Traductor: Erb
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Parte 1
Brain se quedó hasta que llegaron los guardias que Climb fue a llamar. Cuando comenzó a dirigirse de vuelta a la casa de Gazef, el sol ya se había ocultado y su estómago le dolía de hambre.
(...Si hice que Stronoff pase hambre, me sentiré mal.)
Abrió la puerta como si fuera su propia casa, pero sólo lo hizo porque tenía el permiso de Gazef para hacerlo.
Cuando comenzó a caminar hacia la habitación que Gazef le había prestado, Brain oyó el sonido de pasos dirigiéndose a él. Pensó que probablemente era Gazef, y lo confirmó cuando los pasos se oyeron bajando las escaleras.
"Llegas tarde, Unglaus. ¿A dónde fuiste?"
No había rastro de crítica en su voz. Viendo que Brain no respondía y había caído en una profunda reflexión, los ojos de Gazef brillaban con curiosidad.
"Si te parece bien, ¿quisieras contármelo mientras comemos?"
Realmente era un regalo para uno ojos cansados. Brain respondió mientras se frotaba el estómago:
"Esa parece una idea asombrosa. Entonces, ¿a dónde vamos? "
Con una expresión de ligera sorpresa, Gazef lo guió al comedor.
"¿Los sirvientes cocinan para ti? ¿O cocinas tus alimentos tu mismo?"
Gazef sonrió amargamente ante la pregunta vacía.
"No, en realidad soy terrible cocinando."
Continuó luego de pensarlo un poco:
"Tal vez los sirvientes están envejeciendo, ya que la comida siempre parece tener poco condimento. Luego de un día de arduo trabajo, quisieras comer algo fuerte, pero los sirvientes no parecen ser muy comprensivos."
"El más poderoso en el Reino, el Capitán Guerrero, ¿es forzado a comer comida saludable poco sazonada?"
Brain sonrió mientras bromeaba con Gazef, pero éste respondió tenso como siempre.
"Unglaus, me gustaría ofrecerte la comida gourmet poco sazonada de mi hogar, pero tendremos que conformarnos con la comida que compré afuera."
"Si es así, debo agradecerte por ser tan considerado."
Viendo la sonrisa de Brain, Gazef rió un poco. Sin embargo, comenzó su contraataque:
"¿Pero y que hay de ti? ¿Puedes cocinar?"
Pero las palabras de Gazef fallaron y cortaron el aire vacío.
"Nada complejo, sólo cosas simples. Es un gran problema si no puedes cocinar durante los viajes de entrenamiento o las expediciones."
Asintiendo lentamente con la cabeza, Gazef trajo una pequeña cesta que había estado oculta en una esquina del comedor. La cesta era lo suficientemente grande como para meter a un bebé adentro, y un olor que estimulaba la nariz y el estómago flotó en el aire.
Los dos hombres se sentaron el uno frente al otro.
Luego de sacar varios platillos de la cesta, llenaron sus copas con vino y las elevaron para hacer un brindis. No había una razón en particular por la que brindar y tomaron el vino en silencio. Brain tomó dos grandes sorbos antes de dejar su copa.
Dejó escapar un gran bostezo y murmuró con el corazón vacilante.
"...A pasado un largo tiempo desde que tomé un trago."
"Igual para mí. Últimamente no he comido en casa tampoco."
"Las tareas de palacio deben ser difíciles."
"Desde que me convertí en Capitán Guerrero, siempre parece haber algo."
"¿También defender a la familia real?"
"Eso también. De hecho, ése es el deber principal."
Luego de oír sus historias, Brain pudo sentir cuán puritano era Gazef. Podía permitirse desviarse de cuando en cuando, pero seguía avanzando en línea recta."
(Una persona como ésta seguramente es odiada por los nobles.)
Como si las suposiciones de Brain fueran ciertas, las historias de Gazef casi no hacían mención de los nobles. A pesar del alto cargo de Capitán Guerrero, la mayoría de las historias trataban sobre su vida como soldado o sobre la familia real. No hubo historias sobre alguna pretenciosa gala de baile.
Estaban ocurriendo cambios en los países vecinos tales como el Imperio, pero en el Reino, un gran muro de diferencia social dividía a la nobleza y a la gente común.
Para Brain, toda esta situación era hilarante.
Había dedicado todo su tiempo a entrenar para derrotar a Gazef, y esperaba una lucha a muerte la siguiente vez que se encontraran. Y ahora, estaban sentados, bebiendo como amigos. Como si hubiese leído sus pensamientos, Gazef sonrió también.
Sus copas resonaron de nuevo, pero sintiéndose un poco ebrios, las juntaron con demasiada fuerza y algo de vino cayó a la mesa.
"Trata de no derramarlo en la comida."
"Podría saber mejor con algo de vino en ella."
"No sé mucho de sabores... Unglaus, ¿tal vez es igual para ti?"
"Brain. Sólo llámame Brain."
"Muy bien, entonces dime Gazef."
"Bien, Gazef."
Rieron y juntaron sus copas una vez más.
Las historias de Gazef eran diversas y había muchas cosas que Brain desconocía. Cuando la atmósfera se calentó, Gazef preguntó desvergonzadamente:
"Entonces, Brain, ¿qué fue lo que le sucedió a un hombre de tu calibre?"
Como si estuviera tratando una herida abierta, Gazef anduvo con cuidado. La evaluación que hizo de la reacción de Brain, no fue porque quisiera determinar si estaba diciendo la verdad, sino porque realmente estaba preocupado por él.
"Gracias."
Viendo a Gazef abriendo y cerrando los ojos profusamente al recibir las gracias aparentemente sin razón, Brain se relajó también. Tomó un momento para meditarlo antes de hablar.
"...Conocí a un monstruo."
"¿Un monstruo? ¿De qué tipo?"
"Un vampiro probablemente... Se llamaba Shalltear Bloodfallen. El ataque que desarrollé... para derrotarte, fue bloqueado por ella usando sólo su dedo meñique."
Brain pudo ver los ojos de Gazef abriéndose por la sorpresa.
"... Ya veo."
Gazef bebió un sorbo de vino. Brain También lo hizo y relató la batalla— no, la masacre que tuvo lugar.
Por supuesto, no mencionó nada sobre el bandidaje. Era posible que Gazef ya hubiera adivinado cómo solía ser su vida. Sin embargo, Brain no tuvo el coraje para decirle a Gazef que él era el tipo de hombre que habría hecho cualquier cosa en nombre de volverse más fuerte.
Por fortuna, no hubo signos de sospecha en los ojos de Gazef.
"¿Me creerás?"
"...El mundo en grande y ancho. No sería extraño si un monstruo como ése existiera. Mirando atrás en la historia, también hubo seres como los Dioses Demonio y los Lores Dragón. Pero un monstruo como ése... está más allá de mis habilidades."
"Sí. No sé qué tan fuerte seas ahora, así que no hablaré irresponsablemente, pero sí diré que es imposible que puedas ganarle. Un monstruo como ése está más allá de nuestra esfera de habilidades. Incluso si lucháramos juntos, sólo duraríamos uno o dos segundos más."
"Oye, por favor no digas eso."
Gazef se quejó en tono de broma, pero Brain le suplicó absolutamente serio:
"Gazef, tú eres el Capitán Guerrero a cargo de proteger a la realeza. Por favor no luches con esa cosa si alguna vez te topas con ella. Tu vida es valiosa."
"Te agradezco el consejo, pero si ese monstruo llamado Shalltear intenta atacar al Rey, necesitaré retrasarla para ganar tiempo incluso si me cuesta la vida."
Incluso retrasarla sería imposible a menos que ese monstruo decidiera jugar con Gazef. Sin embargo, si se trataba de Gazef... Brain sintió que él podría ser capaz de lograrlo. Aun si sólo fuera por unos cuantos segundos más.
"Shalltear. Shalltear Bloodfallen, ¿no?"
Gazef asintió pesadamente con la cabeza luego de preguntar sobre su descripción una vez más.
"Bien, luego de estar sobrios, ¿te importaría contármelo nuevamente? Parece sensato recolectar tanta información como sea posible."
"Aun si recolectas información, no estoy seguro si se pueda hacer algo con ella."
"Si se aproxima una tormenta, entonces debemos estar preparados para ella. Además, ¿quién sabe? otras personas más sabias podrían tener algunas buenas ideas."
"Ése sería el mejor escenario."
"Tengo muchos conocidos que son aventureros de rango adamantita. Tal vez ellos podrían tener un par de ideas. ...Entonces, Brain, ¿qué harás ahora?"
Brain frunció el ceño ante la pregunta. ¿Qué debería hacer de ahora en adelante. Su mirada lentamente se movió hacia la katana que había dejado al lado de una pequeña mesa.
Era un arrepentimiento persistente.
Todo era un arrepentimiento persistente. Sin importar qué tanto lo intentara de ahora en adelante, nunca podría derrotar a ese monstruo. El sueño de ser el más fuerte había sido destrozado ya. Su vida había sido un desperdicio. Ya no podía vivir más con la cabeza en las nubes.
(Fue el sueño descabellado de un niño...)
"¿Qué debería hacer...? Tal vez debería volver a la agricultura."
Originalmente, él era un agricultor. Apenas lo recordaba, pero en un rincón de su cabeza, recordó lo básico de la agricultura. Todo lo demás era el manejo de la espada. Para decirlo amablemente, había vivido su vida con un solo objetivo.
"Eso... no suena tan mal... pero, ¿podrías considerar servir al Reino junto a mi?"
No era una mala propuesta. Él nunca podría ganarle a monstruos como Shalltear, pero como humano se consideraba a sí mismo como parte de los más fuertes. Sin embargo...
"Realmente no estoy acostumbrado a trabajar en equipo. Tampoco soy muy bueno humillándome."
"¿Crees que me humillo mucho?"
"Ah, lo siento. No quise dar a entender que lo hacías. Es sólo que imagino que toda la gente que trabaja en el palacio es así... Gazef, tu idea no es mala en absoluto. Luchar para alguien más... ¡Ah! Hablando de ello, conocía a un chico llamado Climb."
"¿Climb? ¿Te estás refiriendo a un chico de voz ronca?"
Cuando Brain respondió afirmativamente, el tono de la voz de Gazef se elevó por la sorpresa.
"¿Conociste a Climb? Él es el guardaespaldas de la Princesa, así que no pensé que se alejaría demasiado de su lado..."
"Lo vi cuando entrenaba en la ciudad."
"Entrenando en la ciudad... Él no tiene mucho talento así que sería imposible que se vuelva más fuerte de lo que es ahora. Lo que le queda es mejorar su fuerza física. ¿Era ese tipo de entrenamiento? Si no, entonces debería darle unos cuantos consejos."
"Hmm, con la espada... no tiene talento. Pero de cierta manera, fue superior a mí."
Gazef hizo una expresión para que Brain dejara de bromear.
Por supuesto, la diferencia entre Brain y Climb era absoluta, y la aptitud no podía compararse. Sin embargo, frente a los verdaderamente fuertes, Brain se dio cuenta que era como comparar la velocidad de los caracoles al correr el uno contra el otro. Por sobre todo, tener el valor de permanecer de pie frente la intensión de matar de gente como Sebas, debía ser altamente elogiado.
(Mi yo destrozado, habría escapado. Pero si fuera Climb, él nunca hubiera dejando atrás a la persona que se supone debía proteger. Alguien como él... podría ser lo suficientemente bueno como para cortar la punta del dedo meñique de ese monstruo.)
Gazef tenía una expresión curiosa en el rostro, pero Brain permaneció callado. En su lugar, contó la historia del asalto a uno de los burdeles administrados por los Ocho Dedos.
"¿Fue así... y con Climb?"
"Si crees que se te presentarán inconvenientes, está bien si simplemente me echas de la casa. Ahora que pienso sobre ello, sería un problema para ti si alguien que tiene tratos con el bajo mundo entra y sale de tu vivienda."
"No, no es ningún problema. De hecho, de corazón me parece muy bien. Ellos son la basura que mancha al Reino. Si fuera posible, me hubiera gustado estar al frente mientras te abrías paso destruyendo ese lugar."
"¿Tan perjudiciales para el Reino son los Ocho Dedos?"
"Es bastante desagradable. Ellos controlan la mayor parte del bajo mundo del Reino. Con el dinero que ganan, compran a los nobles y también explotan a la gente común. Aun si intentamos aplastarlos, los nobles comprados siempre interfieren. Si queremos atacar, necesitaríamos golpear los locales ocultos al mismo tiempo como hiciste, Brain. Incluso entonces, ellos poseen más poder que los nobles promedio, así que si fallamos, las repercusiones serían enormes."
"Entre el martillo y el yunque."
"Sí. Sería bueno asestarles algunos golpes como hiciste tú. Desafortunadamente, no es tan fácil."
"¿Que hay sobre invocar la autoridad de la Realeza?"
"Sería imposible debido a las facciones nobles opuestas. El verdadero problema, sin embargo, es que han comprado gente en ambos bandos."
Una atmósfera pesada los rodeó a ambos mientras bebían y comían en silencio.
Parte 2
Los miembros de Rosa Azul visitaron el castillo temprano por la mañana. Todas cargaban unos sacos grandes y cada vez que estos tocaban el suelo, unos sonidos metálicos hacían eco desde su interior. Eran sus equipos. Debido a que estaban ingresando al Castillo Real, tendrían problemas, por decir lo menos, si iban por ahí completamente armadas.
Liberadas de la molestia de tener que arrastrarlos por todos lados, todas estiraron los hombros y brazos. La líder, Lakyus Alvein Dale Aindra, observaba a Renner con una mirada de envidia.
“¿Así que tu deber como princesa empieza ahora?”
Renner no tenía mucho poder político, pero como princesa, aún tenía tareas que cumplir.
“No te preocupes, puedo dejarlo de lado por un tiempo.”
“Vaya, vaya.”
Lakyus mostró una expresión traviesa. Renner hizo lo mismo, pero volvió a su expresión seria una vez más.
“Lakyus, tan pronto se hayan preparado, quiero llevar a cabo eso de lo que hablamos.”
“¿Por qué? Según lo que oí ayer, ¿no íbamos a atacar un lugar a la vez en absoluto secreto?”
Preguntó Evileye, la lanzadora de magia arcana que llevaba una máscara.
Ella no se quitó la máscara a pesar de estar en el palacio real. La única razón por la que un atuendo así de sospechoso era permitido, era porque se trataba de una aventurera de rango adamantita, el pináculo de lo mejor de la humanidad. Además, ayudaba el hecho de que Lakyus, la líder del grupo, era también de la nobleza.
“En realidad, anoche se presentó un problema imprevisto, así que necesitamos ajustar nuestros planes con eso en mente. Evileye-san, ayer…”
Renner les contó sobre el ataque de la noche anterior al burdel. Las miradas de felicitación de los miembros de Rosa Azul hicieron que Climb se pusiera aún más rígido de la vergüenza.
En verdad, no había sido Climb, sino las dos personas que estaban con él, quienes habían salvado a esas chicas sufriendo en el burdel. Climb no sentía que hubiese hecho nada elogiable. De hecho, estaba feliz porque no lo habían resondrado y se sentía algo aliviado de que el plan no hubiese sido completamente arruinado por sus acciones.
“Hiciste bien, chico virgen.”
“Gagaran tiene razón. Capturar a uno de los Seis Brazos… es un gran logro.”
“…'Rey No-Muerto' Davernoc, 'Ejecutor del Vacío' Pesylian, 'Cimitarra Danzante' Edstrom, 'Mil Muertes' Malmvist, 'Diablo de las Ilusiones' Succulent, y el líder, 'Demonio de Batalla' Zero.”
Tia listó los nombres.
“Davernoc es un no-muerto. Se dice que Pesylian puede atacar a enemigos desde una gran distancia. Edstrom usa armas con magia especial y Malmvist es un lobo solitario especializado en ataques de estocada. Ya tenemos a Succulent, así que ignorémoslo. Por último, un luchador especializado en combate sin armas, Zero. Todos son por lo menos de rango adamantita.”
"Sí. Haber capturo incluso a uno de ellos es una ventaja enorme para nosotros."
"Lo hiciste bien, Climb. Pero pudiste conocer y trabajar junto a Brain Unglaus, eres realmente afortunado."
Climb estaba de acuerdo en ese punto.
"Ja, vencer a Succulent de un solo golpe. Dicen que Brain luchó cuello a cuello contra el guerrero más fuerte del Reino, Gazef Stronoff. Parece que es tan bueno como dicen. Pero personalmente, estoy más interesada en el anciano que Brain dijo que sería incapaz de vencer."
"No pregunté por la residencia de Sebas-sama."
"...Hmm, Climb, es posible que él desconfiara de ti y no te lo dijera. O tal vez no fuiste lo suficientemente rápido y no pudiste preguntárselo... ¿Cuál de las dos?"
"Fueron ambas, Evileye-sama. Tal vez si se lo preguntaba, me lo habría dicho, pero es verdad que no quería que se viera más envuelto en esto."
"...Eres más diligente de lo que pensaba."
"Así es."
Las gemelas elogiaron a Climb.
"Pero es incomprensible que nunca hayamos oído de alguien así antes..."
Comenzando con Evileye, la sospecha que todas sentían de Sebas sólo se incrementó. Climb intentó redirigir la situación negando eso, pero Lakyus dio unas palmadas y atrajo la atención de todos.
"Bien, bien, dejemos ese asunto para después. Si no fuera por él, no conoceríamos la ubicación del burdel ni tampoco habríamos capturado a Cocco Doll. Además, Climb está en deuda con él."
"Tienes razón, Lakyus. Entonces, Princesa. ¿Cambiar el plan significa que también cambiaremos el lugar de ataque?"
"Sí, Evileye-san. Acabaremos con todos esta noche, de una sola vez. Si nos tomamos nuestro tiempo, sólo serviría para que nuestro enemigo tome la iniciativa."
La atmósfera se cubrió de silencio.
Los únicos participando en el plan, eran los miembros de Rosa Azul. Ya que no tenían muchos hombres disponibles, el plan era atacar un lugar a la vez.
"Oiga, Princesa-san, ¿no dijo que no teníamos suficiente gente? ¿O es que encontró a alguien de un día para el otro? Ni siquiera pudimos contratar a algún otro aventurero."
Desde la creación misma del Gremio de Aventureros, su lema era defender a la humanidad de otras amenazas. Así que una de las reglas no oficiales era que el Gremio nunca tomaría parte en conflictos humanos internos. Si no, los Gremios no podrían cooperar los unos con los otros en diferentes países.
Si preguntaban en el gremio, era posible que hubiera alguien dispuesto a realizar este tipo de trabajo, pero el gremio tenía sus propias formas de ejercer presión para hacer cumplir la regla no oficial. Los castigos iban desde recibir una simple advertencia, hasta ser proscrito de todas las solicitudes, y en el peor de los casos, la expulsión del Gremio de Aventureros. Los aventureros que eran expulsados y que continuaban tomando solicitudes ilegales, eran llamados 'trabajadores'. De acuerdo a los rumores, el Gremio de Aventureros incluso contrataba asesinos para eliminar a los peores de ellos.
Aunque Rosa Azul estaba rompiendo las reglas al luchar contra una organización humana, los Ocho Dedos, lo estaban tolerando debido al hecho de que se trataba de aventureras de rango adamantita.
"Aun si logramos involucrar a más gente, sería temerario utilizar a los guardias. Ellos ya tienen gente entre los guardias. Tal vez sirva para los pasos finales de limpieza, pero de otro modo sería demasiado riesgoso."
"Es lo mismo con los guardias de los feudos de cualquiera de los nobles. Quién sabe cuáles de ellos son sus secuaces."
"Los únicos en los que podemos confiar son Gazef Stronoff y en sus guerreros, no... no estoy segura de que podamos confiar ni siquiera en sus guerreros."
"Es debido a que no conocemos su verdadera fuerza que nos es difícil elaborar un plan de contingencia. Pero si esto sigue así, el Reino entero se pudrirá. Bajo estas circunstancias, sencillamente tendremos que hacerlo lo mejor que podamos."
Renner asintió con la cabeza frente a las quejas de Lakyus.
Las invasiones del Imperio, una pugna interna de poder, y ahora también corrupción. Climb casi podía ver la luz dorada del sol irradiando de la Princesa y de sus esfuerzos para hacer frente a estos problemas sin importar cuán sombrío parecía todo. Él realmente pensaba que ella uniría al Reino y traería la felicidad a su gente. Y una vez más fortaleció su lealtad hacia ella.
Todos aquellos que pensaran que ella era solo una bonita decoración, en especial los nobles, enfurecían a Climb. Pero la voz angelical de Renner disipó toda su ira y se concentró nuevamente en la conversación.
"Es justo como dijiste. Pero tomaremos prestada la fuerza de un noble digno de confianza."
"¿Conoces a uno, Princesa?"
"Sí, Evileye-san. No conozco a muchos, pero hay uno confiable."
"¿Ehh? ¿De quién se trata Renner? Creo que ya sabes esto, pero si no es confiable, entonces no tiene sentido hacerlo. Tampoco hay garantías de que mandará una cantidad suficiente de sus soldados."
"Ya tengo eso cubierto. Todo irá bien. También conseguiremos el apoyo del Capitán Guerrero."
"Ah, el Capitán Guerrero."
"Si se trata del Capitán Guerrero, podemos confiar en él. Si los Ocho Dedos ya se han hecho con él, entonces no hay salvación para el Reino."
"Entonces, Climb, ve a llamar inmediatamente al Marqués Raeven. Hace poco tuvimos una discusión, así que debería seguir en la Capital."
"¿El Marqués? Más temprano, también lo vi con el Príncipe..."
En efecto, el Marqués Raeven reunía todas las características que buscaban, con la excepción de ser digno de confianza.
Él era uno de los Seis Grandes Nobles, y su fortuna no podía ser igualada por ninguno de los otros. Sin embargo, había evidencias de que los Ocho Dedos aún no lo habían tocado. A decir verdad, su fortuna podía ser atribuía a estar trabajando con los Ocho Dedos. Sin embargo, Climb abandonó tales pensamientos con rapidez. Si Renner, su ama, la más respetada por él y la mujer más sabia, decía eso, entonces él confiaría en el Marqués Raeven.
Sin embargo, a diferencia de Climb, todos los miembros de Rosa Azul, fruncieron el ceño al mismo tiempo.
"Oiga, oiga, Princesa. ¿Está segura de que podemos confiar en él?"
"Los rumores dicen que el Marqués Raeven es un traidor."
"Un hombre cobarde que constantemente cambia de bando, desde la facción del Rey a la facción de los nobles, alguien que haría cualquier cosa por dinero, aun si fuera para los Ocho Dedos."
"Princesa, no quiero que la información se filtre a través de él."
En medio de las opiniones negativas, Lakyus dio unas fuertes palmadas.
"...Basta, todos. Oye Renner, el Marqués Raeven no tiene una buena reputación. ¿Podemos confiar en él?"
"No es una garantía absoluta. También creo que ha estado recibiendo cierta cantidad de sobornos de parte de los Ocho Dedos."
"¿Eh?"
Todas tenían expresiones de confusión, pero alguien que tenía sus propias sospechas preguntó:
"¿Vas a filtrar información falsa para manipularlo?"
"Nosotras hicimos eso antes de algunos asesinatos. Entregas información falsa sobre un asesino para concentrar la seguridad en algún otro lugar."
Renner negó con la cabeza las palabras de las antiguas asesinas.
"Tina-san, Tia-san, no se trata de eso. Aun si él aceptara dinero de los Ocho Denos, eso no significa necesariamente que quiera cooperar con ellos. El Marqués Raeven es una mejor persona de lo que pensaba... Climb, ve a traer al Marqués. Él se reunirá contigo de inmediato si le dices que destruiste uno de los burdeles y que capturaste al líder del tráfico de esclavos de los Ocho Dedos."
Climb miró al exterior para comprobar la posición del sol. Ya que todo seguía iluminado con la luz de la mañana, seguía siendo demasiado temprano para solicitar una audiencia. Sin embargo, ya que no era fácil obtener una audiencia con los Grandes Nobles, comenzar temprano debería ser lo mejor.
"¿Es prudente hablar siquiera del líder del tráfico de esclavos? Creo que lo mejor sería mantenerlo en secreto..."
Ya que ni siquiera un gran noble rechazaría una invitación personal de la Princesa, Climb pensaba que lo mejor sería reservar ese hecho como una carta que Renner pudiera usar.
"Si queremos convertirlo en nuestro aliado, debemos mostrar nuestras cartas también. Es la mejor forma de probarle al Marqués que confiamos en él."
Climb asintió con la cabeza e hizo una respetuosa reverencia.
"Traeré al Marqués Raeven tan pronto como me sea posible, tal como ordena."
"Gracias, Climb. Ahora, ya que eso tomará algo de tiempo, ¿alguien desearía algo de té rojo?"
Las Rosas Azules estaban listas. Aun si el Marqués Raeven venía, no sería hasta después de medio día. Los Grandes Nobles sostenían reuniones con otros nobles por la mañana. Otra sería la historia si hubiese sido el Rey quien lo llamaba, pero Renner seguía sin tener poder.
Obviamente, esto tendría una prioridad más baja para el Marqués. Así que cuando Climb regresó temprano, ellas se preguntaron si lo habían echado de la puerta. Sin embargo, cuando vieron a los dos hombres detrás de él, no pudieron ocultar su sorpresa.
Uno de ellos era el Marqués Raeven. Su aspecto podía describirse como nada menos que inmaculado. Vestía un jubón hecho con el pelaje de alta calidad de una bestia o probablemente de un monstruo, tejido con hilos dorados. Con intrincados patrones bordados alrededor de los bonotes y de las mangas, y por la forma en que reflejaban la luz, había muchas joyas del tamaño de guisantes incrustadas allí. Vestimentas de la más alta calidad sólo eran usadas durante las ocasiones más importantes, siendo uno de los seis Grandes Nobles, realmente le sentaban bien.
La siguiente persona era un hombre algo regordete.
Renner lo miró con una expresión de sorpresa.
"Hermano mayor."
"Eh, mi hermana menor de otra madre. Te vez saludable como siempre... Oh, si ésta es la hija de la familia Alvein, ¿entonces estás son las famosas Rosas Azules? Es increíble ver aventureros de rango adamantita aquí."
El hombre que ingresó sin tocar, era el segundo Príncipe, Zanac Varleon Igana Ryle Vaiself. Ya que Lakyus mostró signos de respeto hacia la realeza, habló de manera relajada.
"Vine porque sonó como una discusión interesante."
"A su servicio, Princesa Renner."
"Gracias por venir, Marqués Raeven. Por favor, levante la cabeza."
Antes de hablar, Renner se puso de pie para saludar a su hermano mayor, que se encontraba en una posición más elevada en la línea de sucesión. Cuando el Marqués Raeven levantó la cabeza, tenía una delgada sonrisa en el rostro. Realmente era una sonrisa repulsiva que hizo que los otros se sintieran incómodos, sin embargo, otro tipo de sonrisa no sería adecuada para él.
"¿Sería un problema si envías a los otros a una habitación diferente?"
"Como digas, hermano mayor. Lakyus, Climb, ¿les importaría esperarme en el otro cuarto?"
"Muy bien."
Lakyus aceptó sin quejarse y llevó a sus camaradas al siguiente cuarto. Ellas no perderían el tiempo y se prepararían allá. Los miembros de Rosa Azul y Climb agacharon las cabezas y desaparecieron al interior de otro cuarto. Luego de verlos marcharse, Renner guió a los dos hombres a la mesa.
"Por favor, siéntense."
"Por supuesto, Princesa Renner."
"Está bien, mi querida hermana."
Una persona se sentó con clase y la otra, simplemente se dejó caer. Renner sirvió una taza de té rojo y la empujó hacia el Marqués Raeven.
"Es un honor que la Princesa la sirva personalmente para mí."
"Lamento que sólo esté tibia."
"Hmmm, ¿no hay una para mí?"
Zanac miró a ambos con decepción en el rostro.
"Vaya, vaya... pensé que a mi hermano mayor le desagradaba el té."
"Sí, no me gusta el agua extraña teñida con hojas de té, pero no tener nada que beber se siente insuficiente."
"¿Debería decirle a las sirvientas que traigan algo? ¿Preferirías licor?"
"No importa que sea té rojo. No es necesario que alertes a las sirvientas."
"Si actuamos hoy, las sirvientas no tendrán la oportunidad de enviar información de vuelta a sus familias."
"¿No deberíamos ser cautelosos? Las lenguas de las mujeres son incapaces de guardar un secreto. Especialmente las sirvientas que trabajan en el palacio. Son más rápidas de lo que parecen."
Con una sonrisa, Renner sirvió otra taza de té rojo y la colocó frente a Zanac.
"Hmmm... Ya has puesto a prueba la red de información de las sirvientas, ¿cierto?"
"¿De qué estás hablando?"
"Bueno, no importa."
Zanac respondió cortante y tomó el té antes de sacar la lengua debido al sabor amargo.
"Pero, Princesa Renner, ¿qué asunto requiere tratar tan temprano? Por supuesto, siempre estoy preparado para responder a su llamado."
"Gracias, Marqués Raeven. No tenemos mucho tiempo, así que seré franca. Deseo tomar prestada su sabiduría."
Tosiendo ligeramente, Renner habló con seriedad. Los ojos del Marqués se abrieron y dentro de ellos se vislumbró un destello de sorpresa. Sin embargo, una vez que se calmó, regresaron a la normalidad.
"Mi sabiduría dice. Si es un problema que usted no puede resolver... no estoy seguro de en qué forma le podría ser de alguna ayuda."
"Yo no creo eso, Marqués Raeven. Después de todo, en los asuntos concernientes al palacio, no hay nadie más talentoso que usted."
El Marqués y la Princesa se miraron mutuamente.
Renner casi nunca participaba en las luchas de poder. Sin embargo, ¿qué quería decir con "los asuntos concernientes al palacio"? El Marqués Raeven soltó una carcajada. Cuando se carecía de información, lo mejor era reunir más en lugar de hacer una suposición y llegar a una conclusión equivocada.
"Así que, ¿cómo podría ayudarla?"
"Deseo que usted, el líder secreto de la Facción Real, no, la persona que controla a la Facción Real desde las sombras, me preste a sus tropas personales."
"... ¿Qué?"
El Marqués puso una expresión como si justo frente a él hubiese ocurrido una explosión mágica. Cualquiera que hubiera estado aquí se hubiera sorprendido. Después de todo, el Marqués Raeven no era un hombre al que se le podría hacer cambiar fácilmente de expresión. Sin embargo, ésta era la única reacción que podía hacer. Si hubiese sido otro nombre, se hubiera reído del asunto. Pero ésta era una verdad oculta por mucho tiempo.
Desde hacía ya mucho tiempo que el Marqués Raeven era considerado una rata moviéndose entre las dos facciones como mejor le convenía, pero en realidad era él quien comandaba la Facción Real y prevenía que estallara una guerra civil. Si el hombre llamado Raeven no hubiera existido, el Reino probablemente ya habría colapsado. A su lado, Zanac contenía la respiración.
Él ya sabía que Renner era increíblemente inteligente, un monstruo con forma humana. Pero sin nadie que actuara como sus pies y manos, ella se encontraba prisionera en el palacio. ¿Cómo era que había llegado a esa conclusión? En todo el Reino, Zanac había sido el único en deducir eso. Ambas personas pensaron de inmediato que ella podría estar fanfarroneando, pero abandonaron inmediatamente esa idea. Por el tono de voz de Renner, nadie imaginaría que mentía. Ambos hombres lidiaban constantemente con gente que estaba llena de mentiras, y seguían siendo incapaces de determinar si ella estaba o no mintiendo. Renner ignoró al estupefacto Marqués, y continuó su historia con tranquilidad.
"...Tal vez necesito confirmarlo con los otros Grandes Nobles de la Facción Real, pero el Marqués Volumlash está filtrando información al Imperio. En ése caso..."
"¿Qu-Qué?"
"¡Espera un segundo!"
Incluso más fuerte que la quebrada voz de Zanack, el Marqués Raeven levantó la voz.
"El Marqués Volumlash..."
"Lo sabe, ¿verdad? Es por eso que estuvo asegurándose de que la Marquesa no obtenga acceso a demasiada información."
Ambos hombres miraron a Renner boquiabiertos.
Renner había murmurado esto con la misma expresión imperturbable, desafiándolos a que le demuestren que se equivocaba.
"Tú, ¿qué...?"
Olvidando incluso su título de princesa, el Marqués Raeven se encontraba en un estado de pánico.
El Marqués Volumlash era uno de los Seis Grandes Nobles, y los únicos que sabían que era un informante, eran Raeven y Zanac. La única razón por la que el Marqués Raeven había tolerado a ese traidor era para mantener el balance de poder entre las facciones.
Por lo tanto, le ocultaba este hecho a la Facción de los Nobles y se aseguraba de no permitir que fluyera demasiada información hacia el Imperio. Esto lo había logrado en absoluto secreto hasta ahora. Zanac sólo lo sabía porque el Marqués se lo había dicho. Si eso era así, entonces ¿cómo había hecho este pajarito enjaulado para saberlo? El solo pensar en cómo lo había logrado hacía que Zanac sintiera la piel de gallina.
"¿Cómo te enteraste de eso...?"
"Es algo que se menciona aquí y allá. Algunas veces las sirvientas también hablan de ello."
¿Qué tan confiables podían ser las historias de las sirvientas? El Marqués no podía creerlo. Especialmente si su memoria del pasado no le fallaba, él podía entender lo que ella quería decir cuando dijo que lo dedujo de lo que decían las sirvientas. De alguna forma, esta mujer frente a él, había tamizado pilas y pilas de basura, para reconstruir una joya.
"—Un monstruo."
Una comparación realmente digna de una mujer como Renner fluyó fuera de sus labios. A pesar de oír un comentario descortés, Renner simplemente sonrió. El Marqués Raeven abandonó todas las anteriores ideas preconcebidas que tenía.
Ella era digna de ser tratada como una igual. Sus recuerdos verdaderamente eran correctos.
"...Muy bien, todo lo que sé, lo compartiré con usted. ¿Eso le parece bien, mi Príncipe?"
Luego de confirmar que Zanac estaba de acuerdo, el Marqués enderezó su postura, enfrentando a Renner de frente. Su actitud era similar a la de Gazef al enfrentar a un oponente.
"Sin embargo, me gustaría hablar con la 'verdadera' Princesa Renner."
"¿Qué quiere decir con 'verdadera'?"
Renner preguntó esto como si la pregunta hubiera sido extraña.
"En el pasado, vi a una niña. Una niña con poderes de observación que yo nunca podría igual siquiera, una niña que hablaba de cosas tan complejas, que yo no las podía comprender. Por supuesto, cuando me percaté del verdadero valor de aquellas palabras, ya había pasado mucho tiempo."
El soliloquio del Marqués Raeven continuó en silencio:
"...Una niña que hablaba de algo incomprensible; fue así como la evalué. Aun cuando pensé en ella de ese modo, sentí como si estuviera enfrentando a un persona peligrosa."
"¿Una persona peligrosa?"
Preguntó Renner en voz baja.
"Sí. Debido a que fue tan breve, sencillamente pensé que había sido sólo mi imaginación. Pero en verdad lo había sentido. Unos ojos vacíos, desinteresados del mundo, y que sólo guardaban desprecio por las demás personas..."
Los hombros del Marqués Raeven temblaron en respuesta a la atmósfera helada que invadió el cuarto.
"...Para cuando vi nuevamente a esa niña, su aura era igual al de cualquier otra niña de su edad. Así que pensé que estaba equivocado en ese entonces... En verdad deseo preguntárselo, Princesa. Deseo saber si mis sospechas de que usted nos ha engañado hasta ahora, son verdaderas o no."
Dos pares de ojos chocaron miradas. Era como si dos serpientes estuvieran enredadas en una lucha a muerte. Entonces de pronto, la luz en los ojos de Renner desapareció. El Marqués sonrió con nostalgia, como si acabara de presenciar una escena de un recuerdo lejano.
"Ah... y pensar que ha pasado tanto tiempo..."
Zanac sudaba frío ante la escena de su hermana convirtiéndose en un monstruo feo y peligroso que aun poseía una sonrisa en el rostro. Él ya tenía una pista del tipo de horrendo verdadero yo que se ocultaba bajo esa hermosa cara. Su suposición de que ella deseaba alcanzar el poder y destruir el Reino había sido equivocada, pero ella seguía siendo un ser canceroso de un nivel completamente diferente.
"Por supuesto, Princesa Renner. Esos son los mismos ojos que había visto en el pasado. Ha sido toda una actuación la que ha estado haciendo desde entonces."
"No exactamente, Marqués Raeven. No fue un acto, simplemente estaba satisfecha."
"...Su guardia personal, Climb... ¿está hablando de él?"
"Sí, todo es gracias a mi Climb."
"Es sorprendente que ese muchacho tenga algo en él que la haya cambiado... pensé que era un simple chico... ¿Precisamente qué es él para usted, Princesa?"
"¿Habla de Climb...?"
La mirada de Renner deambuló por el aire. ¿Cuánto era su valor? ¿Qué tipo de palabras podrían expresar realmente lo que él valía?
Renner Thiere Chardelon Ryle Vaiself.
Si su existencia pudiera sumarse en una palabra, sería "dorada". La palabra se refería a su belleza. Sin embargo, pocos sabían que ella poseía una habilidad que hacía que esa belleza palideciera a comparación. Su inteligencia, habilidades de observación, comprensión, creatividad, liderazgo, y cualquier otro aspecto concerniente al gobierno, estaban superdesarrollados.
—Si fuera descrita en una palabra, sería 'genio'.
Sólo podía decirse que era un regalo de dios. Sus pensamientos, que sólo podían ser descritos como inspiraciones divinas, eran todos creados analizando y observando incontables piezas de información. Aun si uno buscara en todo el continente, nadie podría acercarse siquiera a sus habilidades. Incluso entre los seres que trascendían a la humanidad, había pocos que podrían compararse con ella.
Incluso en Nazarick, sólo Albedo, que supervisaba a todos los sirvientes y Guardianes, y Demiurge, que poseía un intelecto diabólico y experiencia en todo lo concerniente a la regencia, podían verdaderamente igualarla. Los humanos siempre tomaban decisiones desde su propio punto de vista. En ése sentido, ella podría ser descrita como rara o extraña. Sin embargo, sólo tenía un defecto. Ella nunca podría entender por qué los otros no sabían lo que ella sí. Si hubiera alguien que estuviera a su mismo nivel, podría reconocerla por el genio que era. Si hubiera sido así, los resultados podrían haber sido diferentes.
Pero ése no había sido el caso.
Ya que sólo hablaba de cosas incomprensibles, la evaluación que recibía de los demás era la de una niña molesta. Debido a que era una niña linda, no hubo mucho odio hacia ella y también recibió una cantidad considerable de amor, pero el hecho de que nadie pudiera entenderla realmente, tuvo un enorme efecto en su desarrollo mental, y lentamente se torció con el tiempo.
Tal vez llamarlo la soledad de un genio sería más educado. Sin nadie a su lado que pudiera entenderla, el estrés que sintió se incrementó hasta un punto en el que ya no podía comer nada sin vomitarlo. Nadie pensaba que la Princesa, que sólo se debilitaba día a día, sobreviviría. Y podría, en efecto, no haberlo hecho si no fuera por su cachorro. Incluso si sobrevivía por si sola, un ser monstruoso habría nacido en su lugar. Un ser que sólo podía mirar las cosas en términos numéricos, y que impondría el sacrificio de los pocos para el bienestar de los muchos.
En verdad se debió a un capricho. Cuando salió a dar un paseo con los guardias en una noche de lluvia, la chica encontró a un cachorro medio muerto. El cachorro miró a su futura ama.
Qué ojos tan serios, pensó ella. Era una mirada de admiración en toda su pureza.
Estaba acostumbrada a las miradas indiferentes. Estaba acostumbrada a las miradas de desprecio. Estaba acostumbrada a las miradas reservadas para las cosas lindas. Sin embargo, a aquella mirada no la podía entender. Esa mirada honesta que para ella representaba odio, pánico, felicidad, sensaciones desconocidas y que— era humana.
Sí, en esos ojos vio a otro ser humano.
El cachorro que había recogido se convirtió en un niño, y luego en un hombre. Ya fuera cachorro, o niño, o hombre, esa misma mirada pura y cegadora siempre estaba allí atravezándola. Sin embargo, la mirada había dejado de ser dolorosa para ella. Debido a esa mirada, pudo conversar con otros con algo del semblante de una persona normal. Podía interactuar con aquellos feos y sucios seres inferiores. Y ahora, con la sola presencia de Climb en él, el mundo de Renner estaba completo.
"Climb...hmm. Sí, así es. Si pudiera estar con él... hmm. Y si pudiera encadenarlo para que no pueda ir a ningún lado, sería incluso mejor."
La atmósfera se congeló. Tal vez era de esperarse de Zanac, ya que compartían parcialmente la misma sangre, pero incluso Raeven quedó anonadado. Habían esperado palabras dulces, llenas de fantasía romántica, palabras acordes a una mujer de la que se decía era la más bella del Reino. Teniendo en cuenta que Renner había planeado revelar su yo real, la charla de seguro no sería así de dulce, pero esto estaba más allá de lo que habían imaginado. Qué simples serían las cosas si solo hablara de un amor imposible debido a la diferencia de posiciones sociales. Pero esa declaración que acababa de hacer iba más allá de la locura.
"Ya... ya veo. Éste es tu verdadero rostro. Qué debería decir... cuando eras joven, siempre sentí que había algo extraño acerca de ti, pero ahora sé que no eres normal."
"¿Eso crees, hermano mayor? Yo pensaba que no había nada extraño en ello."
"Entonces, ¿por qué no se lo queda, Princesa? Nadie interferiría... No, tal vez sería dificil sin el apoyo de alguien."
"Sí, en efecto sería difícil de hacer al mismo tiempo que actúo como la Princesa... Además, no me serviría si se hace a la fuerza. Preservando esa mirada, deseo encadenarlo por completo y criarlo como a un perro."
Había muy pocas personas que estarían contentas de escuchar sobre los fetiches de otros. El Marqués Raeven en especial quería retroceder varios pasos luego de oír los deseos de Renner.
"¿Criarlo como a un perro...? ¿Significa eso que realmente no lo ama?"
Renner miró al Marqués como si estuviera viendo a un idiota.
"Por supuesto que lo adoro. Es sólo que de verdad adoro esos ojos. Y amo la forma en la que sigue por todas partes como un sabueso fiel."
"Perdóname, mi querida hermana menor, pero eso no es amor."
"Creo que se puede argumentar que existe más de un tipo de amor."
"...Me disculpo, pero me es imposible entenderlo..."
"Y yo no te pido que lo hagas. Pero si entiendes que lo amo en verdad, lo mucho que lo adoro, eso es suficiente para mí."
Está loca. Raeven sabía que su personalidad sería retorcida, pero no se había dado cuenta de que fuera a este grado.
Frente a esta mujer de extrañas estructuras mentales, ambos hombres hicieron contacto visual, preguntándose qué hacer.
Ya se habían enterado que la Princesa amaba a un soldado, lo que de por sí tenía el potencial de sacudir al Reino, pero sentían como si acabaran de toparse con un descubrimiento incluso más increible.
"Princesa, los fetiches son-"
"No es un fetiche. Es amor puro."
Ella lo interrumpió con un reproche, y el Marqués Raeven suprimió sus ganas de refutarlo.
"Sí, amor... Seguro. Pero en éste punto... la idea de la unión entre la Princesa y... Sir Climb es..."
"Imposible. Aunque por el contrario, un sólo susurro sobre esto, y serías enviada a casarte con alguien de inmediato. Probablemente con alguien de la facción de los nobles, teniendo en cuenta que tienen la confianza de nuestro hermano mayor."
"Hmm. Si nuestro hermano mayor hereda el trono, eso probablemente será lo primero que hará. Creo que todas las charlas sobre eso ya han concluido. Después de todo, hay un noble que me mira como si ya fuera suya."
"Aquel hombre que desea su mano como condición para unirse a la facción de los nobles."
"¿Pero no crees que escoger a Climb es forzar mucho las cosas? ...Incluso si recibe un título, lo máximo que podría obtener sería el de Barón. Incluso si como caso especial recibiera un título mayor, casarte con él seguiría siendo imposible."
"Eso ya lo sé, hermano mayor. Sería imposible con la situación actual del Reino."
Zanac sonrió para sí mismo. Ésta podía ser una oportunidad útil.
"¿Por qué no hacemos un trato entonces? Si me convierto en Rey, los casaré a ti y a Climb yo mismo."
"Acepto."
"¿En verdad? No te podrás retractar de tus palabras."
"¿Qué razón hay para negarme? Es una apuesta con la mayor probabilidad de victoria. Desde que viniste a mi habitación con el Marqués Raeven, quería que éste fuese el tópico de la conversación."
"... ¿Quieres decir que ya habías anticipado todo?"
Zanac sonrió amargamente, pero sus pensamientos y expresiones no coincidían. Él sabía que ella era más inteligente que él, pero nunca hubiera adivinado que todo el tiempo estaría bailando en la palma de su mano. Lógicamente, Renner no necesitaba contarles sobre sus planes ni pensamientos. Pero si era para arrancarle la propuesta a él, era entendible. Zanac le arrojó todo tipo de insultos dentro de su cabeza. Ella realmente era un monstruo.
"Y hermano mayor... mejor dicho, Marqués Raeven. Tengo un pedido para usted."
"¿Qué podría ser, Princesa?"
"Creo que tiene un hijo, Marqués Raeven."
"Sí, acaba de cumplir 5 años."
El Marqués Raeven apenas pudo evitar que su rostro se relajara con una sonrisa con sólo pensar en su adorable hijo. Quería presumirlo todo sobre su hijo, pero vio el rostro cauteloso de Zanac y se contuvo.
"Por favor haga que sea mi prometido."
"¡No! Nunca se lo entregaré a alguien como tú."
El Marqués Raeven gritó. Sin embargo, viendo estrecharse los ojos de Zanac y a Renner sonriente como siempre, su cara se ruborizó por el exabrupto.
"¡No tengo excusas, su Alteza! Simplemente me tomó por sorpresa."
El Marqués tosió una vez antes de dirigirse a Renner de nuevo.
"Su Alteza, perdóneme, ¿pero podría decirme la razón?"
"Ya la sabe."
"Mira, hermana menor. Si mencionaste el asunto..."
"Se casará con mi hijo, y en realidad tendrá un hijo con Climb. Mi hijo tendrá un hijo con quienquiera que realmente quiera. Ese hijo será su legítimo heredero y usted irá por ahí pretendiendo ser su madre. ¿Es eso lo que sugiere? En realidad no es una mala idea. Su Alteza podrá tener un hijo con quienquiera que desee, y nuestra casa estará conectada a la familia real, aun si todo es mentira."
"No tengo interés en títulos ni en linajes. Si sólo me dejara heredar una suma razonable de dinero para mi hijo, no intentaré apoderarme de su casa ni de nada."
"Le creo."
"...Si se trata de alguien como el Marqués Raeven, incluso Papá será incapaz de ignorarlo. El Marqués formará parte de la familia real a través del matrimonio, tú podrás estar con alguien que ames y yo gano tu apoyo. Nadie pierde nada, y si alguien traiciona a los otros, todos caeremos juntos... Es un plan perfecto. Pero ¿es esta el tipo de propuesta que deberías estar haciéndome a mi?"
"Oh, pero hermano, quiero garantizar el tenerte como aliado. Además, creo odiarías enterarte de esto después."
Zanac no podía responder porque Renner tenía razón. Siempre y cuando se aferraran a la debilidad del otro, era una propuesta irrefutable. Incluso si ella no estaba muy bien de la cabeza, una persona con sus habilidades sería vital para gobernar el Reino.
"Entonces su Alteza, creo que ya es suficiente charla sobre nosotros... ¿He oído que tuvo un encuentro con los Ocho Dedos? ¿E incluso arrestaron al líder del la División del Tráfico de Esclavos?"
"Sí, es como dijo Climb. Es por eso que quiero lanzar un asalto antes de que puedan ocultarse en el bajo mundo. Conseguí obtener información sobre los escondites de los Ocho Dedos en todo del Reino, así que atacaremos hoy. Pero hay un problema, no tenemos hombres suficientes, así que esperaba que pudiera brindarnos su fuerza, Marqués Raeven."
Zanac y el Marqués Raeven se miraron el uno al otro. El primero en hablar fue Zanac.
"¿Entonces en dónde está el lugar?"
Renner le pasó el mensaje traducido que había interceptado.
"¿Y esta información ha sido verificada?"
"Por supuesto, Marqués. Le pedí a Lakyus que lo investigara. Acabo de recibir un reporte y estas instalaciones definitivamente están bajo el control de los Ocho Dedos. El problema es que todas están situadas en territorios pertenecientes a diferentes noble."
Realmente no era un problema de extraterritorialidad. Pero si uno movía tropas al interior del territorio de otro noble, sería lo mimo que empezar una pelea con él.
"No debería ser un problema. Una vez que encontremos la evidencia de su relación con los Ocho Dedos, podremos aplicar presión sobre los nobles."
"E incluso si no encontramos nada, de todas maneras 'encontraremos algo'... Ya veo. Parece que sabemos cómo desasernos de cualquier papel que pudiera causar problema si fuese encontrado en nuestra posesión."
Los tres cruzaron miradas y rieron, pero sus risas eran carentes de bondad.
"Hermana mía, tengo un pequeño problema, o mejor dicho, es algo que tenemos que discutir." Zanac miró alrededor. Era la primera vez que verificaba que no hubiera nadie más en la habitación. Significaba que esta información era verdaderamente importante y secreta. "Francamente, nuestro hermano mayor también ha estado recibiendo algo de dinero de los Ocho Dedos. Quería usar esto para presionarlo, así que me adelanté e investigué si los Ocho Dedos tenían alguna casa de seguridad en la Capital. Parece que sí la tienen. También quiero incluir este lugar en la lista de objetivos."
"Está bien. Es el momento de deshacernos de ellos de una vez por todas. Si perdemos esta oportunidad, quién sabe si se nos presentará de nuevo. Por cierto, ¿cuál de las secciones lo controla?"
"La División de Tráfico de Drogas."
"Entonces esa ubicación es un tanto incierta. Hace un par de días, Lakyus atacó uno de los pueblos donde cosechaban las drogas. Si no actuamos rápido, podrían huir."
"¿Qué...? Ya veo. Marqués Raeven, ¿entonces puede actuar de inmediato?"
"Sería difícil. Tengo mi propia lista de nobles que podrían no estar con los Ocho Dedos. Pero incluso así, los únicos nobles en los que podemos confiar por completo son alrededor de dos. Necesito algo de tiempo para convencerlos. También hay otro problema."
"De qué se trata, Marqués Raeven."
"Mis tropas podrían no ser suficientes."
Ciertos aventureros poderosos podían algunas veces enfrentar a un ejército entero. Había muchas teorías sobre por qué tantos aventureros eran más fuertes que un ser humano ordinario. La teoría más plausible era que cuando el cuerpo estaba en peligro, el cerebro se ponía a toda marcha, produciendo efectos similares a la curación acelerada y al fortalecimiento de las habilidades. Otras teorías incluían bendiciones de los dioses o la absorción del mana de los monstruos, sin embargo el factor común en todas estas teorías era el drástico incremento de las habilidades mentales, físicas y mágicas. Este efecto era más probable que ocurriera cuando se enfrentaba a un oponente fuerte, así que los aventureros que habían encontrado a todo tipo de monstruos eran probablemente más fuertes.
Contra oponentes como estos, los simples soldados no tenían oportunidad.
"Pero si se trata de su guardia personal, ¿no sería suficiente?"
El Marqués Raeven sacudió la cabeza ante la pregunta de Zanac.
"Ciertamente todos son aventureros retirados de rangos superiores a mithril, pero el enemigo es mucho más fuerte. Los 'Seis Brazos' de los 'Ocho Dedos'. Cada uno de ellos es capaz de enfrentarse de igual a igual contra aventureros de rango adamantita. Si aparecen, será muy peligroso. Aunque otra sería la historia si sólo se presenta uno y podemos abrumarlo con nuestros números."
"A-Adamantita..."
El tartamudeo de Zanac era entendible. La cima de los aventureros, los de rango adamantita, eran lo suficientemente fuertes como para enfrentarse solos a miles de hombres.
"Entonces le pediremos a Lakyus que cada uno de los miembros de Rosa Azul ataque un lugar. Dudo que más de uno de los Seis Brazos esté en un lugar a la vez."
"... ¿Pero Rosa Azul no es un equipo de cinco miembros? El oponente tiene un total de seis miembros, ¿es realmente prudente dividir así nuestras fuerzas? Tampoco hay garantías de que ellos estarán en la Capital."
"Queremos acabar con todos de un solo golpe, pero será difícil."
El mensaje que Renner interceptó mencionaba siete lugares diferentes. Incluyendo la ubicación de Zanac, el total era ocho. Sin embargo, no tenían la suficiente cantidad de hombres para dispersarlos tanto.
"Es una pena que tengamos que dejar tres lugares sin tocar... pero no hay otra forma."
"¿Y por qué no mandamos a aquellos que terminen con su ataque a atacar inmediatamente las siguientes tres ubicaciones?"
"Ésa parece ser la mejor opción, Su Alteza. Sin embargo, movilizar soldados libremente en la Capital será un problema. ¿Cómo resolveremos eso?"
"Trataré de conversarlo con mi padre. ¿Entonces tendré que renunciar a la idea de atacar todas al mismo tiempo? Supongo que era demasiado ambiciosa, pero-"
Un golpe vino de la puerta.
"Está aquí."
Normalmente atender la puerta era el trabajo de una sirvienta, pero ya que no había ninguna, el Marqués Raeven se puso de pie para abrirla. Sin embargo, Renner le indicó que se detuviera y ella misma la abrió. Luego de confirmar quién estaba allí, Renner miró contenta a los dos hombres.
"Es la persona que podría ayudarnos con el sexto lugar."
A pesar de sentirse algo desconcertado, el hombre que ingresó guiado por Renner era el Capitán Guerrero, Gazef Stronoff.
Parte 3
Climb sostenía una masa negra en la mano. Ésta se movía muy ligeramente. La masa negra era sólida, pero asumía la forma de un objeto extremadamente suave bajo los efectos de la gravedad. Climb estrelló la extraña perla contra su armadura. La perla estalló con un sonido acuoso contra la armadura blanca de Climb y toda ésta se cubrió de manchas negras.
Alguien podría sospechar que había tinta negra dentro de la perla. Pero el efecto de ésta no terminó allí. Las manchas negras comenzaron a moverse y entonces se esparcieron por toda la armadura, cubriendo su superficie con una substancia negra. En pocos segundos, la brillante armadura blanca de Climb se había vuelto negra.
La perla que Climb usó era un ítem mágico llamado 'Tinte Mágico'. Los ítem mágicos de clase alta casi siempre conferirían una resistencia adicional al fuego o al frío, pero lo que Climb usó sólo cambiaba los colores. La razón de su uso era obviamente el llamativo color blanco de su armadura.
Lakyus llamó a los líderes de cada grupo y Climb fue para allá. La que se encontraba al medio era una guerrera con todo tipo de equipos. Lo primero a la vista era la famosa espada mágica, Kilineiram. La espada era aproximadamente del tamaño de una espada bastarda. Se encontraba en su funda así que no pudo ver la famosa hoja que supuestamente les recordaba a todos a la completa oscuridad de la noche. Incluso sólo el mango era hermoso. Dentro del zafiro negro incrustado en empuñadura, brillaba una ardiente llama. La armadura que ella usaba brillaba de una forma que parecía insinuar que no había sido hecha con materiales menores al platino y al oro. Era una armadura con unicornios gravados por todos lados y se decía que sólo las vírgenes podían usarla y que nunca perdería su lustre. Se llamaba —- 'Nieve Virgen'.
Comparado a su ornada armadura, su manto parecía estar hecho de simples materiales grises. Este ítem se llamaba el 'Manto de Velocidad de Rata' e incrementaba la velocidad de movimiento, agilidad y evasión. Era un ítem mágico inimaginablemente poderoso, teniendo en cuenta su apariencia. Ella parecía no haber activado aun su famoso ítem, 'Espadas Flotantes'. La razón por la que Lakyus usaba un equipo tan llamativo se debía a que, a diferencia de Climb, ella tenía habilidades mágicas para protegerse.
Los que estaban a su lado eran todos rostros que él conocía. Los miembros de Rosa Azul, y Gazef Stronoff. De pie, lado a lado con ellos, lo único en lo que Climb podía pensar, era en que no encajaba allí.
Lakyus explicó el plan para atacar los ochos edificios de los Ocho Dedos. Sin embargo, ya que sólo había siete grupos, el plan había sido modificado para que tan pronto como un grupo terminara de someter uno de los lugares, el líder de aquel grupo y los guardias personales del Marqués Raeven —todos antiguos aventureros de rango superior a mithril— se apresuraran hacia el último objetivo y el resto barrerían con sus lugares asignados originalmente. El objetivo era neutralizar y capturar a todos si fuera posible, pero también tenían autorización para matarlos si se resistían. Lakyus continuó y les advirtió a todos:
"Sus oponentes son las fuerzas controlando el bajo mundo. Podría haber trampas o enemigos inesperadamente fuertes. Nunca bajen la guardia."
El cuerpo de Climb tembló. No debido al miedo, sino porque el papel crucial le había sido asignado. Comparado a los otros líderes de grupo, las habilidades y talentos de Climb dejaban mucho que desear. La única razón por la que había sido asignado como uno de los líderes se debía a que era más fuerte que un soldado ordinario, y a que uno de los participantes clave lo había recomendado. Adicionalemente habían arreglado las cosas para que el único ex-aventurero de rango orichalcum de Raeven estuviese bajo su mando. Le fue imposible negarse ya que todos habían preparado cuidadosamente un rol para él.
Y una vez que se percató de la razón oculta por la que lo habían elegido como líder de grupo, no había forma de que pudiera abandonar su posición. Rosa Azul, el Marqués Raeven, Gazef Stronoff, y en caso de que algo saliera mal, el Príncipe Zanac también. No había nadie que representara a Renner. Por lo tanto, al hacer de Climb uno de líderes de grupo, ella quería mostrar que tenía un papel importante en el plan también.
(Esto parece ser el trabajo del Príncipe Zanac y del Marqués Raeven, ¿pero por qué lo harían?)
La razón era un misterio para Climb. Sin embargo, la misión de difundir el conocimiento de que la Princesa Renner estaba trabajando duro por las personas del Reino le dio fuerzas.
La pequeña charla motivadora terminó y todos se dispersaron. Cuando volvió con su grupo, el hombre parado detrás de él le habló con un tono de voz relajado.
"¿Estás listo?"
Este hombre era Brain Unglaus, líder adjunto del grupo de Climb y su ayudante personal. Había sido traído por Gazef.
"Todos los miembros están listos. Nos moveremos de inmediato cuando lo indique el comandante. Tomaremos esta ruta. Nuestro amigo de allá nos ayudó a escogerla."
Había una línea roja recorriendo las calles del mapa de la capital que Brain le entregó. Luego de darle un vistazo al mapa, Climb miró al hombre al que Brain apuntaba. Era uno de los hombres del antiguo equipo de aventureros de rango orichalcum. Como si hubiera reconocido la mirada de Climb, el hombre agitó la mano como saludo.
Climb inclinó ligeramente la cabeza hacia el hombre que era mucho mayor que él. Normalmente hubiera sido mal visto si el líder del grupo agachaba la cabeza hacia otro miembro del grupo, pero ya que Climb, que no tenía fuerza real de la que hablar, era el líder, necesitaría ayudar a los demás en lugar de posicionarse personalmente al frente del asalto. Mientras compartían una conversación, una persona enorme se acercó a Climb y le habló.
"Hola, chico virgen."
Había esperado que ella no lo llamara así. Mientras Climb pensaba eso desesperadamente en su cabeza, sintió como cambiaban las miradas de todos hacia él. Estaba contento porque ninguna era de desdén. Algunas de ellas eran como las de adultos viendo a un niño, y otras eran de intensa camaradería.
"¿Qué sucede, Gagaran-sama?"
A comparación de la taberna, ella estaba cubierta con ítems mágicos de primera clase. Su armadura completa de color rojo tenía púas y decoraciones parecidas a ojos alrededor del área del pecho. Era su famosa armadura, 'Mirada de Perdición'. Sus guanteletes eran un poco diferentes y tenían decoraciones de serpientes enroscadas alrededor de ellos. Era una antigua reliquia que aceleraba la regeneración, los 'Guanteletes de Keykeyrion'. Alrededor de su cintura se encontraba un pico de guerra llamado 'León Caído' y una lujosa capa roja digna de la realeza llamada 'Guardián Carmesí'. Dentro de su armadura, donde la gente no podía ver, llevaba el 'Chaleco de Resistencia', el 'Amuleto de Diente de Dragón', el 'Cinturón de Poder Mayor'. Además llevaba las 'Botas Aladas', el 'Aro Tornado', e incluso sus anillos habían sido imbuidos con magia.
Éste era el equipo de uno de los más grandes guerreros del Reino, Gagaran. Cada uno de ellos era lo suficientemente caro como para hacer que a uno le saltaran los ojos. La única razón por la que podía permitirse tal equipo se debía a que era una aventurera de rango adamantita. Evileye, Tina y Tia también usaban equipos que a simple vista podían ser reconocidos como de la mejor clase.
"No mucho, sólo quise sentir una vez más el trasero de un chico virgen."
Lo que probablemente trataba de decir es que estaba preocupada por él, pero Climb realmente deseaba que ella dejara de llamarlo así. Si quería podía librarse de un sobrenombre así en uno de 'esos' establecimientos, pero no quería hacerlo. Muy en su interior, Climb derramó una lágrima, pero la mirada como de de halcón de Gagaran se movió hacia Brain.
"Brain Unglaus. Él hombre que luchó de igual a igual con el Capitán Guerrero... Esas historias no eran mentira ni exageración, eh."
"Gagaran de Rosa Azul. Tú ciertamente eres... fuerte. Verdaderamente digno de un guerrero de un equipo de rango adamantita. Así que, ¿pasé?"
Climb miró hacia Brain como preguntándole qué quería decir con 'pasé'. Brain se encogió de hombros y le dijo a Climb lo que Gagaran en verdad quería decir.
"Vino a ver si soy alguien lo suficientemente confiable como para dejarte bajo mi cuidado."
"¿Es verdad eso?"
"De qué estás hablando... ¿Por qué tendría que importarme lo que le pase? Es sólo que sería una pena si el chico muriera con su virginidad intacta, así que pensé que si teníamos tiempo, se la robaría con rapidéz. De todas formas, puedo ver que no fue una coincidencia que atraparas al 'Diablo de las Ilusiones'. Tienes un fuerte espíritu de lucha. Puedo sentirlo incluso sin entrenar contigo. Si se trata de ti, podremos darnos un respiro."
"Vaya, gracias. Puedo ver que los rumores sobre ti también son ciertos. Pero será mejor que estés en guardia. En este mundo, hay monstruos lo suficientemente fuertes como para matar incluso a guerreros como nosotros en un instante."
"Ja, eres de los del tipo cuidadoso. Los hombres como tú tampoco están mal. Probablemente no seas virgen, pero ¿qué dices?"
"No gracias. Creo que sería aplastado por la presión."
Climb se preguntó en dónde lo aplastaría Gagaran, pero no preguntó.
"Ah, es una pena. Bueno entonces, ten cuidado Climb."
Gagaran se despidió agitando la mano y se marchó. Al ver que se alejaba, Brain murmuró:
"Nunca lo dirías teniendo en cuenta cómo se ve, pero es una persona bastante amable."
"Gagaran-san... No, todos los miembros de Rosa Azul son así. Evileye-sama podría parecer misteriosa, pero es sorprendentemente agradable."
"La lanzadora de magia arcana que usa una máscara... Hablando de ello, ese hombre, Ainz Ooal Gown, que Gazef mencionó también usaba una máscara. ¿Es esa la última moda entre los lanzadores de magia? ...¿Hmm? Parece ser que estamos comenzando a movernos."
"Eso parece. Si queremos coordinar el tiempo con los grupos que están viajando más lejos, es casi la hora."
Los dos hombres pudieron ver que un grupo ya se encontraba bastante alejado. Climb miró alrededor suyo para ver si podía encontrar a cierta mujer, pero por supuesto no pudo encontrarla. Ella debería estar con el Príncipe Zanac en este momento. Él sabía cuánto trabajo tenía que hacer Renner, y sin embargo se preguntó si esa leve sensación de tristeza se debía a su egoísmo.
"Entonces, ¿deberíamos partir, Climb?"
"... ¡Sí! De inmediato."
Climb le ordenó a su grupo que comenzaran a moverse. El líder del grupo Climb, el líder adjunto Brain Unglaus, cuatro antiguos aventureros de rango orichalcum, veinte soldados de las tropas personales del Marqués Raeven, y también varios clérigos de clase alta que el Marqués Raeven conocía y gente que el Gremio de Magos envió en secreto. Un total de 32. En la oscuridad de la noche, partieron en silencio.
Parte 4
"Que haya enviado a este tipo de fuerza... Debo agradecérselo apropiadamente a Ainz-sama."
Fueron las primeras palabras de Sebas luego de mirar a los que estaban reunidos en la mansión. Con Demiurge como su líder, también estaban los Guardianes Shalltear y Mare, mientras que las Pléyades habían proveido a Solution y Entoma. Además estaban presentes muchos de los subordinados de alto nivel de Demiurge, los Señores del Mal. Verdaderamente era una fuerza poderosa. Incluso se podría decir que era execiva.
"Especialmente el que tengamos con nosotros a los 2 Guardianes más poderosos..."
"Hmm. Ainz-sama me ha concedido la autoridad total" Dijo Demiurge. "¿Tienes alguna objeción, Sebas?"
"Por supuesto que no."
"Entonces voy a pedirte que no malentiendas las cosas. Ainz-sama nos ordenó rescatar a Tsuare, pero la razón más importante por la que comprometió esta fuerza es para castigar a estos ignorantes Ocho Dedos que cometieron un grave pecado contra el Ser Supremo."
"Eso lo sé muy bien. Rescatar a Tsuare es sólo un objetivo secundario."
"Exacto. Aunque apruebo tu deseo de rescatarla mientras siga con vida. Dudo que sea capaz de soportar un hechizo de resurrección."
Era una forma desagradable de decirlo.
"Aun así, ciertamente es un problema el qué hacer en caso de que ya esté muerta. Si yo fuera el enemigo, arrojaría su cabeza decapitada a los idiotas que vinieran por ella. "
"En lugar de eso, no la torturarías para que sirva de ejemplo, Demiurge."
"Sí, como dices, sin ninguna duda. Capturar a los aspirantes a rescatistas y torturar al rehén frente a sus ojos... Sólo imaginarlo me acelera el corazón."
"¿Y qué tiene de emocinante eso?"
Sebas ocultó su rabia bajo una sonrisa. Aunque, si se trataba de Demiurge, podría ver a través de ella. Era un acto transparente frente a él.
"Todo, Sebas. Todo."
Los ojos como rendijas de Demiurge emitieron una mirada helada. "Por supuesto, si fuera yo, incluso planearía que el rescatista escape con el rehén, y en el momento en que creyeran haber escapado, le daría la vuelta a las cosas. Cuanto mayor es su esperanza, mayor es su desesperación."
"Eso suena divertido. Si tenemos una oportunidad, me gustaría intentar eso también."
"P-pero si realmente escapan, ¿n-no sería peligroso?"
Demiurge y Shalltear rieron.
"Mare, fue gracioso lo que dijiste. Por supuesto que nos aseguraríamos de que en realidad no pudieran escapar. Bueno, si alguna vez lo hacen, serían dignos de alabanza."
"Mare, fue gracioso lo que dijiste. Por supuesto que nos aseguraríamos
de que en realidad no pudieran escapar. Bueno, si alguna vez lo hacen,
serían dignos de alabanza."
"Sientes tanta confianza porque nunca los dejarías marcharse, ¿correcto? No esperaría menos de ti, Demiurge."
Aunque no tenían tiempo que perder, Demiurge seguía charlando sobre torturar a los humanos. Eso irritaba a Sebas, así que hizo una pregunta con el proposito de terminar la conversación:
"Demiurge, ¿ya obtuviste la información necesaria para destruir a los Ocho Dedos?"
"Por supuesto, Sebas. Tengo toda la información necesaria."
Sebas estaba honestamente sorprendido. El tiempo que Demiurge había pasado en la capital fue extremadamente corto, pero para que haya podido reunir información así de rápido... Sebas no quería imaginar el tipo de métodos que había usado. Teniendo en cuenta que estaba operando bajo las órdenes de su amo, no estaría basándose en rumores, debían ser reportes confirmados.
"Todo lo que tenemos que hacer ahora es atacar las ubicaciones. Sí, en plural. Si es posible, traten de capturar a aquellos que parezcan poseer información útil en cada uno de los lugares para poder castigarlos por los otros actos insesatos que—"
Demiurge se detuvo de pronto, mirando a Sebas antes de continuar.
"—Para poder darles el cartigo adecuado por haberse atrevido a ensuciar al nombre más elegante y magnífico de Ainz Ooal Gown, necesitaremos extraer más información. ¿Alguna objeción?"
"¡N, no!"
"Tienen que pagar con sus vidas por su rudeza hacia Ainz-sama."
"¿Cómo podría objetar?."
Los dos Guardianes y el mayordomo respondieron. Las Pléyades y los Señores del Mal simplemente agacharon la cabeza sin decir una palabra.
"Bien, entonces Sebas. ¿Puedes decirme el lugar al que te citaron? Necesito confirmar si es una de las ubicaciones de las que me enteré."
Cuando Sebas le dijo la dirección, Demiurge sonrió.
"¿Debería estar contento porque coinciden? ¿O triste porque hay un lugar menos que atacar? Es uno de los lugares que ya he explorado. Te dejaré ese lugar a ti."
"Gracias. Pero es posible que esté herida. Deseo llevar a alguien capaz de usar magia curativa."
"Salvarla es también el deseo de Ainz-sama... Solution, ya que tienes habilidades de detección superiores, quería dejarte de reserva, pero ¿puedes apoyar a Sebas?"
"Como ordene, Demiurge-sama."
"Pero, Demiurge, acerca de los humanos que secuestraron a Tsuare al interior de ese edificio..."
"Si dejas con vida a alguna de las basuras que intentaron pisotear los planes de Ainz-sama, yo mismo te mataré."
"No te preocupes, Demiurge. Los mataré a todo." Respondió Sebas.
"Ya hace mucho que quería decir esto... ¿ustedes dos no podrían ser más amigables el uno con el otro?"
Por el rabillo del ojo, Sebas pudo ver la expresión ambigua que hacía Demiurge. Imaginó que probablemente él mismo hizo una expresión similar. Mientras más pensaba sobre la razón por la que no gustaba mucho de Demiurge, más extraño se sentía. Él no se irritaba con Shalltear a pesar de que también era una sadista, pero por alguna razón le molestaba hablar con Demiurge. Aun así, pelear con Demiurge justo antes de una misión sería escupir en la bondad de los Seres Supremos. Sebas se disculpó profundamente con su amo dentro de su corazón e hizo una reverencia ante Demiurge.
"Me disculpo por mostrarte descortesía aun cuando viniste a corregir mis errores."
"...Bueno, no tiene importancia, Sebas. Por ahora... ¿estará bien que evacues a Tsuare de inmediato hacia Nazarick luego de que la rescates?"
"Por supuesto. ¿Fueron hechos todos los preparativos para recibirla?"
"No hay problema~. En ese punto, nos preparamos adecuadamente."
Sebas asintió con la cabeza hacia Entoma que había hablado con dulzura.
"¿Alguna otra pregunta? ¿No? Entonces dividiremos a los miembros en siete grupos y decidiremos dónde atacará cada uno. Por supuesto, Sebas y Solution ya están asignados. Primero, me gustaría asegurarme de que estamos siendo cuidadosos. Shalltear."
El tono de Demiurge de repente se hizo fuerte, sorprendiendo a Shalltear.
"¿Qué, qué sucede, Demiurge?"
"Por favor quédate atrás como reserva, ya que pierdes todo el control cuanto te empapas de sangre. Sería un problema si pierdes el control matando moscas inútiles."
"¡To-todo estará bien! ¡Si uso la Lanza Spuit para absorber la sangre, las probabilidades de que eso ocurra son muy bajas!"
"La respuesta sigue siendo no. Necesitamos ser cuidadosos con esto y evitar los riesgos tanto como sea posible. También, Sebas, me disculpo de antemano. Rescatar a Tsuare y castigar a los Ocho Dedos es sólo la primera etapa del plan. Sin embargo, no puedo decirte nada sobre el plan completo o la segunda etapa, porque en el momento en que regreses a Nazarick, luego de completar la primera etapa, ya no serás parte del plan. Para evitar cualquier fuga de información, sólo la compartiremos cuando sea necesario. "
"Lo entiendo. Entonces me prepararé de inmediato."
Una vez que Sebas dejó el cuarto, Demiurge continuó.
"Muy bien, primero, compartiré la información importante. Concéntrense y asegúrense de no perderse de nada. Entoma, tú puedes crear ilusiones, ¿cierto? Entonces por favor úsalas como te lo ordene."
"Entendido~."
Luego de escuchar todos los detalles de Demiurge, Entoma creó una ilusión en un espacio vacío. Demiurge estuvo completamente satisfecho con la ilusión.
"Les prohíbo matar a esta persona. En el peor de los casos, tienen permitido herirlo si fuera necesario, pero fundamentalmente piensen que no está permitido. Especialmente tú, Shalltear."
"No es necesario que me lo estés recordando."
Shalltear hinchó las mejillas por haber sido mencionada repetidamente.
Mare sonrió con incomodidad. "U-umm. ¿Es-está bien, eh, no decírselo a Sebas?"
"Debería estar bien. Considerando su personalidad, no es alguien que lastimaría a gente indiscriminadamente... pero sólo por si acaso, ¿te encargarás de esto en una emergencia, Solution?"
"Sí, como ordene."
Demiurge asintió con satisfacción.
Esta operación estaba relacionada a un plan que beneficiaría enormemente a Nazarick. Si cometían un error, entonces era posible que ese objetivo definitivo de dominación mundial, aquél que el Ser Supremo Ainz Ooal Gown no había dicho en voz alta, pudiera retrasarse. En el momento en que su amo dijo "lo dejo todo en tus manos", los errores no podían tolerarse.
A pesar de haber recibido órdenes directas de Albedo; Shalltear, Cocytus y Sebas habían cometido errores uno después del otro. Si esto continuaba, las habilidades mismas de los Guardianes serían puestas en duda. Por supuesto, su amo no mostraba disgusto por sus fallas, y la falla de Cocytus parecía haber sido parte del plan, pero no podían seguir dependiendo de su buena voluntad.
(Con esta misión, debo demostrar qué tan útiles somos los Guardianes para Ainz-sama.)
¿Había algún uso para subordinados estúpidos que no podían llevar a cabo sus deberes de manera satisfactoria?
Y si el último de los Seres Supremos fuera a desaparecer por la decepción...
Demiurge se congelaba de miedo con sólo pensar en esto.
(El fracaso no es una opción. Debemos mostrar un resultado que limpie todos los fracasos anteriores.)
Con este propósito en su corazón, Demiurge los miró a todos.
"Y no olviden, las personas que le lavaron el cerebro a Shalltear podrían estar aguardando una oportunidad para atacar. Nadie abandonará sus puestos sin permiso. Si son considerados sospechosos por mí o por cualquier otro Guardián, levanten los dos brazos o sus equivalentes como prueba de su lealtad. No actúen de manera sospechosa. Si lo hacen podríamos matarlos de inmediato por la seguridad del plan. ¿Alguna pregunta?"
"Eh, a-acabo de hacer una pregunta, pero ¿podría hacer otra?"
Demiurge le mostró una sonrisa amable a Mare y le indicó que lo hiciera.
"Ah, sí. S-Sebas no tiene un ítem de Clase Mundial como nosotros. ¿Estará bien?"
"Como Ainz-sama ha previsto, él será el cebo. Si el enemigo cae, sería grandioso. Albedo está observando desde el Salón del Trono en caso de que un enemigo caiga en la trampa. Además, para los que no puedan usar「Mensaje」, no actúen de manera independiente. Yo vigilaré toda la operación, así que vengan a mí en lugar de eso. En caso de emergencias o si por alguna razón no pueden contactarme, ya le dije a Mare todo sobre el plan y él actuará como mi segundo al mando."
"¿Qu... qué hay sobre mí...?"
"Lo siento Shalltear, pero como dije, no puedo confiar por completo en ti, así que estarás en la reserva. Ahhh... tu incontrolable sed de sangre puede ser un gran problema."
"¡Entiendo, entiendo, muy bien!"
"Tan pronto como termine la primera etapa, inmediatamente pasaremos a la segunda. Ahora se los explicaré. Éste es el verdadero asunto, así que presten aten—... ¿Qué sucede?"
Un Demonio de Sombras salió de las sombras detras de Demiurge y le susurró algo al oído.
"¿Es así? Ciertamente es de último minuto, pero no hay remedio."
Era un asunto verdaderamente molesto pero no podía ignorarlo. "Mare, se trata de información nueva. Tenemos un nuevo escondite de los Ocho Dedos que atacar. Lo siento, pero necito que vayas allá. Podrías no tener suficientes tropas, pero te enviaré a Entoma como apoyo."
"¡S-sí, um, por favor déjamelo a mí!"
"Excelente. Luego hablaremos sobre los detalles, pero por ahora dejen que les explique la Operación Gehena mientras todos siguen aquí. Éste es el plan más importante que ejecutaremos en la capital del Reino, así que presten atención."
Gracias!
ResponderBorrarMe quede con algunas dudas sobre el plan de la princesa pero excelente capitulo muchas gracias al que lo tradujo
ResponderBorrarMuchas gracias Erb, definitivamente son mejores tus traducciones, cada vez esta mas emocionante overlord
ResponderBorrarquien sera al que tienen que raptar ?? y cual sera el plan Gehena ?
ResponderBorrarEsta princesa monstruo me recuerda a Pariston de HXH, soy el unico?
ResponderBorrarMuchas Gracias.
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