ojos del hombre quedaron pegados a las monedas que fueron arrojadas al suelo. El brillo similar a la plata, era el del platino utilizado cuando se trataba del comercio entre países. Valía al menos diez veces más que el oro. Diez de tales monedas fueron esparcidas alrededor.
“Todo lo posible, ¿entiendes? También tengo un par de preguntas. ¿Cuánto tiempo crees tener para contestarme?”
“Eh, estamos bien de tiempo. Deshacerme de... eh, no. Les dije a mis compañeros que la llevaría al templo, así que puedo demorarme un poco.”
“Ya veo. Entonces partamos.”
Manteniendo sus palabras breves, Sebas, con la barbilla, le indicó al hombre que lo siga y caminó con la chica en brazos.
Parte 2
Mes de Fuego Medio (8vo Mes), Día 26, 18:58
La casa actual, donde residía Sebas estaba ubicada en una zona exclusiva para gente adinerada de alto orden público, incluso para los estándares de la capital.
Aunque el tamaño de la residencia palidecía en comparación con las casas de la zona, parecía haber sido construida lo suficientemente grande como para que dos generaciones de familias con sus respectivos sirvientes pudieran vivir juntos. Pero ya que Sebas y Solution era sólo dos personas, el espacio era simplemente demasiado grande.
Por supuesto, tenían una razón para el alquiler de una gran residencia como ésta. Mientras estuvieran disfrazados como la familia de un rico comerciante de una tierra lejana, no podían permitirse vivir en una residencia de clase baja. Era por eso que, con cero conexiones y credibilidad, tenían que soportar el pago de la totalidad del contrato de alquiler a varias veces el precio del mercado.
Habiendo llegado a la residencia e ingresado por la puerta principal, había alguien que estaba allí para darle la bienvenida. Vistiendo un vestido blanco, se trataba de la sirvienta de batalla Solution Épsilon bajo el mando directo de Sebas. Aunque había otros habitantes como Demonios de Sombras y Gárgolas, estos no vinieron a recibirlo, ya que ellos tenían la posición de guardias.
“Bienveni—”
Las palabras de Solution se detuvieron junto a su cabeza en mitad de una reverencia. Sus ojos eran más fríos de lo usual mientras miraba lo que estaba en brazos de Sebas.
“…Sebas-sama. ¿Qué es eso?”
“La he recogido.”
Solution no dijo nada ante su corta respuesta. Sin embargo, la atmósfera se volvió pesada.
“…Así que es eso. Pero no parece ser un regalo para mí, ¿qué piensa hacer con ella?”
“Aún no lo he decidido. ¿Primero podrías tratar sus heridas?”
“Heridas dice…”
Después de examinar la condición de la joven, Solution asintió con la cabeza como si tratara de convencerse a sí misma y se quedó mirando a Sebas.
“¿Entonces no debería haberla dejado en el templo?”
“…Pero por supuesto. En verdad, había olvidado por completo esa opción.”
Solution entrecerró los ojos y miró fríamente a Sebas que no cedía ni una pulgada. Por un breve instante, sus ojos se encontraron, y la que apartó la mirada primero fue Solution.
“¿Debería deshacerme de ella?”
“No. Puesto que ya pase por la molestia de traerla hasta aquí, bien podríamos encontrar una manera de darle un buen uso.”
“...Entendido.”
Solution nunca era de hacer muchas expresiones, pero su rostro actual era realmente como una máscara.
Incluso Sebas no podía reconocer la emoción que llenaba sus ojos. Únicamente que de ningún modo le gustaba la situación actual. Era tan obvio que casi se podía tocar con las manos.
“En primer lugar, ¿podrías realizar un diagnóstico completo de su condición física?”
“Entendido, lo haré de inmediato.”
“No, este lugar no es...”
Aunque Solution podría considerarlo algo trivial, probablemente no debería hacerse junto a la entrada.
“Tenemos un cuarto vacío así que ¿podría pedirte que lo realices allá?”
Solution asintió sin decir una palabra.
No intercambiaron palabras mientras la muchacha era trasladada de la entrada al cuarto de huéspedes. Aunque ni Solution ni Sebas eran del tipo de personas que tomaban parte en charlas innecesarias, con mayor razón, una atmósfera extraña fluía entre ellos.
Solution abrió la puerta de la habitación de invitados ya que Sebas estaba usando ambas manos para llevar a la chica.
A pesar de las gruesas cortinas que oscurecían el cuarto, el ambiente no se sentía cargado en lo más mínimo. El aire era fresco porque la puerta se había abierto muchas veces y el interior estaba impecable.
Sebas ingresó. Pequeños rayos de luz de luna brillaban a través de las cortinas. Y dejó a la chica sobre las sabanas limpias de la cama.
A pesar de que hizo todo lo posible para curarla vertiéndole su Ki, el cuerpo inmóvil de la joven parecía un cadáver.
“Entonces.”
Solution arrancó despreocupadamente la tela cubriendo a la joven, dejando al descubierto sus demacradas extremidades.
Aunque era un aspecto cruel que debería de haberle hecho sentir lástima a cualquiera, no hubo ningún cambio en la expresión de Solution. Sus ojos no reflejaban más que indiferencia aburrida.
“... Solution, te encargo el resto.”
Sebas salió de la habitación diciendo estas palabras. Solution no se molestó en detenerlo mientras empezaba a examinar el estado de la joven.
Después de salir al pasillo, Sebas murmuró en voz baja para que no llegara a oídos de Solution.
"Fue una acción insensata."
Sebas acarició inconscientemente su barba. ¿Por qué la había salvado? Él mismo no podía explicarlo con claridad.
Tal vez esto es lo que significa para un cazador el no matar a un pájaro que vino hacia él por voluntad propia.
No, eso no era todo. ¿Por qué la había salvado?
Como el mayordomo encargado de las funciones administrativas de Nazarick, su lealtad estaba con los 41 Seres Supremos. En la actualidad, su líder de gremio, que tomó el nombre de Ainz Ooal Gown, era el ser a quien le debía la totalidad de su lealtad.
No había siquiera una sombra de falsedad en su lealtad. Él creía que siempre había servido con diligencia y no dudaría en dar su vida a su servicio.
Sin embargo— si tuviera que prometer su lealtad a sólo uno de los 41 Seres Supremos, Sebas elegiría sin dudarlo. Touch Me.
Él era el creador de Sebas y el ser más fuerte dentro de Ainz Ooal Gown, poseedor de la clase Campeón del Mundo y en una liga completamente diferente.
Como parte de los nueve primeros, él había reunido a los miembros originales de Ainz Ooal Gown antes de que creciera en poder utilizando cualquier medio posible, incluyendo el PK*.
(*Player Kill, matar a otros jugadores.)
Nadie lo creería si él se les dijera que su razón era ayudar a los débiles. Sin embargo, ésa era la verdad.
Ayudó a Momonga cuando estaba a punto de dejar el juego frustrado porque le hacían PK constantemente. Y cuando Bukubukuchagama no pudo encontrar un grupo para jugar a causa de su apariencia, fue él quien se acercó primero a ella.
Los pensamientos que esa persona había dejado atrás se habían convertido en las cadenas invisibles envolviéndose alrededor de Sebas.
“¿Podría ser esto una maldición...?”
Qué palabras tan viles. Si otra persona de Ainz Ooal Gown— un miembro de Nazarick creado por uno de los 41 Seres Supremo— lo hubiera escuchado, lo hubiera llamado blasfemo y lo hubiera atacado inmediatamente.
「Sentir compasión por un ser que no es de Nazarick es inaceptable.」
Esas palabras eran demasiado obvias.
Con unas pocas excepciones —aquellos cuyos ajustes fueron establecidos de ese modo por los 41 Seres Supremos, como por ejemplo la sirvienta en jefe Pestonya S. Wanko— excluyendo a personas como ella, todos los miembros de Nazarick creían que los que no pertenecían a Ainz Ooal Gown no tenían ningún valor.
Por ejemplo, él había oído de uno de los informes de Solution que un miembro de las Pléyades, Lupusregina, estaba en términos amistosos con una chica del pueblo de Carne. Pero él sabía muy bien que dependiendo de la situación, Lupusregina la abandonaría sin pensarlo dos veces.
No era porque fuera despiadada.
Una orden de los seres supremos que dictara morir significaba que debías morir. Del mismo modo, aun cuando ella fuera su amiga, si le ordenaban matarla, la orden se llevaría a cabo con rapidez. Así era la lealtad verdadera. Un compañero habitante de Nazarick que no entendiera esto sólo sería visto con lástima.
El juzgar a los humanos con sentimientos inútiles era en sí mismo inaceptable.
Entonces, ¿qué pasaba con él? ¿Era aceptable la acción que acababa de tomar?
Mientras Sebas se mordía los labios, Solution salió por la puerta. Su rostro era impasible como siempre.
“¿Cómo se encuentra?”
“... Aparte de la sífilis, tiene otras dos enfermedades de transmisión sexual. Varias de sus costillas están rotas, lo mismo que sus dedos. Los tendones de su brazo derecho y pierna izquierda han sido cortados y le faltan los dientes frontales superiores e inferiores. También parece que sus órganos internos están fallando. Su ano esta desgarrado y es posible que tenga adicción a alguna droga. Tiene innumerables contusiones y cortes en todo el cuerpo. Teniendo en cuenta su estado actual, creo que puedo obviar el resto... ¿Le gustaría que siguiera explicándolo?”
“No, no es necesario. Sólo hay una cosa importante. — ¿Puede ser curada?”
“Claro.”
Sebas había esperado esa pronta respuesta.
La magia de curación incluso podía reparar amputaciones. Si Sebas fuera a usar su Qigong*, también le sería fácil solucionar completamente las lesiones corporales. En verdad, si hubiera querido, podría haber curado fácilmente el esguince de tobillo de la anciana en el acto. No lo hizo con el fin de guardarlo para emergencias y para prevenir la filtración de información.
(*Qigong alude a una diversidad de técnicas habitualmente relacionadas con la medicina china tradicional, que comprenden la mente, la respiración y el ejercicio físico.)
Pero aunque el Qigong ayudaba a recuperar las fuerzas, no podía curar venenos o enfermedades. Sebas nunca aprendió esas habilidades. Por eso necesitaba la ayuda de la Solution para la recuperación de la muchacha.
“Entonces te lo encargo.”
“¿No sería mejor llamar a Pestonya-sama para la curación mágica?”
“Eso no será necesario. Solution, ¿creo que tienes un pergamino de curación?”
Solution asintió con la cabeza, y Sebas continuó.
“Entonces, por favor, usa eso.”
“...Sebas-sama. Este pergamino nos fue entregado por el Ser Supremo. Creo que no debería ser usado en seres indignos como los humanos.”
Era un argumento razonable. Él tenía que considerar un método diferente. En primer lugar, sanar sus heridas y salvarla del peligro de muerte. Podrían curar los venenos y enfermedades en otro momento. Sin embargo, no estaba seguro de que pudieran permitirse el lujo de retrasarse. Si eran los venenos y enfermedades los que la estaban matando, restaurar continuamente su salud sería inútil.
Después de algunas dudas, al final, se dirigió a Solution con una voz firme que no traicionaría sus pensamientos internos.
“Cúrala.”
Los ojos de Solution se entrecerraron y al mismo tiempo, algo de un color rojo oscuro se agitó dentro de sus pupilas. Pero ese cambio no se pudo verificar porque Solution agachó la cabeza.
“...Llevaré a cabo su orden. Restaurarla a su condición normal— en otras palabras, ¿está bien si restauro su cuerpo hasta el punto antes de que las lesiones le fueran infligidas?”
Viendo la afirmación de Sebas, Solution inclinó la cabeza cortésmente.
“Comenzaré de inmediato.”
“Y una vez que hayas finalizado el tratamiento, ¿podrías por favor llenar la bañera con agua y bañarla? Voy a salir a comprar comida.”
No había nadie en esta residencia que necesitara comida o que pudiera cocinar. Y mientras que no tuvieran algún objeto mágico extra que hiciera innecesario el ingerir alimentos, las comidas de la joven tenían que ser preparadas.
“... Sebas-sama, aunque es fácil curar las heridas de su cuerpo... no puedo sanar su mente.”
Las palabras de Solution se detuvieron, y después de una breve pausa, miró fijamente a Sebas y preguntó.
“Creo que llamar a Ainz-sama sería la mejor manera de sanar su mente. ¿No lo hará?”
“... Este no es un asunto lo suficientemente importante como para justificar contactarlo. No debería haber problemas incluso si dejamos su mente tal como esta.”
Solution se inclinó profundamente. Silenciosamente abrió la puerta de la habitación e ingresó. Sebas la observó hacer esto y luego, lentamente, apoyó su espalda contra la pared.
¿Qué debería hacer con esa chica?—
Una vez que estuviera curada— mientras aquel hombre escapaba, debería liberarla en cualquier lugar que ella deseara. Ésa es la mejor manera. Como mínimo, debía de ser en algún lugar lejos de la capital. Liberarla aquí era tanto peligroso como cruel. No sería diferente a nunca haberla rescatado en primer lugar.
Pero para Sebas, el mayordomo de la Gran Tumba de Nazarick, ¿era éste realmente el curso de acción correcto?
Seba dejó escapar un profundo suspiro.
¿Qué tan cómodo se sentiría si pudiera expulsar todo lo que estaba acumulándose en su mente, justo como con ese suspiro? Pero nada había cambiado. Su mente cayó en la confusión y sus pensamientos se llenaron de ruido.
“Tonto, todo por un humano...”
En lugar de hacer preguntas que no podía responder, tenía que empezar de forma sencilla. A pesar de que sólo serviría para ganar tiempo, desde su punto de vista, éste era el mejor curso de acción en su situación actual.
♦ ♦ ♦
Solution cambió la forma de sus delgados dedos. Estos se hicieron más largos y se transformaron en tentáculos de unos pocos milímetros de espesor. Originalmente, Solution era un slime sin forma y podía alterar drásticamente su apariencia externa. Algo como la transformación de sus dedos era simple.
Echó un vistazo a la puerta y habiendo sentido profundamente que la presencia de Sebas había desaparecido en el exterior, se acercó en silencio a la joven acostada en la cama.
“Ya que Sebas-sama me ha dado su permiso, terminaré esta tarea molesta lo más rápido posible. Eso también sería lo mejor para ti. Es probable que ni siquiera despiertes durante el procedimiento.”
Solution extendió su mano y sacó el pergamino que mantenía almacenado en su cuerpo.
Éste no era el único objeto que Solution mantenía dentro de su cuerpo. Además de ítems consumibles mágicos como el pergamino, también tenía varias armas y armaduras. Teniendo en cuenta que podía tragar fácilmente a varios seres humanos, algo como esto no estaba fuera de lo normal.
Miró a la chica inconsciente.
Solution no tenía ningún interés en la apariencia física de la chica. Por el contrario, un pensamiento cruzó por su mente.
Esta mujer no parecía tener un buen sabor.
La cascara vacía de su cuerpo parecía que no lucharía demasiado incluso si fuera a fundirla con ácido.
“Aunque podría entender sus acciones si quisiera dármela como juguete después de que se recupere...”
Conociendo su personalidad, ella sabía que él no lo permitiría. Aparte de cuando eran atacados durante sus viajes, Sebas, el jefe de las Pléyades nunca permitiría que se alimentara de humanos.
“Si el Ser Supremo hubiera ordenado que la chica sea salvada, no tendría más remedio que aceptarlo... ¿Pero realmente vale la pena salvar seres de la calaña de los humanos incluso al costo de un valioso tesoro concedido por el Ser Supremo?"
Solution negó con la cabeza y pensó en voz alta.
“...Tal vez debería devorarte antes de que regrese Sebas-sama.”
Solution liberó el sello y abrió el pergamino. La magia contenida dentro era ‘Sanar’ (Heal), un hechizo de curación de nivel 6 que restauraba la salud en gran medida y eliminaba los efectos de estado negativos como las enfermedades.
Un pergamino normal sólo podía utilizarse si la persona poseía una clase que le permitiera utilizar la misma rama de magia que la del pergamino. En otras palabras, para usar un pergamino de magia divina como la de un sacerdote, uno tenía que obtener una clase que pudiera usar magia divina. Para explicarlo mejor, el hechizo tenía que existir en la lista de hechizos que esa clase podía aprender. Sin embargo, algunas clases basadas en el robo tenían una habilidad que podía disfrazar esa lista y engañar al pergamino.
Como asesina, Solution poseía varias clases basadas en el robo. Era por eso que ella era capaz de utilizar el pergamino de ‘Sanar’ que normalmente le estaría prohibido.
“Primero, la pondré en estado de coma por si acaso, luego...”
Solution usó una habilidad para combinar un poderoso veneno que inducia al sueño y un veneno de relajación muscular. Luego se movió para cubrir el cuerpo de la chica.
♦ ♦ ♦
Mes de Fuego Medio (8vo Mes), Día 26, 19:37
Sebas regresó con la comida justo cuando Solution salía de la habitación. Sostenía dos baldes de agua humeante en ambas manos, con varias toallas en cada balde.
El agua en los baldes era oscura y las toallas también estaban sucias, mostrando el tipo de condiciones insalubres en las que vivía la joven.
“Has trabajado muy duro. La curación... parece que se completó sin ningún problema.”
“Sí, no hubo problemas, sólo que no había ropa adecuada para ella, así que le puse lo que tenía a la mano. ¿Es eso aceptable?”
“Por supuesto, no importa.”
“Entonces es así... Los efectos del veneno para dormir deberían haber desaparecido ya. ...Si no hay nada más que hacer, entonces me retiro.”
“Buen trabajo, Solution.”
Solution hizo una reverencia y pasó junto a Sebas.
Sebas la vio alejarse, y luego llamó a la puerta. Aunque no hubo respuesta, sintió movimiento desde dentro y abrió la puerta sin hacer ruido.
En el interior, una chica estaba sentada sobre la cama. Tenía una expresión vacía, como si se hubiera despertado recientemente.
Estaba verdaderamente irreconocible.
El pelo rubio sucio y marchito ahora brillaba con un hermoso lustre. En ese corto espacio de tiempo, su rostro hundido y escuálido había sido vigorizado y había recuperado su aspecto original. Sus labios alguna vez resquebrajados y resecos ahora brillaban de color rosa.
Para describir su apariencia en conjunto, en lugar de llamarla hermosa, sería más apropiado decir que era una joven poseedora de un encanto adorable.
También era fácil tener una idea aproximada de su edad. A pesar de que parecía que debería estar terminando la adolescencia, su infernal vida diaria le había dado a su rostro una dignidad que se extendía más allá de sus años.
Solution le había puesto una bata blanca semitransparente. Sin embargo, era de un diseño simple, carente de los usuales encajes y adornos que eran la norma.
“Ya deberías haberte recuperado por completo, pero ¿cómo te encuentras?”
No hubo respuesta. Sus ojos vacíos no mostraron ningún signo de mirar en dirección a él.
Sin embargo, como si no se lo tomara muy a pecho, Sebas esperó a que ella hablara. No, él no esperaba mucho de ella desde el principio. Se había dado cuenta de que su expresión vacía era la de una persona cuyo corazón no estaba allí.
“¿Tienes hambre? Te he traído algo de comida.”
La había comprado en un restaurante, tazón y todo.
El cuenco de madera tenía un guiso hecho de caldo de carne ligeramente sazonado. El aceite añadido al guiso para acentuar su aroma liberaba un olor que estimulaba el apetito.
Su rostro se movió ligeramente, respondiendo al olor.
“Por favor, sírvete.”
Sebas pensó que ella aún no se había aislado por completo en su propio mundo. Y sostuvo el tazón junto con la cuchara de madera frente a ella.
Aunque la joven no se movía, Sebas no trató de forzarla.
Luego de que cierta cantidad de tiempo había pasado, lo suficiente como para hacer que otra persona se sintiera ansiosa, la chica movió lentamente el brazo. Su movimiento era nervioso, temeroso de sentir dolor. Incluso si sus heridas habían sanado por completo, la memoria del dolor se mantenía intacta.
Sostuvo la cuchara de madera y cogió una pequeña cantidad de guiso. Luego la llevó a su boca y la tragó.
El estofado era aguado y ligero. Sebas había ordenado intencionalmente que sea preparado de esa manera, cortado los ingrediente finamente y cocinándolos durante un largo tiempo para que no hubiera la necesidad de masticar.
Su garganta se movió y el estofado viajó hasta su estómago.
Los ojos de la muchacha se movieron ligeramente. Ese gesto pequeñísimo fue la transformación de un muñeco complejo a un ser humano. Su otra mano se movió, temblando mientras aceptaba el tazón de Sebas.
Mientras sostenía el tazón, Sebas lo movió al lugar donde ella parecía querer colocarlo.
La chica metió la cuchara de madera en el guiso, acercando el tazón con su otro brazo más hacia ella, y comió con un vigor desbordante.
Comía tan rápido que si el guiso no hubiese sido enfriado para que estuviera a punto, ella definitivamente hubiera gritado por el dolor de las quemaduras. A la chica ni siquiera parecía importarle que el área del pecho de su bata se estuviera ensuciando por el guiso que se derramaba de su boca. Hubiera sido más apropiado decir que lo estaba bebiendo, en lugar de comérselo.
Después de terminar el guiso increíblemente rápido, la chica colocó más cerca el tazón vacío y exhaló un suspiro.
Habiendo vuelto a ser humana, sus ojos se cerraron con pesadez.
La sensación de estar llena, la ropa limpia y suave, la suavidad que había regresado a su cuerpo, todas estas cosas juntas ayudaron a relajar su mente y comenzaron a permitir que su cuerpo aceptara la sensación de somnolencia.
Pero a medida que sus párpados empezaban a formar una línea, al siguiente momento, la joven abrió los ojos de par en par y se encogió de miedo.
Tal vez tenía miedo de cerrar los ojos, o tal vez temía que su situación actual se desvanecería como una ilusión. O tal vez tenía otra razón. Sebas, que estaba observando a su lado, no podía decirlo. Tal vez ella misma no sabía el porqué.
Fue por esto que Sebas le habló con una voz suave, en un intento de calmarla.
“Tu cuerpo está tratando de descansar. No te exijas y duerme. Te garantizo que aquí no estás en peligro. Seguirás en esta cama cuando abras los ojos.”
Por primera vez, los ojos de la chica se movieron y miraron directamente a Sebas.
Apenas había luz en sus ojos azules y ninguna fuerza podía sentirse en ellos. Sólo que ahora habían dejado de ser los ojos de un cadáver, eran los de alguien con vida.
Su boca se abrió ligeramente y— se cerró. Abrió la boca una vez más y— de nuevo, la cerró.
Esto se repitió varias veces. Sebas la observaba amablemente y no trató de presionarla. Simplemente la miraba en silencio.
“Gr...”
Por fin, sus labios se abrieron y un hilo de voz se filtró a través de ellos. Las palabras que siguieron llegaron rápidamente.
“Gr... a... ci... as...”
Sus primeras palabras fueron de agradecimiento en lugar de preguntar acerca de su situación actual. Al haber vislumbrado su personalidad, Sebas sonrió, no la sonrisa falsa que usaba tan a menudo, sino una sonrisa sincera.
“Por favor, no te preocupes por eso. Ahora que te he puesto bajo mi protección, voy a garantizar tu seguridad de la mejor manera que pueda.”
Los ojos de la chica se abrieron un poco, con los labios temblorosos.
Sus ojos azules se humedecieron y derramaron lágrimas. A continuación abrió ancha la boca y lloró como si algo se hubiera liberado dentro de ella.
Por fin, su maldición fue expulsada, mezclada con el sonido de los sollozos.
Maldijo su propio destino; odiaba al de arriba por haberle dado tales cartas. Le fastidiaba el hecho de que hasta ahora, nadie se había molestado en ayudarla. Ese resentimiento también se volvió hacia Sebas.
¿Por qué no había venido antes?
Había recibido la bondad de Sebas— debido a que había sido tratada como un ser humano, todo lo que había estado soportando todo este tiempo terminó derrumbándose. No, sería mejor decir que debido a que había recuperado su corazón humano, ya no podía soportar todos esos recuerdos.
La chica tiró de su cabeza. Con un sonido de algo rasgándose, arrancó mechones de su cabello. Incontables hebras doradas quedaron enredadas en sus delgados dedos. El tazón que llevaba el guiso se cayó de la cama junto con la cuchara.
Sebas observaba su locura sin decir una palabra.
El resentimiento de la muchacha estaba completamente fuera de lugar, no era más que una acusación falsa. Dependiendo de la persona, ésta podría haber encontrado ofensivo su resentimiento y hubiera estallado en cólera contra ella. Sin embargo, no había ira en la expresión de Sebas. En cambio, su rostro arrugado mostraba algo parecido a la benevolencia.
Sebas extendió la mano y la tomó entre sus brazos.
Como un padre abrazando a su hijo, era un abrazo afectuoso, sin malas intenciones.
Aunque el cuerpo de la muchacha se tensó por un momento, el abrazo, que era diferente al de los hombres que la deseaban, relajó ligeramente su cuerpo rígido.
“Ahora todo está bien.”
Suavemente le dio unas palmaditas en la espalda mientras repetía esas palabras como un encantamiento, como consolando a un niño que lloraba.
En un instante, entre sollozos— como si estuviera tratando de aferrarse a las palabras de Sebas, la muchacha plantó la cara en su pecho y lloró aún más fuerte. Sin embargo, ese llanto era diferente al anterior.
♦ ♦ ♦
A medida que el tiempo pasaba y el pecho de Sebas se humedecía por completo por las lágrimas de la muchacha, los sonidos de su llanto finalmente se detuvieron. Lentamente la muchacha se separó de Sebas y agachó la cabeza en un intento de ocultar su rostro enrojecido.
“Lo… siento…”
“Por favor no dejes que te moleste. Es un gran honor que un hombre preste su pecho a una mujer llorando.”
Sebas sacó un pañuelo recién lavado y se lo entregó a la muchacha.
“Por favor, usa esto.”
“Pero… está tan limpio… si… yo…”
Sebas sostuvo la barbilla de la balbuceante chica y le levantó el rostro. La chica se puso rígida mientras se preguntaba lo que iba a suceder, él llevó suavemente el pañuelo hacia las marcas de lágrimas que quedaban en su rostro.
(Esto me recuerda; Solution utilizó ‘Mensaje’ recientemente y tuvo una larga conversación con Shalltear... Parece ser que ella se jactaba de como Ainz-sama secó sus lágrimas.)
Se preguntó qué clase de situación terminaría con Ainz-sama haciendo tal cosa. Ni siquiera era capaz de imaginar a Shalltear llorando. A pesar de su confusión, Sebas no detuvo sus manos y terminó de secar las lágrimas de la cara de la chica.
“Ah...”
“Ya está, por favor úsalo.” Sebas cerró la mano de la chica alrededor del pañuelo ligeramente húmedo. “Un pañuelo que no se puede usar es triste en verdad, especialmente uno que ni siquiera puede limpiar las lágrimas de una persona.”
Sebas sonrió y se alejó de la chica.
“Ahora, por favor, descansa bien. Discutamos qué hacer a partir de ahora una vez que despiertes.”
Debido a que todo era posible con la magia, sus heridas se curaron con el tratamiento de Solution y toda su fatiga mental había desaparecido. Era por eso que ahora debería ser capaz de moverse con normalidad. Sin embargo, sólo hace algunas horas atrás la joven estaba en el infierno. Existía la preocupación de que sus heridas mentales podrían volverse a abrir si hablaban por demasiado tiempo.
En realidad, de la misma forma en la que había llorado hace poco, la mente de la chica seguía aún inestable. Aunque la magia podía curar su mente temporalmente, no trataba la raíz del problema. A diferencia de las heridas corporales, no era posible tratar las lesiones que no estaban a la vista.
Entre las personas que Sebas conocía, los únicos que podrían curar completamente una lesión de la mente eran su amo y posiblemente Pestonya.
Aunque Sebas intentó hacer que la muchacha descansara, ella se apresuró a abrir la boca.
“¿A partir… de ahora?”
Sebas dudo por un momento si estaba bien seguir conversando de esta forma. Pero ya que la persona en cuestión deseaba hablar, decidió continuar con la conversación al mismo tiempo que vigilaba estrechamente su condición.
“No hay duda que estás nerviosa de permanecer en la capital. ¿Tienes un lugar confiable a donde ir?”
La chica agachó la cara.
“Ya veo…”
Él no se molestó en decir lo obvio. Ella no lo tenía.
(—Esto se ha vuelto bastante problemático.)
Sin embargo, no era como si tuvieran que tomar medidas de inmediato. Aquel hombre no debería haber sido capturado tan pronto, y debería tomar algo de tiempo para que la búsqueda los condujera a Sebas.
Aunque tal vez sólo eran meras ilusiones, él quería creer que no había ninguna razón para entrar en pánico. Como mínimo, no hasta que la joven recuperara su salud.
“Entonces, veamos. En primer lugar, ¿podrías decirme tu nombre?”
“Ah… soy… Ts… Tsuare.”
“Tsuare, ya veo. Ah, todavía no te dado mi nombre. Mi nombre es Sebas Tian, por favor llámame Sebas. Sirvo a la ama de esta mansión, la señorita Solution.”
Ésa era su pantalla.
Aunque Solution llevaba un vestido blanco en lugar del uniforme de sirvienta habitual en caso de que tuvieran visitantes repentinos, mientras la joven estuviera aquí, sería necesario que Solution mantenga su papel de ama.
“So…lution... sama.”
“Sí. Solution Épsilon-sama. Pero no creo que vayas a tener muchas oportunidades de hablar con ella.”
“¿...?”
“Ella es muy exigente con las personas.”
Como para indicar que no podía decir más, Sebas cerró la boca. Y después de un breve momento de silencio, habló.
“Ahora, descansa por hoy. Podemos dejar la discusión sobre lo que harás luego para mañana.”
“Sí...”
Después de confirmar que Tsuare se había acostado en la cama, Sebas cogió el tazón del estofado y dejó la habitación.
Cuando abrió la puerta, como esperaba, Solution estaba afuera. Aunque lo más probable era que estuviera escuchando a escondidas, Sebas no se esforzó en regañarla. Solution también, no mostró signos de que la posibilidad de ser regañada existiera siquiera. Fue por eso que estuvo afuera sin ocultar su presencia o su cuerpo. Si realmente hubiera querido esconderse, ya que poseía una clase de tipo asesino, podría haberse escondido más hábilmente.
“¿Qué sucede?”
“...Sebas-sama. Al final, ¿qué hará con esa cosa?”
Sebas dirigió sus sentidos a la puerta detrás de él. Aun si estaba bien cerrada, no bloquearía el sonido por completo. Algo de lo que se dijeran aquí sería escuchado desde dentro.
Sebas caminó sin decir nada con Solution siguiéndolo en silencio por detrás.
Se detuvo donde Tsuare no sería capaz de escucharlos.
“...Veo que estás hablando de Tsuare. Por ahora, estoy planeando tomar la decisión mañana.”
“Un nombre…”
Ella no continuó, pero como si hubiese tomado una decisión, Solution abrió la boca una vez más.
“Aunque puede que no me corresponda decirlo, hay una muy alta probabilidad de que esa chica se convierta en un obstáculo. Tiene que ser eliminada tan pronto como sea posible.”
¿Qué quiso decir cuando dijo ‘eliminada’?
Al escuchar las crueles palabras de Solution, Sebas pensó que eso era de esperarse. Éste era Nazarick— para aquellos que servían a los 41 Seres Supremos, ésa era la forma más correcta de pensar cuando se trataba de aquellos que no pertenecían a Nazarick. Lo que era extraño eran las acciones Sebas.
“Tienes razón. Si ella fuera a convertirse en un obstáculo para las órdenes de Ainz-sama, entonces debemos encargarnos de ella con rapidez.”
Solution lo miró con extrañeza. Era un rostro que pregunta por qué la había traído si él ya sabía eso.
“Ella podría sernos de utilidad. Puesto que ya la recogí, tengo que pensar en una manera de ponerla en buen uso y no simplemente en desecharla.”
“...Sebas-sama, no sé sus razones para haberla traído. Sin embargo, esas lesiones significan que hay circunstancias detrás de ellas. Y dudo que los que infligieron esas lesiones estarán felices de que la cosa esa siga viva.”
“No habrá ningún problema en ese aspecto.”
“... ¿Quiere decir que ya se ha encargado de ellos?”
“No, no es eso. Sólo que, si parece que habrá algún problema, usaré cierto método. Es por eso que me gustaría mantener las apariencias hasta entonces. ¿Lo entiendes, Solution?”
“...Llevaré a cabo su orden.”
Mientras Solution observaba a Sebas alejándose, suprimió la pequeña sensación de ira creciendo en su interior.
Ya que había sido informada de aquello por Sebas, su superior, no podía pronunciarse en contra de él a pesar de sus numerosas quejas. Y si no surgían problemas, entonces no habría consecuencias si el asunto era pasado por alto.
Pero aun así—
“¿Cómo pudo utilizar la propiedad de Nazarick en un ser indigno como un humano...?”
Todos los bienes en la Gran Tumba de Nazarick le pertenecían a Ainz Ooal Gown y por extensión, a los Seres Supremos. ¿Podía tolerarse que fueran usados sin permiso?
Sin importar cuanto lo pensó, no pudo obtener una respuesta.
♦ ♦ ♦
Mes de Fuego Bajo (9no Mes), Día 3, 09:48
Sebas abrió la puerta de la residencia. Estaba regresando de su tarea habitual de visitar el Gremio de Aventureros temprano por la mañana para tomar nota de las peticiones que habían sido colocadas antes de que los aventureros pudieran aceptarlas.
Registraba cada pieza de información en papel, incluso los rumores que circulaban por la ciudad, y los enviaba todos a Nazarick. Analizar los contenidos resultaba bastante difícil y había sido dejado a cargo de los sabios en Nazarick.
Atravesó la puerta e ingresó en la residencia. Si se hubiera tratado de hace unos días atrás, Solution hubiese estado allí para recibirlo. Sin embargo—
“Bien…venido de… vuelta… Sebas…-sama.”
Actualmente, la tarea se le había encargado a la chica que estaba murmurando y que llevaba un uniforme de sirvienta que se extendía hasta sus píes.
El día después de recibir a Tsuare, sostuvieron una discusión y decidieron hacer que la muchacha trabaje en la residencia.
Aunque hubieran podido hacer que se quedara como una invitada, Tsuare estaba en contra de eso. No quería que además de haberle brindado ayuda la trataran como a una invitada. Incluso si no era suficiente para pagarles, por lo menos, quería trabajar.
Sebas vio que el motivo adicional que tenía estaba relacionado con su ansiedad.
En otras palabras, ella sabía muy bien que sus peligrosas circunstancias pronto provocarían un incidente molesto para esta residencia. Por eso estaba intentando hacer todo lo posible para contribuir y no ser echada de la residencia.
Por supuesto, Sebas le había asegurado a Tsuare que él nunca la abandonaría. Si él quisiera echar a alguien que no tenía adonde más ir, nunca la hubiera traído consigo en primer lugar. Sin embargo, también era cierto que él no era lo suficientemente convincente como para sanar las heridas de su corazón.
“He regresado, Tsuare. ¿Hubo algún problema?”
Tsuare negó con la cabeza.
A diferencia de cuando se conocieron, el gorro de sirvienta blanco sobre su cuidadosamente recortado cabello tembló ligeramente.
“No... no hubo... problemas.”
“Ya veo, eso es bueno.”
El ambiente alrededor de ella seguía siendo oscuro y su extraña expresión permaneció inmutable.
Sin embargo, su voz sonaba como si gradualmente se estuviera haciendo más fuerte, como si aquello que la atormentaba estuviera desapareciendo, poco a poco.
(Entonces, el único problema restante sería...)
Sebas avanzó, con Tsuare siguiéndolo al lado.
Caminar junto al mayordomo, Sebas— un superior directo, era un comportamiento inaceptable para una sirvienta. Pero Tsuare debía ignorar la etiqueta de las sirvientas, ya que nunca había sido educada como una. Sebas también, no tenía intenciones de enseñarle ése estilo de vida.
“¿Que hay en el menú de hoy?”
“Sí. Es... estofado de... papa.”
“Ya veo. Estoy deseando que llegue la hora de comer. Tu cocina es deliciosa, después de todo.”
Sebas dijo estas palabras con una sonrisa, y Tsuare se puso de color rojo y agachó la cara al mismo tiempo que apretaba su delantal con ambas manos.
“E-eso eso... no... es cierto.”
“No, no, por supuesto que es verdad. Es una fortuna ya que yo no puedo cocinar nada. Pero, ¿tienes los ingredientes necesarios? Por favor dime si te falta algo o si hay algo que desees que compre.”
“Sí. Voy a comprobarlo… la próxima vez... y le avisaré.”
Aunque Tsuare se comportaba de manera normal en la residencia y con Sebas, todavía mostraba una reacción adversa al exterior. No podía realizar tareas que requirieran salir, por lo tanto un trabajo como comprar los ingredientes para cocinar recaía en Sebas.
No había nada exuberante en la cocina de Tsuare. Eran simples comidas caseras.
Por esta razón, no necesitaban ingredientes costosos y las compras podían hacerse con rapidez. De esa manera Sebas pudo aprender sobre muchos ingredientes diferentes y consiguió obtener información sobre los alimentos de este mundo. Consideró que era como matar dos pájaros de un tiro.
De repente, Sebas propuso una idea.
“... ¿Qué te parece si vamos a comprarlos juntos?”
El rostro de Tsuare mostró gran sorpresa. Luego, cada vez más a asustada, negó con la cabeza. Su complexión empeoró y comenzó a sudar.
"No, no… yo..."
Sebas pensó que esto era de esperarse y no dejó que esto se mostrara en su rostro.
Desde que comenzó a trabajar, Tsuare nunca intentó realizar las tareas que requerían salir al exterior. Había logrado mantener su miedo bajo control al considerar esta residencia como las paredes absolutas de un castillo protector. En otras palabras, la única forma en la que era capaz de moverse era luego de haber trazado una línea que separaba este lugar del exterior— del mundo que la había herido.
Sin embargo, a este paso Tsuare jamás sería capaz de poner un pie afuera. Y ellos no podían ocultarla por siempre.
Teniendo en cuenta el estado mental de Tsuare, Sebas sabía que sería cruel pedirle que saliera al exterior luego de sólo unos cuantos días. La opción más segura sería darle más tiempo para que pudiera adaptarse lentamente.
Sin embargo, ellos no tenían tiempo de sobra.
Sebas no tenía la intención de asentarse y pasar el resto de su vida en la capital. Él siempre sería un extraño en estas tierras, uno que sólo estaba aquí para recolectar información. Si su amo fuera a ordenarle que se retirara…
En preparación para ese día, mientras aún era capaz de hacerlo, tenía que instruirla para que tuviera la mayor cantidad de opciones.
Sebas se detuvo y miró directamente a Tsuare. Ella se sonrojó y trató de bajar la mirada, pero él cubrió su mejilla con su mano y le levantó la cara.
“Tsuare, soy totalmente consciente de que tienes miedo. Pero ten por seguro que yo, Sebas, te protegeré. Destruiré cualquier cosa que pueda lastimarte.”
“…”
“Tsuare, da un paso hacia adelante. Si tienes miedo no importa si cierra los ojos.”
“…”
Sebas tomó la mano de Tsuare mientras ella aún dudaba y le dijo unas palabras que sabía eran crueles.
“¿No confías en mí, Tsuare?”
Mientras el tiempo transcurría, una cortina de silencio colgaba pesadamente sobre el pasillo. Los ojos de Tsuare se humedecieron ligeramente mientras sus labios rosa se separaron, revelando sus dientes frontales parecidos a perlas.
“...Sebas-sama no es...justo. No puedo negarme…si lo dice...así.”
“Por favor, mantente tranquila. Aunque puede que no lo parezca, soy bastante fuerte. Sólo unos cuantos aparte de los 41 son más fuertes que yo.”
“¿Eso es...bastante?”
Tsuare se rio por el extraño número, creyendo que sólo era una broma para consolarla. Sebas simplemente se rió y no contestó.
Sebas continuó avanzando. Aunque sabía que Tsuare estaba mirando su perfil de reojo, él no lo mencionó.
Sabía que Tsuare tenía sentimientos tiernos hacia él, sentimientos que no podrían llamarse del todo amor. Sin embargo, Sebas sentía que esos sentimientos habían sido inculcados en ella, como un sentimiento de dependencia hacia el benefactor que la salvó de ese infierno.
Sebas también era un hombre mayor y era posible que Tsuare estuviera confundiendo un amor familiar con el amor entre un hombre y una mujer.
E Incluso si Tsuare realmente amaba a Sebas, él no tenía la intención de aceptar sus sentimientos. No cuando estaba escondiendo tanto, no cuando sus circunstancias eran tan diferentes.
“Bueno me reuniré contigo después de hablar con la señorita.”
“La señorita... Solu...”
La expresión de Tsuare se oscureció ligeramente. Aunque Sebas sabía por qué, no lo dijo.
Solution intentaba no entrar en contacto con Tsuare y cuando lo hacía, sólo le lanzaba una mirada fría antes de marcharse sin decirle nada. Era normal que ser ignorada a tal grado crearía una sensación de ansiedad y en el caso de Tsuare, un gran temor.
“No te preocupes. La señorita siempre ha sido así con todos. No es que te trata así en particular... Y sólo lo diré aquí, pero la señorita Solution tiene una personalidad bastante difícil, después de todo.”
Mientras Sebas parecía haberse vuelto demasiado hablador, la expresión en el rostro de Tsuare se suavizó ligeramente.
“Ella se pone de mal humor cuando ve a una joven hermosa.”
“...No lo... soy...en comparación…con ella.”
Tsuare agitó apresuradamente ambas manos.
Aunque era cierto que Tsuare era bastante linda, no podía competir contra Solution. Sin embargo, lo que es bello o no es diferente para cada persona.
“Si tuviera que elegir por la apariencia, entre tú y la señorita, entonces tú serías más de mi tipo.”
“¡E-e-eso no...!”
Mientras miraba con delicadeza a la cara brillantemente iluminada de Tsuare que apuntaba hacia sus pies, sus cejas se fruncieron ante el repentino cambio en su expresión.
“Y... mi cuerpo... esta sucio...”
Sebas suspiró mentalmente al ver como la cara de Tsuare cambiaba por completo a comparación de cómo estaba antes. Luego habló pensando por adelantado lo que iba a decir.
“Las joyas son así. Las que no tienen arañazos se consideran más hermosas y valiosas.” Al oír sus palabras, la expresión de Tsuare se oscureció en un instante. “Sin embargo los seres humanos no son joyas.”
Parecía como si Tsuare hubiera elevado ligeramente el rostro.
“Parece que deseas seguir diciéndote a ti misma que estás sucia. ¿Pero en dónde radica la belleza de un humano? Si fuera una joya, podría apreciarse con certeza. Pero la belleza de un humano— ¿con qué se mide? ¿Con el promedio? ¿Con el consenso general? Si es así, ¿tendría que considerarse como inútil la opinión de la minoría?”
Tras una breve pausa, Sebas continuó.
“Por ejemplo, la gente tiene su propia definición de aquello que consideran bello, Yo creo que la belleza de una persona no se encuentra en su apariencia, ni tampoco en su pasado, sino en su corazón. Aunque no conozco toda tu historia, por lo que he podido sentir de tu yo interior en estos poco días que he pasado contigo, no considero que estés sucia en lo más mínimo.”
Sebas cerró la boca y el mundo cambió a otro donde los únicos sonidos que podían oírse eran los pasos de sus pies. En medio del silencio, Tsuare habló con determinación.
“... Si dice que soy… hermosa... entonces por favor... abráse...”
Sebas no la dejó terminar y la abrazó.
“Eres hermosa.”
Mientras hablaba con suavidad, lágrimas silenciosas fluían de los ojos de Tsuare. Sebas le dio unas palmaditas suaves en la espalda como para consolarla y lentamente se separó de ella.
“Tsuare, me disculpo. La señorita Solution me llama.”
“E-está bien...”
Con una triste despedida de parte de Tsuare y de sus ojos rojos, Sebas llamó a la puerta y la abrió sin siquiera esperar una respuesta. Mientras cerraba la puerta detrás de él, le mostró una sonrisa a Tsuare que todavía seguía mirándolo.
Debido a que la casa era alquilada, a pesar de tener muchas habitaciones, casi no había muebles.
Sin embargo, esta habitación estaba lo suficientemente decorada como para no quedar en vergüenza al recibir huéspedes. Aun así, una persona perspicaz podría reconocer la falta de historia y la superficialidad de la habitación.
“Señorita, acabo de regresar.”
“... Buen trabajo, Sebas.”
La falsa ama de la residencia se sentaba en un largo sofá con una expresión de aburrimiento en el rostro. En realidad, esa expresión era una farsa. Debido a la presencia de Tsuare, ella tenía que ponerse la tonta máscara de una dama orgullosa.
Solution trasladó su mirada de Sebas hacia la puerta.
“... Ya se fue.”
“Parece que así es.”
Mientras cada uno estudiaba el rostro del otro, como de costumbre, Solution fue la primera en hablar.
“¿Cuándo la echará?”
Esto era lo que Solution preguntaba cada vez que se veían. Y como siempre, Sebas le dio la misma respuesta.
“Cuando llegue el momento.”
Si todo fuese como de costumbre, la conversación hubiera terminado allí. Solution hubiera suspirado y eso hubiera sido todo. Hoy sin embargo, Solution no parecía querer dejar las cosas así y continuó.
“... ¿Podría explicar claramente de cuánto tiempo está hablando? No hay garantía de que no sucederán incidentes molestos por seguir ocultando a esa humana. ¿Acaso eso no interferirá con la voluntad de Ainz-sama?”
“Hasta el momento no ha habido ningún incidente. …Es sorprendente que entres en pánico debido a que temes lo que algunos seres humanos podrían hacer, ése no es el comportamiento apropiado para alguien que sirve a Ainz-sama.”
El silencio se interpuso entre ellos y Sebas dejó escapar un pequeño suspiro.
Era una situación muy peligrosa.
Aunque no había emociones en el rostro de Solution, Sebas podía sentir que estaba enfadada con él. Incluso si esta residencia era sólo una base de operaciones, Solution la seguía considerando como parte de la Gran Tumba de Nazarick. No podía tolerar la presencia de un ser humano que no tuviera el permiso de su amo.
Hasta ahora Solution no había intentado atacar a Tsuare porque Sebas la mantenía firmemente bajo control. Sin embargo, si esto continuaba, sería imposible que él pudiera seguir controlándola en el futuro cercano.
Sebas estaba consciente de que se estaba quedando sin tiempo.
“…Sebas-sama. Si esa humana se convierte en un obstáculo para las órdenes de Ainz-sama entonces—”
“Será eliminada.”
Sebas le aseguró eso como para no dejar que terminara de hablar. Solution cerró la boca y miró a Sebas con una mirada difícil de comprender, luego inclinó la cabeza.
“Entonces no tengo nada más que añadir. Sebas-sama, por favor no se olvide de lo que acaba de decir.”
“Por supuesto, Solution.”
“... Sin embargo.” La emoción en el murmullo de Solution fue lo suficientemente fuerte como para parar en seco a Sebas. “...Sin embargo, Sebas-sama. ¿Es correcto no informar a Ainz-sama sobre esa cosa?”
Sebas se quedó en silencio unos pocos segundos, y luego respondió.
“No habrá ningún problema. Sería descortés desperdiciar el tiempo de Ainz-sama por un humano.”
“...Todos los días a la hora señalada, Entoma y las demás deberían estar comunicándose con usted usando ‘Mensaje’. ¿No podría simplemente decirles unas cuantas palabras sobre el asunto en ese momento? … ¿Está tratando de ocultarlo intencionalmente?”
“Por supuesto que no. No le haría algo así a Ainz-sa—”
“Entonces... ¿no está actuando por interés propio?”
El aire se puso tenso.
Al darse cuenta de que Solution se había colocado ligeramente en una postura de pelea, Sebas entendió que tan peligrosa era situación en la que se encontraba.
Cada miembro de Nazarick juraba lealtad absoluta hacia Ainz Ooal Gown, —y por extensión, hacia los Seres Supremos. Con los Guardianes a la cabeza, no sería exagerado decir que cada uno de sus miembros estaba de acuerdo con ese credo. Incluso el mayordomo asistente, Eclair, que quería conquistar Nazarick para sí mismo, era leal a los 41 Seres Supremos y los miraba con respeto.
Naturalmente, Sebas era uno de ellos.
Sin embargo, él seguía creyendo que estaba mal echar fuera a un ser patético a causa de meras posibilidades. Aunque dicho esto, también sabía que la mayoría de Nazarick no estaría de acuerdo con él.
No, él creyó haberlo sabido pero la reacción de Solution le reveló que tan superficialmente lo había entendido.
Solution hablaba en serio. Dependiendo de su respuesta, estaba preparada para enfrentarse a Sebas el mayordomo, en otras palabras, su superior en lo que respecta a las labores cotidianas de Nazarick y uno de los más fuertes en el combate cuerpo a cuerpo. Él no tenía idea de que Solution estuviera dispuesta a ir tan lejos para deshacerse del problema.
—Sebas mostró una sonrisa.
Debido a su sonrisa, Solution lo miró con extrañeza.
“…Por supuesto que no. La razón por la que no he informado sobre esto a Ainz-sama no es a causa de mi propio egoísmo.”
“¿Entonces puede decirme los fundamentos de sus acciones?”
“Tengo en muy alta estima su habilidad de cocina.”
“¿Dijo…cocina?”
Parecía como si unos signos de interrogación estuvieran flotando sobre la cabeza de la Solution.
“Ciertamente. Además ¿no sería extraño para los demás si sólo dos personas vivieran en esta gran mansión?”
“... Eso es posible.”
Solution no tuvo más remedio que reconocer este punto. No tener sirvientes mientras vivían una vida de lujo en una gran residencia definitivamente se vería extraño.
“Siento que por lo menos, deberíamos tener un sirviente con nosotros. Si fuéramos a invitar huéspedes a la casa, ¿no sería sospechoso si ni quiera podemos servirles una comida?
“¿...En otras palabras, está usando a esa humana como parte de nuestro disfraz?”
“Así es.”
“Pero no hay necesidad de que sea esa humana en particular.”
“Tsuare se siente en deuda conmigo. Eso significa que nunca filtrará información incluso si se siente en peligro. ¿Me equivoco?”
Muy brevemente, Solution lo pensó, asintiendo con la cabeza poco después.
“Tiene razón.”
“Así son las cosas. No debería haber ninguna necesidad de pedir el permiso de Ainz-sama cuando el asunto solamente está relacionado con nuestra pantalla. No sólo eso, incluso podría llegar a enojarse y a decirnos que manejemos esos asuntos por nuestra propia cuenta.”
Sebas tranquilamente le preguntó a Solution, que permanecía en silencio:
“¿Ahora lo entiendes?”
“...Sí.”
“Entonces, esto debería ser suficiente por aho—”
Sebas detuvo sus palabras. Había oído un sonido, como si dos objetos chocaran entre sí.
Era tan sutil que cualquiera a excepción de Sebas podría haberlo pasado por alto.
La repetición errática del ruido confirmó que alguien lo estaba haciendo a propósito.
Sebas abrió la puerta de la habitación y enfocó sus sentidos hacia el final del pasillo.
Ambos se congelaron al darse cuenta de que el sonido provenía de la aldaba en la puerta principal. Desde que llegaron por primera vez al Reino, nadie había llamado a la puerta. Cualquier trato que tuvieran siempre lo realizaban en el exterior y nunca invitaban a nadie a la residencia. Era una medida desesperada para evitar que otros se enteraran de que en esta gran mansión sólo vivían dos personas.
Pero hoy, tenían visitantes. Sería más que suficiente para causar un incidente molesto.
Sebas dejó a Solution en la habitación y se acercó a la entrada. Abrió la tapa de la ventana adjunta a la puerta principal.
Lo que vio a través del agujero fue a un hombre de hombros anchos rodeado a ambos lados por soldados del Reino.
El hombre de hombros anchos estaba vestido decentemente bien. En su pecho, llevaba un emblema pesado que brillaba con el destello metálico del cobre. El aspecto saludable de su cara estaba acolchado con grasa y era realmente gordo, tal vez debido a sus hábitos alimenticios.
Y finalmente— había un hombre que parecía diferente al resto.
Su piel era pálida, como si nunca hubiera estado expuesto a la luz solar. Con los ojos afilados y de mejillas demacradas, parecía un ave de presa— como los carroñeros que asolaban los cadáveres podridos. Sus ropas negras colgaban libremente de su cuerpo, haciendo obvio que estaba escondiendo armas.
Lo que irritó el sexto sentido de Sebas fue el aire con olor a sangre y a rencores que flotaba a su alrededor.
Verdaderamente eran un grupo desigual. Sebas no pudo determinar su identidad o su objetivo.
“… ¿Quién es?”
“Soy el oficial de patrulla Stafan Hevish.”
El hombre regordete en la parte frontal habló con voz chillona y reveló su nombre.
Era un oficial de patrulla, un funcionario encargado de mantener el orden público. Una posición similar a la del jefe de las patrullas normales que hacían sus rondas por la ciudad; sus funciones incluían una amplia gama de categorías. Debido a esto, Sebas no podía predecir cuál era la razón por la que este hombre llamado Stafan había decidido visitarlos y se preocupó.
Ignorando a Sebas, Stafan continuó hablando.
“El Reino tiene una ley que prohíbe la compra y venta de esclavos. Fue impulsada por la Princesa Renner que elaboró los planes que permitieron su aprobación. Hemos recibido un informe de que las personas de esta residencia podrían estar incumpliendo esta ley y venimos a investigar.”
Finalmente terminó preguntando si podía entrar.
Aunque Sebas pensó en varias palabras para rechazarlo, negarles la entrada podría causar un problema mayor. Tampoco había ninguna garantía de que Stafan fuera un funcionario real. A pesar de que los funcionarios del Reino, efectivamente usaban el mismo emblema que Stafan traía en el pecho. Sin embargo, esto todavía no era razón suficiente. Existía la posibilidad —aunque fuese un gran crimen— de que se tratara de una falsificación.
Dicho esto, cualquier cosa que unos cuantos humanos intentaran hacer dentro de la residencia no platearía ningún problema. Si había un enfrentamiento entonces Sebas podría encargarse con facilidad. De hecho, sería mejor si fueran impostores.
Deduciendo algo en el silencio formado mientras Sebas lo pensaba, Stafan abrió la boca por segunda vez.
“Primero que nada, lo siento pero ¿podría hablar con el dueño de esta residencia? Por supuesto, si no está presente, entonces no hay remedio. Pero no creo que el resultado sea favorable si los que vinimos a investigar nos vamos con las manos vacías.”
Stafan sonrió con una cara que no tenía ni el más mínimo indicio de que lo sentía. Escondida detrás de esa expresión se encontraba una amenaza respaldada por el poder de la ley.
“Antes de eso, tengo algo que me gustaría preguntarle. ¿Quién es el hombre de pie detrás de usted?”
“¿Hmm? Su nombre es Succulent. Es un representante del establecimiento que presentó la denuncia.”
“Me llamo Succulent. Un placer conocerlo.”
Al ver la leve sonrisa en el rostro de Succulent, Sebas entendió que había perdido.
Su sonrisa era la de un cazador cruel burlándose de su presa por caer en su trampa. Era seguro asumir que había venido después haber preparado todo a la perfección. En ese sentido, era bastante probable que Stafan fuera un funcionario real. Lo más probable era que también tuviera un plan preparado en caso de que Sebas se negara a recibirlos. Entonces, como mínimo, Sebas tenía que tratar de averiguar las intenciones de su oponente.
“…Entiendo. Voy a informar a la señorita. Por favor, esperen allí un momento.”
“Por supuesto, esperaremos.”
“Pero por favor, que sea rápido. No podemos perder el tiempo.”
Succulent sonrió y Stafan se encogió de hombros.
“Entendido. Entonces, discúlpenme.”
Sebas cerró la tapa y se volvió en dirección a la habitación de la Solution. Pero antes de eso, tendría que decirle a Tsuare que se ocultara más al fondo—
Con los soldados en el exterior al lado la puerta, las personas que fueron guiadas al interior— Stafan y Succulent— cada una tenía expresión de asombro al ver a Solution.
No habían esperado encontrar tal belleza. La expresión de Stafan se relajó lentamente y sus ojos viajaron de ida y vuelta entre la cara y el pecho de Solution. Luego tragó saliva con los ojos llenos de lujuria. Por otro lado, el rostro de Succulent se endureció gradualmente.
Para Sebas, fue obvio de quien debía estar alerta. Les ofreció a ambos el sofá frente a Solution.
Con Solution ya sentada, Stafan y Succulent se sentaron y se presentaron.
“Así que, ¿qué está pasando exactamente?”
Ante la pregunta de Solution, Stafan fingió toser mientras hablaba.
“De acuerdo al reporte de cierto establecimiento, aparentemente, un individuo secuestró a uno de sus empleados. Al hacerlo, el individuo indebidamente entregó dinero a otro empleado diferente. La compra de esclavos está prohibida en nuestro país… ¿no cree que lo que hizo esa persona fue ilegal?”
El tono de voz de Stafan se hizo gradualmente más fuerte debido a la emoción y Solution respondió como si estuviera aburrida.
“¿Ah, si?”
La actitud detrás de su respuesta dejó perplejos a ambos hombres. Aunque estaban aplicando presión, el comportamiento de Solution fue completamente inesperado.
“Siempre dejo todos los asuntos complicados a Sebas. Sebas, encárgate del resto.”
“¿C-cree que eso estará bien? Dependiendo de cómo acabe todo, podría ser tildada de criminal.”
“Vaya, qué miedo. Sebas, si parece que me convertiré en una criminal entonces ven a decírmelo. Bueno todos, les deseo lo mejor.”
Solution se despidió y los dejó con una sonrisa brillante. Nadie pudo decirle nada mientras dejaba la habitación. El poder de la sonrisa de una belleza se confirmó en ese momento.
Antes de poder oír el sonido de la puerta al cerrase, pudieron oír las voces de asombro de los soldados al ver a Solution.
“—Entonces, escucharé lo que tenga que decir en su lugar.”
Sebas sonrió y tomó asiento frente a los dos hombres. El comportamiento de Stafan era extraño, aún estaba fascinado por la sonrisa de Solution. Sin embargo, como para cubrirlo, Succulent interrumpió.
“Muy bien, entonces ¿podría hacerle algunas preguntas? Verá, como ha oído de Hevish-sama en la entrada, nuestra… bueno, nuestra empleada ha desaparecido. He interrogado a cierta persona y él dice que la entregó luego de recibir dinero. Aunque no quisiera siquiera imaginar que uno de nuestros empleado hizo algo como eso, no tuve otra opción más que avisar a las autoridades.”
“Así es. ¡Un delito sucio como el tráfico de esclavos no será tolerado!” Y golpeó la mesa. “Es por eso que Succulent-kun, que nos avisó sin temer porque se esparcieran malos rumores sobre la tienda, ¡es un ciudadano ejemplar!”
“Gracias, Hevish-sama.”
Succulent agachó la cabeza hacia Stafan, que hablaba con un entusiasmo tal que estaba escupiendo.
(¿Qué pasa con este teatro?)
Pensando eso, Sebas comenzó a meditarlo. Los dos hombres frente a él definitivamente estaban trabajando juntos. Entonces sin ninguna duda, habían hecho preparativos antes de comenzar su ataque. Como tal, la derrota de Sebas era segura. La pregunta entonces era, cómo minimizar sus pérdidas.
Y por otro lado, ¿cuál era la condición de victoria de Sebas en esta situación?
La condición de victoria para el mayordomo de Nazarick, Sebas, era el resolver el problema sin atraer más atención. No era el proteger a Tsuare.
Sin embargo—
“Sospecho que el hombre que afirma haber recibido dinero podría estar mintiendo. ¿En dónde se encuentra ahora?”
“Ha sido arrestado por involucrarse en el tráfico de esclavos y actualmente está encerrado en una celda. Y el resultado de su testimonio y de nuestra cuidadosa investigación es—”
“—Que el hombre que compró a nuestra empleada es usted, Sebas-san.”
Eso significaba que aquel hombre había sido atrapado y que había confesado todo. Había una alta probabilidad de que hubiera sido presionado para cambiar su testimonio para que los beneficiara.
Sebas se debatía entre si debía fingir ignorancia, mentir, o negarlo rotundamente.
¿Qué tal si decía que ella no se encontraba en la residencia? ¿Y si los hombres decían que él la había matado?
Incontables ideas corrían por su mente pero la posibilidad de que funcionaran era baja. Ellos no se retirarían tan fácilmente. Aunque antes de eso, él tenía que saber una cosa.
“¿Pero cómo llegaron a la conclusión de que fui yo? ¿Dónde están sus pruebas?”
Eso era lo que Sebas no podía entender. Siempre y cuando no hubiera dejado nada detrás que pudiera revelar su nombre o identidad, no debería haber ninguna evidencia. ¿Entonces cómo habían averiguado la ubicación de este lugar? Siempre que salía tenía cuidado de que no lo siguieran. Le costaba creer que alguien en esta ciudad pudiera seguirlo sin que se diera cuenta.
“El pergamino.”
Un destello atravesó la mente de Sebas.
—El pergamino que compró en el Gremio de Magos.
Ese pergamino era definitivamente diferente a otros por su impresionante artesanía. Alguien que supiera cómo se veían podría reconocer que su pergamino había sido comprado en el Gremio de Magos. Entonces podría rastrear sus pasos y deducir algo de ello. Una persona vestida de mayordomo y en poder de un pergamino llamaría demasiado la atención.
Pero incluso así, esa no era evidencia suficiente para deducir que Tsuare se encontraba en la residencia. Él podría argumentar que simplemente era alguien parecido. El problema sería que las cosas se complicarían si ellos fueran a revisar la mansión. Así era. Se verían forzados a admitir que incluyendo a Tsuare, sólo tres personas vivían en esta gran mansión.
Sebas se resignó.
“…Es cierto que traje a la joven aquí conmigo. Sin embargo, en aquel momento la joven estaba gravemente herida y al filo de la muerte. No tuve otra opción más que traerla.”
“¿En otras palabras está admitiendo que usó dinero para comprar a la chica?”
“Antes de eso, ¿podría hablar con el hombre que arrestaron?”
“Desafortunadamente eso no será posible. No podemos arriesgarnos a que se pongan de acuerdo en sus historias.”
“Entonces—”
—No me importa si escuchan nuestra conversación.
Cuando estaba a punto de decir eso, Sebas cerró la boca.
Al final, ésta era una carrera planeada de antemano. Había pocas probabilidades de que la situación pudiera mejorar incluso si él fuera al lugar en el que se encontraba aquel hombre. Pasar a la ofensiva desde este ángulo sólo sería una pérdida de tiempo.
“… ¿Entonces están admitiendo el hecho de que la joven era en verdad victima de aquellas horribles heridas? Desde la perspectiva del gobierno, siento esto podría considerarse peor —”
“El trabajo en nuestro establecimiento es bastante difícil. No se puede hacer nada si ella fuera a sufrir una lesión. Eso se ve casi siempre en minas y similares, es lo mismo.”
“…No creo que las heridas de las que habla y las de ella sean similares.”
“Jajaja, es el negocio del entretenimiento pero tenemos una gran cantidad de clientes diversos. Aunque siempre intentamos tener cuidado. Bueno, puedo entender su punto, Sebas. Seremos un poco— sí, un poco más cuidadosos.”
“… ¿Un poco?”
“Bueno, sí. Cualquier otra cosa más y costaría dinero aquí y allá.”
Ante la pregunta de Sebas, Succulent mostraba una sonrisa burlona, del tipo en el que sólo las comisuras de los labios se doblaban hacia arriba.
Sebas también respondió con una sonrisa.
“—Suficiente.” Stafan suspiró profundamente, como si estuviera tratando con un idiota. “Mi deber es revisar si hubo o no una transacción que involucre a esclavos. La revisión de la forma en que los trabajadores son tratados le corresponde a alguien más. Parece que ese incidente no está conectado al tráfico de esclavos.”
“…Entonces ¿podría decirme el nombre del funcionario encargado de las condiciones laborales?”
“…Hmm. Me gustaría decírselo pero es complicado. Desafortunadamente, alguien que interfiere con el trabajo de otro no es muy popular.”
“…Entonces por favor espere hasta entonces.”
Stafan sonrió, como si hubiera estado esperando por esas palabras.
“…Me gustaría hacer eso, de verdad. Pero ya que el reporte ha sido hecho, tengo que ponerlos a ustedes bajo custodia e investigar lo más rápido posible, por la fuerza si fuera necesario.”
En otras palabras, Sebas no tenía tiempo.
“Incluso ahora, observando la evidencia circunstancial, es obvio que usted es culpable. Pero el establecimiento desea resolver el asunto generosamente. Por supuesto, deberá haber una compensación dependiendo del acuerdo. Y también será un poco costoso el destruir el reporte escrito falsamente sobre el tráfico de esclavos.”
“¿Qué es lo que pide, exactamente?”
“Bueno, verá, necesitaremos que nos regrese a nuestra empleada junto a una compensación por las pérdidas que tuvimos durante el tiempo en que estuvo fuera.”
“Ya veo, y ¿cuánto sería eso?”
“En monedas de oro… veamos. Bueno, le daré un descuento, un ciento de monedas de oro y un adicional de 300 para la compensación, haciendo un total de 400. ¿Qué le parece?”
“…Toda una fortuna, ¿por qué es tanto? ¿Qué tipo de trabajo hacía ella en un día cualquiera? ¿Por cuánto tiempo?”
En ese momento, Stafan lo interrumpió.
“Ah, espera un momento. Eso no debería ser todo, Succulent-kun.”
“Cierto, casi se me olvida. Usted mencionó que ya que el reporte se ha presentado, destruirlo requerirá una tarifa, incluso si llegamos a un acuerdo.”
“Por supuesto, Succulent-kun. No puedes olvidar esa parte.”
Stafan sonrió.
“…Pero.”
“¿Hmm?”
“No, no es nada.”
Sebas se tragó sus palabras y sonrió.
Succulent inclinó la cabeza ante Stafan y continuó hablando.
“Hmm, me disculpo por eso, Hevish-sama. De todas formas, la tarifa será un tercio de la compensación, así que 100 monedas. En total, sumarían 500 monedas.”
“Cuando la traje aquí hice un pago, ¿eso también está incluido?”
“¿Qué está diciendo? Escuche bien, desde el momento en que estuvo de acuerdo, usted nunca compró un esclavo. En otras palabras, el dinero involucrado en esa transacción nunca existió. Probablemente lo dejó caer en algún lugar.”
¿Acaso este hombre esperaba que Sebas pretendiera que había dejado caer un ciento de monedas de oro? Bueno, lo más seguro era que ya se habían dividido el dinero entre ellos.
“…Sin embargo, el cuerpo de la chica no ha sanado por completo. Si intentan llevarla con ustedes en este momento, podría sufrir una recaída. También es posible que pierda la vida en los tratamientos que quedan por seguir. Creo que sería más seguro si se queda con nosotros por el momento.”
Los ojos de Succulent brillaron extrañamente. Dándose cuenta del cambio, Sebas supo que había cometido un error. Le había revelado que Tsuare era importante para él.
“Por supuesto, por supuesto, tiene razón. Si muere entonces obviamente tendría que darnos una compensación, ¿entonces qué tal si nos presta a la dueña de esta casa hasta que su tratamiento haya terminado?”
“¡Ohh! Es una idea espléndida. ¡No hace falta decir que él debería hacerse responsable de llenar el agujero que provocó!”
La sonrisa que cubría el rostro de Stafan claramente estaba llena de lujuria. Probablemente se encontraba desvistiendo a Solution en su mente.
La sonrisa de Sebas desapareció y su rostro se mostró inexpresivo.
Aunque Succulent probablemente estaba bromeando, sin ninguna duda insistiría en la idea si Sebas fuera a mostrar alguna debilidad. Desde el momento en que había revelado que se preocupaba por Tsuare, la posibilidad de que este incidente molesto se hiciera más grande en el futuro estaba justo ante sus ojos.
“… ¿No le traerá problemas la codicia excesiva?”
“¡Ridículo!”
El rostro de Stafan se tiñó de rojo mientras gritaba en voz alta.
(Como un cerdo en el matadero.)
Pensando esto para sí, Sebas observó a Stafan sin decir nada.
“¡¿Qué quiere decir con codicia?! ¡Todo nace de mi corazón que sólo desea salvaguardar la ley tal como fue establecida por la estimada Princesa Renner! ¡Cómo se atreve a ser tan irrespetuoso!”
“Tranquilo, tranquilo, cálmese, Hevish-sama.”
Tan pronto como Succulent intervino, Stafan, que estaba gritando, controló inmediatamente su temperamento. El súbito cambio sugería que su ira no era genuina, sino solo una treta para parecer más amenazador.
(Incluso tu actuación es torpe.)
Sebas pensó eso en su cabeza.
“Pero de todas formas, Succulent-kun…”
“Hevish-sama, ya que hemos dicho todo lo que vinimos a decir, ¿qué tal si regresamos en dos días para oír su respuesta? ¿Eso estará bien, Sebas-san?”
“Sí, lo entiendo.”
Con eso, la discusión había terminado. Sebas los acompañó a la entrada.
Como el último en salir, Succulent sonrió y le dijo unas palabras a Sebas.
“Pero realmente debería agradecerle a esa prostituta. Nunca esperé que una mercancía a punto de ser desechada fuera capaz de poner un huevo de oro tan grande… o eso fue lo que dijo cierta persona.”
Dejando esas palabras detrás, la puerta se cerró del todo con un ruidoso golpe.
Sebas continuó mirando la puerta, como si fuera invisible. Su rostro estaba calmado, no mostraba ninguna expresión en particular. Sin embargo, algo estaba claramente presente dentro de sus pupilas.
Estaba enojado.
—No, esa palabra tan vaga no describía con exactitud lo que estaba sintiendo.
Furia, rabia, éstas serían más adecuadas.
La razón por la que Succulent le mostró sus verdaderas intenciones en el momento en que se marchaba se debía a que había bloqueado todas las rutas de escape, a que Sebas no tenía forma de responder— estaba seguro de su propia victoria.
“Solution, muéstrate.”
En respuesta a sus palabras, Solution emergió como agua fluyendo de las sombras. Ella había usado una habilidad de su clase de tipo asesino para fundirse en las sombras.
“Asumo que oíste nuestra discusión.”
Las palabras de Sebas meramente lo estaban confirmando. Solution asintió con la cabeza, como si ni siquiera necesitara decirlo.
“¿Entonces qué planea hacer, Sebas-sama?”
Él no pudo responder inmediatamente su pregunta. Su falta de respuesta obviamente hizo surgir una mirada fría de parte de Solution.
“… ¿Les entregará a la humana para dar por concluido el asunto?”
“Dudo que el problema se resuelva de esa manera.”
“… ¿Es así?”
“Si mostramos debilidad entonces vendrán por más. Son ese tipo de gente. El problema no se resolverá incluso si fuéramos a entregarles a Tsuare. El mayor problema es cuánta información han deducido al investigarnos. Aunque vinimos a la capital disfrazados de comerciantes, si indagan más a fondo y encuentran un punto ciego— sabrán que nuestras identidades son falsas.”
“Entonces ¿qué planea hacer?”
“No lo sé. Saldré a dar un paseo y a pensar en ello.”
Sebas abrió la puerta principal y salió.
Solution observaba en silencio mientras la espalda de Sebas se hacía cada vez más pequeña en la distancia.
(—Absurdo.)
Si no hubiera traído a esa humana, esta serie de incidentes jamás hubieran ocurrido. Dicho esto, ahora todo estaba en el pasado. Lo importante era qué hacer de ahora en adelante.
Como subordinada de Sebas, ella no debería actuar de manera arbitraria sin tener en cuenta las palabras de su superior. Sin embargo, parecía que no hacer nada y dejar las cosas tal como estaban sería más peligroso.
(Si nuestra hermana menor estuviera aquí… si pudiéramos movernos como Pléyades entonces no tendríamos ningún problema…)
Vaciló.
Vació hasta el punto de creer que era excesivo.
Finalmente, se decidió y abrió su mano izquierda.
Un pergamino fue expulsado de su mano, como si estuviera flotando a su superficie. Era un pergamino que había sido almacenado dentro de su cuerpo hasta ahora. Actualmente, gracias a los esfuerzos de Demiurge, el día en el que sería posible la producción en masa de pergaminos de bajo nivel casi estaba a su alcance. Sin embargo, ése no era el caso en el momento en que Solution había sido movilizada y por tanto, este pergamino de ‘Mensaje’ se le había entregado para que lo usara sólo en caso de emergencias. Solution había decidido que la situación actual lo requería.
Abrió el pergamino y activó la magia que contenía dentro. Habiendo sido usado, el pergamino se redujo a cenizas y éstas se desvanecieron completamente en el momento en que tocaron el suelo.
En sincronía con la activación del hechizo, Solution sintió que algo como un hilo la conectaba con su objetivo y le transmitió su voz.
“¿Ainz-sama?”
「¿Eres— Solution? ¿Qué sucede? Ya que eres tú la que se está comunicando, ¿se trata de una emergencia?」
“Sí.”
Por un instante, Solution se quedó en silencio. Ese momento nació de sus sentimientos de lealtad hacia Sebas, considerando la posibilidad de que todo era un mal entendido. Sin embargo, su lealtad hacia Ainz era más fuerte que todo.
Y aunque ellos debían actuar siempre en interés de Nazarick, de uno de los 41 Seres Supremos, podría decirse que la situación actual de Sebas ignoraba este credo.
Fue por esta razón que Solution abrió la boca para oír el juicio de su amo.
“Existe la posibilidad de que Sebas-sama nos haya traicionado.”
「¿Eh?… ¿Ehhhh? …Espera, imposible… Ejem… basta de bromas, Solution. Decir tales cosas sin pruebas es inexcusable… ¿las hay?」
“Sí. Aunque no son suficientes para ser llamadas pruebas—”
Disculpe, no sería mejor: “Existe la posibilidad de que Sebas-sama nos haya traicionado.”
ResponderBorrarDejando eso de lado, gracias por la traducción.
Sí, creo que tienes razón. Gracias por la sugerencia.
Borraraaaahhhhh almorzar y acentar la comida leyendo overlord. graciasss
ResponderBorrargracias por el cap
ResponderBorrarAquí en mi casa, cenando chuletas de chancho con arroz y ensalada rusa, mientras disfrutó del capítulo, gracias Erb, siempre fiel a tus traducciones
ResponderBorrarmuchas gracias por el capitulo
ResponderBorrarGracias bro!!
ResponderBorrarmuy bueno
ResponderBorrarpersonalmente esta parte de sebas cuando rescata a la muchacha y como se desenvuelve la historia, muchas gracias, me lo leeré de nuevo :v
ResponderBorrarMuchas Gracias!
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